martes, 14 de junio de 2011

HACER PRESENTE EN LA TIERRA A DIOS PADRE EN EL AMOR

MONS. PEDRO AGUSTÍN RIVERA DÍAZ
AMAR COMO CRISTO

Domingo XVIII. Ciclo C. Eclesiastés (Cohélet) 1, 2; 2, 21-23. Salmo 89. Col 3, 1-5. 9-11. Lc 12, 13-21.
La enseñanza que podemos obtener de la Palabra de Dios del Domingo XVIII, del ciclo C, no sólo se refiere a la riqueza material, sino a todo aquello que se traduce en hedonismos, consumismo y estilos de vida que nos alejan del plan amoroso de Dios.

Para que seamos conscientes de esa realidad nos recuerda el Cohélet, que “todo es vana ilusión” y el salmo 89, señala que nuestra vida es breve y todos los humanos, al morir, nos haremos polvo. Estas palabras, aisladas de su conjunto, podrían darnos una idea pesimista de la vida y de la fe, sin embargo están dichas de tal manera que nos invitan a reflexionar sobre el sentido más profundo de nuestra vida y son una invitación para que poniendo nuestra mirada en Dios sepamos disfrutar de esta vida y ella misma sea un medio eficaz de llegar al Cielo.

En el fragmento del Evangelio señalado, leemos cómo el Señor Jesús, nos invita a que más allá de nuestras discusiones sobre herencias u otros temas, que siempre serán pasajeros, sepamos poner la “mirada en lo que vale a los ojos de Dios”. Así mismo, san Pablo al dirigirse a los colosenses, les exhorta a buscar “los bienes de arriba” y a “poner todo el corazón en los bienes del Cielo”. Esta visión y esos consejos no son idealistas ni hacen de los cristianos, personas desfasadas de la realidad, sino al contrario, al invitarnos a ponernos por encima de los problemas y de las limitaciones de la vida diaria, nos dan un parámetro para reflexionar y tomar decisiones por encima de las “urgencias del consumismo y del placer”, de las “precipitaciones generadas por el miedo” y del “egoísmo que busca el poder y el aprovecharse de los demás” en lugar de buscar el “bien común”.

San Pablo, también señala que este buscar “las cosas del Cielo”, nos alejan “de la fornicación, la impureza, las pasiones desordenadas, los malos deseos y la avaricia”. Haciendo referencia a otros pasajes de la Sagrada Escritura y en la misma historia de la Iglesia, sabemos que el “buscar las cosas de Dios” propicia el que hombres y mujeres desarrollen sus capacidades al máximo y poniéndolas al servicio de los demás, alcancen las mayores alturas del desarrollo personal y comunitario. Para ejemplificar esto, basta conocer más la vida de los santos para imitarlos. Efectivamente, ellos, poniendo su “mirada en las cosas del Cielo”, se despojaron “del modo de actuar del viejo yo y se revistieron del nuevo yo” de tal manera que conforme “fueron adquiriendo el conocimiento de Dios, que los creó a su propia imagen”, se renovaron y fueron transformando su vida, la de las personas que les rodeaban e incluso de la humanidad. Allí tenemos el ejemplo de san Francisco, santa Clara, santa Teresa de Jesús, el santo Cura de Ars, san Juan Bosco, la beata Me. Teresa de Calcuta, Juan Pablo II y muchos, muchos más.

¿Qué es lo que cambió y transformó su vida?, que buscaron las cosas del Cielo, antes que su propio provecho, y en ellos se cumplió lo que el mismo Señor Jesús enseñó: “busquen primero el Reino de Dios y todo lo demás se les dará por añadidura”. El problema para muchos de nosotros es que más que buscar las cosas de Dios, buscamos las añadiduras y en ellas nos quedamos y no llegamos a Dios, porque hacemos de ellas verdaderos ídolos.

¿Al buscar las cosas del Cielo a Quién o Qué vamos a encontrar? Encontrar ese tesoro en el Cielo, ¿de qué manera afecta mi vida? ¿Lo que encontremos en el Cielo, también lo podremos encontrar en la tierra? ¿Cómo hacer presente el Cielo en la tierra?
En primer lugar tenemos que reconocer que a Quien encontraremos será a la Santísima Trinidad, es decir al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, junto con la Virgen María y los santos. En el Cielo encontramos la plenitud del amor de Dios. Dado que en el Cielo se hace plenamente la voluntad del Padre, en él encontramos el Sumo Bien, la Suma Verdad, la Suma Belleza, la Suma Justicia, la Suma Felicidad.

Saber que esto es lo que encontraremos en el Cielo, nos debe llevar a comprometernos a hacer presente en la tierra a Dios Padre en el amor, en la bondad, en la verdad, en la belleza, en la justicia y en la felicidad, cualidades que el Padre ha sembrado en nuestros corazones, por lo que acrecentándolas en nuestras vidas, debemos hacerlas fructificar en los demás con nuestras palabras y buenas obras; de tal manera que nuestro corazón sea un anticipo del Cielo y nosotros, con nuestro testimonio, seamos presencia del amor del Padre en medio de la humanidad. En nuestros oídos han de resonar constantemente como un reto aquello que san Pablo dice a los Romanos (Rm 8,19) “la creación espera vivamente la revelación de los hijos de Dios”, porque ciertamente el Reino de Dios, como anticipo del Cielo está presente en el corazón de los santos y ellos son los que de una manera particular, con su vida, permiten a la humanidad contemplar el Cielo, aquí en la tierra.

Seguramente, para cada uno de nosotros, que nos reunimos para meditar la Palabra del Señor y alimentarnos del Cuerpo y Sangre de Jesús, entendemos que el aspirar a las cosas de Dios y contemplarlas, nos compromete a ser santos.

Pero ¿quién es un santo?, en opinión de san Pablo: es el que imita a Cristo, según santo Tomás de Aquino es el que ama perfectamente a Dios, para san Juan de la Cruz es el que se vacía de sí mismo para dejarse llenar de la presencia trinitaria, y para santa Teresa es el que se adhiere totalmente a la voluntad de Dios. En un intento de conjuntar lo anterior permítanme decirles que un santo es el que ama como Cristo y por lo mismo se experimenta amado por su Padre Dios y ama al Padre y a sus hermanos.

¿Cómo amó Cristo? En primer lugar viviendo totalmente a la voluntad amorosa del Padre, por eso Él es quien nos revela el amor misericordioso del Padre, que se derrama sobre la creación entera y de manera particular en el ser humano. La Buena Noticia que Jesús trae a la humanidad y a tu corazón es que el amor personal del Padre se dirige a la humanidad entera, sí, pero también sobre ti, sobre mí, de tal manera que tú y yo, en Jesús somos Hijos del Padre, por lo que en la medida que amemos al Padre como Jesús lo amó, nos iremos cristificando y al igual que nuestro Hermano Mayor y Salvador, cumpliremos la tarea de ser misioneros del Padre.

La otra característica de amar como Cristo, es que su amor llega a toda la humanidad, por lo que nuestra tarea es amar al hombre y procurar que el Reino de los Cielos llegue al corazón de cada persona, de ahí que este amar al Padre y amar como Jesucristo, con la gracia del Espíritu Santo, al tiempo que transforma nuestra vida, nos lleva a transformar al mundo, por lo que nada de lo que le ocurra al hermano nos es ajeno y por lo mismo más que apreciar los bienes materiales para nuestro provecho, entendemos que con ellos tenemos que hacer el mayor bien posible, trabajando para que: la bondad se manifieste en la solidaridad para con todos, la verdad haga libres a toda persona, la belleza dignifique a todos ser humano, la justicia impere en las relaciones interpersonales, la felicidad en la tierra sea un anticipo de la felicidad de la vida eterna y el amor del Padre esté en todos los corazones, de tal manera que el Reino de Dios se manifieste en nuestros tiempos como cultura de la vida y civilización del amor.

Esa es nuestra tarea y la podremos realizar si hacemos presente en el mundo el amor de Dios Padre. Que santa María de Guadalupe nos acompañe y sostenga en esta acción.

Oración para ésta semana

Te invito a que abandonando tus preocupaciones, dediques un momento para hablar con Dios, repite éstas palabras con lo más hondo del corazón:

NADA TE TURBE
Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda; la paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta: Sólo Dios basta.

viernes, 10 de junio de 2011

Dios concede nuevo beato para fieles mexicanos y españoles

El domingo 5 de junio, en la Catedral de la Asunción, ubicada en el Burgo de Osma (España), se llevó a cabo una celebración especial con la que se beatificó a Juan de Palafox y Mendoza, quien fuera Arzobispo y Virrey de la Nueva España.

Durante la ceremonia se dio lectura al decreto de Beatificación que el Santo Padre concedió a las diócesis de Osma y Puebla de México, después de que el Cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano, concluyera un largo proceso para reconocer a Palafox entre los beatos católicos.

En el evento, el Obispo de Osma-Soria, Mons. Gerardo Melgar Viciosa agradeció al Papa Benedicto XVI por haber concedido a los pueblos de México y España el inscribir en el libro de beatos a Juan de Palafox y Mendoza, cuya causa fue abierta en España en 1666 y en 1668 en Puebla. Ahora, tras varios intentos de reanimarla en el siglo XVII, XVIII y XIX, la Iglesia se alegra por éste acontecimiento.

En la eucaristía de ese día, también se develó la pintura monumental del Beato Palafox y se exhibió -por primera ocasión- una reliquia del nuevo beato, para la veneración de los fieles. Luego, al finalizar la beatificación, Mons. Gerardo Melgar Viciosa, obispo de Osma-Soria entregó a Mons. Eugenio Lira Rugarcía, obispo auxiliar de Puebla, las reliquias del Beato Juan de Palafox y Mendoza destinadas a las catedrales de México y Puebla.

En cuanto a la Arquidiócesis de México, desde el mes de abril el Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo Primado de México emitió una carta pastoral en la que dio a conocer que se concedería indulgencia plenaria el día en que la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México recibiera las reliquias de Palafox, lo cual sucederá el próximo miércoles 22 de junio, para lo cual se invita a los fieles a participar de la peregrinación con los restos del beato Palafox, partiendo desde la Parroquia de la Santa Vera Cruz (ubicada sobre la Av. Hidalgo) a las 9:00 hrs.

"Todos los gobiernos se deben comprometer a proteger la naturaleza”, asegura Papa Benedicto XVI

En su discurso a seis nuevos embajadores ante la Santa Sede, quienes se presentaron la mañana del jueves 9 de junio, el Papa Benedicto XVI recordó que "la ecología humana es un imperativo" urgente, respetando la dimensión religiosa de todo ser humano.

Durante el encuentro, el Pontífice pronunció un discurso común para todos los nuevos diplomáticos y después entregó a cada uno un discurso específico para la nación que representaban.

Al referirse a las "innumerables tragedias que han afectado a la naturaleza, la tecnología y los pueblos" en los primeros seis meses del 2011, el Sucesor de Pedro destacó que "los Estados deberían reflexionar juntos sobre el futuro a corto plazo del planeta, sus responsabilidades con respecto a nuestra vida y a las tecnologías".

Luego exhortó a "adoptar un estilo de vida que respete el medio ambiente y apoye la investigación y la explotación de energías limpias que preserven el patrimonio de la creación y sean inofensivas para los seres humanos, deben ser prioridades políticas y económicas". Por otra parte, subrayó que es necesario "un cambio de mentalidad" para "llegar rápidamente a un estilo de vida global que respete la alianza entre el hombre y la naturaleza, sin la cual la familia humana puede desaparecer".

"Todos los gobiernos se deben comprometer a proteger la naturaleza para que pueda desempeñar su papel esencial en la supervivencia de la humanidad. Las Naciones Unidas parecen ser el marco natural para una reflexión de este tipo, que no sea oscurecida por motivos políticos y económicos ciegamente partidistas, privilegiando la solidaridad por encima de intereses particulares", agregó el Santo Padre.

Benedicto XVI señaló luego que "también conviene interrogarse sobre el papel apropiado de la tecnología", porque "creer que es el agente exclusivo de progreso o de la felicidad, lleva a una mercantilización del hombre que conduce a la ceguera y a la miseria". Después puntualizó que "la técnica que domina al ser humano le priva de su humanidad. El orgullo que engendra ha creado en nuestras sociedades un economicismo empecinado y un hedonismo que determina subjetiva y egoístamente los comportamientos. El debilitamiento de la primacía del hombre provoca una pérdida del sentido de la vida".

El Pontífice resaltó además que "es urgente llegar a conjugar la tecnología con una fuerte dimensión ética. (…) La técnica debe ayudar a la naturaleza a desarrollarse en la línea prevista por el Creador. Al trabajar juntos, el investigador y el científico se adhieren al plan de Dios, que ha querido que el hombre sea la cumbre y el administrador de la creación. Las soluciones basadas en este fundamento protegerán la vida humana y su vulnerabilidad, así como los derechos de las generaciones presentes y futuras".

"Los gobiernos deben promover un humanismo que respete la dimensión espiritual y religiosa del hombre, porque la dignidad de la persona humana no varía con la fluctuación de las opiniones. Respetar sus aspiraciones a la justicia y a la paz permite la construcción de una sociedad que se promueve por sí misma, cuando sostiene a la familia o cuando rechaza, por ejemplo, la primacía exclusiva del dinero", comentó el Vicario de Cristo.

Para concluir su mensaje, el Papa manifestó que "la vida social se debe considerar sobre todo como una realidad de orden espiritual, los responsables políticos tienen la misión de guiar a los pueblos a la armonía humana y a la sabiduría tan deseadas, que deben culminar en la libertad religiosa, rostro auténtico de la paz".

jueves, 9 de junio de 2011

Papa Benedicto XVI: “cónyuges se ha convertido en un testimonio importante del amor de Cristo”

El pasado miércoles 8 de junio, en su audiencia general el Papa Benedicto XVI recordó su reciente viaje a Croacia (el 4 y 5 de junio), al indicar que la ocasión principal de esta visita era "la I Jornada Nacional de las familias católicas croatas, culminada en la celebración eucarística del domingo por la mañana, en el Hipódromo de Zagreb, que contó con la presencia de una gran multitud de fieles".

"En la Europa de hoy, las naciones de sólida tradición cristiana tienen una responsabilidad especial en la defensa y promoción del valor de la familia fundada en el matrimonio, que sigue siendo crucial, tanto en el campo educativo como en el social. Este mensaje tenía, por tanto, una especial importancia para Croacia, que, por su rico patrimonio espiritual, cultural y ético, se está preparando para entrar en la Unión Europea", agregó.

Más adelante, el Santo Padre manifestó que en la Misa para las familias destacó "el don y el compromiso de la comunión en la Iglesia, y animé a los esposos en su misión. En nuestros días, mientras por desgracia se constata el creciente número de separaciones y divorcios, la fidelidad de los cónyuges se ha convertido en un testimonio importante del amor de Cristo, que permite vivir el matrimonio por lo que es; la unión de un hombre y de una mujer que, con la gracia de Cristo, se aman y se ayudan para toda la vida, en la alegría y en el dolor, en la salud y en la enfermedad".

"La fe en el Dios que es amor se transmite principalmente a través del testimonio de una fidelidad al amor conyugal, que naturalmente se traduce en amor por los hijos, fruto de esta unión. Pero esta fidelidad no es posible sin la gracia de Dios, sin el apoyo de la fe y del Espíritu Santo", precisó.

El Vicario de Cristo se refirió luego a la vigilia con los jóvenes, en la tarde del sábado, a quienes aseguró: "Dios les busca antes y más de cuanto ellos mismos lo buscan. ¡Esta es la alegría de la fe: descubrir que Dios nos ama primero! ¡Es un descubrimiento que nos mantiene siempre discípulos, y por tanto, siempre jóvenes en el espíritu!". Después prosiguió diciendo que "una vez más se mostró patente a todos la profunda vocación de Europa, que es preservar y renovar un humanismo que tiene raíces cristianas y que se podría definir ‘católico’, es decir, universal e integral".

Por último, el Pontífice insistió que éste humanismo es el "que pone en el centro la conciencia del ser humano, su apertura trascendente y, al mismo tiempo, su realidad histórica, capaz de inspirar proyectos políticos diversificados pero convergentes en la construcción de una democracia sustancial, basada en los valores éticos arraigados en la misma naturaleza humana".

Obispos de México exhortan a impulsar “formación de los discípulos pastores para el México de Hoy”

El pasado 2 de junio, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) difundió un comunicado de prensa, en el cual los Obispos se dirigieron a los sacerdotes, seminaristas y a todo el pueblo de Dios, con ocasión de su XCI Asamblea Plenaria.

En el texto titulado “Vivan de acuerdo a la vocación que han recibido”, los Obispos de México recordaron que “en las condiciones difíciles que vivimos de pobreza, inseguridad y violencia, el Señor Jesús, vencedor del mal y de la muerte, nos da la certeza de que con la verdad y la justicia, la libertad y el amor, podemos constituir una patria mejor”.

Seguidamente explicaron que “la crisis actual que experimenta la sociedad mexicana ha quebrantado muchos de los valores y virtudes que la han distinguido como un pueblo pacífico y religioso”, por lo que el egoísmo se ha convertido en un estilo de vida para nuestro México, mismo que trae “como consecuencia la desintegración familiar, la búsqueda desenfrenada de poder, placer y riqueza, la pérdida del respeto a la vida de las personas incluso desde antes de su nacimiento, el crecimiento de grupos criminales y la frustración frente a la impunidad”.

Por tales motivos, exhortan a “los discípulos de Jesús, especialmente los llamados al sacerdocio” a ser “testigos creíbles de la Buena Nueva, para transformar la realidad y hacer presente el Reino de Dios”. En el documento, también resaltaron la preocupación que tienen por alentar el esfuerzo cotidiano que exige la formación y ministerio de los presbíteros y seminaristas, “de cara a la Misión Permanente que todos estamos llamados a realizar”.

“Formación de los discípulos pastores para el México de Hoy”, fue el lema utilizado para ésta Asamblea Episcopal, en la que “constatamos y valoramos que la mayoría de los presbíteros se entregan permanentemente a la atención pastoral de sus comunidades, siendo en medio de ellas hombres de comunión, misión y diálogo. Apreciamos profundamente el heroísmo, con el cual muchos sacerdotes, así como personas consagradas y laicos comprometidos, han mantenido su servicio pastoral, aún a riesgo de su vida, en regiones fuertemente golpeadas por grupos criminales”.

“También, con humildad y dolor, reconocemos las fallas en la vida y en el ministerio sacerdotal. Todos nos reconocemos necesitados de conversión personal y pastoral, a fin de ser pastores muy sensibles al sufrimiento que vive el pueblo. Queremos también acercarnos caritativamente a las víctimas de esta crueldad inhumana a semejanza de Cristo, el Buen Pastor”, manifestaron.

Tras saludar a los alumnos de los seminarios, quienes “llamados por Cristo, han elegido consagrarse al servicio de Dios y de sus hermanos”, indicaron que “la vocación es un don de Dios que compromete a toda comunidad, particularmente a la familia creyente, pues en ella se cultivan los valores de la entrega de sí mismo, del servicio, de la generosidad y de la práctica de la fe. Por lo cual animamos los esfuerzos pastorales dirigidos a consolidar a las familias cristianas en la unidad y en la vivencia de la fe”.

Además extendieron una invitación “a todos los sacerdotes a que asuman la formación integral, como un proceso constante que debe vivirse cada día y que no puede reducirse a actividades aisladas. Hemos de impulsar nuestro encuentro cotidiano con Jesús, a través de la oración, de la lectio divina, de la Eucaristía y de la reflexión del propio ministerio, para transparentar a Cristo, Buen Pastor, en la caridad pastoral.

Por último, recordando el 60º aniversario de la ordenación sacerdotal de SS Benedicto XVI, solicitaron “ofrecer una “Corona de Oración” ante Jesús-Eucaristía, en gratitud a Dios por su vida y servicio sacerdotal. En tanto, hagamos más ferviente nuestra súplica al Señor, para que envíe operarios a Su mies, y mediante el don del Espíritu, sostenga el esfuerzo de los llamados y nos de congruencia a quienes nos hemos ya consagrado a Su servicio. Que la Santísima Virgen María, Madre de los sacerdotes y modelo de disponibilidad, alegría y fidelidad, nos auxilie y nos aliente a mantenernos firmes en el proceso de nuestra formación y en la entrega sacerdotal”.

“Domingo de oración por la vida”, oportunidad para pedir y agradecer a Dios este don

Con el fin de acompañar espiritualmente a quienes desean fortalecer la conciencia del deber de valorar y respetar la vida de todo ser humano desde la concepción hasta su muerte natural, la asociación civil Derechos del Concebido, iniciará el “Domingo de Oración por la vida”.

En el Templo Expiatorio a Cristo Rey, Antigua Basílica de Guadalupe, cada tercer domingo de mes, a partir del 19 de junio, se ofrecerá la misa de las 12:00 del día y se orará ante Jesús Eucaristía por mujeres embarazadas, matrimonios que no han podido tener hijos, personas que han experimentado la pérdida de su bebé por un aborto, por los niños y niñas a los 40 días de nacidos, así como por los novios que estén viviendo su noviazgo en castidad.

También se invita a participar y se pedirá por las personas, asociaciones y organismos dedicados a trabajar a favor de la vida.

De esta manera, Derechos del Concebido, en su misión de “ser voz de los que no tienen voz”, quiere seguir trabajando en el amor dignificando la vida y motivando así el desarrollo pleno de la persona humana, de la familia y de la sociedad, animándolos a construir la Cultura de la Vida y la Civilización del Amor.

El “Domingo de oración por la vida”, también es una “forma de ayudar al nacimiento y desarrollo de hombres y mujeres más sanos no sólo en cuerpo, sino también en espíritu, porque al sentirse deseados y amados, sus pensamientos y acciones se orientarán hacia el bien tan deseado en nuestro mundo”.

Mayor información: Tel. 5207-3578
derechosdelconcebido@yahoo.com.mx
www.derechosdelconcebido.org.mx
http://www.derechosdelconcebidoac.blogspot.com/

Asiste a nuestros Cursos y talleres

Por parte del Centro de Formación Juan Pablo II y Familia Eucarística, te invito a los cursos que se impartirán próximamente:

Kerigma: 17 de junio de 10:00 a 11:30hrs.
Sanando al hombre: 4to domingo de cada mes de 12:00 a 15:00hrs.
Guitarra: Todos los martes y viernes, de 12:00 a 14:00hrs.
Liturgia: 1er lunes de cada mes, de 10:00 a 12:00hrs.

Informes con la Sra. Carolina Morales al 5781-5324 y al 5577-0450

lunes, 6 de junio de 2011

Tips para mejorar la convivencia

Estos tips nos pueden ayudar a mejorar el ambiente familiar, laboral, etc., en donde desarrollamos nuestra vida.

1. La buena convivencia no se improvisa.
2. Ten visión positiva y colabora con todos.
3. ¡Si cedes, todos ganan!
4. Respeta a los demás como son, con sus gustos y aficiones.
5. Es importante saber elogiar y sonreír.
6. Nunca critiques a los demás.
7. Brinda confianza y seguridad.
8. Concilia intereses y dedica tiempo a los demás.
9. Guarda silencio y aprende a escuchar.
10. No digas todo lo que pasa por tu cabeza.
11. Di “no” a los rencores y resentimientos.
12. ¡Ponte en los zapatos de los demás!
13. Aprende a no dramatizar.
14. No etiquetes a nadie.
15. Batalla contra el egoísmo.
16. Supera las discordias.
17. Aprende a comunicarte.
18. Ten buen humor y no te quejes tanto.
19. Propicia un clima de libertad.
20. Cuida los pequeños detalles amables.
21. Fomenta las buenas conversaciones.
22. Dale tiempo al tiempo.

jueves, 2 de junio de 2011

Sacerdotes y vocaciones misioneras en intenciones del Papa para junio

El pasado 31 de mayo el Santo Padre, Benedicto XVI, dio a conocer las intenciones para el mes de junio. La intención general del Apostolado de la Oración del Papa es: "para que los sacerdotes, unidos al Corazón de Cristo, siempre sean verdaderos testigos del amor solícito y misericordioso de Dios".

La intención misionera es: "para que el Espíritu Santo haga surgir en nuestras comunidades numerosas vocaciones misioneras, dispuestas a consagrarse plenamente a difundir el Reino de Dios".

miércoles, 1 de junio de 2011

Aparente milagro podría canonizar a nueva beata brasileña

Desde el pasado 25 de mayo, en Brasil circuló la noticia de un supuesto segundo milagro atribuido a la intercesión de la Beata Hermana Dulce, el cual fue anunciado por la abogada Ana Lucía Aguiar, quien fue la responsable de presentar ante el Vaticano el milagro que permitió la beatificación de la religiosa conocida como “El ángel bueno del Brasil”.


De comprobarse éste nuevo milagro, la beata podría convertirse en la primera santa brasileña. Al respecto del caso, la abogada Aguiar comentó que éste también ocurrió en Sergipe, lugar en el que trabajó la beata y donde ocurrió el primer milagro.

El proceso de beatificación de la hermana Dulce comenzó en 1999. En enero del 2001, ocurrió el milagro, cuando Claudia Santos de Araújo, devota de la Hermana Dulce, sufrió una grave hemorragia durante un parto y quedó en estado de coma, por lo que la respuesta de los médicos fue que sólo le quedaban unas horas de vida.

Ante esto, un sacerdote amigo que sabía de la fe que la mujer depositaba en la Hermana Dulce, le oró pidiéndole por su salud y en cuestión de horas estaba plenamente recuperada. Dos días después recibió el alta del hospital con su bebé, sin que los médicos lograran explicar lo sucedido.

Para el 2003, diez médicos brasileños y tres italianos certificaron este hecho como un "caso extraordinario de cura", el cual fue reconocido por unanimidad por la Congregación para las Causas de los Santos.

La Hermana Dulce fue declarada venerable por el Vaticano en 2009 y el año pasado, cuando su cuerpo fue exhumado y transferido a la catedral de San Salvador, el cadáver estaba intacto, momificado naturalmente, lo que fue interpretado por la Iglesia como una señal de santidad.

La actual beata nació el 26 de mayo de 1914 en San Salvador, Bahía, (Brasil), fue bautizada como María Rita Lopes Pontes y perteneció a la Congregación de las Hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción de la Madre de Dios. Entregó su vida al servicio de los necesitados y desarrolló una obra social en su natal Bahía, donde fundó varios hospitales de caridad y una red de apoyo social que dirigió hasta su muerte, el 13 de marzo de 1992, a los 77 años de edad.

En 1988 fue candidata al Premio Nobel de la Paz y en octubre de 1991 (cinco meses antes de su muerte), recibió en su lecho de enferma la visita del hoy Beato Juan Pablo II. Las Obras Sociales "Hermana Dulce" incluyen el Complejo Roma, una red de hospitales y centros de salud para los más pobres que atiende en Bahía a cinco millones de personas al año y el Centro Educativo San Antonio. Adicionalmente, la organización gestiona varios centros de salud del Municipio de San Salvador.

La Hermana Dulce fue beatificada el 22 de mayo de éste año, ante unas 70 000 personas en San Salvador, por el Cardenal Geraldo Majella Agnelo, en representación del Papa Benedicto XVI.

martes, 31 de mayo de 2011

Papa Benedicto XVI llama a Iglesia Católica a incrementar la práctica de la caridad

La mañana del 30 mayo, el Papa Benedicto XVI indicó que los cristianos deben vivir la caridad de Cristo con todos, sin importar su raza, etnia, religión o condición social, recordando que todo ser humano es creado a imagen de Dios y por lo tanto merece respeto.

En su reflexión, el Vicario de Cristo expresó que "fieles al mandamiento nuevo de amarnos unos a otros como el Señor nos ha amado, los cristianos de todos los tiempos y lugares se han esforzado en servir desinteresadamente a los seres humanos y amarlos con todo su corazón. Después de todo, el amor es el don de Dios a la humanidad, es su promesa y es nuestra esperanza".
De ésta manera destacó “los signos impresionantes de la caridad de la Iglesia en muchos campos de la actividad social, un servicio que corre a cargo, de manera particular, de vuestros sacerdotes y religiosos". Luego agregó que "las escuelas de la Iglesia preparan a los jóvenes de todas las religiones o de ninguna para construir una sociedad más justa y pacífica. Los organismos de la Iglesia han sido fundamentales en la promoción del microcrédito, que ayuda a los pobres a ayudarse a sí mismos. Además, desempeñan la misión de cuidados y caridad de la Iglesia a través de clínicas, orfanatos, hospitales y un sinnúmero de otros proyectos encaminados a promover la dignidad y el bienestar".

Por ello, el Santo Padre realizó votos para que "los cristianos en India sigan ayudando a todos los necesitados en las comunidades cercanas a ellos, sin distinción de raza, etnia, religión o condición social, con la convicción de que todos han sido creados a imagen de Dios y a todos se debe igual respeto".

Más adelante, destacó que "el Concilio Vaticano II nos recuerda que, entre las responsabilidades más importantes de los obispos, destaca la proclamación del Evangelio", subrayando que es "un motivo de satisfacción que la proclamación de la Palabra de Dios dé ricos frutos espirituales en sus iglesias locales, especialmente a través de la difusión de pequeñas comunidades cristianas en que los fieles se reúnen para la oración, la reflexión sobre las Escrituras y el apoyo fraterno".

"No deben escatimarse esfuerzos a la hora de insistir en que la oración individual y de grupo, por su propia naturaleza, nace y lleva de nuevo a la fuente de la gracia que mana de los sacramentos de la Iglesia y de toda su vida litúrgica", exhortó el Pontífice para después insistir que "tampoco se puede olvidar que la Palabra de Dios no sólo consuela a los creyentes sino que los reta, como individuos y en comunidad, a avanzar en la justicia, la reconciliación y la paz entre ellos y en la sociedad".

"Una sólida catequesis, especialmente para los que se preparan al matrimonio, será de gran utilidad para alimentar la fe de las familias cristianas y les ayudará a dar un testimonio vibrante y vivo de la sabiduría milenaria de la Iglesia sobre el matrimonio, la familia y el uso responsable del don divino de la sexualidad", concluyó el Papa Benedicto XVI.

Papa Benedicto XVI exhorta a renovar formas de anunciar el Evangelio

Al recibir a los participantes de la asamblea plenaria del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, el Papa Benedicto XVI resaltó ayer, 30 de mayo, que ante los esfuerzos de algunos de expulsar la fe de la vida pública, debe recordarse que "ser cristiano no es una especie de traje que se usa en lo privado".


En su mensaje, el Santo Padre señaló que el anuncio que siempre ha proclamado la Iglesia "hoy necesita ser renovado para convencer al hombre moderno, a menudo distraído e insensible. Por eso, la nueva evangelización debe tratar de encontrar las vías para que sea más eficaz el anuncio de la salvación, sin el cual la vida es contradictoria y carece de lo esencial".


"Incluso a aquellos que siguen unidos a las raíces cristianas, pero viven una relación difícil con la modernidad, es importante hacerles entender que ser cristiano no es una especie de traje que se usa en privado o en ocasiones especiales, sino algo vivo y totalizador, capaz de asumir todo lo que hay de bueno en la modernidad", prosiguió.


Luego, expresó que "la crisis que vivimos trae consigo los rasgos de la exclusión de Dios de la vida de la gente, una indiferencia general ante la fe cristiana, hasta el intento de marginarla de la vida pública".


"Además, a menudo se verifica el fenómeno de personas que desean pertenecer a la Iglesia, pero que están fuertemente determinadas por una visión de la vida que contrasta con la fe", agregó el Sucesor de Pedro, para más tarde asegurar que "anunciar a Jesucristo único Salvador del mundo, hoy es más complejo que en el pasado, pero nuestra tarea sigue siendo la misma que al comienzo de nuestra historia. La misión no ha cambiado, así como no deben cambiar el entusiasmo y la valentía que movieron a los apóstoles y a los primeros discípulos".


Por último, el Pontífice manifestó que "si, por una parte, toda la comunidad está llamada a reforzar el espíritu misionero para ofrecer el anuncio nuevo que esperan los hombres de nuestro tiempo, no se puede olvidar que el estilo de vida de los creyentes necesita una verdadera credibilidad, tanto más convincente cuanto más dramática es la condición de las personas a las que se dirigen".

JESUCRISTO, el Centro de la alegría por la Beatificación de Juan Pablo II

LAS CLAVES DE SU VIDA

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

JESUCRISTO, EL MENSAJE CENTRAL DE JUAN PABLO II

El mensaje más importante que tenemos que proyectar en los homenajes a Juan Pablo II, no es su persona, sino Aquel a Quien él, con toda su vida nos muestra y nos conduce, es decir: a nuestro Señor Jesucristo.

Más allá del aspecto emotivo, más allá del conjunto de mensajes y experiencias que Juan Pablo II nos haya dejado, tenemos que descubrir y reconocer a Aquel que transformó su vida; tenemos que descubrir y seguir a Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.

Viviendo el tercer pontificado más largo de la historia, de casi 27 años, el 2 de abril del 2005, el Papa Juan Pablo II muere a las 14:37 horas de México, después haber recorrido el mundo anunciando a Jesucristo y dejando infinidad de enseñanzas y documentos, pero sobre todo dando testimonio de entrega generosa al servicio de cada ser humano y de la humanidad entera, de su amor a la iglesia, su devoción a la Virgen María y su fe trinitaria en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Su lema “Totus Tuus” y su invitación “Abran las puertas Jesucristo” son dos expresiones que enmarcan su pontificado y en las que está sintetizada la fe en quien le da sentido a su existir: Jesucristo nuestro Señor, el Hijo de Dios, el Hijo de María Santísima.

El encuentro con Jesucristo lleva a Karol Wojtyla, en su infancia y desde su familia, a descubrir y reconocer que Dios es amor y que ese amor nunca se aparta del ahombre, ni siquiera en los momentos más terribles para él o para la humanidad entera. Dios está siempre en medio de nosotros y se manifiesta con su amor, lleno de misericordia.

El amor que Jesucristo, desde la eternidad, le tiene a Lolek y como respuesta personal, el amor que Lolek, desde su infancia, le tiene a Jesús, da sentido a la existencia de Karol Wojtyla, por lo que de manera muy firme sigue a Jesucristo, Quien es Camino, Verdad y Vida.
En Jesucristo, Karol Wojtyla se descubre y reconoce a sí mismo y así en Jesucristo descubre y reconoce el misterio del hombre, de tal manera que entiende que el amor a Dios, pasa necesariamente a través del amor a todo ser humano.

Todos los días, el joven Karol busca la oportunidad de profundizar, para conocer, amar y servir, el misterio de Dios y del hombre y lo hace a través de la oración, en particular en la celebración de la Misa y en la contemplación de Jesús Eucaristía.

La fortaleza física y espiritual que se manifiesta en la constante bondad y perseverancia, a lo largo de toda la vida de Karol Wojtyla tiene su fuente en el amor que se alimenta, sostiene y fortalece en la oración. Oración que es diálogo de corazón a corazón con Dios y con los hombres. Juan Pablo II, no sólo en su pontificado, sino en toda su existencia, como laico, presbítero, obispo y Papa, se manifiesta siempre como un hombre contemplativo en la acción y activo en la contemplación.

El amor que se hace oración y oración que se hace servicio, son notas características de la personalidad de Wojtyla, el hombre que en cada ser humano ve el rostro de Dios y en Dios ve a cada persona y a la humanidad entera.

El documento conciliar, “Gaudium et spes”, en cuya elaboración participó el obispo polaco Karol Wojtyla, en el número 22 señala: “el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnado”. Esta afirmación, manifiesta la centralidad de Jesucristo en la vida del hombre para que pueda comprenderse a sí mismo y a la realidad en la que está sumergido y realiza su existencia.

La presencia de Dios en medio de la humanidad, se hace realidad en Jesucristo y se prolonga a través de los siglos en la Iglesia, a través de los bautizados y manifiesta destellos de esplendor de manera especial, en los hombres y mujeres santos, que son testimonio de los frutos de la conjunción del binomio: amor a Dios, amor a la humanidad. El mayor ejemplo lo tenemos en la Virgen María y también en los santos que a lo largo de los siglos han existido. La consecuencia del binomio: amor a Dios – amor a los hombres, es la santidad.

Karol descubre esta realidad en la Iglesia, comenzando por la experiencia de la iglesia doméstica, su propio hogar y de ahí se abre a la experiencia de la Iglesia en su parroquia, en una diócesis y en el mundo entero.

Wojtyla reconoce que el tesoro del amor de Dios por cada persona, revelado en Jesucristo, no es sólo para él o para la Iglesia por lo que vive el ímpetu misionero que lo lleva a compartir, la experiencia de la centralidad del amor a Dios y a los hombres; por lo que para él no existirán barreras físicas, ideológicas o religiosas, que le impidan compartir con todos, la esperanza que salva, el perdón que redime y el amor que une a los hombres entre sí y con Dios, que es Jesucristo.

La beatificación, y esperamos pronta canonización, son una muestra de lo que Dios puede hacer en la persona que se deja hacer por Él y una muestra de lo que ser humano puede llegar a ser, si de manera auténtica, perseverante y sin miedo, abre las puertas de su corazón, de su familia, de toda realidad humana, a Jesucristo, por eso, como mensaje central, en todo homenaje a Juan Pablo II debe de seguir siendo proclamada y escuchada la invitación que nos hizo desde el inicio de su pontificado. “¡Hermanos y hermanas! ¡No tengan miedo de acoger a Cristo y de aceptar su potestad! ¡Ayuden al Papa y a todos los que quieren servir a Cristo y, con la potestad de Cristo, servir al hombre y a la humanidad entera! ¡No teman! ¡Abran, más todavía, abran de par en par las puertas a Cristo! Abran a su potestad salvadora los confines de los Estados, los sistemas económicos y los políticos, los extensos campos de la cultura, de la civilización y del desarrollo. ¡No tengan miedo! Cristo conoce “lo que hay dentro del hombre”. ¡Sólo Él lo conoce!” (Juan Pablo II. Homilía inaugural de su pontificado. 22-oct-1978).

Desde esta visión sintética, amor a Dios - amor al hombre, el Papa Juan Pablo II se esforzó para impregnar toda realidad humana con el amor de Jesucristo, haciendo que el amor de Dios llegara a cada persona, a cada familia, a la humanidad en su conjunto y a todas sus realidades sociales, económicas, políticas, educativas, etc., iluminando y dando sentido a la existencia humana, que en Jesucristo se transforma en fe, amor, solidaridad, desarrollo y paz, en la consecución del bien común.

En síntesis, como fruto de los homenajes a Juan Pablo II debemos valorar y vivir, LAS CLAVES DE SU VIDA: El amor a Dios, el amor a Jesucristo, el amor al hombre, el amor a la Iglesia, el amor a la Virgen María y a los santos, el compromiso misionero, la perseverancia en la oración y en el hacer el bien, para construir un mundo mejor, más solidario, más humano, más de Dios, a través de la vivencia de la verdad, la libertad, la justicia, el amor; valores humanos que también son expresión del Reino de Dios.

Oración

PARA IMPLORAR FAVORES POR INTERCESIÓN
DEL BEATO JUAN PABLO II

Oh Trinidad Santa,
Te damos gracias por haber concedido a la Iglesia al papa Juan Pablo II y porque en él has reflejado la ternura de Tu paternidad, la gloria de la cruz de Cristo y el esplendor del Espíritu de amor.

Él, confiando totalmente en tu infinita misericordia y en la maternal intercesión de María, nos ha mostrado una imagen viva de Jesús Buen Pastor, indicándonos la santidad, alto grado de la vida cristiana ordinaria, como camino para alcanzar la comunión eterna Contigo.
Concédenos, por su intercesión, y si es Tu voluntad, el favor que imploramos, con la esperanza de que sea pronto incluido en el número de tus santos.