lunes, 28 de noviembre de 2011

Meditación del 27 de noviembre del 2011

11-11-27. DOMINGO 1º DE ADVIENTO.

NUESTRA MEJOR MOTIVACIÓN, DIOS MISMO.

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Marcos 13, 33-37: En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos: velen y estén alertas, porque no saben cuándo llegará el momento. Así como un hombre que se va de viaje, deja su casa y encomienda a cada quien lo que debe hacer y encarga al portero que esté velando, así también velen ustedes, pues no saben a qué hora va a regresar el dueño de la casa: si al anochecer, a la medianoche, al canto del gallo o la madrugada. No vaya a suceder que llegue de repente y los halle durmiendo. Lo que les digo a ustedes, lo digo para todos: permanezcan alertas.

I.- ENSEÑANZA BREVE: Permanece alerta pues Dios te ama y tú le interesas. En la vida las motivaciones son importantes porque ellas nos impulsan a seguir adelante. Quien está desmotivado, está triste y deprimido y quizá no tiene “motivos” para vivir. En cambio, aquella persona que tiene un objetivo qué alcanzar, además de mantenerse en una tensión alegre por llegar a su meta, será creativa, pues siempre estará buscando los medios para alcanzar su fin. La fe en Jesucristo nos proporciona la mayor de las motivaciones pues, al Resucitar y redimirnos, nos da a conocer la meta: llegar a estar en la presencia del Padre, en el Cielo. Nuestra mejor motivación, Dios mismo.
El Cielo está al alcance de todos, para ello tenemos que aceptar la redención de Cristo, pues ella nos revela que en nuestro caminar, no estamos solos, sino que DIOS, QUE ES AMOR, nos acompaña. Así, la seguridad de que no estamos solos, que Dios nos acompaña, al tiempo que nos da seguridad y nos fortalece, nos reta para que en el amor le respondamos y perseveremos hasta alcanzar el Cielo.
Hemos escuchado que “las cosas acaban hasta que se acaban”, sin embargo, los católicos sabemos que, en el caso del ser humano, su vida no se acaba con la muerte, sino que continúa hasta la eternidad, en el amor de nuestro Padre Dios.

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
En particular en los países desarrollados, las personas han puesto “su felicidad” y fuente de motivación en la seguridad que les proporcionan las cosas materiales, de tal modo que incluso, para conservarlas y que les duren más tiempo han optado por no tener hijos. Las crisis económicas que en el mundo se van dando de manera recurrente les ponen a temblar porque su bienestar, en el que había puesto su confianza, se pone en riesgo. Por otro lado, ellos van percibiendo como cada vez se van haciendo más viejos y consideran que el prolongar su vida no tiene sentido y algunos van proponiendo la eutanasia como solución, ¿para qué vivir sino he amado y opté por no tener hijos e incluso a alguno(s) los aborté? ¿Para qué vivir si en lugar de tener un cónyuge me quede sólo en relaciones pasajeras? ¿Para qué vivir si en lugar de familia tengo soledad? ¿Para qué vivir si no tengo a Dios en mi vida y siempre que tocó a la puerta de mi corazón, lo rechacé? ¿Para qué vivir si ya anciano estoy en soledad? Estas y otras más interrogantes se hacen aquellos que habiendo rechazado el amor de Dios y su Plan de Salvación, se han quedado sin la “Esperanza que Salva” (Rom 8,24), Jesucristo nuestro Señor.
Lo anterior y otras situaciones más, son expresiones de la “cultura de la muerte”, que se extiende y consolida cuando el hombre aparta a Dios de su vida.

JUZGAR
Primer Domingo de Adviento. Hoy inicia el “Adviento”, tiempo litúrgico que nos invita a prepararnos para el Nacimiento de Cristo, que pone en nuestro corazón infinidad de motivaciones para seguir adelante y ser felices a pesar de las dificultades o problemas que pudiéramos tener.
Más allá del boato, al que la propaganda consumista nos invita y sumerge, está el centro de nuestras celebraciones navideñas: Jesucristo nuestro Señor.
Estemos alertas y velemos, para que la alegría de la Navidad no nos la quiten los infortunios y problemas que se nos pudieran presentar, sino que disfrutemos con gozo, la presencia del “Emmanuel” (Dios con nosotros).
Despertemos y démonos cuenta que lo mejor de nosotros mismos está en nuestro interior y no en el boato exterior, por lo mismo, para estar alertas, aprovechemos el Adviento para profundizar nuestra relación con Dios, con nosotros mismos, con los demás y con el mundo de cosas y situaciones que nos rodean. Así, la Noche de Paz, no será sólo “un instante” o “una obligación molesta” para “gastar dando regalos” y “conviviendo con quien no amo”, sino una excelente oportunidad para compartir mi fe y la mejor de las motivaciones pues “Dios está aquí y me ama” y por eso, con una sonrisa sincera, a todos podré decir “Dios está aquí y nos ama”. En la Navidad, nos reunimos en torno a Él, para que nos dé su paz.
Recuerda, en todo cumpleaños, el centro de la reunión es el festejado, por lo mismo el centro de la Navidad es Jesucristo y no la comida, la bebida ni los regalos. Si en el día de la Navidad, no tienes grandes regalos ni exquisitos manjares, incluso si por alguna razón estás solo o en el cuarto de un hospital, no te preocupes, Jesús es fiel a su Palabra y llega al corazón de todos los hombres de buena voluntad. Cristo quiere nacer en tu corazón.
Mantente en vela y alerta, no adormecido. Recibe en tu corazón y familia, al Señor que viene, al Señor que llega para darte su perdón, su amor, su paz, porque Él se da totalmente a Sí Mismo, para ti, para habitar por siempre en ti, en tu hogar y en el mundo entero.
Es válido que te diga desde ahora, si estás despierto(a), alerta y en vela: ¡FELIZ NAVIDAD!
Quienes han eclipsado la presencia de Dios en sus vidas y han dejado que el consumismo y la cultura de la muerte se enseñoreén en sus corazones, no entienden la alegría profunda de la Navidad y se quedan solo en el bullicio exterior. Tu procura que en tu celebración navideña no falte la auténtica alegría y el amor que brotan de quien se sabe amado(a) por Dios y lo comparte con los demás.
La Navidad es una fuerte llamada de atención para los promotores de la Cultura de la Muerte. En lo que hemos comentado se nota la diferencia de dejar que Dios se eclipse en nuestro corazón a permitir que Jesús con su Nacimiento, ilumine nuestra existencia y nos inserte de lleno en la Cultura de la Vida y la Civilización del Amor.
ORAR
Señor, tú sabes que fácil me distraigo, a veces soy como un niño que yendo tras los dulces, los colores, la música, me olvido del lugar al que me dirijo, en otros momentos, soy como la persona que se queda paralizada ante los problemas. Así, en cosas que se pasan, me voy gastando yo, cuando lo esencial es estar en Ti. Es decir, realizarme reconociéndome amado por Ti y sirviendo a los demás por amor a Ti. Gracias por este tiempo litúrgico del Adviento, tiempo que quiero aprovechar para prepararme para la Navidad. Ayúdame a estar atento a tu presencia y a tu palabra, ayúdame a tener un corazón limpio, abierto para Ti y mis hermanos. Tú lo sabes, Señor, en todo quiero hacer tu voluntad y no quiero desaprovechar esta oportunidad.
ACTUAR
Estemos en vela y no recibamos descuidadamente al “Señor, Jesús, que viene”. Preparemos su celebración. Perdonemos a quienes nos han ofendido, pidamos perdón a los que hemos ofendido. Ayudemos a los más necesitados. Hagamos oración. Acerquémonos a confesar y además de no faltar a nuestra Misa Dominical. Con entusiasmo participemos en la Misa de Navidad.

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx
“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

viernes, 25 de noviembre de 2011

¡Porque los amamos!


Acompáñanos el 3 de diciembre, a la peregrinación que organiza Derechos del Concebido A.C., como parte del festejo por el Día Mundial de los Derechos del Concebido (8 de diciembre). Pediremos a Dios por las mujeres embarazadas y festejaremos el don de la vida.
La cita es a las 9:30 am en la ex-glorieta de Peralvillo.
Te esperamos

Meditación del 26 de noviembre del 2011

11-11-26. Sábado 34ª

MANTENTE ALERTA, NO TE DEJES ADORMECER

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 21, 34-36: «Estén alerta, para que los vicios, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida no entorpezcan su mente, y aquel día los sorprenda desprevenidos: porque caerá de repente como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra. Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer ante el Hijo del hombre».

I.- ENSEÑANZA BREVE:
Hoy el Señor Jesús, nuevamente nos invita a estar alertas, a estar despiertos. El Señor Jesús, lo dijo “mi Reino no es de este mundo”(Jn 18,33.37). También oró por nosotros diciendo “no te pido que los saques del mundo, sino que los protejas” (Jn 17,15).  Él mismo experimentó el rechazo y nos previno; “si esto hacen con el leño verde, qué no harán con el seco” (Lc 21,31).
En el mundo plural en que vivimos, no sólo existen diversas culturas y modos de vivir, sino también diversas religiones. El modo de vivir de los católicos genera también una cultura que vive en relaciones con otras, en las que “incide” y con las que se “contamina”. El ejemplo más claro lo tenemos con el nombre y la imagen del Obispo San Nicolás de Turquía, quien muere en el siglo IV y cuya devoción se extiende por el mundo entero y es traída a América del Norte por migrantes holandeses. Su popular devoción e imagen, a partir de 1930 es utilizada por una empresa refresquera que transforma su nombre en “Santa Claus”, que conserva el color rojo de su vestimenta episcopal, cambia la mitra por el gorro rojo, desaparece el pectoral episcopal y de Turquía, traslada su casa habitación al Polo Norte. Pronto, no solo la empresa refresquera, sino también otras empresas, comercializan su imagen para la venta de infinidad de productos en el tiempo del “Merry Chrismas” o Navidad.

Hoy la misma empresa refresquera, para no utilizar ningún símbolo que recuerde al cristianismo utiliza a unos osos y habla de la “magia”. No de la “magia de la Navidad”, que de por sí no es un término adecuado, si no de la “magia”. Para otras empresas, también de corte internacional, ya no es el “Merry Chrismas”, sino el “Happy Holidays” (felices vacaciones). Ya no es: “celebremos el nacimiento del Hijo de Dios, dando como Dios nos da” sino “gastemos por gastar, pues es tiempo de comprar”. Además, podemos afirmar que estas acciones, en el mundo occidental, son expresión del neopaganismo que rechaza todo símbolo cristiano y que promueve todo tipo de expresión religiosa no cristiana e incluso diversos cultos esotéricos y “astrales”. Cabe también señalar otra incongruencia, pues además estas campañas separan el motivo original de compartir, olvidándose incluso que de la celebración del nacimiento de Jesucristo, surgen “el aguinaldo”, “el dar regalos” y la “cena de Navidad”.
Para el católico la exhortación de estar alertas, no es para el pasado, sino de profunda actualidad, para valorar lo auténtico de la Navidad y del cristianismo y no dejarnos “adormecer” ni “embrutecer” por los condicionamientos del mundo actual.
¡Mantente alerta, no te dejes adormecer!

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
La celebración del Nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios, está ya próxima y para el comercio y los publicistas es la oportunidad de “adormecer” a la población en general con el bombardeo de publicidad de todo tipo, que invita a gastar, y meterse en la vorágine de sensaciones que se pueden experimentar y compartir, a través de la compra de infinidad de productos que han de servir para “lucirse”, “presumir”, endeudarse, emborracharse y excederse en todo tipo de placeres. Comida, bebida, droga, sexo, etc. ¿Es este el verdadero sentido de la Navidad?
Podemos actualizar las palabras de Jesús, diciendo que Él nos exhorta para que nuestra inteligencia, libertad y voluntad, no sean entorpecidas por los vicios del beber, del comer y de gastar, ni por las preocupaciones posteriores de “cómo pagar” o “cómo resolver las relaciones dañadas” por nosotros mismos, a causa de nuestros excesos.

JUZGAR
En la Navidad, celebramos el Nacimiento del Hijo de Dios. El mejor regalo que Dios nos pudo haber hecho, pues ha venido a Salvarnos y en torno a Él, nos unimos las familias y la humanidad entera. Incluso recordemos cómo, en años pasados, en el día de la Navidad, en zonas de conflicto se llegaron a suspender ataques y bombardeos.
Para mantenernos alertas ante el Nacimiento del Salvador la Iglesia nos invita a prepararnos con anticipación a través del Tiempo Litúrgico del Adviento, que inicia cuatro domingos antes del 25 de Diciembre y nos propone diversas acciones para suscitar y fortalecer la fe y la unidad familiar y entre los hombres.
Así contamos con la “corona de Adviento”, ante la que se ora, de preferencia en familia, antes de tomar los alimentos.
También contamos con el “Nacimiento y/o el Arbolito de Navidad”, lo mismo que el “novenario” que inicia el 16 de diciembre y del que surgen “las posadas”. Por cierto, no te preocupes si no vas a muchas de ellas, sin embargo procura que en esos nueve días, no te falte un momento de oración, de preferencia en familia, para que puedas preparar tu corazón al Nacimiento del Niño Jesús.
Si te das cuenta, estas actividades apenas si cuestan algo, pero los beneficios son muchos, pues te invitan a la oración y junto con ella te fortalecen en la fe y te permiten compartirla de una manera muy bella y plástica, a través de las velas, los adornos y las imágenes. Estas acciones, en su conjunto, además alegrarán tu corazón y propiciaran la convivencia e integración familiar.
Por otro lado, la liturgia, tanto en la Misa Dominical como en la Misa Diaria, nos proporciona hermosas y profundas lecturas bíblicas, que nos ayudan a prepararnos mejor y a estar alertas, ante el nacimiento del Hijo de Dios, para recibirlo mejor. ¡Mantente alerta, no te dejes adormecer!
ORAR
Señor, Jesús, cada día debo estar alerta para recibirte. Muchas cosas me distraen y me llenan de angustia. Gracias porque Tú no te olvidas de mí. Concédeme durante el Tiempo Litúrgico del Adviento, ponerme todos los días en los dinteles de mi corazón, para buscarte y encontrarte cada día en mi oración y en el hermano, en particular en el más necesitado a quien en tu nombre ayudaré.
ACTUAR
Tanto en internet como en librerías católicas puedes conseguir material que te ayude a vivir mejor las propuestas espirituales del Tiempo de Aviento y de Navidad.
Para fortalecer la fe y la unidad en la familia, procuraré invitarlos para que además de ir a Misa los domingos, si es posible, tengamos la Corona de Adviento y recemos juntos al bendecir los alimentos. Al poner el Nacimiento y/o el Árbol de Navidad, invitaré a que me ayuden, lo mismo si pongo algún otro adorno o arreglo. Si es posible del 16 al 24 de diciembre haremos alguna oración especial. Etc.
No se trata de gastar, sino de estar unidos a Dios y de convivir. ¡Mantente alerta, no te dejes adormecer!

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx
“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

NOTA: En la Iglesia llevamos, casi en paralelo, el Año Civil y el Litúrgico. El Año Civil inicia el 1 de enero y termina el 31 de diciembre. El Año Litúrgico inicia el Primer Domingo de Adviento y concluye el sábado posterior a la festividad de Cristo Rey.
El Año litúrgico está dividido de la siguiente manera y cada temporada se distingue por un color, que señalo entre paréntesis ( ). Adviento (morado), Navidad (blanco), Ordinario (verde), Cuaresma (morado), Pascua (blanco) Ordinario (verde). Como vemos el Tiempo Ordinario está contemplado en dos etapas, que comprende, por lo regular, 34 semanas. Aunque se llama “Tiempo Ordinario”, no es un tiempo litúrgico menor, pues nos recuerda que “lo ordinario es que el creyente busque la santidad”.

La Navidad inicia el 24 de diciembre por la noche y concluye el domingo del Bautismo del Señor.
Las Lecturas Diarias de la Misa, siguen el esquema de “Años Pares” y “Años Nones” (estamos por iniciar años pares 2011) y las Lecturas de las Misas Dominicales se mueven según el Ciclo “A”, “B” y “C”. Estamos por iniciar el Ciclo B

Meditación del 25 de noviembre del 2011

11-11-25. Viernes 34ª

YO, CONSTRUCTOR DEL REINO DE DIOS

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 21, 29-33: En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos esta comparación: «Fíjense en la higuera y en los demás árboles: cuando ven que empiezan a dar fruto, saben que ya está cerca el verano. Así también, cuando vean que suceden las cosas que les he dicho, sepan que el Reino de Dios está cerca. Yo les aseguro que antes de que esta generación muera, todo esto se cumplirá. Podrán dejar de existir el cielo y la tierra, pero mis palabras no dejarán de cumplirse».

I.- ENSEÑANZA BREVE: ¿Cómo puedo asegurarme que Dios está cerca de mí, si no lo veo? Ciertamente, tampoco veo el oxígeno que está en el aire, que entra en mi interior, a través de los pulmones y me recorre, dando vida a cada célula de mi cuerpo, Sin el oxígeno, yo no podría vivir y aunque no lo veo, claro que existe. Sin él me asfixiaría y moriría. (Por cierto, el cuerpo de un adulto puede tener entre 10 y 50 billones de células. Billón = millón de millones =  1000'000'000'000 = 1 x 1012).
Lo que existe, existe porque Dios lo ha creado. Todo lo creado tiene sustento en Dios, aunque a Él, yo no lo vea. Yo, con los billones de células y millones de funciones químicas que diariamente se realizan en mí, aunque no lo crea, no lo sepa, ni me dé cuenta: SOY UNA MARAVILLA DE DIOS.

II.- VER - JUZGAR  -ACTUAR
VER
Hoy como nunca, se habla de Derechos Humanos y sin embargo, nunca como antes se habían violentado tanto, ya no sólo a través de las guerras, asesinatos, secuestros, trata de personas, explotación humana, etc. sino sobre todo y con una saña mayor y gran perversión, cuando se desvirtúa el sentido de las palabras y a través de conceptos ideológicos, se pretende desconocer la ley natural. Quienes optan por este camino no reconocen la posibilidad de conocer la verdad que la realidad lleva grabada en sí misma. Así, desplazando la Declaración Universal de Derechos Humanos, se pretenden imponer “derechos particulares”, para desconocer el derecho a la vida, desde la concepción, de todo ser humano; negar la dignidad del matrimonio sustentando en la unión de un hombre con una mujer y rechazar la dimensión unitiva y la procreativa de la relación sexual humana, reconociendo y exaltando sólo la dimensión de placer.

JUZGAR
El Reino de Dios es verdad, justicia, amor y paz. No es añoranza ni utopía, sino deseo y derecho, de verdad y de justicia, que son valores que dan sustento al derecho humano y consolidan las relaciones humanas. Es urgente y necesario que por encima del sentido ideológico, se retome el sentido real de las palabras, de tal manera que en lugar de acuñar “nuevas definiciones”, para imponer nuevos patrones de conducta, se respete la verdad que emana de la ley natural y retomemos el camino de la verdad.
Ciertamente, los promotores de los conceptos ideológicos están posicionados en altas esferas de organismos internacionales como la ONU, la UNESCO y la UNICEF y en las esferas gubernamentales de salud y educación, además de los medios de comunicación social; sin embargo, no podemos renunciar a nuestro deber y derecho de proclamar y difundir la verdad. No hacerlo, sería no sólo un error sino caer en complicidades. Una mentira por más que se repita, jamás será verdad, pero genera duda e inseguridad.
El Reino de Dios es verdad, justicia, amor y paz. Este Reino está en el corazón de todos los que hemos recibido a Jesucristo en nuestro corazón y en todo hombre y mujer de buena voluntad que sabe oír la voz de su conciencia y la sigue. Nosotros, en cuanto bautizados y razonables, tenemos un compromiso con la verdad y el desarrollo integral de toda persona. Por eso no podemos quedarnos callados ante la mentira y debemos levantar nuestra voz, aunque parezca que nadie la oiga. Seguramente que si ponemos atención y estamos atentos a lo que oímos, pronto podremos escuchar las voces de otras personas, que como nosotros buscan y defienden la verdad. Este escuchar al otro y buscarlo es importante porque podremos unir nuestras voces y dialogando entre nosotros encontraremos los elementos para que nuestra voz resuene más alto. Si no conseguimos nuestro objetivo hoy, habremos dado ejemplo para que otros, perseverando y continuando lo que ahora sembramos, logren lo que no hubiéramos podido hacer a favor de la verdad.
Para la consolidación del Reino de Dios, contamos con el testimonio de los santos y el “Compendio de Doctrina Social de la Iglesia”.
Nos anima el testimonio de los santos, los cuales, desde su realidad lograron que la fe se expandiera y la humanidad creciera en la verdad, en la construcción del Reino de Dios. Ahí tenemos el ejemplo de san Pablo, de san Agustín, de santa Isabel de Hungría, de santo Tomás de Aquino, de santa Clara, de san Juan Diego, de Marcelino Champagnat, de san Juan Bosco, de san Juan Francisco de la Salle, de Miguel Agustín Pro, del Padre Pío, de Teresa de Calcuta, de Juan Pablo II, de Madre María Inés Teresa y mucho más. Ahí debe estar nuestro nombre y ahí estará, si trabajamos por el Reino de Dios.
Para construir el Reino de Dios es importante saber que: a.- El Bien Común. b.- El Destino Universal de los Bienes. c.- La Subsidiaridad. d.- La Participación. e.- La Solidaridad; son los principios sociales de la Doctrina Social de la Iglesia y que sus valores son: 1. La Verdad, 2.  La Libertad y 3. La Justicia.
ORAR
Tú Señor me has creado por amor y me cuidas. Esperas que yo dé los mejores frutos, con las cualidades que me has dado. Yo no las he desarrollado al máximo ni he sabido ponerlas al servicio de los demás, como los santos, pero aún tengo tiempo de hacer algo, ayúdame a utilizar los medios que Tú me das, a través de la Iglesia con sus instancias sociales y en el estudio del “Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia” .
ACTUAR
Hoy procuraré adquirir el “Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia” para profundizar entre otros temas sobre: El amor de Dios y su designio de amor sobre el hombre, Jesucristo expresión de ese designio de amor, la Persona Humana y su Misión de la Iglesia, la Persona Humana y su dignidad, los derechos humanos, la familia, célula vital de la sociedad, el matrimonio, el trabajo humano, la economía al servicio del hombre, el fundamento y el fin de la comunidad política, el sistema de la democracia, las relaciones Iglesia-Estado, la cooperación internacional para el desarrollo, la responsabilidad común de preservar el medio ambiente, la DSI y la acción eclesial, la cultura y los medios de comunicación social.


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“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

jueves, 24 de noviembre de 2011

Video realizado por Comunicación con Criterio, por mi cumpleaños

Meditación del 24 de noviembre del 2011

11-11-24. Jueves 34ª

CRISTIANOS PROACTIVOS

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 21, 20-28: En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando vean a Jerusalén sitiada por un ejército, sepan que se aproxima su destrucción. Entonces, los que estén en Judea, que huyan a los montes; los que estén en la ciudad, que se alejen de ella; los que estén en el campo, que no vuelvan a la ciudad; porque esos días serán de castigo para que se cumpla todo lo que está escrito. ¡Pobres de las que estén embarazadas y de las que estén criando en aquellos días! Porque vendrá una gran calamidad sobre el país y el castigo de Dios se descargará contra este pueblo. Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que se cumpla el plazo que Dios le ha señalado. Habrá señales prodigiosas en el sol, en la luna y en las estrellas; en la tierra las naciones se llenarán de angustia y de miedo por el estruendo de las olas del mar; la gente se morirá de terror y de angustiosa espera por las cosas que vendrán sobre el mundo, pues hasta las estrellas se bambolearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube, con gran poder y majestad. Cuando estas cosas comiencen a suceder, pongan atención y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación».

I.- ENSEÑANZA BREVE: Acabo de ver un comercial muy interesante. Un niño menor de 10 años, está molesto porque no llega el día de Navidad. Se manifiesta malhumorado en contra de sus papás, de su hermano y compañeros de escuela. Conforme se acerca el día su impaciencia es mayor, no deja de mirar el reloj. Por fin, el 25 por la mañana se despierta y se levanta rápidamente, lleno de alegría, pasa al lado de los juguetes y regalos que le dejaron al pie de la cama. Abre la puerta de su closet, saca una caja de él, y después se dirige a la habitación de sus padres, para darles su regalo y desearles Feliz Navidad. Este comercial, recuerda la enseñanza de Jesús, “Hay mayor alegría en dar que en recibir” (Hech 20, 35). Y esto, en relación al texto bíblico que hoy reflexionamos, me invita a ser consciente que no tengo que esperarme a que ocurran desastres para hacer el bien. Cada día es una oportunidad para hacer el bien. Hoy procuraré hacer el mayor bien posible. Mi propia muerte y el fin del mundo, ocurrirán cuando tengan que ocurrir y no tengo por qué esperarlos con terror o angustia, sino que, en el nombre del Señor Jesús, cada día, alegre y proactivamente, haré lo que me toque hacer, para el bien de mis hermanos y mayor Gloria de Dios.

II.- VER - JUZGAR  -ACTUAR
VER
Cuánta gente vive triste y desilusionada, y pasa su vida sin saber qué hacer. Su existencia es muy pasiva, en espera que algo o alguien haga algo para solucionar su situación o los problemas del mundo. Hay otros que se la pasan quejándose de todo y hay quien viven en contra de todo y de todos, algunos, incluso, actuando agresivamente.
También hay muchos, y parece que cada día aumentan más, que piensan que fuerzas ocultas nos dominan o que algunos “iluminados”, “videntes” o “esotéricos” tienen “poderes” o “contactos” y reciben “profecías” que señalan que el fin del mundo se aproxima.
Lo grave de esta situación es cuando personas católicas de buena fe, son presa de estos engaños, pues se acercan a estos “videntes” que acaban de recibir “la última revelación o mensaje de Jesucristo, de la Virgen, de algún santo”, así como el último dato de las herejías, errores o divisiones de la Iglesia, etc. Y claro, no puede faltar el que “se identifica a los malos sacerdotes porque se oponen”  lo que ellos dicen. Así, sin darse cuenta y confundidos, son presa de grupos sectarios que mezclan “verdades a medias” con mentiras y errores doctrinales, que no siempre son fáciles de identificar, por quien no tiene una buena formación religiosa.
No deja de llamar la atención el que la mayoría de estas personas en lugar de tener paz en sus corazones, empiezan a vivir llenas de angustia y de temor. Ya no es el amor de Dios, sino “el miedo”, “el temor a su ira” lo que les lleva a actuar. En ocasiones, algunas personas son muy sensibles a este tipo de grupos, por su afán “inconsciente” de pertenencia a “algo” o a “alguien”. También hay quienes “inconscientemente” pretenden distinguirse de sus conocidos, sintiéndose “privilegiados” por “tener un conocimiento” que los demás no tienen.

JUZGAR
Jesús ha venido a hacer libres. Por eso el cristiano es libre y liberador, cuando se rige por la Verdad. La Verdad que los católicos anunciamos, nunca es personal, es de la Iglesia y por lo mismo tenemos que ser muy respetuosos de Ella y tenemos que reconocer con humildad nuestras limitaciones para comprender todo el Misterio del Amor de Dios y de la Salvación revelado por Jesucristo y depositado por Él en la Iglesia. La Iglesia, a lo largo de los siglos ha conservado esta enseñanza, la ha compartido y ha aprendido de ella, creciendo en su vivencia a través del estudio y del testimonio de los santos y todo esto ha quedado plasmado en gran cantidad de documentos que han ido siendo valorados y aprovechados por los obispos y Papas, en Cartas, Exhortaciones, Encíclicas, etc. Por lo mismo, guía segura de la Verdad y de la fe, siempre será la enseñanza de la Sagrada Escritura, la Voz del Papa y del Magisterio de la Iglesia, compartido por los Obispos y concentrada, entre otros documentos, en el Catecismo de la Iglesia Católica y el Compendio de Doctrina Social de la Iglesia. Por lo tanto, más que procurar estar “en el último grito de las apariciones, profecías o videntes” debo ir por la guía segura de las apariciones y videntes aprobados por la Iglesia.
En el mundo hay muchas cosas que están mal y que pueden estar peor. El católico no puede quedarse indiferente ante eso, sino que con la fuerza del amor de Jesús, día a día ha de esforzarse en hacer este mundo mejor y llevar a todos, o a los más posibles, hacia Dios. Por lo mismo, también ha de tener la suficiente capacidad para discernir y distinguir, en medio de tantas “ideas y experiencias”, supuestamente místicas, la enseñanza sólida de la Iglesia y dejarse guiar por ella.
Por otro lado y dado que la Verdad es la que ilumina la inteligencia del católico y es el Amor lo que mueve su voluntad, nunca será válido que la mentira, el miedo o el temor sean los motores de su acción. Dado que su faro ha de ser la Verdad y el amor su impulso, para el católico tampoco la pasividad es una actitud apropiada. Hoy se habla de quienes son pasivos, reactivos y proactivos. Los primeros simplemente esperan a que las cosas sucedan y les da lo mismo si ocurren o no. Los segundos, actúan solo si las cosas ocurren y si afecta sus intereses. Los proactivos, son los que se esfuerzan para que las cosas buenas sucedan.
Hay quienes piensan que la vida ha de darle colorido a su existir, el católico tiene que estar consciente de que él está para darle color a la vida. Como un amigo, que cuando le preguntaban ¿cómo te pinta la vida? Siempre respondía: “No, ella no me da color, soy yo quien la pinto”. El cristiano, a partir de su experiencia de Dios y su encuentro personal con Jesucristo es proactivo. Él no sólo espera que el Reino de Dios llegue, sino que trabaja, en su aquí y ahora, para que el Reino de Dios se haga presente en su vida, en su familia y en los ambientes donde realiza la vida. El cristiano al rezar todos los días el Padre Nuestro, pide que “venga a nosotros” el Reino de Dios y de esa manera manifiesta su compromiso de hacer este mundo mejor y pide la Gracia para hacerlo. Por eso y debido a los cristianos proactivos, la Iglesia Católica, a lo largo de los siglos, ha influido positivamente para el desarrollo de la humanidad.
ORAR
Tú Señor Jesús, eres el único Salvador. Te pido derrames sobre mí la Gracia del Espíritu Santo para que Él me purifique, renueve, sane y santifique. Espíritu Santo, ilumina mi entendimiento para buscar y encontrar la Verdad. Orienta mis motivaciones hacia la Gloria del Padre y el bien de mis hermanos para que mis intereses sean los de Jesús. Fortalece mi voluntad para rechazar el mal y persevere haciendo el bien. Amén.
ACTUAR
Revisaré mis motivaciones de tal manera que cada vez se adecúen más a los intereses de Jesús e iluminada mi inteligencia con la Luz del Espíritu Santo haré a un lado “las creencias” que no son parte de mi fe como católico, con la Gracia divina evitaré andar creyendo todo tipo de engaños y con la Fortaleza de Dios, trabajaré proactivamente para hacer presente el Reino de Dios en el mundo.

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“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. M. María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Meditación del 23 de noviembre del 2011

11-11-23. Miércoles 34ª

DARÉ TESTIMONIO VALIENTE DE MI FE

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 21, 12-19: En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Los perseguirán y los apresarán, los llevarán a los tribunales y a la cárcel, y los harán comparecer ante reyes y gobernantes por causa mía. Con esto ustedes darán testimonio de mí. Grábense bien que no tienen que preparar de antemano su defensa, porque Yo les daré palabras sabias, a las que no podrá resistir ni contradecir ningún adversario de ustedes. Los traicionarán hasta sus padres y hermanos, sus parientes y amigos. Matarán a algunos de ustedes, y todos los odiarán por causa mía. Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá. Si se mantienen firmes, conseguirán la vida».

I.- ENSEÑANZA BREVE: En esta ocasión expongo algunos textos tomados de un documento del siglo II, titulado “Acta del martirio de San Policarpo de Esmirna”. En el año 155 d.C., San Policarpo, obispo de Esmirna fue llevado ante el procónsul quien le quiso hacer apostatar presentándole argumentos sobre el dolor que sufriría. El obispo respondió: “Ochenta y seis años ha que le sirvo (a Jesucristo) y jamás me ha hecho mal; al contrario, me ha colmado de bienes, ¿cómo puedo odiar a Aquel a Quien siempre he servido, a mi Maestro, mi Salvador, de quien espero mi felicidad, al que castiga a los malos y es el vengador de los justos?”. Ante la insistencia del procónsul, Policarpo señaló: “Por qué pretendes hacerme jurar por la fortuna del César? ¿Acaso ignoras mi religión? Te he dicho públicamente que soy cristiano, y por más que te enfurezcas, yo soy feliz. Si deseas saber qué doctrina es ésta, dame un día de plazo, pues estoy dispuesto a instruirte en ella si tú lo estás para escucharme”. También añadió “A tu autoridad es a quien debemos obedecer, mientras no nos mandes cosas injustas y contra nuestras conciencias. Nuestra religión nos enseña a tributar el honor debido a las autoridades que dimanan de la de Dios y obedecer sus órdenes”.

Ante la amenaza de que sería arrojado a los leones, el anciano, respondió: “Vengan a mí los leones y todos los tormentos que tu furor invente; me alegrarán las heridas, y los suplicios serán mi gloria, y mediré mis méritos por la intensidad del dolor. Cuanto mayor sea éste, tanto mayor será el premio que por él reciba. Estoy dispuesto a todo; por las humillaciones se consigue la Gloria”. Ante su valor, el testigo de Cristo fue amenazado con ser quemado, por lo que respondió: “Me amenazas con un fuego que dura una hora, y luego se apaga y te olvidas del juicio venidero y del fuego eterno, en el que arderán para siempre los impíos. ¿Pero a qué tantas palabras? Ejecuta pronto en mi tu voluntad, y si hallas un nuevo género de suplicio, estrénalo en mi”. Mientras Policarpo decía estas cosas, de tal modo se iluminó su rostro de una luz sobrenatural, que el mismo procónsul temblaba. Luego gritó el pregonero por tres veces: "Policarpo ha confesado que es cristiano".
Dice el documento que comentamos, que San Policarpo, llevado ante sus verdugos, colocado en medio de leños, después de orar, fue “puesto fuego a la hoguera, levantándose las llamas hasta el cielo”.

¿Tú y yo seríamos capaces de dar un testimonio similar al de Policarpo? SÍ, si confiamos en Dios, pues Él es fiel a su Palabra. Sin embargo, hay que reconocer que lo más seguro, es que confiando más en nuestros medios y movidos por el miedo y el qué dirán, frecuentemente, aún en cosas y detalles sencillos, abandonemos a Jesús y sus enseñanzas. Por eso hemos de destacar, aún más, la confianza que Dios ha depositado en cada uno de nosotros, para que en lugar de quedarnos en la derrota o en la tristeza por haberle fallado, nos acojamos a Su Misericordia y levantándonos de nuestro error, fortalecidos por el Espíritu Santo, día a día, demos testimonio de nuestra fe.

II.- VER - JUZGAR  -ACTUAR
VER
Fácilmente se puede constatar la falta del testimonio de infinidad de católicos que, temerosos y avergonzados de su fe, renuncian a ella y a los principios que de ella dimanan. Así nos encontramos con legisladores que por encima de la verdad y de la justicia, aprueban leyes contrarias a su conciencia. También hay comunicadores que “se dicen católicos” y que sin embargo, en sus notas se manifiestan no sólo contrarios a la Iglesia, sino incluso “amarillistas”. También hay empresarios que siendo católicos, son incapaces de ayudar a obras en las que participa la Iglesia, porque hay que respetar “los principios laicistas” de las empresas y por eso en lugar de la Navidad se prefiere hablar de la “magia” o de los “holidays”, de los “osos”, los “renos”, los “ratones” y poner signos y enviar mensajes invernales pero no religiosos. Indudablemente que no faltan responsables en la educación que basándose en supuestos criterios que señalan que la educación debe ser “laica” y “científica”, no tienen empacho en difundir teorías basadas en principios ideológicos, y por lo mismo falsos, que distorsionan y deslucen el sentido pleno de la sexualidad humana. Por otro lado, y desafortunadamente, existe también el mal testimonio de algunos sacerdotes en diversos ámbitos y la confusión que algunos otros generan, cuando valiéndose de su investidura religiosa pretenden presentar como verdaderas sus posturas personales, aún cuando sean contrarias al Magisterio Pontificio y Episcopal, que es el de la Iglesia.
Cuando descendemos a niveles de la vida ordinaria, los anti-testimonios aumentan: relaciones fuera del matrimonio, divorcios, violencia intrafamiliar, abortos, incluso asesinatos, supersticiones y todo tipo de ilícitos cometidos por católicos.

JUZGAR
Ante lo señalado, ¿Ya no existen, católicos capaces de dar testimonio de su fe? Claro que sí y somos mayoría. Sin embargo tenemos que abrir aún más nuestro corazón a la Gracias del Espíritu Santo, para que el valor que Él nos da, se note con mayor claridad en nuestra vida.
Si hablamos de los malos políticos, no podemos dejar de reconocer a los que se esfuerzan por servir a su país, ni tampoco podemos dejar de mencionar a los comunicadores y educadores que fieles a sus principios cristianos, aún a contracorriente, ponen lo mejor de sí, para propagar la verdad. Por lo que se refiere al campo sacerdotal y de la vida religiosa, ante los errores de unos cuantos, podemos hablar de cientos de miles que en el mundo entero, dan testimonio de servicio e incluso de santidad. En cuanto, a la vida diaria, propia de los laicos, hay que destacar la multitud de actos, alguno de ellos, verdaderamente heroicos que día a día son realizados gracias al esfuerzo de cada padre, madre, hijo, hija, hermano(a), católicos, que independientemente de la edad, hacen presente a Cristo en el mundo de la infancia, de la adolescencia, de la juventud, la edad madura y entre los ancianos, tanto en la familia, como en la parroquia, en el trabajo, el voluntariado, la asistencia social, la educación, etc.
Somos más lo que hacemos el bien, pero a la mayoría nos hace falta ser valientes y audaces, no sólo para compartir nuestros valores, sino incluso para defenderlos y propiciar que ellos se manifiesten en todos los ámbitos de la vida diaria.
Oigamos la voz del ahora beato: “¡Pueblos todos, abran las puertas a Cristo! Su Evangelio no resta nada a la libertad humana” (Juan Pablo II. Redemptoris Missio No. 3). Oigamos la voz de nuestro actual sumo Pontífice: “¡No tengan miedo de Cristo! Él no quita nada, y lo da todo. Quien se da a Él, recibe el ciento por uno. ¡Sí, abran, abran de par en par las puertas a Cristo, y encontraran la verdadera vida!” (Benedicto XVI 05-04-24).
Tenemos que abrir las puertas a Cristo en todas nuestras actividades y tenemos que dejar que el testimonio, de los que creemos en Él, se manifieste. Las nuevas generaciones nos lo exigen, pero también nosotros, si somos capaces de escuchar la voz de nuestro corazón reconoceremos la constante pregunta ¿Y yo qué estoy haciendo para que este mundo sea mejor? ¿Y yo qué hago para que el amor de Cristo realmente impregne mi vida personal y familiar? Ciertamente podemos estar seguros que son muchos, incluso no cristianos, que algo están haciendo para mejorar las cosas. ¿Pero seré capaz de darme cuenta del tesoro que tengo al creer en Jesucristo y por lo mismo el compromiso que tengo para testimoniar y compartir mi fe?
ORAR
Señor Jesús, a través de tu Palabra, de la realidad de quienes te hacen presente a la cabeza de la Iglesia y desde mi interior, me hablas al corazón. Jesús, ¡creo en Ti, aumenta mi fe! ¡Creo en Ti, dame fortaleza para ser testigo tuyo! Tú me invitas a colaborar no sólo para que este mundo sea mejor, sino también para que te conozca y conociéndote alcance la felicidad y la santidad. Señor, no quiero seguir haciéndome sordo(a) a tu voz. Quiero, con la fuerza del Espíritu Santo, ser tu testigo y hacerte presente en todos los ámbitos en los que realizo mi vida, quiero ser tuyo(a), quiero ser santo(a).
ACTUAR
El atleta se hace más fuerte cada día y alcanza el triunfo, gracias a su perseverancia y a que se pone nuevos retos. A partir de hoy, seré más analítico(a) del mundo que me rodea, me esforzaré en conocer más la Palabra de Dios y de asimilar la enseñanza del sumo Pontífice y de mi obispo. Procuraré que todo aquel que se acerque a mí, pueda conocer más a Jesús y guiado(a) por el Espíritu Santo, me esforzaré para que cada acción que emprenda sea exitosa, para mayor bien de mis hermanos y mayor Gloria de Dios.

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx

“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. M. María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

Meditación del 22 de noviembre del 2011

11-11-22. Martes 34ª

CONFIANDO EN EL AMOR DE DIOS

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 21, 5-11: En aquel tiempo, como algunos ponderaban la solidez de la construcción del templo y la belleza de las ofrendas votivas que lo adornaban, Jesús dijo: «Días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando; todo será destruido». Entonces le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto?, y ¿cuál será la señal de que ya está a punto de suceder?» Él les respondió: «Cuídense de que nadie los engañe; porque muchos vendrán usurpando mi nombre y dirán: “Yo soy el Mesías. El tiempo ha llegado”. Pero no les hagan caso. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, que no los domine el pánico, porque eso tiene que acontecer, pero todavía no es el final». Luego les dijo: «Se levantará una nación contra otra y un reino contra otro. En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles».

I.- ENSEÑANZA BREVE: Todos conocemos la fábula del pastorcito que por hacerse notar, en varias ocasiones llamó a los de su casa diciéndoles que venía el lobo y cuando acudía a ayudarlo, él se reía de ellos diciéndoles que todo era una broma. Lo grave fue cuando en realidad vino el lobo y aunque él les llamó, ya nadie le hizo caso.
Así nos puede pasar ante la proliferación de supuestos videntes y de sectas que anuncian desastres, de agoreros esotéricos que anuncia el fin del mundo o medios de comunicación social que difunden supuestas predicciones con tal de tener “raiting” y poder comercializar sus “tiempo aire”.
El Señor Jesús no es así, Él nos invita a no dejarnos engañar, a conocer y experimentar su amor y a mantenernos siempre en su presencia, para vivir cada día confiando en Dios.

II.- VER - JUZGAR  -ACTUAR
VER
Si, como dice el poeta, “todo pasa, nada queda”, en ¿qué poner mi esperanza? Al paso de los siglos podemos contemplar los vestigios de antiguas civilizaciones, en unos años, nuestra civilización también será historia y sólo quedarán vestigios. ¿Valdrá la pena poner nuestra esperanza en lo que pasa? Porque siendo realistas, también nosotros un día seremos historia, habremos dejado este mundo y nuestro nombre podrá estar o no en los libros de la historia. ¿Valdrá la pena tanto afán?
Ante estas realidades no es extraño que algunos digan: “Aprovechemos este tiempo, porque no sabemos qué es lo que pasará cuando muramos”. Para otros, la vida del más allá, será un constante regresar.

JUZGAR
Los que creemos en Cristo, los que conocemos lo que ha pasado con los santos, este tipo de pensamientos y otras ideas que pululan, no son válidos. Nosotros SÍ SABEMOS que es lo que pasará. Nosotros sabemos que un día moriremos y también sabemos que estamos llamados a resucitar, es decir, a vivir plenamente en Dios, gozando de su presencia, viviendo en su amor. Por eso, también sabemos, que no es necesario esperarnos a morir para gozar de la presencia de Dios. Ciertamente, al morir gozaremos plenamente de su presencia, pero en espera de ese futuro, hoy, cada día, porque sabemos que Él nos ama, vivimos confiando en Dios.
La muerte siempre será un misterio, sin embargo en Jesucristo, tenemos la luz, que le da sentido a nuestro vivir y a nuestro morir también. “Si con Él morimos, con Él vivimos”, dice un canto. Por eso y motivados por la fe y el amor, nuestra esperanza es llegar a disfrutar de la presencia plena de Dios, pero nuestra espera, no es pasiva ni mucho menos con temor, sino con la confianza de que, Quien nos ha creado es nuestro Padre Dios; que hemos sido redimidos por la muerte y resurrección de su Hijo, Quien es nuestro hermano y Salvador, y que, Ambos, nos envían al Espíritu Santo, que nos da: Vida Nueva, como anticipo de la Vida Eterna, que un día gozaremos.
Tener esta certeza y experimentar en nuestro corazón, el amor de Dios, es lo que hace que podamos vivir seguros, a pesar de nuestros errores y pecados, a pesar de la maldad de quienes asesinan y secuestran, a pesar de los altibajos de la economía mundial, nacional o familiar, a pesar de los desastres naturales.
Cuando tenemos a Dios en nuestro corazón, el miedo no es el que nos lleva a tomar decisiones. De hecho cuando actuamos por miedo, seguro que nos equivocamos, pues actuamos agresivamente, tratando de defendernos de un peligro, como un mecanismo de defensa.
En el amor no existe el miedo y por lo mismo tenemos paz y serenidad, por eso cuando Dios está en nuestro corazón, podemos razonar y pensar serenamente, para discernir y tomar decisiones en libertad y no guiados por sentimientos de miedo, de angustia o de defensa.
Nosotros sabemos dónde buscar y encontrar a Jesús, pues se ha quedado en la Hostia Consagrada, se ha quedado en la Iglesia, en cada familia y cada corazón, como el tuyo y como el mío, para desde ahí darnos su paz, de tal manera que vivamos confiando en el amor de Dios.
ORAR
Señor, Jesús, tú sabes que aunque digo confiar en Ti, dejándome guiar por mi ignorancia he sido crédulo ante cualquier “charlatán”, “vidente” o “profeta” que en tu nombre anuncia supuestos desastres o el fin del mundo y con ellos, he caído en prácticas supersticiosas. Sabes también que en otras muchas ocasiones, guiado por mi miedo he actuado violenta y tontamente contra los demás. Hoy te pido perdón. Hoy te digo que quiero reconocer que Tú me hablas a través del Papa, los Obispos y los sacerdotes, que viven en plenitud de unión en la iglesia Católica. Libérame Señor de “mis creencias” y ayúdame a vivir confiando siempre en Ti, deseoso de conocer más tus enseñanzas a través de la Biblia, del Catecismo de la Iglesia Católica y del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, en vez de documentos de “iluminados”.
ACTUAR
Hoy procuraré conocer las enseñanzas del Papa a través de www.vatican.va, de noticias de la Iglesia a través de www.zenit.org, www.aciprensa.com, documentación en eclesial catholic.net o blogs  católicos www.pedroagustinrivera.blogspot.com

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“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. M. María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)