jueves, 10 de noviembre de 2011

Meditación del 10 de Noviembre del 2011

11-11-10. jueves  32ª

EL REINO DE DIOS ESTÁ EN NUESTRO CORAZÓN

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 17, 20-25: En aquel tiempo, los fariseos le preguntaron a Jesús: «¿Cuándo llegará el Reino de Dios?» Jesús les respondió: «El Reino de Dios no llega aparatosamente. No se podrá decir: “Esta aquí”, o “Está allá”, porque el Reino de Dios ya está entre ustedes». Les dijo entonces a sus discípulos: «Llegará un tiempo en que ustedes desearán disfrutar siquiera un solo día de la presencia del Hijo del hombre, y no podrán. Entonces les dirán: “Está aquí”, o “Está allá”, pero no vayan corriendo a ver, pues así como el fulgor del relámpago brilla de un extremo a otro del cielo, así será la venida del Hijo del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser rechazado por los hombres de esta generación».

I.- ENSEÑANZA BREVE: Un pez pequeño, nadando en el mar, le preguntaba a su papá: “Papá, dime ¿dónde está el mar?”. San Pablo afirma: “En Dios nos movemos, existimos y somos”. San Agustín nos comparte su sabiduría adquirida al paso de los años, diciendo: “Tarde te ame, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé, te buscaba fuera de mí y estabas dentro de mí”. Cada una de estos autores nos comparte su interioridad como fruto de la experiencia del encuentro personal e íntimo con Jesús: DIOS NOS AMÁ Y ESTÁ EN NUESTRO CORAZÓN. Esto tendría que ser evidente para todos, pero no es así. Casi al término de la carrera de Químico, que estudié en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), un compañero me preguntó que “cómo era posible que yo creyera en Dios, después de todo lo que habíamos estudiado” y yo le respondí “como no creer en Dios, después de todo lo que hemos estudiado”. “Lo esencial sólo se ve con el corazón” (Antoine de Saint-Exupery).

II.- VER - JUZGAR  -ACTUAR
VER
Gracias a los avances tecnológicos y científicos el ser humano ha sido capaz de llegar a grandes distancias fuera del planeta y a las profundidades del mar. Las ciencias médicas y psicológicas le han permitido escudriñar el corazón del hombre, sin embargo no ha sido capaz de develar el misterio de quién es el hombre en su integralidad y cómo puede ser auténticamente feliz.
Los inventos del hombre son importantes, no sólo porque nos ayudan a alcanzar estilos de vida más cómodos (desafortunadamente no para todos), sino también porque son expresión de las capacidades del ser humano. Sin embargo estos avances, no ha sido suficientes para que el hombre llegue a la plenitud de su vida y a encontrar el sentido a su existir e incluso, para algunos, han sido obstáculos para alcanzar ese fin.
El ser humano, además de sus limitaciones, se encuentra con dificultades en su entorno social y económico y experimenta el dolor y el tener que afrontar la muerte de sus seres queridos y el hecho de que un día, él también morirá.
¿Será que el hombre ha sido creado sólo para sufrir y morir, después de haber luchado para evitar todo esto? ¿Será ésta, la triste realidad que tendrá que padecer hasta que llegue el final de sus días? ¿Valdrá la pena de sostener sin esperanza, la esperanza de una vida feliz, después de la muerte?
Estas y otras muchas interrogantes, que se quedan sin respuesta, son las que se plantean, quienes no aceptan en su corazón, el Mensaje de Salvación, que Jesús nos ha traído con su encarnación, con su vida, pasión, muerte y resurrección.

JUZGAR
El hombre no sólo conoce por lo que puede medir. El amor es también una forma de conocer. Nadie conoce lo que no ama, nadie ama lo que no conoce. Dios es amor y su Reino es amor. Hemos sido creados por amor y sólo en el amor nos podemos realizar plenamente, por eso san Agustín decía: “ama y haz lo que quieras”.
Jesucristo, es el amor encarnado de Dios, es Dios mismo que nos ama, por lo que al tomar nuestra naturaleza humana, nos viene a mostrar que su Reino de Amor, está en nuestro corazón. La vida del ser humano, cuando se abre al Mensaje de la Salvación, entra en contacto con la Realidad Fundante, con Dios mismo. Dios es amor y habiendo sido creado en el amor, nos realizamos en el amor.
Cuando el punto de partida para analizar y realizar nuestra vida no es solo el materialismo consumista, sino la mirada de amor que la fe en Jesucristo, suscita en nosotros, nos resulta más fácil entender que realmente el Reino de Dios está en nuestro corazón, porque nuestros parámetros no son sólo utilitarios, sino llenos de fe, de esperanza y de amor, lo cual no significa que dejemos de ser altamente objetivos. Es más, me atrevo a afirmar que para ser auténticamente objetivos, se requiere de la fe.
Nosotros medimos nuestra felicidad por lo que tenemos, Jesús fue pobre, nació en una gruta que no le pertenecía y fue enterrado en otra que tampoco era suya. Buscamos el poder y Él, en cuanto Dios, teniendo todo poder se sometió hasta la muerte y muerte de cruz (Flp 2,8). Buscamos el sólo disfrutar y gozar y Él aceptó el dolor por la salvación de todos. Queremos “ser libres” y Él en todo se sometió a la voluntad de su Padre.
Jesús al anunciar el Reino de Dios y testimoniar sus valores con su propia vida, se convierte en el  parámetro a seguir para ser felices y nos libera del engaño del mundo, que se rige por criterios que nos oprimen. El Reino de Dios está en nuestro corazón cuando aceptamos los valores del Reino y los hacemos vida. Estos valores son la verdad, el amor, la libertad, la justicia, la paz. Pero nuestro aprecio a estos valores no está sólo en que nos encontramos con ellos y los aceptamos, sino sobre todo porque nos encontramos con la persona que los encarna y nos los comparte y esta persona es Jesús, a quien invitamos a que venga a nuestro corazón y nos dé su paz y nos enseñe a vivir, a compartir y a construir su Reino de amor en nuestra vida, en nuestra familia y en el mundo entero.
Para ser plenamente felices y humanos, tenemos que despojarnos de las visiones erróneas con las que “el mundo” nos ha programado. Tenemos que vislumbrar los valores del Reino y hacerlos presentes en nuestra vida y nuestro entorno para hacer este mundo mejor. Esto es lo que descubrieron los santos y con su vida nos dieron testimonio de la libertad y felicidad que les proporcionó descubrir y vivir el Reino de Dios.
ORAR
“Cuando contemplo el cielo y las estrellas que has creado, me pregunto qué es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano para darle poder” (cf. Sal 8).
Hechura de tus manos soy (cf. Is 64,7) y Tú conoces del barro del que estoy hecho. Sabes los anhelos que tengo de amar y de ser amado, de servir y no de ser servido, por eso hoy te pido Señor, que me ayudes a descubrirte en el interior de mi corazón, para llevarte a mis hermanos y ayudarles a descubrir tu reino de amor en su corazón.
ACTUAR
Revisaré mis valores a la luz de las enseñanzas de Jesús y procuraré hacerme un plan de vida, conforme a los valores del Reino de Dios y no a los del mundo.

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx
“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. M. María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Papa Benedicto XVI invita a meditar la palabra de Dios de día y de noche

En la audiencia general del miércoles 9 de noviembre, el Papa Benedicto XVI meditó sobre el salmo 118 (119) y explicó que la ley de Dios, su Palabra, no constituye en lo absoluto esclavitud para el hombre sino que es un don que nos lleva a un encuentro con Él.

Al inicio de su mensaje, el Pontífice explicó que este salmo es uno de los más extensos ya que consta de 176 versículos y 22 estrofas, escrito como un "acróstico alfabético" que usa todas las letras del alfabeto hebraico. En su contenido se haya un canto solemne sobre la ley de Dios, "que interpela al hombre e impulsa su respuesta de obediencia confiada y de amor generoso".

Luego, el Vicario de Cristo agregó que "este Salmo está impregnado de tal modo del amor hacia la Palabra de Dios, que celebra su belleza, su fuerza salvífica, su capacidad de donar alegría y vida. Porque la Ley divina no es yugo pesado de esclavitud, sino don de gracia que hace libres y conduce a la felicidad".

"La Ley del Señor, su Palabra, es el centro de la vida del orante; en ella él encuentra consuelo, en ella medita, la conserva en su corazón: ‘Conservo tu palabra en mi corazón, para no pecar contra ti’, éste es el secreto de la felicidad del Salmista; que dice también: ‘Los orgullosos traman engaños contra mí. Pero yo con todo el corazón custodio tus preceptos’", indicó.

Respecto a la figura de María, el Santo Padre recordó que "es la Virgen María la que lleva a cumplimiento la perfecta figura del creyente, que describe el salmista. Es Ella la verdadera ‘feliz’, como proclama Isabel ‘por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor’, y es a Ella y a su fe que el mismo Jesús rinde testimonio".

Benedicto XVI subrayó que la ley divina es fuente de vida y que “el anhelo de comprenderla, de observarla, de orientar hacia ella todo su propio ser es la característica del hombre justo y fiel al Señor, que la ‘medita día y noche’, come reza el Salmo 1". Además explicó que "la ley de Dios es una ley que se debe conservar en el corazón, como dice el célebre texto del Shemá en el Deuteronomio: Escucha, Israel. Estos preceptos que yo te doy, grábalos en tu corazón. Incúlcalos en tus hijos, háblales de ellos cuando estés en tu casa, cuando vayas de viaje, al acostarte y al levantarte".

"Cuando se le pregunta qué hay que hacer para alcanzar la vida eterna, Jesús señala el camino de la observancia de la Ley, pero indicando cómo hacer para llevarla a su cumplimiento: ‘Sólo te falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme’. El cumplimiento de la Ley es seguir a Jesús, ir por el camino de Jesús, en compañía de Jesús", expresó.

Al final de su reflexión, insistió en la actualidad de este texto que, no sólo se dirige a los sacerdotes, sino también a los fieles "pueblo de Dios que pertenece solo a Él, ‘reino de sacerdotes’ para el Señor, llamados a la radicalidad del Evangelio, testigos de la vida traída por el Cristo, nuevo y definitivo ‘Sumo Sacerdote’ que se ofreció como sacrificio para la salvación del mundo”.

"Dejemos pues que el Señor introduzca en nuestro corazón este amor por su Palabra, y nos done al centro de nuestra existencia a Él y su santa voluntad. Pidamos que nuestra oración y toda nuestra vida sean iluminadas por la Palabra de Dios, lámpara para nuestros pasos y luz de nuestro camino, como dice el Salmo 119, de forma que nuestro camino sea seguro en la tierra de los hombres", concluyó el Papa.

Meditación del 9 de Noviembre del 2011

11-11-09. Dedicación de la Basílica de Letrán

TU BELLEZA INTERIOR

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Juan 2, 13-22: Como ya se acercaba la fiesta de la pascua de los judíos, Jesús fue a Jerusalén. En el templo se encontró con los vendedores de bueyes, ovejas y palomas; también a los cambistas de dinero con sus mesas. Al ver aquello, Jesús hizo un látigo de cordeles y los echó del templo a todos, con sus ovejas y bueyes; volcó las mesas de los cambistas y les tiró al suelo las monedas; y a los vendedores de palomas les dijo: «Quiten esto de aquí: no conviertan en un mercado la casa de mi Padre». En ese momento sus discípulos recordaron las palabras de la Escritura: El celo por tu casa me devora. Intervinieron los judíos y le preguntaron: «¿Qué señal nos das como prueba de tu autoridad para actuar así?» Jesús respondió: «Destruyan este templo, y en tres días yo lo levantaré de nuevo». Replicaron los judíos: «Cuarenta y seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y piensas tú reconstruirlo en tres días?» Pero el templo del que Jesús hablaba era su propio cuerpo. Por eso, cuando resucitó Jesús de entre los muertos, recordaron sus discípulos lo que había dicho, y creyeron en la Escritura y en las palabras que él había pronunciado.

I.- ENSEÑANZA BREVE: En una fiesta un hombre me comentaba: “Ve aquella señora vieja, canosa y llena de arrugas, fue muy bella y yo la quiero mucho. Es mi esposa y madre de mis hijos. Los años, físicamente, la han dejado así, porque nos ha amado y se ha dado por nosotros, pero el mismo tiempo ha embellecido su alma, la cual podemos ver a través de su mirada, de su sonrisa y de su ternura, que cada día se acrecienta más; en particular cuando hace oración y nos habla de Dios”.

Seguramente que tú también conoces a muchos “viejitos” y “viejitas” que “arrugaditos”, como la Madre Teresa de Calcuta, te hablan de Dios. Hay memoria de ellos y agradécele a Dios por tantas personas buenas que ha puesto en tu camino y pídele que tú también, desde tu juventud o los años que tengas, manifiestes la bondad de Dios que hay en tu corazón.

II.- VER - JUZGAR  -ACTUAR
VER
Hay quienes, en su afán de parecer “originales” manifiestan la poca aceptación que se tienen a sí mismos y son capaces hasta de dañar su salud, ponerse al borde de la tumba e incluso morir, con tal de modificar su cuerpo, cambiar su personalidad o dejar de parecer humanos. Ahí tenemos a los darketos, los que practican el “pirsin” (del inglés piercing), los que se tatúan todo el cuerpo, quienes se hacen exageradas cirugías estéticas o incluso, se hacen operaciones de “cambio de sexo”.
Algunas personas, jóvenes o adultas, caen en el consumismo farmacológico, médico y quirúrgico, obsesionados con la belleza, la cual llegan a considerar como indispensable para ser dignas de ser amadas, sin darse cuenta que este exagerado culto al cuerpo es más, una expresión de su alma carente de amor, que de un defecto físico.

JUZGAR
Ciertamente hay operaciones estéticas que son necesarias, como el caso de las personas que han sufrido quemaduras en su cuerpo o que nacieron con algún defecto físico o lo tienen a causa de un accidente.
También hay que reconocer que es válido buscar la mejora estética, cuando una intervención quirúrgica reporta un bien mayor a la persona, incluso un sentirse mejor.
Lo que éticamente pudiera ser ilícito dentro de la cirugía plástica estética, no habría que buscarlo en el deseo de parecer más joven y más atractivo, sino en la obsesión de considerar indispensable ser físicamente bellos para poder llegar a ser dignos de ser amados.
Jesús hace una referencia al templo y a su Cuerpo. Esto nos permite reconocer que cada uno de nosotros somos templos vivos de Dios.
Dado que lo propio del ser humano es la unidad del cuerpo y del alma, debemos saber poner atención a los dos. Tenemos que ser responsables con nuestro cuerpo y debemos cuidarlo, pero también debemos ser conscientes de que tenemos alma y debemos cuidarla y también embellecerla.
¿Cómo cuidar y embellecer nuestro cuerpo? Con hábitos sanos: ejercicio, buena alimentación, descanso, dormir bien, etc.
¿Cómo cuidar y embellecer nuestra alma? Con buenos hábitos como la oración, la participación en la Misa y en el sacramento de la Confesión, las buenas obras, el estudio, las buenas lecturas, etc.
Al paso de los años el cuerpo se debilita, el alma se robustece. Al llegar la muerte, el cuerpo se desmorona, el alma llega a la eternidad. ¿A cuál le pongo más atención? ¿A cuál debería ponerle más atención? Mientras viva, a los dos. El sano equilibrio es necesario, pero quizá deba reconocer que le debo muchos años de atención a mi alma y mientras tenga vida, aún tengo tiempo de recuperarlo. Sin descuidar mi cuerpo, puedo acrecentar la belleza de mi alma.
ORAR
Gracias Señor, por la vida que me has dado, gracias porque me has regalado un cuerpo y un alma que debo dirigir a Ti. Perdona lo descuidado que he sido con mi cuerpo, perdóname aún más, por no haber cuidado que mi alma creciera más. Pero ya que me sigues dando la oportunidad de vivir, procuraré lo más pronto posible hacerme la cirugía plástica del alma, yendo a confesarme, hacer diariamente, por la mañana y, si es posible también por la noche, la caminata de la oración, las pesas de las buenas obras y sobretodo procurar el mejor complemento nutricional que es la recepción frecuente de tu Cuerpo y de tu Sangre. Recuerda: el ejercicio es más placentero y eficaz si lo haces acompañado, por eso, ve a Misa los domingos acompañado de tu familia y amigos e inscríbete en algún grupo parroquial y misionero.
ACTUAR
Hoy mismo pondré en práctica la rutina para fortalecer el alma.

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx

“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. M. María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

BREVIARIO CULTURAL. Cuatro son las llamadas Basílicas Mayores y están en Roma: “San Juan de Letrán”, “San Pedro”, “San Pablo” y “Santa María la Mayor”. La principal de ellas es “San Juan de Letrán”, por ser la más antigua y por ser la Sede del primado de todos los obispos: el Papa. Tiene el título honorífico de «Omnium urbis et orbis ecclesiarum mater et caput» (madre y cabeza de toda las iglesias de la ciudad de Roma y de toda la tierra). Dedicada a Cristo Salvador, es más conocida con el nombre de san Juan porque tanto Juan Evangelista como Juan Bautista indicaron al Salvador. Este edificio, que fue adaptado para templo fue donado por el Emperador Constantino I, quien, después de tres siglos de persecución, reconoce como religión oficial al catolicismo. La Basílica fue consagrada en el año 324 por el Papa San Silvestre.

Cardenal Rivera: "valorar la vida y llenarla de contenido y de realizaciones, significa vivir en plenitud el tiempo que se nos ha concedido"

En la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, el cardenal Norberto Rivera Carrera recordó durante la misa del mediodía del pasado 6 de noviembre, que la gente teme llegar al 2012, debido a la supuesta profecía maya que indica el fin del mundo para el próximo año.

Seguidamente, el Arzobispo Primado de México señaló que la “única profecía segura es la de Jesús: "Nadie sabe ni el día ni la hora, sino sólo el Padre". Y la consecuencia de esa incertidumbre no debe ser vivir como si nunca fuera a llegar el final y mucho menos vivir llenos de angustia, sino vivir en plenitud y vigilantes como si el final pudiera llegar en cualquier instante”. De ésta manera, exhortó a los fieles, según lo indican las Escrituras, a velar y a estar preparados para la llegada de ese momento.

Más adelante explicó que “con la parábola de las diez vírgenes que salen al encuentro del esposo, Jesús ha querido describir la actitud de sus discípulos en el mundo y el significado mismo de su paso por esta vida. El Señor ha querido ayudarnos a responder la eterna e inquietante pregunta ¿Hacia dónde caminamos?”.

Luego añadió que estas mujeres representan a la humanidad y lo importante que es saber esperar, pues “como cristianos estamos seguros que tarde o temprano nos encontraremos con la realidad de la muerte y que este acontecimiento, que en un primer momento nos parece trágico, es un acontecimiento que puede iluminar nuestro caminar. El saber esperar no es una actitud pasiva o un dejar que pase el tiempo simplemente, como el siervo que enterró el talento recibido esperando el regreso del patrón”.

El Prelado prosiguió su mensaje, argumentando que “para las vírgenes de la parábola la espera está llena de dos preocupaciones: el tener las lámparas encendidas y el estar preparadas para salir al encuentro del esposo, que traducido a nuestro lenguaje significa: vigilancia y fidelidad”. Éstas son dos características necesarias en la vida del cristiano, dado que no sabemos en qué momento moriremos.

A su vez, el Arzobispo insistió que esto no nos debe a llevar a pensar día y noche en la muerte, sino que, por el contrario, debe ser una invitación a “valorar la vida y llenarla de contenido y de realizaciones, significa vivir en plenitud el tiempo que se nos ha concedido. La lámpara encendida significa la fe que se alimenta con buenas obras, o como dice San Pablo, "la fe que se hace activa en la caridad"”.

“La vida del cristiano debe estar orientada entre la espera y la esperanza de la vuelta de Cristo Esposo que viene a celebrar las bodas definitivas y eternas con su Iglesia y con cada uno de nosotros”, comentó el Prelado, para después concluir que hay que estar atentos para no quedarnos fuera del banquete y que la preparación del católico se da “en cada una de nuestras celebraciones eucarísticas cuando decimos: "Dichosos los invitados a la cena del Señor".


martes, 8 de noviembre de 2011

Agenda esta fecha

Derechos del Concebido A. C., les invita al evento:
“Mujer cuna de la vida”,
en el que se festejará el don de ser mujeres, reconociendo con ello el regalo de la maternidad, juntos festejemos a las mujeres que han estado presentes en nuestra vida.

La cita es el sábado 19 de noviembre, de las 10:00 a las 14:00 hrs. en la Antigua Basílica de Guadalupe.
Habrá conferencia, Adoración Eucarística y la Santa Misa.
Informes al 5207-3578

Retiro mensual: 12 de noviembre

Familia Eucarística les invita al retiro:
“Adviento y Navidad”
que se realizará el próximo 12 de noviembre, de las 10:00 a las 14:00 hrs.
en la Antigua Basílica de Guadalupe.
Cuota de recuperación $20.
Informes al 5750-2222.


lunes, 7 de noviembre de 2011

Nuevo lanzamiento de Sabiduría de Dios


La propuesta de Semana de Santidad en Oración Contemplativa, da pistas para rezar, orar, meditar y contemplar el misterio del amor y la presencia de Dios en la persona que día a día, se esfuerza por ser plenamente humana y feliz, amando y sirviendo a Dios en los demás, haciendo este mundo mejor.

Ésta obra que les presento, es una propuesta para quien busca la santidad, siendo contemplativo en la acción y activo en la contemplación.

Quien desee hacer suyo éste libro, puede conseguirlo en la colecturía del Templo Expiatorio a Cristo Rey, Antigua Basílica de Guadalupe.

Mons. Pedro Agustín Rivera

Meditación del 8 de noviembre del 2011

11-11-08. martes  32ª

LO NUESTRO ES AMAR

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 17, 7-10: En aquel tiempo Jesús dijo a sus apóstoles: «¿Quién de ustedes, si tiene un siervo que labra la tierra o pastorea los rebaños le dice cuando éste regresa del campo: Entra enseguida y ponte a comer? ¿No le dirá más bien: Prepárame de comer, y disponte a servirme para que yo coma y beba; después comerás y beberás tú? ¿Tendrá acaso qué mostrarse agradecido con el siervo, porque éste cumplió con su obligación? Así también ustedes, cuando hayan cumplido todo lo que se les manda, digan: No somos más que siervos, sólo hemos hecho lo que teníamos qué hacer».

I.- ENSEÑANZA BREVE: En una ocasión, una amiga sufría porque había terminado con su novio y encontró una poesía que decía más o menos así; “Hemos terminado y de los dos, quien más ha perdido, eres tú, porque yo podré encontrar a quien amar como te amé a ti, pero tú no encontrarás quien te ame como yo.” Ciertamente cuando amamos, podemos ser traicionados, pero la experiencia del amor queda en quien amó.
Dios es amor (Deus Caritas est) y es la fuente inagotable del amor. Él nos crea por amor y su amor es el que sustenta nuestra vida, por eso san Pablo dice: en Dios nos movemos, existimos y somos. Dado que esto es así, nuestra vocación es amar y en el amar está nuestra felicidad.
Nadie da lo que no tiene, sólo cuando nos reconocemos amados por Dios, podemos amar de manera total y desinteresada a los demás, pues Dios nos llena con su amor y de su abundancia podemos compartir con los demás, como lo han hecho los santos, como lo hicieron: Madre Teresa de Calcuta, santa Faustina, el Padre Pío, san Francisco,  la beata Madre María Inés Teresa, etc.
Solo cuando experimentamos el amor de Dios, podemos perdonar a quien se aleja, nos traiciona o rechaza. Es más, cuando el amor de Dios llena nuestro corazón, nada puede herirnos, pues todo lo llena el amor de Dios. Solo Dios puede llenar nuestras carencias de amor. Si amamos, realmente seremos felices y lo más extraordinario será que realmente nos podremos reconocer siervos, que únicamente hicimos lo que teníamos que hacer.

II.- VER - JUZGAR  -ACTUAR
VER
El drama mayor que infinidad de personas viven, es que no se sienten amadas, sino más bien abandonadas, ignoradas, maltratadas o rechazadas. Necesitadas de amor, son capaces de hacer hasta lo imposible con tal de obtener una migaja de amor o algo que se le parezca, y entonces, como el niño de la calle que para no experimentar hambre se droga y anda con su “mona de thínner”, tratan de suplir el auténtico amor por la caricatura del placer, de la fama, del dinero o del poder. Entre el grupo de personas que delinquen, existe un alto número de personas que provienen de hogares desintegrados y lo mismo sucede en personas que se dedican a la prostitución o a la drogadicción o a otro tipo de conductas que les deshumanizan. Lo que le da sentido a la vida de toda persona es el amor y lo que la plenifica es el amor de Dios. Hay quienes no sintiéndose amados, no aman y llevados a la desesperación por su carencia de amor, se suicidan o simplemente se dejan morir.

JUZGAR
¿Qué es lo que tiene que hacer el ser humano para ser feliz?: AMAR. Nuestra tarea principal no es hacer dinero, ni comprar todo lo que nos ofrecen, ni ser famosos o políticos o artistas. Tampoco es el gozar o el sufrir, ni siquiera es, el ser amado, LO NUESTRO ES AMAR.
Erich Fromm dice que el amar es un arte y por lo mismo, a lo largo de los años aprendemos el arte de amar. La clave de la felicidad no está en ser amados, sino en amar. Los griegos hablaban de por lo menos tres tipos de amor: filía, eros y ágape. El amor de filía, es el de amistad. El término de amor eros denota el deseo de poseer lo que le falta y anhela la unión con el amado, y el ágape indica el amor oblativo de quien busca exclusivamente el bien del otro. EL AMOR DE DIOS ES ÁGAPE. Este último es el amor con que Dios nos ama y cuando amamos como Dios, es entonces cuando aprendemos a ser libres y a amar sin el deseo de poseer al otro, ni esperar nada a cambio. “Ama y haz lo que quieras”, decía san Agustín. “Amo por amar”, decía san Bernardo.
ORAR
Señor, nadie da lo que no tiene, y ya que Tú me das la tarea de amar; yo, necesitado de amar y carente de amor, lastimado por el rechazo de los demás y herido por las veces que de manera equivocada he buscado ser amado por relaciones destructivas o acciones que me han hecho daño, hoy me acerco a Ti, para decirte que necesito de tu amor que me sane, para que yo pueda amar. Dame la conciencia de saber que soy amado por Ti, concédeme experimentar tu amor y permite que en Ti ame a lo largo de mi vida, para que al final de ella pueda decir, todo está consumado y no he sido más que un siervo que ha hecho lo que tenía que hacer: AMAR.
ACTUAR
La mayoría de las personas no experimentan el amor de Dios. Grandes sectores de la población ignoran que Dios es amor y que son amados por Dios. En opinión de la beata, misionera mexicana sin fronteras, Madre María Inés Teresa, cada uno de nosotros “somos un pensamiento de amor de Dios”. Cada persona está llamada a ser el rostro del amor de Dios. Para ello es importante que yo me reconozca y experimente amado por Dios. Por eso hoy, lleno del amor de Dios, procuraré mostrar a todos que los amo, en el nombre de Dios.

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx

“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. M. María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

Meditación del 7 de noviembre del 2011

11-11-07. Lunes 32ª

PERDONAR CON FE PARA SER FELIZ

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 17, 1-6: En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: «No es posible evitar que existan ocasiones de pecado, pero ¡ay de aquél que las provoca! Más le valdría ser arrojado al mar con una piedra de molino sujeta al cuello, que ser ocasión de pecado para la gente sencilla. Tengan, pues, cuidado. Si tu hermano te ofende, trata de corregirlo; y si se arrepiente, perdónalo. Y si te ofende siete veces al día, y siete veces viene a ti para decirte que se arrepiente, perdónalo». Los apóstoles dijeron entonces al Señor: «Auméntanos la fe». El Señor les contestó: «Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a ese árbol frondoso: Arráncate de raíz y plántate en el mar, y el árbol los obedecería».

I.- ENSEÑANZA BREVE: La fe no sólo es creer en Dios, sino creerle a Él. Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre. Él es la Verdad, la Palabra, el Amor de Dios, hecho hombre. Dios no se contentó solo con crearnos, sino incluso vino a enseñarnos cuánto nos ama y cómo debemos amarnos a nosotros mismos y a los demás. La fe brota no del encuentro con una serie de dogmas o mandamientos, sino del encuentro personal con Jesús. Por lo mismo no basta decir soy católico es necesario vivir como Jesús. Hoy, Él nos dice: PERDONA. Para sus apóstoles eso parecía imposible, hoy la psicología enseña que para ser feliz hay que perdonar. No es Jesús el que está mal o nos pide “cosas imposibles, como perdonar”. Soy yo quien le pone barreras al amor de Dios. No basta con decir “Señor, Señor”, es necesario creerle a Jesús. Por eso para perdonar cristianamente y vivir la experiencia de ser libres en el amor de Dios hay que aprender a perdonar con fe para ser feliz. Hoy como los apóstoles digámosle a Jesús, “auméntanos la fe” y repitamos una y otra vez “Jesús, en Ti confío” y digamos también: “en tu nombre Jesús, yo perdono a quien me ha ofendido”.

II.- VER - JUZGAR  -ACTUAR
VER
Muchas personas viven tristes y con una violencia interior. Por el odio que llevan en su interior algunas personas viven desadaptadas a su entorno familiar, laboral, estudiantil y social. El resentimiento que llevan en su interior se nota en su rostro, en sus palabras, en sus acciones. Algunos son tímidos, algunos inseguros, otros callados, algunos envidiosos, otros celosos, algunos explosivos, otros violentos verbalmente o físicamente. Algunos manifiestan su falta de perdón y de amor en manías como el ser mentirosos o robar.

JUZGAR
Hay quienes piensan que así son y nunca van a cambiar, porque “la vida los hizo así”. No es verdad, Dios que es amor nos ha creado por amor y para que seamos felices, por lo que, Jesús nos da su perdón y nos enseña a perdonar, para que seamos libres para amar y ser felices. Jesús señala que aunque el odio estuviera tan fijo e inamovible como una montaña o estuviera enraizado profundamente como un árbol, si tengo fe y perdono con fe, el odio y el resentimiento, como la montaña y el árbol desaparecerán.
La psicología habla de la importancia de perdonar. El perdón del que Jesús habla, es el que procede de Él. El perdón que el católico da no ha de ser motivado sólo por una conveniencia psicológica sino que ha de estar lleno del amor de Dios, que nos quiere libres de toda opresión. Cuando un católico perdona, no lo ha de hacer sólo con sus propias capacidades psicológicas, sino con el poder y la fuerza del amor de Dios. Por eso los apóstoles le dirán a Jesús: “auméntanos la fe”.
Sólo Dios puede perdonar los pecados, por lo mismo cuando perdono en el nombre de Jesús, además de mi intención humana está la Gracia del poder de Dios, que sana la herida abierta que una mala acción dejó en mi corazón.
Yo debo aprender a perdonarme a mí mismo(a), para amarme.
Debo perdonar a los que me han ofendido para vivir reconciliado(a) con todos.
Debo vivir reconciliado(a) con los ambientes donde realizo mi vida. Debo aprender a perdonar las situaciones y circunstancias que me afectan, desde el perro que ladra, la planta que estorba el paisaje, el ruido de los coches, la inseguridad de las calles, la situación de violencia del país, la incertidumbre económica del mundo, los desastres naturales, etc. Estas cosas y todas las que puedo recordar y que me quitan la paz, requieren que las perdone en el nombre de Jesús para vencer los sentimientos de odio, resentimiento, temor, indefensión o cualquier otro sentimiento negativo que yo pudiera tener. Perdonar en el nombre de Jesús me reconcilia conmigo mismo, con los demás, con mi entorno y sobre todo con Dios, pues me permite experimentar su amor.
ORAR
Muchas personas no son felices porque viven presas de sus odios, rencores y envidias. Piensan que su lucha está en el exterior y en contra de aquellos que les han hecho daño. Se equivocan, la lucha está en su interior, porque no tienen amor en su corazón, sino sentimientos negativos. Algunas personas encuentran ayuda o paliativos en terapias psicológicas o en la participación de algunos talleres de perdón o de desarrollo humano o en libros que hablan sobre el tema. Esto es bueno, pero no es lo único ni lo mejor. Si por ejemplo, se me descompone un reloj, puede ser que me lo arregle el “chalán” del taller mecánico, pero lo mejor es que me lo arregle el relojero que lo hizo. Así, si quiero sanar las heridas de odio o resentimiento que llevo en mi corazón, lo mejor es que me ponga en la presencia de Dios y le diga: Señor Jesús, Tú que te has hecho hombre para mostrarnos tu amor y perdonarnos, enséñame a amar y a perdonar para ser libre y ser feliz en tu amor y perdón. Tú lo puedes todo, yo sin Ti, no puedo nada. Ven con la ternura de amor y enséñame a perdonarme a mí mismo(a) y a los demás.
ACTUAR
Porque no quiero sólo creer en Jesús, sino creerle a Él, y hacerlo Señor de mis sentimientos, hoy pensaré en aquella(s) persona(s) que me han hecho algún daño y a las que les guardo rencor. Dejaré que el sentimiento de odio, rechazo o de tristeza que experimento cuando pienso en ella(s) aflore en mi corazón y visualizándola(s) en mi imaginación, le(s) llamaré por su nombre y le(s) diré: “ _____ en el nombre de Jesús, yo te perdono”. Por ejemplo si siento que tengo algún rechazo con mi papá, lo visualizaré y le diré Papá en el nombre de Jesús, yo te perdono”.
Algo similar tendré que hacer, si reconozco que no me amo a mí mismo(a) o que vivo en lucha con algunas etapas o acciones erróneas de mi vida. Entonces, visualizando aquello que no acepto de mí mismo(a) diré mi nombre y diré Yo, ________, me perdono y me amo en el nombre de Jesús” y con mis propios brazos, me daré un abrazo.
Seguramente que después de que hagas esta oración de perdón, sentirás paz en tu corazón y notarás cambios muy positivos en ti, que se mostrarán en tu rostro y con nuevas actitudes, mostrarás que le has creído a Jesús y lo has hecho Señor de tus sentimientos.
Si puedes, y quieres, comenta los efectos de esta oración con un(a) amigo(a). Si lo haces con un sacerdote, incluso puede ser materia de confesión.
Por cierto, si cuando haces esta oración de perdón sientes que brotan lágrimas, déjalas fluir.

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribirme a evangelizarorando@yahoo.com.mx

“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. M. María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

Meditación del 6 de noviembre del 2011

11-11-06. Domingo 32ª

LOS NINIS CATÓLICOS

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Mateo 25, 1-13: En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: «El Reino de los Cielos es semejante a diez jóvenes que, tomando sus lámparas, salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran descuidadas y cinco, previsoras. Las descuidadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; las previsoras, en cambio, llevaron cada una un frasco de aceite junto con su lámpara. Como el esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó un grito: “¡Ya viene el esposo! ¡Salgan a su encuentro!”. Se levantaron entonces todas aquellas jóvenes y se pusieron a preparar sus lámparas, y las descuidadas dijeron a las previsoras: “Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando”. Las previsoras les contestaron: “No, porque no va a alcanzar para ustedes y para nosotras. Vayan mejor a donde lo venden y cómprenlo”. Mientras aquellas iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban listas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras jóvenes y dijeron: “Señor, señor, ábrenos”. Pero él les respondió: “Yo les aseguro que no las conozco”. Estén, pues, preparados, porque no saben ni el día ni la hora».

I.- ENSEÑANZA BREVE: En el tiempo en que di clases en la Universidad de Chapingo, un alumno que había sacado 5.6 en un examen parcial me pedía que le pusiera 6.0 de calificación, me decía que había reprobado por 4 décimas. Yo le comenté que no le subiría la calificación pues tenía otras oportunidades para superarse, pero también le pedí que saliera de su error, pues él no había ido a la Universidad a sacar “seises” sino “dieces” por lo que para aprobar requería de 4.4 puntos más.
Hay quienes se rigen por la ley del menor esfuerzo, hay quienes piensan que están en este mundo para medio sufrir, para medio gozar, para medio ser felices, para medio ganar la vida eterna, para ser siempre mediocres.
El plan de amor de Dios para cada uno de nosotros es que seamos plenamente felices, que seamos santos y por lo mismo nos reta a que cada día lo vivamos con profunda alegría poniendo lo mejor de nosotros mismos en cada cosa que hacemos, incluso, cuando tenemos que descansar.

II.- VER - JUZGAR  -ACTUAR
VER
Las jóvenes del Evangelio bien pueden representar a muchas personas en el conjunto de la humanidad. Definitivamente son pocos los que tienen la conciencia de que esta vida pasa y que estamos llamados a la Vida Eterna y por lo mismo, realizan su vida de manera descuidada. Hoy quizá el caso más notorio son los llamados “ninis”: ni trabajan, ni estudian, ni proyectan su futuro. Sin embargo y desafortunadamente un gran sector de bautizados están en la misma situación, podríamos decir que son los “ninis católicos”, que ni van a Misa, ni leen la Biblia, ni se confiesan, ni hacen obras de misericordia, ni se esfuerzan en ser mejores cristianos. Son los “ninis” que se quedaron con la formación que recibieron para la Primera Comunión y que cuando se van a casar, piensan que eso de tener que asistir a pláticas matrimoniales y entregar los papeles para la boda religiosa son “las cosas por la que <luego la gente pierde la fe> o <no se quiere casar>”.
JUZGAR
No te espantes si conoces a muchos “católicos ninis” o si eres o fuiste de ellos, lo importante es que dejes que tu lámpara (corazón) esté llena de aceite (amor de Jesús) e ilumine tu vida y con ella ilumines la vida de los demás. Los “ninis católicos” existen porque no han tenido la experiencia del trato personal con Dios que es Amor.
Dios nos ha creado por amor y nos ha manifestado ese amor en Jesús, quien siendo Dios, ha dado su vida por nosotros para que tengamos “vida en abundancia”. De tal manera que cuando la “luz del amor de Dios” enciende nuestras vidas, desde nuestro corazón brota no sólo la alegría de vivir, sino sobre todo la felicidad de sabernos amados por Dios y por lo mismo la necesidad de compartir ese amor y esa felicidad con quienes nos rodean y con el mayor número posible de personas.
Quien ha dejado que la llama del amor de Dios esté en su corazón, alimenta el fuego de la felicidad, con la participación de la Eucaristía y de la Reconciliación; con el estudio de la Sagrada Escritura y la oración; además, con las buenas obras que realiza dentro y fuera de la Iglesia, comunitaria o individualmente. Es decir, impregna con la alegría del Evangelio, su casa, su trabajo, su lugar de estudio o diversión, etc. Es un católico de tiempo completo, discípulo y misionero, que ha comprendido que la santidad es el alto grado de vida, al que todo bautizado debe aspirar y que esa santidad es consecuencia de una vida llena de felicidad interior, de servicio a los demás y de amor a Dios, por encima de todas las cosas.
ORAR
Señor Jesús, me pongo en tu presencia, gracias porque el fuego de tu amor ha llegado a mi corazón, sé que aún me falta mucho, pero te pido que día a día, tu amor me sostenga y me aliente para ser mejor. Gracias por la paz que me das, gracias por los retos que me pones, gracias por tu compañía que me impulsa siempre a ser mejor y me ayuda a disfrutar la Vida Nueva que de Ti procede y a anhelar la Vida Eterna que con tu muerte y resurrección me concedes.
ACTUAR
Tomando la decisión de ser mejor cada día, revisaré el interés que pongo “en las cosas de Dios” y en el servicio de los demás. Viviré las cualidades del discípulo y procuraré desarrollar las misionero, para llevar la alegría de la fe a los “ninis católicos” que conozco, invitándoles a que dejen que el amor de Jesús transforme su vida.

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“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. M. María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)