jueves, 25 de agosto de 2011

Meditación del Evangelio del 25 de agosto del 2011


JUEVES 25 de agosto del 2011.
Mt 24, 42-51.

TODOS LOS DÍAS JESÚS VIENE A TI

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

LEER. Jesús invita a sus oyentes a estar atentos al día en que vendrá el Señor. Para que quede grabada mejor la enseñanza, hablará de la atención que hay que poner para evitar que un ladrón entre de noche a la casa y también contrapondrá el proceder de dos sirvientes ante la ausencia del amo. El primero actuará responsablemente, el otro será un mañoso. Ambos, al llegar el amo recibirán lo merecido de acuerdo a su proceder.

Para que cada quien amplíe sus reflexiones personales, al final aparece el texto bíblico.

MEDITAR: Jesús nos invita a estar atentos al día en que vendrá el Señor. Habla sobre el final de los tiempos, pero sus palabras tienen también una aplicación para nuestro aquí y ahora, pues siempre, cada día y a cada instante hay que estar preparados, porque el Señor llega y no necesariamente en medio de un infortunio o para cuando vayamos a morir, sino a lo largo de toda nuestra existencia y siempre para manifestarnos su amor.

La imagen de los sirvientes, nos habla de que todo es de Dios, nosotros sólo administramos. No administramos sólo bienes materiales, sino incluso de personas. Yo tengo que reconocerme administrador de mi vida, no dueño de ella, y debo desarrollarla al máximo y no desperdiciarla. Debo procurar, cada día, ser mejor y ser feliz. Tampoco soy dueño de aquellos con los que convivo ni de sus vidas. Sólo soy compañero en el camino de la vida de mis padres, de mis hermanos, de mi cónyuge, de mis hijos, de mis amigos, etc. Debo también esforzarme en ayudarles a que sean mejores y felices a lo largo de su vida.

Estar atento, significa reconocer esas responsabilidades, pero también, y es lo mejor, es reconocer que el camino de mi vida tiene un inicio en Dios y tiene un fin en Él, y que Jesús me acompaña a lo largo de mi existencia con su amor, con su gracia, con María, con los santos, y con la Iglesia.

Dios viene todos los días a mí y si en lugar de esperar – no faltará quien lo haga con temor- a que un día Él llegue a mí, debo estar atento a su voz y a su presencia diaria, pues Jesús se manifiesta todos los días en mi corazón y en mi mente, en el trato familiar y en todas las personas a las que trato.

Si me acostumbro a estar atento a la presencia de Dios, podré experimentar y reconocer su amor en la infinidad de signos, a través de los que se hace presente en mí y que me llenan de gozo y de paz. ¿Estaré consciente de que Jesús, a través de mí, quiere llegar a los demás? ¿Acaso, ésta no es una magnífica tarea que debe animar mi existencia y para la cual debo estar atento para cumplirla con fidelidad? ¿Acaso, en esta presencia divina y la misión que conlleva, no es motivo, más que suficiente, para estar y ser feliz?

ORAR: Señor, quiero estar atento a tu voz. Tú Jesús, todos los días vienes a mí. Yo soy el que me distraigo. Ayúdame a percibir tu presencia en cada cosa, en cada planta, en cada animal, en cada acontecimiento, en cada persona y sobre todo: en mi corazón.

CONTEMPLAR: Puede ser que viva descuidado de la presencia de Dios en mi vida o que viva con temor de su presencia. Más allá de todo esto, hoy me esforzaré en disfrutar las señales de su amor, en todo lo que me rodea. Dice un filósofo (Ortega y Gasset) “yo soy yo y mis circunstancias. Dios no es una circunstancia, es el sustento de todo cuanto existe y para Dios, en Jesucristo, yo soy su hijo”. Entonces, hoy buscaré a mi Padre Dios para decirle gracias por su amor y para decirle que experimentado su amor, quiero amar como Él.

ACTUAR: Hoy me esforzaré por no quedarme sólo en lo inmediato o en lo aparente. Procuraré buscar y descubrir la presencia de Dios que ama;  ya que como dice san Pablo, en Dios nos movemos, existimos y somos.

Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero. M. María Inés Teresa Arias.

Seguimos el esquema de la Lectio Divina: Leer, meditar, orar, contemplar y actuar.
Leer, es escuchar la Palabra de Dios y ponerla en contexto.
Meditar es reflexionar sobre lo que el texto bíblico me dice.
Orar: Es responder a la Palabra, qué le digo a Dios: es petición, intercesión, agradecimiento, alabanza, etc.
Contemplar el reto de llegar a la conversión de la mente, del corazón y de la vida, según el Corazón de Cristo.
Actuar, es mi compromiso por hacer vida la Palabra de Dios.

Santo Evangelio según san Mateo (24,42-51): En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de la casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre. ¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues, dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo hará pedazos, mandándolo a donde se manda a los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.»

miércoles, 24 de agosto de 2011

Mañana inicia la peregrinación con las reliquias del beato por todo México


Itinerario de la peregrinación de las reliquias del beato Juan Pablo II

25 al 28 de agosto – Basílica de Guadalupe, Distrito Federal
29 de agosto – Toluca
30 de agosto – Tenancingo
31 de agosto – Atlacomulco
1 de septiembre – Tula
2 de septiembre – Cuautitlán
3 de septiembre – Texcoco
4 de septiembre – Tlalnepantla
5 al 8 de septiembre – Catedral Metropolitana, Distrito Federal
10 de septiembre – Ecatepec
11 de septiembre – Nezahualcóyotl
12 de septiembre – Chalco
13 de septiembre – Tulancingo
14 de septiembre – Huejutla
15 de septiembre – Teotihuacan
16 de septiembre – Tlaxcala
17 de septiembre – Tuxpan
18 de septiembre – Papantla
19 de septiembre – Xalapa
20 de septiembre – Veracruz
21 de septiembre – Córdoba
22 de septiembre – Orizaba
23 y 24 de septiembre – Puebla
25 de septiembre – Tehuacán
26 de septiembre – Tuxtepec
27 de septiembre – Mixes
28 de septiembre – Coatzacoalcos
29 de septiembre – Tabasco
30 de septiembre – Campeche
1 de octubre – Mérida
2 de octubre – Cancún
3 de octubre – Chetumal
4 de octubre – San Cristóbal de las Casas
5 de octubre – Tuxtla
6 de octubre – Tapachula
7 de octubre – Tehuantepec
8 de octubre – San Andrés Tuxtla
9 de octubre – Oaxaca
10 de octubre – Huautla
11 de octubre – Puerto Escondido
12 de octubre – Huajuapan de Léon
13 de octubre – Tlapa
14 de octubre – Chilpancingo
15 de octubre – Acapulco
16 de octubre – Ciudad Altamirano
17 de octubre – Lázaro Cárdenas
18 de octubre – Apatzingán
19 de octubre – Tacámbaro
20 y 21 de octubre – Morelia
22 de octubre – Zamora
23 de octubre – Ciudad Guzmán
24 de octubre – Colima
25 de octubre – Autlán
26 al 28 de octubre – Guadalajara
29 de octubre – Tepic
30 de octubre – El Nayar
31 de octubre – Durango
1 de noviembre – Gómez Palacio
2 de noviembre – El Salto
3 de noviembre – Mazatlán
4 de noviembre – Culiacán
6 de noviembre – La Paz
8 de noviembre – Ciudad Obregón
9 de noviembre – Hermosillo
10 de noviembre – Mexicali
11 de noviembre – Ensenada
13 de noviembre – Tijuana
16 de noviembre – Nuevo Casas Grandes
17 de noviembre – Ciudad Juárez
18 de noviembre – Chihuahua
19 de noviembre – Cuauhtemoc Madera
20 de noviembre – Tarahumara
21 de noviembre – Parral
22 de noviembre – Torreón
23 de noviembre – Saltillo
24 al 26 de noviembre – Monterrey
27 de noviembre – Piedras Negras
28 de noviembre – Nuevo Laredo
29 de noviembre – Matamoros
30 de noviembre – Linares
1 de diciembre – Ciudad Victoria
2 de diciembre – Matehuala
3 de diciembre – Tampico
4 de diciembre – Ciudad Valles

Meditación del Evangelio del 24 de agosto del 2011

11-08-24.
MÍERCOLES XXI. Jn 1, 45-51.

LLEVA A TUS AMIGOS A JESÚS

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

LEER. Hoy celebramos a san Bartolomé, también conocido como Natanael (regalo de Dios). El texto nos muestra como su amigo Felipe, lo acercará a Jesús. Natanel, es un joven bueno y justo. En búsqueda de Dios y quizá un tanto desorientado en su fe y en su actuar. Probablemente, como muchas personas, en busca del sentido de su vida. La amistad con Felipe será fundamental para que Natanael se encuentre con Jesús y consigo mismo. Tanto Felipe como Bartolomé formarán parte del grupo de los apóstoles.

Por lo corto y claro del texto evangélico lo pongo a continuación:
Del santo Evangelio según san Juan (1, 45-51): En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dice: «Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret.» Natanael le replicó: «¿De Nazaret puede salir algo bueno?» Felipe le contestó: «Ven y verás.» Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.» Natanael le contesta: «¿De qué me conoces?» Jesús le responde: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.» Natanael respondió: «Rabí, Tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.» Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has ver cosas mayores.» Y le añadió: «Yo os aseguro: veréis el Cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del Hombre».

MEDITAR: Jesús se había encontrado con Felipe y le había dicho: “Sígueme”. Felipe era de Betsaisa, la misma ciudad de Andrés y de Pedro (Jn 1, 43-44).

El cambio de vida y la alegría que embarga a Felipe por conocer a Jesús, hacen que él quiera que todos le conozcan y le amen, por eso cuando encuentra a su amigo Natanael, le hablará de Jesús (Jn 1,45). Él le escucha con atención, pero es un tanto escéptico sobre la persona de Jesús (Jn 1, 46).

Felipe no que queda en discusiones, lo lleva ante Jesús, le dirá: “ven y lo verás” (Jn 1,46). Natanel conocerá a Jesús y también se hará discípulo suyo, porque en Jesús, se reconoce aceptado y amado.
El encuentro con Jesucristo, cambiará radicalmente la vida de Natanael. No sólo seguirá a Jesús, sino que con el tiempo será su discípulo, su apóstol y misionero. Ofrendará su vida en Armenia, donde es martirizado.

Hay personas que influyen para bien o para mal en la vida de aquellos con los que conviven. Nuestros mejores amigos, son aquellos que con su ejemplo nos retan a ser mejores. Las personas que orientan al mal, no merecen el título de amigo.
Seguramente que en tu vida hay personas que han sido muy significativas. Escribe sus nombres o por lo menos piensa en ellas. Entra un momento en tu interior y analiza tus sentimientos. Recordarlos, ¿cómo te hace sentir?

Seguramente que también has influido positivamente en algunas personas –sino es así, puedes comenzar ahora- Piensa en ellas y si es posible anota sus nombres. Entra un momento en tu interior y analiza tus sentimientos. Recordarlos, ¿cómo te hace sentir?

La vida de Felipe y de Natanael, cambiaron radicalmente cuando conocieron a Jesús. Era tanto el entusiasmo de Felipe, que se le veía en su cara y en sus actitudes. Cuando este encuentro lo comparte con acciones y con palabras, su alegría invita a conocer a Jesús. Sus palabras, acompañadas de su testimonio, mueven el corazón de aquellos a los que invita a ser dinámicos y felices. Felipe es sencillo, sabe que él es portador de una buena noticia, pero él no es la Buena Noticia, por eso conducirá a su amigo Natanael, hacia Jesús.

ORAR: Señor, Tú conoces lo que hay en mi corazón, ciertamente hay errores, faltas y pecados, concédeme ponerme bajo tu mirada amorosa y permíteme escuchar tu voz, que referida a mí, me ayude a ser veraz y justo. Realmente Tú eres el Hijo de Dios y Tú lo puedes todo. Llena mi vida con tu Gracia, dame tu paz y haz de mí un apóstol tuyo, para que con mi testimonio muchos se acerquen a Ti, Que todos te conozcan y te amen, es la única recompensa que quiero.

CONTEMPLAR: Así, como hace un momento pensaste en tus amigos, ahora piensa en tu vida de fe. Piensa si verdaderamente conocer a Jesús ha cambiado tu vida. Piensa cómo serías si no hubieras conocido a Jesús. Tu relación con Él se quedó en el pasado o sigue estando activa en ti e influyendo tu vida. ¿Sabes que Él todos los días te dice “sígueme”? ¿Sabes que todos los días Jesús, se quiere manifestar en ti, para que a través de tu testimonio, Él llegue a tus familiares y amigos? ¿Al escuchar su llamado, serás capaz de seguirlo, para ser mejor, ser feliz, ser santo(a)?

Hoy, yo te invito a que le abras tu corazón a Jesús, concientízate que Él te mira, escucha lo que favorablemente sobre ti, Él quiere decir. Agradécele su amor, acepta el reto de ser testigo de su amor.

ACTUAR: Revisaré el listado de las personas que han influido positivamente en mi vida y les buscaré para decirles gracias y que les amo (si ya murieron elevaré a Dios una oración de gratitud por ellos). Pensaré en aquellos a los que de manera positiva he podido ayudar y le daré gracias a Dios por la oportunidad de haber podido hacer algo por ellos. Le pediré a Dios su Gracia para esforzarme cada día, con mi testimonio de fe, a llevar a muchos hacia Jesús, acercándolos a la Iglesia y a los sacramentos.

Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero. M. María Inés Teresa Arias.

Seguimos el esquema de la Lectio Divina: Leer, meditar, orar, contemplar y actuar.
Leer, es escuchar la Palabra de Dios y ponerla en contexto.
Meditar es reflexionar sobre lo que el texto bíblico me dice.
Orar: Es responder a la Palabra, qué le digo a Dios: es petición, intercesión, agradecimiento, alabanza, etc.
Contemplar el reto de llegar a la conversión de la mente, del corazón y de la vida, según el Corazón de Cristo.
Actuar, es mi compromiso por hacer vida la Palabra de Dios.

martes, 23 de agosto de 2011

Meditación del Evangelio del 23 de agosto del 2011


11-08-23.
MARTES XXI. Mt 23,23-26.

SINCERIDAD EN TODO, SIGNO DE LIBERTAD INTERIOR

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

LEER. Las palabras de Jesús, que aparecen en el capítulo 23 de la versión del Evangelio, en san Mateo, son duras y no sólo van dirigidas contra los escribas y fariseos, sino a todo aquél que se engaña a sí mismo, que piensa que se puede amar a Dios y experimentar su amor, llevando una vida alejada de Él, de la verdad, de la justicia, del autodominio, cumpliendo con normas externas y guardando apariencias, pero teniendo dobles intenciones en el corazón. Eso es una esclavitud porque se basa no en la Verdad, sino en la mentira y en la apariencia.

Al final aparece el texto bíblico.

MEDITAR: Las palabras de Jesús son duras y se dirigen a todos, en particular a los que son injustos, inmisericordes, hipócritas, ladrones, mentirosos… pues tienen su corazón lleno de mentira, de odio, insatisfacción y de violencia contra ellos mismos y contra quienes viven a su alrededor. Divididos en su interior y con quienes conviven y con lo que los rodea, piensan que están bien en su proceder y se cierran a la Gracia de Dios y a su Reinado que se expresa en verdad, bondad y mansedumbre, y además genera paz, desarrollo y bienestar.

Conocemos los efectos de una vida “farisaica”, baste pensar en quienes ocupan puestos de elección popular y suponen que están ahí para su provecho y el de su partido. Observar el proceder de quienes basan su modo de vivir en el odio, el resentimiento, el insulto, la división, la violencia. Percibir los efectos del modo de actuar de quien se aprovecha de los demás, en particular del débil y del ignorante.

Formas de actuar así, inician en el corazón de una persona y ensombrecen la vida familiar, expandiendo su error en el entorno social, pudiendo llegar a casos extremos como el crimen organizado del narcotráfico, la trata de personas y otros males más.

En el marco de la realidad que hoy vivimos, nos damos cuenta, que las palabras de Jesús, más que duras, son una advertencia firme para un cambio de vida, personal, familiar y social.
Jesús nos invita a establecer el Reinado de Dios en nuestro corazón, a vivir en la verdad y a realizar nuestra vida siendo sinceros, para construir un mundo mejor.

El Enemigo del hombre es el “padre de la mentira”. Todo signo de hipocresía en nuestra vida, manifiesta el área o las áreas en las que la mentira domina nuestro ser.

Lo opuesto a la mentira es la verdad, lo opuesto a la hipocresía es la sinceridad. La hipocresía es doblez, es vivir con segundas intenciones. La sinceridad es esforzarse a vivir en la verdad, sin dobles, actuando como se piensa y se dice. Eso es ser libre.

ORAR: Señor, Tú conoces mis esclavitudes. Tú sabes qué áreas de mi vida no te he entregado. Me abro a tu Gracia y a tu perdón para ser libre. Quiero amar y servir como Tú.

CONTEMPLAR: El texto evangélico que hoy meditamos nos invita a una revisión profunda de nuestras actitudes y acciones. Habrá quienes tengan mucho qué modificar y quizá algunos, sólo algunos detalles. Lo importante es que hagamos nuestra revisión con mucha sinceridad, sólo así seremos libres. Es el mismo Jesús, quien enseña que la Verdad nos hace libres (cf. Jn 8, 32).

ACTUAR: Haré una revisión de mi vida y anotaré las cosas que considero que debo cambiar, para ser veraz y sincero.

Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero. M. María Inés Teresa Arias.

Seguimos el esquema de la Lectio Divina: Leer, meditar, orar, contemplar y actuar.
Leer, es escuchar la Palabra de Dios y ponerla en contexto.
Meditar es reflexionar sobre lo que el texto bíblico me dice.
Orar: Es responder a la Palabra, qué le digo a Dios: es petición, intercesión, agradecimiento, alabanza, etc.
Contemplar el reto de llegar a la conversión de la mente, del corazón y de la vida, según el Corazón de Cristo.
Actuar, es mi compromiso por hacer vida la Palabra de Dios.

Del santo Evangelio según san Mateo (23,23-26): En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el décimo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: el derecho, la compasión y la sinceridad! Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpia también por fuera.»

Meditación del Evangelio del 22 de agosto del 2011


11-08-22.
LUNES XXI. Lc 1,26-38.

EN TODO Y CADA DÍA, HACER LA VOLUNTAD DE DIOS.

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

LEER. Hoy celebramos a María Reina. La liturgia nos propone el diálogo entre la Virgen María y el arcángel Gabriel, en el día de la Encarnación del Hijo de Dios. Destacamos la grandeza del acontecimiento, la humildad de Quien lo acepta y la sencillez con que se produce. En cuanto a sentimientos, en la Virgen María hay alegría, desconcierto, confianza y paz.

Al final aparece el texto del Evangelio que meditamos.

MEDITAR: La Virgen María, atenta a la Palabra de Dios, primero, concibe en su mente al Hijo de Dios y luego lo hará en su cuerpo; asumiendo las consecuencias que ello conlleva. Consecuencias como la alegría de sostener entre sus brazos a su bebé-Dios; el dolor de tener entre sus brazos el cuerpo de su Hijo muerto, bajado de la Cruz y la consecuencia final y la más importante: la de disfrutar eternamente la presencia de su Hijo resucitado.

María tiene un papel primordial en la redención de la humanidad, El sí de María, la hace portadora de la Vida Nueva y Eterna, al aceptar participar en la obra de salvación.

El sí de María, establece el Reinado de Dios en su corazón.

¿Cuántas personas viven llenas de angustia por no aceptar lo que acontece a su alrededor? ¿Cuántas personas viven amargadas, quejándose de todo en lugar de ocupar su tiempo y energía en hacer el bien mayor posible, aceptando la voluntad de Dios?

Realizar diariamente nuestra vida, en la confianza de que Dios me ama, me cuida y me guía, además de darme seguridad interior, me permite trabajar con entusiasmo y alegría. Señor, concédeme estar atento a tu voz, para procurar, en todo y cada día, hacer tu voluntad.

ORAR: Señor, Jesús, todos los días Tú me hablas de muchas maneras y eso me genera alegría; concédeme atender tu voz y hacer tu voluntad, aunque muchas veces no alcance a comprender lo que me pides y eso me genere desconcierto. Gracias porque me invitas a ser parte de tu redención. En todo quiero hacer tu voluntad. Fortalece mi confianza en Ti, y en mí; ¡dame tu paz!

CONTEMPLAR: Hay una oración que la Iglesia nos invita a realizar tres veces al día: a las 6:00, a las 12:00 y a las 18:00 horas: EL ÁNGELUS. Con ella recordamos el Misterio de la Encarnación, somos invitados a tener las actitudes de la Virgen María y a colaborar en la obra de la redención. Veamos cuál es el proceso.

EL ÁNGEL DE SEÑOR ANUNCIÓ A MARÍA. Dios me habla y me invita a que me llene de alegría. Dios me habla en cada acontecimiento, me guste o no, me parezca agradable o no, sea fácil o difícil.

HÁGASE EN MÍ SEGÚN TU PALABRA. Dios espera mi respuesta. Yo podré responder afirmativamente, si más que mirar mis sentimientos o mi provecho, veo en ello, la voluntad de Dios y la acepto, asumiendo libremente las consecuencias de mi decisión.

EL VERBO SE HIZO CARNE Y HABITÓ ENTRE NOSOTROS. Se hace la voluntad de Dios. En mi corazón brota la confianza y la paz al procurar que el Reinado de Dios se establezca en mi corazón, y su presencia en el mundo.

ACTUAR: Hoy procuraré estar atento a la voz de Dios, para descubrirlo en cada acontecimiento y con alegría y total libertad, me esforzaré en hacer su voluntad, para que su obra se realice en mí y en mis hermanos.

Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero. M. María Inés Teresa Arias.

Seguimos el esquema de la Lectio Divina: Leer, meditar, orar, contemplar y actuar.
Leer, es escuchar la Palabra de Dios y ponerla en contexto.
Meditar es reflexionar sobre lo que el texto bíblico me dice.
Orar: Es responder a la Palabra, qué le digo a Dios: es petición, intercesión, agradecimiento, alabanza, etc.
Contemplar el reto de llegar a la conversión de la mente, del corazón y de la vida, según el Corazón de Cristo.
Actuar, es mi compromiso por hacer vida la Palabra de Dios.

Lucas  1: 26 - 38 Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.  Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»  Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo.  El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios;  vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.  Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.»

María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?»   El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios.   Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril,   porque ninguna cosa es imposible para Dios.»   Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel dejándola se fue. 

Meditación del Evangelio del 21 de agosto del 2011


11-08-21. DOMINGO.
Mt 23, 1-12.

JESÚS, A TRAVÉS DE TI, QUIERE EDIFICAR LA IGLESIA

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

LEER. Jesús hace dos preguntas a sus discípulos. “¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?” y “¿quién dicen ustedes que soy Yo?, Pedro responde “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios Vivo”. Esta respuesta lleva a Jesús a decirle: “tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”.

Para que cada quien amplíe sus reflexiones personales, al final aparece el texto bíblico.

MEDITAR: La escena es presentada en los Evangelios, después de que Jesús había orado. Se sitúa en Cesarea de Filipo, lugar donde nace el Rio Jordán. Jesús hace dos preguntas a sus discípulos.

La segunda pregunta de Jesús, es más personal. Ya no es “qué dicen los otros” sino “qué dicen ustedes” y para personalizarla y dirigirla a nosotros, -a ti y a mí-, la podemos entender como “qué dices tú”.

La respuesta a la primera pregunta es más general, implica un conocimiento intelectual. Pero Jesús quiere llegar al corazón de quienes le escuchan. Por eso la respuesta es más personal. Para ti, ¿Quién es Jesús? La respuesta implica conocimiento, experiencia de Jesús, requiere la fe: el reconocimiento de que Jesús es verdadero Dios y verdadero hombre.

Esto es lo que afirma Pedro, cuando responde: eres el “Mesías” (hombre), eres el “Hijo de Dios Vivo” (Dios). La fe nos sitúa en el contexto de Quién es Jesús y por eso sus palabras tienen un significado muy particular, que va más allá de las meras palabras y de la acción humana. “Tú eres Pedro y sobre está “roca” edificaré mi Iglesia”.

La palabra iglesia significa: asamblea, convocados, comunidad de creyentes, convocados por Dios, a través de la fe.

La teología del Vaticano II nos enseña que todos los bautizados somos miembros de Iglesia (con mayúscula), y que también somos iglesia (con minúscula). Cada bautizado se identifica con la Iglesia, no la agota, pero en él está la Comunidad creyente, así como él está en Ella. Donde quiera que estemos e independientemente de lo que hagamos; podemos y debemos tener la convicción de que la Iglesia se hace presente por nuestro decir y actuar. Por lo mismo deberíamos sentirnos comprometidos en hacer presente a la Iglesia y con Ella, a Cristo en todos los instantes de nuestra vida.

La Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo en el mundo, Cristo es nuestra cabeza y donde está el Cuerpo está la Cabeza. Por lo mismo, todos deberíamos tener conciencia de que a través de nosotros, Cristo se hace presente en el tiempo y en la historia. Mi historia personal es parte de la historia de la Iglesia y a través del bautismo, mi vida está engarzada con la de Jesús. Por el bautismo, la vida de la Gracia, el amor de Cristo, está insertado en mí.

Desde esta visión, cada uno podemos apropiarnos de las palabras que escuchó Pedro y llenarnos de gozo, pues desde esta realidad cada uno podemos decir. Jesús me llamó por mi nombre y me dijo N………. sobre ti edificaré mi iglesia.

La familia ha sido llamada “iglesia doméstica”, así también, cuando en el lugar de trabajo, de estudio, de diversión, o en los problemas económicos o relacionales o en la limitación física o en la enfermedad: con mis principios, valores y mi forma de actuar hago presente a Cristo, ayudo a que este mundo sea mejor, tenga fe y a que los valores del Reino, impregnen y mejoren la realidad que nos circunda.

Ser testigo de Cristo no es fácil, pero tampoco imposible. Cuando escucho y hago mías las palabras de Jesús, como dichas para mí, de manera personal “N… tu eres roca y sobre esta roca edificaré mi Iglesia”, si abro mi corazón a la acción del Espíritu Santo, Él me iluminará y fortalecerá para que donde quiera que esté, pueda hacer presente el amor de Dios, a Jesús y a la Iglesia, haciendo este mundo mejor.

ORAR: Señor, soy débil, pero agradecido(a) por tu llamado, sintiéndome parte de la Iglesia, quiero ser generoso(a) y movido por tu Gracia, quiero esforzarme en la tarea evangelizadora de la Iglesia, haciendo presente tu Palabra y amor, en las actividades diarias de mi vida.

CONTEMPLAR: Reconocerme “iglesia” debe sacarme de la pasividad en la que muchas veces vivo, al no responsabilizarme de la tarea de evangelizar y hacer este mundo mejor.

ACTUAR: Reflexionaré sobre el significado para mí, de que me apropiaré de las palabras de Jesús dichas a san Pedro “sobre ti edificaré mi Iglesia” y compartiré mi reflexión con familiares y amigos, procurando crear conciencia de la importancia de esta tarea y de la conveniencia de que nos unamos para que juntos hagamos presentes a la Iglesia en los ambientes donde realizamos la vida, comenzando por nuestra propia familia.

Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero. M. María Inés Teresa Arias.

Seguimos el esquema de la Lectio Divina: Leer, meditar, orar, contemplar y actuar
Leer, es escuchar la Palabra de Dios y ponerla en contexto.
Meditar es reflexionar sobre lo que el texto bíblico me dice.
Orar: Es responder a la Palabra, qué le digo a Dios: es petición, intercesión, agradecimiento, alabanza, etc.
Contemplar el reto de llegar a la conversión de la mente, del corazón y de la vida, según el Corazón de Cristo.
Actuar, es mi compromiso por hacer vida la Palabra de Dios.

Del santo Evangelio según san Mateo (16, 13-20): En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?» Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.»Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.» Jesús le respondió: «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.» Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.

Meditación del Evangelio del 20 de agosto del 2011


11-08-20. SÁBADO.
Mt 23, 1-12.
LIBRE EN EL AMOR DE DIOS.

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

LEER. El Señor Jesús enseña a la gente y a sus discípulos. Mateo distingue dos modos de escuchar a Jesús, el de la “gente” que luego se irá y el del discípulo. El discípulo no solo lo escucha, sino que quiere aprender de Jesús y vivir de acuerdo a sus enseñanzas. La enseñanza de Jesús es novedosa. Dios no es para unos cuantos, es para todos. Dios no es solo para los “puros” es también para los pecadores. Dios a todos nos purifica, nos quiere felices, nos hace santos.

Los fariseos y los escribas, se sentían “maestros”, poseedores de la “verdad de Dios”, lo que además les daba “un status” que les hacía sentirse superiores a los demás. Ellos eran los “buenos” porque cumplían la “ley de Dios”, sin embargo, en su error ensoberbecido, no se daban cuenta que cerraban su corazón a Dios.
Con sus actitudes, se auto-engañaban, porque más que estar cerca de Dios, estaban cerca de su soberbia y al ponerse como “maestros” cerraban a los demás la posibilidad de entrar en contacto con Dios.

Para ayudar al cambio de actitud de sus oyentes y para que se abrieran a la experiencia del auténtico amor de Dios, Jesús utilizará hipérboles e invitará a sus oyentes, a no dejarse llamar ni “maestro”, ni “padre”, ni “consejero”, e invitará a la sencillez de vida: “El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”.

Para que cada quien amplié sus reflexiones personales, al final aparece el texto bíblico.

MEDITAR: El Señor Jesús habla a gente y a sus discípulos. Jesús habla para todos. Unos no lo escuchaban, otros lo rechazaban; algunos sentían curiosidad por lo que decía, algunos procuraban hacer vida, lo que Él enseñaba; otros lo seguían y se hacían sus discípulos. De entre ellos, Jesús llamó a algunos para ser apóstoles (enviados). ¿Tú, en qué grupo estarías?

El Señor Jesús, inaugura un nuevo modo de enseñar. Lo común es que la gente acudiera donde estaba el “maestro”. Jesús sale en busca del discípulo. Él es el Maestro itinerante. A la casa del “maestro” no iban las mujeres. En el grupo de discípulos de Jesús, había mujeres. Al “maestro”, ni los pecadores, ni los enfermos ni las mujeres lo podían tocar. Jesús, no sólo se deja tocar, sino que Él mismo: toca, sana y perdona a todos, sean hombres o mujeres.

Las palabras, acciones y actitudes de los escribas y fariseos, hacen de “su forma de vivir”, no un medio de encuentro con Dios y con el hermano. Al despreciar al semejante, sintiéndose más que el otro, rompen, aún sin darse cuenta, la relación con Dios, que es Amor.

El Señor Jesús señala los errores de los fariseos, no para condenarlos, sino para invitarlos a salir de la esclavitud de “su forma de ser”, para que sean libres, abriendo su corazón al amor de Dios. Nos invita a ser sencillos para ser libres, felices y santos.

TEXTO BÍBLICO
FARISEOS
EL CRISTIANO
ha de ser
No hacen lo que dicen
Mienten
Veraz
Imponen cargas
Oprimen
Liberador
Lo que hacen es para que los vean
Ostentosos
Discreto
Ensanchan filacterias
Presumidos
Sencillo
Buscan primeros lugares
Dividen
Fraterno
Que los reverencien
Soberbios
Humildes

ORAR: Señor, Jesús, perdóname por las veces en que farisaicamente he criticado a mis hermanos. Te abro mi corazón para que me enseñes a amar, a ser humilde y a servir. Quiero ser libre, quiero ser feliz, quiero ser santo(a).

CONTEMPLAR: En muchos aspectos, realmente, los escribas y fariseos podían ser considerados “buenas personas” y “bien intencionadas” y no se daban cuenta de su error, pues ese era su estilo de vida. Quien vive así le importa mucho el presumir, el “qué dirán” y el criticar a los demás. Hay un adagio que dice “dime qué criticas y te diré de qué careces”. Fijarse en los defectos del otro y llamar la atención en ellos para que no se vean los propios, en psicología se llama “transferencia”.

Quién vive criticando a los demás, tiene una autoimagen muy pequeña, no se valora a sí mismo y considera que sólo será tomado en cuenta si habla mal de otro(a). Esa es una manera de ocultar sus errores o lo que considera que está mal en sí mismo(a). Es poner las rejas de su cárcel y así “protegerse de los demás” pues “se le tiene miedo a su estilo de criticar”. Una persona así, no soporta que le critiquen. Vive en su mundo de fantasía y como no es feliz, le molesta el que otros lo sean. Quien critica, tiene cerrado su corazón al amor de Dios.

ACTUAR: En mi esfuerzo por ser mejor, abriré mi corazón al amor de Dios y procuraré ser: veraz, discreto, sencillo y fraterno.

Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero. M. María Inés Teresa Arias.

Seguimos el esquema de la Lectio Divina: Leer, meditar, orar, contemplar y actuar

Leer, es escuchar la Palabra de Dios y ponerla en contexto.
Meditar es reflexionar sobre lo que el texto bíblico me dice.
Orar: Es responder a la Palabra, qué le digo a Dios: es petición, intercesión, agradecimiento, alabanza, etc.
Contemplar el reto de llegar a la conversión de la mente, del corazón y de la vida, según el Corazón de Cristo.
Actuar, es mi compromiso por hacer vida la Palabra de Dios.

Del santo Evangelio según san Mateo (23,1-12): En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del Cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»

viernes, 19 de agosto de 2011

VISITA DE LA RELIQUIA DEL BEATO JUAN PABLO II A LA BASÍLICA DE GUADALUPE


VISITA DE LA RELIQUIA DEL BEATO JUAN PABLO II A LA BASÍLICA DE GUADALUPE

PROGRAMA
 
Jueves 25 de agosto
8:00 Sale de la Nunciatura Apostólica rumbo a la Basílica de Guadalupe
8:55 Puerta Monumental 5. Llegada de la reliquia.
Recepción del V. Cabildo Colegial de Guadalupe
9:00 Misa Capitular Solemne. Preside Card. Norberto Rivera Carrera
17:00 Reflexión Catequética y Santo Rosario
20:00 Veneración de la reliquia.

Viernes 26 de agosto
9:00 Misa Capitular Solemne.
11:00 Celebración Comunitaria del Sacramento de la Penitencia.
17:00 Reflexión Catequética y Santo Rosario
20:00 Veneración de la reliquia.

 Sábado 27 de agosto
9:00 Misa Capitular Solemne. Preside Card. Norberto Rivera Carrera

21:00 Vigilia de Oración. Reflexión catequética y pastoral

22:00 Veneración de la reliquia.


Domingo 28 de agosto

9:00 Misa Capitular Solemne. Preside Mons. Enrique Glennie, rector del Santuario de Guadalupe.

 22:00 Despedida de la reliquia del Beato Juan Pablo II

Todos los días: Visita a las reliquias en la Puerta Monumental 7 de la Basílica de Guadalupe, catequesis explicativa sobre las reliquias y el Beato Juan Pablo II al final de cada misa en el interior del Santuario.