miércoles, 23 de noviembre de 2011

Meditación del 21 de noviembre del 2011

11-11-21. Lunes 34ª

SERÉ LA SONRISA DE DIOS

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 21, 1-4: En aquel tiempo, levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que echaban sus donativos en las alcancías del templo; vio también a una viuda pobre, que echaba allí dos monedas, y dijo: «Yo les aseguro que esa pobre viuda ha dado más que todos. Porque éstos dan a Dios de lo que les sobra; pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir».

I.- ENSEÑANZA BREVE: Una amiga me dijo que, en una charla de evangelización que dio, al estar junto a una señora mayor, de rasgos indígenas y un tanto arrinconada, sintió en su corazón la necesidad de abrazarla y así lo hizo. Su asombro fue, cuando esta mujer comenzó a llorar y le dijo: “Gracias, señorita, hacía mucho tiempo que nadie me abrazaba.
Lo que más gratifica al ser humano no es el tener cosas sino el ser amado. Nuestra sociedad nos engaña y en lugar de ayudarnos a entrar en nuestra interioridad y en la del otro, nos invita a quedarnos en lo superficial y poner como sustituto el “dar cosas” en lugar de “darnos a nosotros mismos”.
La publicidad nos hace creer que “mi yo niño” se sentirá bien si recibe regalos costosos y que mi “yo niño” se sentirá más amado si regala cosas caras y de marca. La frustración viene cuando, no recibo los regalos que creía merecer o cuando las cosas que di, fueron rechazadas o no aceptadas.
La Navidad, ya próxima, el festejo del cumpleaños y la vida diaria, no son mejores, por las cosas que compro o recibo, sino por el tiempo que le dedico a los demás y la calidez del momento que comparto con la familia, los amigos y los compañeros de trabajo o de estudio. La Navidad no es bella por las luces, los regalos, las cenas y “los alcoholes”, sino por el encuentro con los demás y sobre todo por el encuentro con Dios.
Tú y yo podemos ser portadores de este mensaje “de austeridad” y podemos dar el mejor de los regalos. Nuestras “dos monedas” pueden ser “la sonrisa de Dios”, en nuestros labios.
La calidez de mi encuentro con Dios, suaviza mi alma y sacia mi ansia de ser amado y posibilita el que yo pueda amar. El encuentro con Él, pondrá en mi corazón y en mis labios: “la sonrisa de Dios”.
La mujer anciana del relato evangélico es libre, porque ella no da cosas, se da a sí misma. La relación con Dios me hace libre, porque recibo su amor y pone en mis labios su sonrisa.

II.- VER - JUZGAR  -ACTUAR
VER
Todo el año y las 24 horas del día, por diversos medios incluida la internet, recibimos mensajes que nos invitan a demostrar que somos importantes, comprando y endrogándonos económicamente. Así las relaciones humanas se valoran por el costo económico que implican y no por el amor. Así el collar, el vestido, el perfume, el carro, o lo que regale, mientras más costoso, “será la expresión de mi estima”.

JUZGAR
La escena que comentamos me lleva a imaginarme el rostro lleno de arrugas de la anciana y la sonrisa que había en su cara cuando depositó lo que tenía. Además del acto en sí, creo que ese rostro pleno fue otra de las cosas que llamó la atención de Jesús, Quien también debe de haber sonreído, por lo que con alegría compartió su reflexión y su comentario sobre la acción de la anciana. Para mí, en este momento, lo común entre Jesús y la anciana es LA SONRISA DE DIOS en ambos, sonrisa que también puede estar en mi corazón y en mis labios.
El fragmento del Evangelio que hoy meditamos, también nos invita a cuestionarnos sobre la calidad y las motivaciones que tenemos para dar. Hay quienes dan no por generosidad sino por lucirse. Hay quienes dan para “demostrar que tienen” y no tanto para amar. La anciana da porque ama, lo importante no es la cantidad que da, sino el amor que pone en lo que hace y la fe por la que lo hace.
En una ocasión, siendo yo seminarista, en Tlaxco, Tlaxcala, una anciana vestida pobremente, se acercó a un diácono y le dio diez pesos. El recién ordenado, los rechazó diciéndole a la mujer, “no gracias, usted los necesita más”. Otro seminarista y yo, al sentir algo de desprecio en su voz, le dijimos que recibiera esa ofrenda, pero la mujer nos quitó las palabras cuando, esbozando una sonrisa, la sonrisa de Dios, le dijo: “No joven, nosotros ya estamos acostumbrados a no tener, pero los necesitamos a ustedes”. Por lo menos para mí, esta experiencia, me mostró una vez más, que el Evangelio no es palabra muerta, sino Palabra Viva, que da vida. A través de esa anciana, Dios me mostró su sonrisa.
Si das algo, no esperes recompensa alguna, pero además siempre recuerda que lo mejor no es dar cosas, sino darte a ti mismo y esto lo puedes hacer con una sonrisa. En tus labios aparecerá una sonrisa cuando des, con sinceridad: un apretón de manos, un abrazo, tu tiempo con un anciano o enfermo, tu capacidad de escucha ante un(a) amigo(a) con problemas y también, si es necesario, la ayuda económica a una persona necesitada, sin que nadie lo sepa, más que tú y tu Padre Dios, que ve en lo secreto. Con acciones sencillas como estas y las que se te ocurran, tu puedes hacer hoy el mejor regalo, sin que te cueste, siendo tú, la sonrisa de Dios.
Lo mejor de la vida no cuesta, para reunirnos a charlar y compartir la vida, no necesitamos gastar, es suficiente nuestro buen humor y el deseo de expresar a los demás que los queremos. Así seremos la sonrisa de Dios.
ORAR
Señor Jesús, hoy no quiero pedirte nada. Ciertamente tengo muchas necesidades y problemas que contarte, pero lo importante no es que yo me acerque a Ti para pedirte por todo ello, sino el de amarte y dejarme amar por Ti. La calidad de mi oración no la mediré por las muchas palabras que te diga, lo mucho que te pida y me puedas dar, sino simplemente por estar aquí y disfrutar de tu compañía, para que en mí aparezca tu sonrisa, LA SONRISA DE DIOS.
ACTUAR
Hoy en lugar de hacer mi lista de regalos, haré la lista de personas a las que les regalaré una sonrisa, un abrazo, una palabra amable. Haré la lista de las personas a las que les hablaré por teléfono y las que visitaré, llevando a todos LA SONRISA DE DIOS.
Junto con mi familia, pensaremos qué haremos por una familia pobre, visitaremos un asilo u orfanato para hacer presente en medio de ellos el amor y la sonrisa de Dios.

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx

“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. M. María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

viernes, 18 de noviembre de 2011

Misa por la Solemnidad de Cristo Rey

El domingo 20 de noviembre, celebraremos a
Cristo Rey del Universo
por ello te invito a la misa solemne que celebraré a las 12:00 hrs.
en la Antigua Basílica de Guadalupe, actual Templo Expiatorio a Cristo Rey

Invita a tu familia y amigos.

Asiste al evento "Mujer cuna de la vida"

Derechos del Concebido A.C.
te invita este sábado 19 de noviembre al homenaje
"Mujer cuna de la vida"
que se realizará en el Templo Expiatorio a Cristo Rey, Antigua Basílica de Guadalupe a partir de las 10:00 hrs.

Acude con tu familia y amigos para festejar el don de la maternidad.

Meditación del 20 de noviembre del 2011

11-11-20. Domingo 34ª

JESÚS ES REY

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Mateo 25, 31-46: En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante Él todas las naciones, y Él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda.
Entonces dirá el Rey a los de su derecha. “Vengan, benditos de mi padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme”. Los justos le contestarán entonces: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?” Y el Rey les dirá: “Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, Conmigo lo hicieron”.
Entonces dirá también a los de la izquierda: “Apártense de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron”. Entonces ellos le responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y no te asistimos?” Y él les replicará: “Yo les aseguro que, cuando no lo hicieron con uno de aquéllos más insignificantes, tampoco lo hicieron conmigo. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a la Vida Eterna”».

I.- ENSEÑANZA BREVE: En una ocasión a Madre Teresa de Calcuta, una de sus novicias le comentó que le costaba mucho trabajo dejar de contemplar y adorar a Jesús Eucaristía, cuando la llamaban para atender a un enfermo de su asilo. Madre Teresa le comentó que le pidiera a Jesús, real y verdaderamente presente en la Hostia Consagrada, que le concediera la Gracia de reconocerlo y amarlo en la persona a quien servía. Dijo la Madre Teresa que tiempo después, al regresar a esa casa de las Misioneras de la Caridad, la misma religiosa se le acercó sonriente, con una cara radiante, diciéndole: “Madre, ya he podido ver a Jesús en el pobre, ya no me cuesta dejar de adorarlo en la Eucaristía, ya lo puedo adorar todo el tiempo, de manera continua, así paso de la contemplación a la acción y de la acción a la contemplación”.
La realidad de que Dios se hace hombre nos coloca en la posibilidad de amarlo y servirlo en el hermano. En el mundo ninguna institución hace tanto por los demás como la Iglesia Católica, tanto en acciones asistenciales de salud hacia  huérfanos, ancianos y discapacitados, así como educativas y en otros campos de servicio social. Sin embargo, los católicos no somos trabajadores asistenciales, somos cristianos, hombres y mujeres de fe, que amamos a Dios en el hermano.
A Dios a Quien no vemos, lo amamos y servimos en el hermano, motivados y sostenidos por la adoración a Jesús Sacramento. Contemplar a Jesús Eucaristía, en la Hostia Consagrada, no sólo nos impulsa a buscarlo y encontrarlo en el prójimo, sino que nos alegra, motiva y santifica, al reconocer la presencia de Dios en nuestro corazón. La Adoración Eucarística, nos recuerda que Jesús es Rey, que Él ha de reinar en nosotros y que a Él lo hemos de servir en el prójimo.

II.- VER - JUZGAR  -ACTUAR
VER
Diariamente ocurren muchas injusticias, insultos, golpes, extorciones, secuestros, asesinatos. De ello nos enteramos a través de los medios de comunicación. El mal es noticia, el mal hace mucho ruido. Diariamente también y en mayor número, hay quienes por amor a Cristo atienden al menesteroso y desvalido, quienes comparten lo suyo, educan, acarician, dan su vida por el prójimo. El bien en el mundo es mayor que el mal. El bien no hace ruido y no es noticia, pero ahí está, realizado por personas concretas, como tú y como yo. Ciertamente entre todos los que hacen el bien, destacan aquellos que, no de manera ocasional sino como un reto diario y permanente, se enfrentan a su propia limitación y por amor a Dios, se ponen al servicio de los demás.

JUZGAR
Jesús es Rey. En la parábola de este día, el Señor Jesús nos invita a tomar conciencia del bien que podemos hacer y del descuido en que vivimos al no actuar, bien y mejor, poniéndonos al servicio de los demás. Considerar la repercusión de nuestras acciones de hoy, en nuestra vida futura, ha de motivarnos para ser mejores cada día. Ciertamente, nos tiene que animar el Cielo, pero lo que nos ha de poner en movimiento, diariamente y a cada instante, es el amor a Dios y al prójimo. Para ello, siempre será importante reconocer la presencia de Dios en nuestro corazón. Es, en nuestro interior, donde debemos mantener el diálogo con Dios, que vive en nosotros y sale al encuentro del hermano. Nadie da lo que no tiene, por eso es necesario constantemente reavivar la llama del amor de Dios en nuestro corazón, disfrutar de la presencia de Jesús en nosotros mismos, para salir a buscarlo y encontrarlo en los demás.
Dado que Dios es Rey, yo puedo actualizar su reinado en mi corazón, desde hoy, de tal manera que amando a tan excelente Rey, yo disfrute el ser amado por Él y corresponderle, amándolo, no hasta que me muera, sino desde esta vida. Así, el gozo de contemplar a Dios, mi Rey, y experimentar su amor, no será hasta que ocurra mi muerte, sino ya desde esta vida. Por eso, qué mejor manera de demostrar que lo amo, que amarlo y servirlo en los demás.
ORAR
Hoy Señor Jesús, te digo que quiero reconocer tu presencia en mi vida, para amarte y servirte en los demás. Al igual que la Madre María Inés Teresa, misionera mexicana sin fronteras, que será beatificada el 21 de abril del 2012, te digo: “¡Haz de mí lo que quieras!, más déjame vivir y morir en tu amante corazón, para que ahí se caldee el mío y pueda a mi vez calentar a las almas que se acerquen a mí”.
Señor Jesús, Tú eres nuestro Rey. Santa María de Guadalupe, Tú eres nuestra Reina.
Sagrados Corazones de Jesús y Santa María de Guadalupe, reinen por siempre en mi corazón, en mi familia, en mi Patria y en el mundo entero. Amén.
ACTUAR
Movido por la fe, procuraré reconocer, en mi corazón la presencia de mi Dios y Rey, y disfrutando de su amor, procuraré servirlo en los demás.

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“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. M. María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

Meditación del 19 de Noviembre del 2011

11-11-19. Sábado 33ª

ESO, NO LO SABÍA.

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 20, 27-40: En aquel tiempo, se acercaron a Jesús algunos saduceos. Como los saduceos niegan la resurrección de los muertos, le preguntaron: «Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si alguno tiene un hermano casado que muere sin haber tenido hijos, se case con la viuda para dar descendencia a su hermano. Pues bien, hubo una vez siete hermanos, el mayor de los cuales se casó y murió sin dejar hijos. El segundo, el tercero y los demás, hasta el séptimo, tomaron por esposa a la viuda y todos murieron sin dejar sucesión. Por fin murió también la viuda. Ahora bien, cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será esposa la mujer, pues los siete estuvieron casados con ella?» Jesús les dijo: «En esta vida, hombres y mujeres se casan, pero en la vida futura, los que sean juzgados dignos de ella y de la resurrección de los muertos, no se casarán ni podrán ya morir, porque serán como los ángeles e hijos de Dios, pues él los habrá resucitado. Y que los muertos resucitan, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abrahám, Dios de Isaac, Dios de Jacob. Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven». Entonces, unos escribas le dijeron: «Maestro, has hablado bien». Y a partir de ese momento ya no se atrevieron a preguntarle nada.

I.- ENSEÑANZA BREVE: La frase de que “Dios ha muerto” y que en algunos lugares aparece como firmada por Federico Nietzsche (filósofo alemán, 1844-1900), se dice que fue parodiada a su muerte, pues señalan que al poco tiempo de que Nietzsche murió, aparecieron paredes pintadas con la leyenda “Nietzsche ha muerto”. Firma (supuestamente) DIOS. Lo de las paredes puede haber sido cierto o no, pero ejemplifica el debate en el terreno de la fe. El cristianismo con el que Nietzsche, Marx, Freud (alemanes del siglo XIX) tuvieron contacto, fue el luteranismo, que además no hablaba bien de los católicos, por lo que estos pensadores, lo mismo que muchos de sus contemporáneos vivieron en confrontación con el judeo-cristianismo protestante. Ellos hablaron de Dios, a partir de lo que conocían o más bien, de lo que desconocían.

Ciertamente hay quienes no creen en Dios y están en su derecho. También hay quienes no creen en Jesucristo y están en su derecho. También hay quienes no que creen en las enseñanzas de la Iglesia en Jesucristo y están en su derecho. Pero también existimos los que creemos en Jesucristo y somos católicos y ESTAMOS EN NUESTRO DERECHO.
Hoy Jesús nos dice que Dios es Dios de vivos. Quien quiera permanecer en sus estilos de vida, que le conducen a “la muerte”, es decir a la tristeza, al odio, al resentimiento, etc. está en su derecho, por eso yo, como católico, que creo y experimento que Dios me ama, me esfuerzo en amarlo  a Él y a mi prójimo, que anhelo la santidad y espero llegar al Cielo, debo apreciar mi fe, esforzarme en hacerla vida y en compartirla. ESE ES MI DERECHO.

II.- VER - JUZGAR  -ACTUAR
VER
Muchas personas sin conocer a Jesús ni a la Iglesia Católica, los rechazan. Este fenómeno ocurre en particular con las nuevas generaciones. Hay quienes hablan de Dios a partir de lo que conocen de la Iglesia Católica, pero no lo hacen porque vayan a Misa o estudien la Biblia, sino por lo que les llega a través de los medios de comunicación, que destacan los errores y las fallas de algunos sacerdotes o laicos, y no de las enseñanzas directas del Papa o de los Obispos. Por ejemplo, en la Ciudad de México, se le da más connotación a un comentario polémico de la Iglesia sobre algún partido, que sobre el mensaje que cada domingo da el Señor Cardenal. A nivel mundial, se destaca más la presencia de una persona desquiciada que quema una Biblia en el Vaticano, que la acción pastoral y los mensajes que diariamente realiza el Papa Benedicto XVI. Se ven más las películas de “escándalos sacerdotales”, que los que hablan del heroísmo, testimoniado con su vida diaria, de infinidad de sacerdotes. Sobre este último punto, un feligrés le preguntó a un amigo sacerdote, el Padre Rogelio, que si lo que había visto en el cine sobre un sacerdote, era cierto. Mi amigo le hizo ver que como película tiene elementos ciertos y otros falsos, unos y otros exagerados porque de otra manera no venden su producto. Pero también le preguntó si sabía algo sobre la vida del Padre Maximiliano Kolbe, san Francisco, el Padre Pio y otros sacerdotes más, la acción de la Iglesia a favor de los enfermos del SIDA y del trabajo misionero en zonas marginadas, etc. El joven, agradeció los comentarios, reconoció la importancia de discernir sobre lo que ve, lo que lee y escucha, además de la importancia de profundizar más en las enseñanzas de la Iglesia Católica y de conocerla más a fondo, como católico, para participar en su acción humanitaria y misionera y darla a conocer.

JUZGAR
Me ha tocado hablar con muchas personas: académicos, comunicadores, políticos, artistas y en particular con jóvenes, que después de un breve diálogo me hacen preguntas sobre Dios, la Iglesia, la conducta del cristiano y en varios de ellos me ha tocado escuchar: “eso no lo sabía” o “yo desconocía esas postura abiertas de la Iglesia”. Hace poco, en una entrevista radial, un joven me preguntaba que por qué, lo que yo decía, no lo escuchaba de parte de otros sacerdotes. Yo le pregunté, ¿vas a Misa, profundizas la Biblia, estudias los documentos del Papa, platicas con algún sacerdote? A todo él me respondió negativamente, por lo que le comenté: “Entonces, ¿te das cuenta que, no es que yo hable diferente, sino que, tú hablas de lo que “te han dicho” que <enseña la Iglesia, dicen los sacerdotes y viven los católicos> y no porque tú hayas ido a conocernos más a fondo y sobre todo a dialogar con Jesucristo?”
Los malos entendidos sobre la Iglesia Católica y el rechazo a ella no son nuevos, pero también son útiles, pues nos retan a todos los católicos a ser mejores testigos de la fe, como queda ejemplificado por Hermann Cohen (alemán, 1820-1871) de origen judío, formado en escuelas luteranas, quien expone en su biografía, la impresión que le generó el dialogar por primera vez con un sacerdote católico: “La benévola y amable acogida del eclesiástico me impresionó vivamente e hizo caer de un golpe uno de los prejuicios más sólidamente arraigados en mi mente. ¡Tenía miedo de los sacerdotes!... Desgraciadamente no los conocía más que por la lectura de las novelas, que los representan como hombres intolerantes, que sin cesar tienen en los labios las amenazas de la excomunión y las llamas del infierno. ¡Y me encontré en presencia de un hombre instruido, modesto, bueno, franco, que lo esperaba todo de Dios y nada de sí mismo!”.
Este encuentro fue tan decisivo para Hermann, que después de ese encuentro, a los 27 años de edad, pedirá el Bautismo, y en poco tiempo fundará la Adoración Nocturna en París (1848) y se ordenará sacerdote (1851), muriendo santamente a causa de la viruela, adquirida sirviendo a unos enfermos (1871).
Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. La vida del Padre Hermann Cohen, que contrasta con la de sus contemporáneos y coterráneos alemanes (Nietzche, Freud y Marx), nos hace ver que la Iglesia no está anquilosada sino en constante crecimiento y haciendo aportes para una humanidad mejor. Lo que hace falta hoy, es un mayor compromiso de todos los católicos, por conocer mejor nuestra fe y compartirla. Nos está haciendo falta más oración y adoración a Jesús Eucaristía, para que lo que transmitimos no sea un conjunto de normas, sino la experiencia del amor de Dios.
Tanto el deseo de ser discípulos y apóstoles de Jesucristo, así como participar en la Nueva Evangelización, han de ser el motor para mostrar con nuestro testimonio que hemos recibido lo que nos ha dado nuestro Padre, el “Dios de vivos”.
ORAR
Padre, Dios amoroso, realmente Tú eres “Dios de vivos”, pues a partir de mi encuentro Contigo he aprendido a vivir, de una manera plena. Dame tu amor que eso me basta, para que yo comparta la vida nueva que Tú nos das en tu Hijo Jesús. Gracias, porque en esta acción no estoy solo(a), me has dado a la Iglesia Católica que me ha engendrado para Ti en el Bautismo, me instruye de muchas maneras, me acompaña y alimenta con tu Palabra y tu Eucaristía y me envía como misionero(a), para que alegremente, con mi testimonio, hable de Ti, haga este mundo mejor y un día llegue a contemplar tu rostro en la Patria Celestial.
ACTUAR
Como Padre o Madre de familia, como familia o amigo, me haré el propósito de compartir mi fe y de testimoniar que: mi Padre, es “Dios de vivos”. Hay muchas maneras de hacer esto. Una de ellas es compartiendo en familia estas meditaciones (algunos ya lo hacen), reenviándolas por internet (algunos ya lo hacen), leyendo la Sagrada Escritura (algunos ya lo hacen), yendo a Misa, estando confesado (algunos ya lo hacen), realizando obras de misericordia (algunos ya lo hacen), esforzándome en dar testimonio (algunos ya lo hacen), buscando nuevas maneras de evangelizar (algunos ya lo hacen). Entonces lo que me queda es unirme a ellos y también ponerme a evangelizar. ESO NO LO SABÍA.

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“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. M. María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

Meditación del 18 de Noviembre del 2011

11-11-18. Viernes 33ª

YO, EL PALACIO DE DIOS.

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 19, 45-48: Aquel día, Jesús entró en el templo y comenzó a echar fuera a todos los que vendían y compraban allí, diciéndoles: «Está escrito: Mi casa es casa de oración; pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones». Jesús enseñaba todos los días en el templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y los jefes del pueblo intentaban matarlo, pero no encontraban cómo hacerlo, porque todo el pueblo estaba pendiente de sus palabras.

I.- ENSEÑANZA BREVE: Mi maestra de literatura, en la secundaria, siempre nos invitó a realizar las mejores lecturas. Ella decía que lo suyo era como darle la vista a un ciego y mostrarle los mejores paisajes, pero que si él decidiera mirar hacia un basurero o muladar, esa era responsabilidad del que ahora veía. Ella se refería a la pornografía, a los pasquines, a las revistas de moda y de vida de artistas, etc. Ahora cada ciego ve, y ha de ser responsable de su elección. Lo bueno es que, el que dirige su mirada hacia lo sucio, puede cambiar la dirección de su vista, lo grave es que el otro también. La esperanza para ambos es la conversión. Algo similar ocurre con la fe en Jesucristo. De pequeño pude haber recibido las enseñanzas del catecismo y haber dejado crecer la semilla de la santidad. Con el tiempo pude haber pensado que eso sólo era la emoción de la infancia y haber puesto mi atención en otras cosas y haber dirigido mis pasos por otros rumbos y haber oído voces que desviaron mi vida por caminos y acciones que hicieron que dejara de ver lo bello como bello y lo verdadero como verdadero y me han hecho daño. Afortunadamente, Jesús me sigue buscando y cuando me dejo encontrar, porque yo soy el que me escabullo de Él, al encontrarme: me abraza, me dice que me ama, me perdona, me purifica, me renueva, me sana y me santifica. Me muestra nuevos senderos y me invita a recorrerlos en Su compañía. Si acepto o no, la nueva oportunidad que me da, esa es responsabilidad mía.

II.- VER - JUZGAR  -ACTUAR
VER
Por diversos motivos, muchas ideas y acciones que son contrarias a nuestra dignidad de personas, permanecen en nuestra mente y nuestro corazón y nos desvían del camino de felicidad al que estamos llamados a recorrer. Ahí están los que asesinan, secuestran, odian o maltratan a los demás. Estas acciones parecía que las emprenden en función a su libertad, pero no es así. Aún sin saberlo lo hacen en base a los condicionamientos del mal que han quedado grabados en su mente y en su corazón, por experiencias negativas del pasado, que no les permiten reconocer, valorar y respetar, lo bueno, lo bello y lo verdadero. Al no tener una visión adecuada de sí mismos, de su corazón brota el deseo de destruir a los demás y a sí mimos. Están ciegos, hacen de sus cuerpos un muladar en lugar de un palacio.
También hay quienes conscientemente tomaron caminos equivocados, en un ejercicio equivocado de su libertad, pensando que en la droga o el sexo podrían encontrar la felicidad o que el dinero se la podría proporcionar, dejaron que su mente y su corazón se corrompiera y dejaron de ver lo bello y auténtico de la vida y se anclaron en el estiércol en que cada vez se fueron hundiendo más. Están ciegos, hacen de su vida un estiercolero, en lugar de un bello jardín.
También hay quienes “no son malos”, simplemente no hacen nada por ellos, ni por los demás. Viven como en un sueño, en donde, distraídos por tantas “actividades”, “emociones”, “sensaciones”, “diversiones”, “preocupaciones”, “depresiones” o “lujos”, no se preocupan por dirigir sus vidas a lo verdaderamente auténtico y que quedan en las revistas, que dejan poco o ningún provecho, pero dan la sensación que instruyen porque dieron a conocer el último “grito de la moda”, “el chisme del artista”, “la receta de cocina”, “el consejo para ser bella” o “para tener un cuerpo musculoso”. Están ciegos, están adormecidos, hacen de su vida una revista, que pronto se tira, en lugar de la más grande y bella obra literaria.

JUZGAR
Somos templos vivos de Dios. Cada casa, cada rincón de ella, para mantenerse reluciente y funcional debe de ser limpiado periódicamente, para que no se acumulen en él el polvo, la basura, el hollín, el herrumbe, o el salitre, pues de otra manera corre el riesgo de afearse toda la casa e incluso de deteriorarse.
A veces hay quienes se preocupan por el exterior de su cuerpo y esto es muy positivo, cuanto más, que de no hacerlo podemos ocasionarnos graves enfermedades. Sin embargo, además del cuerpo debemos procurar también el desarrollo de nuestra interioridad, de nuestra alma. Y aquí estamos hablando del campo de nuestras ideas, de nuestros sentimientos y emociones. Estar en constante contacto con nosotros mismos es muy importante para seleccionar lo que ha de impactar nuestra mente y corazón. No puedo ser como una esponja que todo lo absorbe. No puedo ser como una semilla de diente de león, que va sin rumbo fijo por donde la lleva el viento. Tengo que aprender a discernir y decidir tomar el camino adecuado para alcanzar la felicidad que anhelo. Ciertamente la elección de amistades, de lecturas y de actividades, es un factor necesario para que yo realice plenamente mi vida. También es importante la planeación que yo haga de ella y la constante revisión de mis acciones para ver si me están ayudando a realizar el plan de vida que me he trazado a la luz del amor de Dios. Lo anterior, es positivo y me ayuda a mejorar con mayor celeridad, cuando en este estilo de actuar, abro, al amor de Dios, todo mi ser: mi cuerpo, mi mente, mis anhelos, mis relaciones, mi psicología.
Ciertamente también debemos trabajar en el campo de nuestra relación con Dios. Hay quienes piensan  que tener fe es una especie de “terapia mental para tener paz”, que tener fe es necesario porque hay que “creer en algo” o que “todas las religiones son iguales”.
Cuando Jesús, hace un reclamo porque del templo “se ha hecho una casa de ladrones” es una fuerte llamada a cada uno de nosotros para que revisemos, qué hay en nuestro interior, porque realmente estamos llamados a la felicidad plena para la que Dios nos ha creado y que Él nos quiere dar.
Si dejo que Jesús, su Palabra y enseñanzas estén en mi corazón, entonces Él, desde lo más profundo de mi ser, puede actuar para ir sanando mi psicología, iluminar mi inteligencia para discernir, purificar mis intenciones para dirigir mis pasos, fortalecer mi voluntad para perseverar haciendo el bien. Si dejo que él “limpie su casa” que soy todo yo, entonces mis pensamientos, palabras y obras, proyectarán mi propio corazón, lleno de paz, armonía y amor.
Es importante estar atentos al reclamo que Jesús nos hace y dejar que Él venga a nuestro corazón y a nuestra mente y nos sane, nos limpie y nos purifique, de tal manera que dejando atrás lo que haya ocurrido en nuestra vida, sigamos el camino de la libertad y del amor que Él nos muestra y que además de la felicidad que nos proporcione, nos ayude, a hacer este mundo mejor y a alcanzar la santidad.
Es significativo que una vez que Jesús ha limpiado el Templo, Jesús permanece en él “enseñando todos los días”. Es decir, si dejas que Jesús actué en ti y transforme tu vida, debes dejar que todos los días, Él te instruya y te siga fortaleciendo, para que cada día hagas de tu vida no solo un gran palacio, un bello jardín o una grande o bella obra literaria, sino una expresión de la presencia de Dios en el mundo y que seas feliz, que seas santo.
ORAR
Señor, Jesús, escucho tu palabra y veo mi vida, y me lleno de esperanza al saber que puedo ser mejor. Ven a mi corazón y dame tu Espíritu Santo, que me llene con tu amor, limpie mi alma, sane mi psicología, me dé la salud del cuerpo, mejore mis relaciones personales, me ayude a superar las dificultades de la vida, modifique mis intenciones y me ayude a perseverar haciendo el bien hasta alcanzar la santidad personal y familiar.
ACTUAR
Nadie mejor que yo, conoce los lugares sucios de mi vida. Hoy en oración, en presencia de Jesús, los revisaré y los pondré en sus manos, para que Él, “divino basurero”, con su perdón y amor, limpie mi corazón y retire toda esa basura que he acumulado, para que, mi cuerpo y alma, todo yo, sea el Palacio de Dios, limpio, iluminado y espacioso, donde habite su Gloria, y yo experimente su paz y amor, para transmitirlas a los demás.
Esto me puede ayudar a hacer una buena confesión ante un sacerdote, para recibir la absolución.

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“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. M. María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

jueves, 17 de noviembre de 2011

Meditación del 17 de Noviembre del 2011

11-11-17. Jueves 33ª

REMEDIO PARA EL ESTRÉS.

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 19, 41-44: En aquel tiempo, cuando Jesús estuvo cerca de Jerusalén y contempló la ciudad, lloró por ella y exclamó: «¡Si en este día comprendieras tú lo que puede conducirte a la paz! Pero eso está oculto a tus ojos. Ya vendrán días en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán y te atacarán por todas partes y te arrasarán. Matarán a todos tus habitantes y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no aprovechaste la oportunidad que Dios te daba».

I.- ENSEÑANZA BREVE: El texto del Evangelio nos lleva a meditar sobre la fuente de paz, que es Dios mismo, nadie mejor que quienes han experimentado su presencia en su corazón para hablarnos de ella, por eso acudo a algunos de los pensamientos de la Madre María Inés Teresa, que será beatificada el 21 de abril del próximo año.
"Desde que Jesús me eligió, desde que me enamoré de Él, desde que Él fue mi todo, mi alma se estableció en la paz, de la que jamás ha salido, ni aún en épocas de grandes luchas y tribulaciones" (Dirección, 18 abril 1948, p.113). "Cuando una alma ha alcanzado el que se pacifique del todo, y viva en esa paz, que es el don más grande que Dios puede hacernos, después del de la fe, podemos tener la seguridad, basadas en su infinita misericordia, que se va progresando, porque Dios es el Dios de la paz" (Colectivas, 13 enero 1954, I, p.83-84).
"Entre más oprimida me siento, más abrumada, más confío, más espero en su bondad infinita, y así se lo digo. Por eso mi alma no pierde la paz, creo que nuestro Señor, en su bondad, me la ha dado por herencia desde hace muchos años" (Dirección, 5 septiembre 1950, p.298-299).

II.- VER - JUZGAR  -ACTUAR
VER
Le llamamos “estrés” y parecería que todos lo padecemos, no sólo porque siempre andamos apurados, sino también porque muchas cosas nos angustian. La inseguridad social, la violencia, los secuestros, etc. La economía mundial, el salario, el tener trabajo, las cosas que tengo que comprar o pagar, etc. La moda en ropa, en electrónicos, en computadoras, en programas, juegos y videos, etc. Las enfermedades, el cáncer de mama, de próstata, la diabetes, el colesterol, etc. La edad, el físico, la nariz, “las bubis”, etc. El que me quieran, el que me case, el que tenga hijos, el que sea y me sean fiel, etc. La ecología, el cambio climático, la capa de ozono, los tsunamis, los terremotos, etc. Para aumentar el “estrés” las películas de terror, los agoreros, las supersticiones, los horoscopistas, los esotéricos y quienes hacen “limpias”, “amarres” y “trabajos”, etc. Los legisladores que promueven leyes a favor de la homosexualidad, el aborto, la droga, etc. Los escándalos mediáticos de artistas, políticos y hasta de personas de la Iglesia, etc. Aunado a lo anterior, la proliferación de sectas cristianas, de movimientos religiosos, de cultos esotéricos o satánicos, el new age, “la nueva conciencia”, “los iluminados”, el reiki, “la madre tierra”, “la carta de la tierra”, etc.  El relativismo y las ideologías de género, de salud reproductiva, etc.
A cada conjunto de elementos de “estrés”, le pongo un “etc” para que con “tranquilidad” tú le añadas tus fuentes personales de “estrés”.

JUZGAR
El “estrés” es la antítesis de la paz, por eso podemos decir, que al contemplar a la humanidad, Jesús sigue llorando, no porque no lo conocemos o lo rechazamos a Él, sino porque rechazándolo o ignorándolo a Él, nos esclavizamos y un signo de esta esclavitud es el “estrés”.
Fácilmente podemos reconocer que, la mayoría de las cosas mencionadas y las que tú habrás añadido; en su origen, tendrían que ser fuentes de placer y signo de una mejora de vida y sin embargo, por el desequilibrio con que hacemos uso de las cosas, nos llevan a perder el punto central de nuestra existencia, a llenarnos de angustia y a tener la impresión de que a lo que hemos venido al mundo es a sobrevivir y a “ir llevándola”.
Jesús ante Jerusalén, lloró y sus lágrimas son actuales por el mundo, por México, por tu familia, por ti y por mí. Sus palabras: “¡si comprendieras tú lo que puede conducirte a la paz!, tienen que resonar fuerte en nuestro corazón; y tenemos que compartirlas con los que amamos, no sólo para liberarnos del “estrés” y ser felices; no sólo para hacer mejor este mundo; si no sobre todo para ser testigos de la “liberación” (salvación), que Jesús ha traído a nuestra vida, para anticipar el Cielo, aquí en la tierra y para alcanzar la Vida Eterna.
Jesús, mirándote a ti, a mí, a tu familia y al mundo, repite: “¡si comprendieras tú lo que puede conducirte a la paz! Sólo en Jesús podremos alcanzar la paz. Sólo confiando en Él podremos poner orden en nuestra vida. Ciertamente tenemos que vivir en este mundo, pero no tenemos porque seguir todos sus condicionamientos y en medio de ello, debemos manifestar la paz y la libertad que Jesús nos ha dado.
No es extraño que “el mundo” no nos proponga que seamos más pensantes que actuantes. No es extraño que “el mundo” no nos proponga el disfrutar de la verdad, del arte, de lo bello, de lo sublime. No es extraño que “el mundo” rechace a Dios, nos aleje de Él e incluso nos proponga “pseudo religiones” para no llegar a Dios. Si realmente quieres ser libre de tantos condicionamientos y fuentes de “estrés”, SÉ ORIGINAL, CREE EN JESÚS Y SÍGUELO.
Jesús, es el Hijo del Padre y ha venido a mostrarnos cuánto nos ama y a liberarnos, dándonos su paz y amor. Él es, Príncipe de Paz, y nos da su paz, no como la del mundo, sino la Paz, que brota del amor, de la verdad, de la justicia, de la libertad con que Dios nos ha creado.
En Jesús aprendemos que más importante que el tener, el poder, el placer, el parecer o el hacer, es el ser. Y ¿quién soy yo? Soy persona, soy católico, soy hijo(a) de Dios, muy amado(a) por Él. No tengo porque vender mi libertad y perder la paz por un plato de lentejas, que me genera “estrés”, aunque esté “condimentado” y “adornado” de muchas luces, de mucho glamour y de tanta mentira.
ORAR
La antítesis del “estrés” es la paz. Para alcanzarla hay que escuchar, creer y seguir a Jesús, Príncipe de la Paz. Él está más cerca de ti, de lo que tú mismo(a) piensas. Ante el sagrario, ante Él expuesto en una custodia en tu parroquia, o en tu habitación, acércate a Él y acéptalo en tu corazón. Cierra tus ojos y dialoga con Él. Pídele que te dé su paz, que te ayude a poner en orden tus pensamientos y sentimientos, que te ayude a contemplar “tus problemas” y te muestre el camino para resolverlos. Pídele que te dé fortaleza para hacer lo que tienes que hacer. Con tus ojos cerrados, déjate amar por Él. Dile también que le amas y quieres llevarlo en tu corazón, pues HOY, tú reconoces que sólo Él te puede dar la paz que anhelas.
La siguiente oración es de Santa Teresa de Ávila y repetirla varias veces te puede ayudar a conservar la paz en tu corazón. “Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda; la paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta: Sólo Dios basta”.
ACTUAR
Quizá una de las principales fuentes de “estrés” es la economía. Puedes comenzar a revisar cómo andan tus cuentas y tus adeudos y hacerte el propósito de no comprar nada hasta que tu tarjeta de crédito esté saldada. Esta una idea, el actuar de hoy, puede ser: elaborar un plan de austeridad.

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx

“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. M. María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Papa Benedicto XVI explica que el Salmo 110 recuerda a Cristo, el Mesías

En la audiencia general de este miércoles, el Papa Benedicto XVI dedicó su catequesis sobre el ciclo de los salmos, al Salmo 110. En su reflexión explicó que "el ejercicio del poder es un encargo que el rey recibe directamente del Señor, una responsabilidad que debe vivir en la dependencia y en la obediencia, siendo así signo de la presencia potente y providente de Dios en medio del pueblo".

Al hablar del Salmo 110, el Vicario de Cristo indicó que éste es "un salmo que citó Jesús mismo, y que los autores del Nuevo Testamento retoman y leen ampliamente refiriéndolo al Mesías". "Es un salmo muy amado en la Iglesia antigua y por los creyentes de todos los tiempos", que celebra "al Mesías victorioso, glorificado a la derecha de Dios", añadió.

El Pontífice señaló que en dicho texto se describe a "Cristo el Señor entronizado, el Hijo del hombre sentado a la derecha de Dios", quien es “el verdadero rey que con la resurrección ha entrado en la gloria (…), superior a los ángeles, sentado en los cielos por encima de toda potencia y potestad, y con todos los adversarios a sus pies hasta que derrote definitivamente a la última enemiga, la muerte".

Luego destacó que entre el rey celebrado en el salmo y Dios existe una relación inseparable: "Los dos gobiernan juntos, hasta el punto de que el salmista afirma que Dios mismo entrega el cetro al soberano, diciéndole que domine a sus adversarios".
En el versículo 4 aparece la dimensión sacerdotal ligada a la realeza: "El Señor lo ha jurado y no se arrepiente: ‘Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec’". El rey del salmo "será sacerdote para siempre, mediador de la presencia divina en medio de su pueblo, de la bendición que viene de Dios". Jesucristo "es el verdadero y definitivo sacerdote que cumple los rasgos sacerdotales de Melquisedec haciéndolos perfectos".

En efecto, precisó el Santo Padre, en el pan y el vino de la Eucaristía, Cristo "se ofrece a sí mismo y, tras vencer la muerte, trae vida a todos los creyentes".

La tradición de la Iglesia considera este salmo como uno de los textos mesiánicos más significativos: "el rey cantado por el salmista es Cristo, el Mesías que instaura el reino de Dios y vence las potencias del mundo, es el Verbo generado por el Padre antes de toda criatura; el Hijo encarnado, muerto y resucitado que ascendió a los cielos, el sacerdote eterno que, en el misterio del pan y del vino, perdona los pecados y reconcilia con Dios, el rey que levanta la cabeza triunfando sobre la muerte con su resurrección".

Por último, el Papa afirmó que el Salmo invita a "contemplar a Cristo para comprender el sentido de la verdadera realeza, que hay que vivir en el servicio y la entrega, en un camino de obediencia y de amor llevado ‘hasta el fin’". Y el despedirse, en su saludo en español dijo: "Invito a todos a enriquecer vuestra relación con Dios con el rezo piadoso de los salmos, especialmente en la liturgia de las horas. Muchas gracias por vuestra visita".

Meditación del 16 de Noviembre del 2011

11-11-16. Miércoles 33ª

CON LOS PIES EN LA TIERRA Y LA MIRADA EN EL CIELO

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 19, 11-28: En aquel tiempo, como ya se acercaba Jesús a Jerusalén y la gente pensaba que el Reino de Dios iba a manifestarse de un momento a otro, Él les dijo esta parábola: «Había un hombre de la nobleza que se fue a un país lejano para ser nombrado rey y volver como tal. Antes de irse, mandó llamar a diez de sus empleados, les entregó una moneda de mucho valor a cada uno y les dijo: “Inviertan este dinero mientras regreso”. Pero sus compatriotas lo aborrecían y enviaron detrás de él a unos delegados que dijeran: “No queremos que éste sea nuestro rey”. Pero fue nombrado rey, y cuando regresó a su país, mandó llamar a los empleados a quienes había entregado el dinero, para saber cuánto había ganado cada uno. Se presentó el primero y le dijo: “Señor, tu moneda ha producido otras diez monedas”. Él le contestó: “Muy bien, eres un buen empleado. Puesto que has sido fiel en una cosa pequeña, serás gobernador de diez ciudades”.

Se presentó el segundo y le dijo: “Señor, tu moneda ha producido otras cinco monedas”. Y el señor le respondió: “Tú serás gobernador de cinco ciudades”. Se presentó el tercero y le dijo: “Señor, aquí está tu moneda. La he tenido guardada en un pañuelo, pues te tuve miedo, porque eres un hombre exigente, que reclama lo que no ha invertido y cosecha lo que no ha sembrado”. El señor le contestó: “Eres un mal empleado; por tu propia boca te condeno. Si sabías que soy un hombre exigente, que reclamo lo que no he invertido y que cosecho lo que no he sembrado, ¿por qué, pues, no pusiste mi dinero en el banco para que yo, al volver, lo hubiera recobrado con intereses?”
Después les dijo a los presentes: “Quítenle a éste la moneda y dénsela al que tiene diez”. Le respondieron: “Señor, pero si ya tiene diez monedas”. Él les dijo: “Les aseguro que a todo el que tenga se le dará con abundancia, y al que no tenga, aún lo que tiene se le quitará. En cuanto a mis enemigos, que no querían tenerme como rey, tráiganlos aquí y mátenlos en mi presencia”». Dicho esto, Jesús prosiguió su camino hacia Jerusalén al frente de sus discípulos.

I.- ENSEÑANZA BREVE: Al igual que las demás parábolas del Reino, la que hoy hemos leído, es una narración que nos pone en alerta sobre una realidad superior. En esta ocasión, el Señor Jesús, añade en su narración, la figura literaria “hipérbole” que a través del dramatismo, pretende impactar más en la mente de quienes escuchan, para que quede mejor grabada la enseñanza, que en esta ocasión es: al término de nuestra vida seremos juzgados.
En una ocasión a un católico le dijeron que dejara de esforzarse en ser mejor, pues al morir se llevaría tremenda sorpresa al darse cuenta que no había premio ni castigo qué recibir. Él respondió a quienes le cuestionaban, que podrían tener razón, pero que eso no era argumento suficiente para dejar de amar, de hacer el bien y proclamar el Evangelio, por lo que él estaba satisfecho con lo que hacía y estaba preparado para cualquiera que fuera la situación. Pero evitando la pregunta, dijo a sus interlocutores, que, los que realmente tendrían que estar preocupados eran precisamente ellos, pues si él, tenía razón, qué cuentas entregarían, los que no aprovecharon esta vida para hacer el bien y por lo mismo que ¿recompensa o castigo merecerían?

II.- VER - JUZGAR  -ACTUAR
VER
En la actualidad, en medio de la multitud de actividades, a través de las corrientes tipo “new age” o ideadas erróneas como las que promueven el culto a la “madre tierra” o la pseudo filosofía ecologista de “la carta de la tierra”, muchas personas ignoran o pretenden olvidarse del hecho de que la vida del ser humano no termina con la muerte. Estamos llamados a la Vida Eterna.

JUZGAR
La parábola de hoy nos sitúa ante la presencia de Dios, justo Juez. Cada uno de nosotros, por el hecho de ser únicos e irrepetibles, pero sobre todo por ser hijos de Dios, miembros de la Iglesia Católica, estamos llamados a desarrollar nuestras capacidades al máximo y procurar destacar en las actividades que realizamos. Esto podría parecer contradictorio en relación con la humildad, sin embargo, sin dejar de ser humildes debemos hacer todo para Gloria de Dios y bien de nuestros hermanos. La fe aunada al amor y al servicio, nos retan a ser mejores cada día y a superar el orgullo y la falsa modestia. Estos últimos son un estorbo en la vida de la Gracia, porque efectivamente, si trabajamos por el orgullo, es vano nuestro esfuerzo y si por “el qué dirán”, no desarrollamos, y ponemos al servicio de los demás, las cualidades que hemos recibido, tampoco estaremos haciendo la voluntad de Dios. Amar y servir es lo nuestro.
Ciertamente el Dios, revelado por Jesucristo, en Quien creemos los católicos, es el único Dios Verdadero y es Padre, por lo que procurando hacer su voluntad, sabiendo que Él nos ama, realizamos nuestra vida en el amor. La muerte no nos asusta, pues ha sido vencida por Jesucristo con su resurrección y es el umbral que hemos de cruzar para estar en la presencia de nuestro Padre Dios. Dice san Juan de Ávila: “Aunque no hubiese infierno que amenazase, ni paraíso que convidase, ni mandamiento que constriñese, por sólo el amor a Dios, el justo ha de hacer, lo que tiene que hacer." Lo nuestro es amar.
ORAR
No me mueve, mi Dios, para quererte, el Cielo que me tienes prometido, ni me mueve el infierno tan temido, para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte clavado en la Cruz y escarnecido, muéveme el ver tu Cuerpo tan herido, muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme en fin tu Amor y en tal manera, que aunque no hubiera Cielo, yo te amara y aunque no hubiera infierno te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera, pues aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera.
ACTUAR
Reconociendo el impacto que tiene el bien que realice en la tierra para el bien de mis hermanos, en mi aquí y ahora, me esforzaré en ser mejor cada día, reconociendo también que la mejor recompensa será el contemplar un día cara a cara a Dios. Como muchos santos han enseñado, procuraré trabajar como si de mí dependiera todo, confiando plenamente como si todo dependiera de Dios. Vivir con los pies bien puestos en la tierra y la mirada fija en el Cielo.

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx

“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. M. María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)