jueves, 9 de febrero de 2012

Meditación del 9 de febrero del 2012


LÍBRANOS DEL MAL. AMÉN

12-02-09
Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Tu respuesta es muy importante. Ojalá me envíes respondido, este pequeño cuestionario.  DIOS TE BENDIGA
Hemos concluido la meditación sobre el Padre Nuestro,
¿Fue de tu agrado?   Sí__  No___  ¿En qué te ayudó? ___________________________________
¿Compartiste estas meditaciones?  Sí__  No____ ¿cuántas personas? _____
Impresas_____ vía e-mail  ________   Facebook ________ en grupos de oración _____________
Al principio mandaba una meditación diaria, pero me da la impresión de que las que envío en fin de semana no se leen. ¿Tú que piensas?  ______________________________________________________________
¿Qué sugerencias me haces sobre las meditaciones? ____________________________________

Por si te faltó alguna meditación, las puedes encontrar en:


CONCLUIMOS LA ORACIÓN DEL PADRE NUESTRO. Evangelio (cf. Mateo 6, 9-13 y Lucas 11, 2-4): Padre Nuestro que estás en el Cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el Cielo.
Danos hoy nuestro Pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y LÍBRANOS DEL MAL. AMÉN.

I.- ENSEÑANZA BREVE: ¿Por qué concluimos suplicando “Y líbranos del mal”?
Al pedir ser liberados del Maligno, oramos igualmente para ser liberados de todos los males, presentes, pasados y futuros… En esta última petición, la Iglesia presenta al Padre todas las desdichas del mundo. Con la liberación de todos los males que abruman a la humanidad, implora el don precioso de la paz y la gracia de la espera perseverante en el retorno de Cristo. (Catecismo de la Iglesia Católica. Nos. 2854).
¿Qué significa el “Amén” final?
Con el “Amén” final expresamos nuestro “fiat” respecto a las siete peticiones: “Así sea”. (Catecismo de la Iglesia Católica. Nos. 2865).

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR

VER
En el mundo consumista en el que vivimos, el mal es negocio. La difusión de los desastres y de la maldad del hombre, es buscado por medios de comunicación, que viven de difundir malas noticias, lo suyo es fomentar y explotar el morbo de la gente. El noticiero televisivo o radial, lo mismo que el periódico, son los medios a través de los cuales vamos siendo informados de los males del mundo. La violencia se ejemplifica incluso en series de televisión que tratan todo tipo de crímenes o en telenovelas en donde nunca faltan, uno, dos o más villanos o personas que son puestos como modelos a seguir, a pesar de que su personaje o ellos mismos llevan una vida desordenada. El mal es una industria que vende.
Los desastres naturales son noticias: las sequías, las nevadas, los terremotos, los tsunamis, las inundaciones, etc.
Los errores humanos son noticia: la fuga de contaminantes radioactivos en Chernobyl, derrames de petróleo en el mar, el cambio climático y muchos más
Los maleantes son noticia: Los narcotraficantes, los funcionarios corruptos, los pederastas, los ladrones, etc.
“La “malignidad” humana, se presenta en forma atrayente, seduciendo las mentes y los corazones haciendo perder el sentido del mal y del pecado”. Beato Juan Pablo II.
Líbranos Señor de los males naturales, líbranos Padre de los males producidos por nuestros errores. Líbranos de la maldad humana.


JUZGAR
La expresión “líbranos del mal” en la oración del Padre Nuestro se refiere tanto al “malo” como a los acontecimientos de la vida diaria.
Jesús ha vencido al demonio y en aquellos que estamos bautizados y hemos aceptado a Jesucristo como nuestro Salvador, no tenemos por qué temerle. Sin embargo, nunca falta quien duda o reniega de la fe, por lo que esta petición va en ese sentido. Por otro lado, ya lo señalamos arriba, los efectos de los desastres naturales o provocados por el hombre, nos afectan, lo mismo que las consecuencias de nuestros errores y la maldad del ser humano, por lo que también le pedimos a Dios que nos libre del mal.
Vale la pena destacar que ante los males provocados por la naturaleza, más fácilmente los podemos superar anímicamente al reconocer nuestra fragilidad y pequeñez ante la inmensidad de las fuerzas naturales. También cabe destacar que ante los males producidos por  nuestros errores o pecados, siempre podremos superarlos por el arrepentimiento y que ante los males, producidos por los demás requerimos de la capacidad de perdonar.
De una u otra forma, la petición “líbranos del mal” nos lleva a recurrir al amor misericordioso de nuestro Padre Dios y es como una súplica de que su Reino esté en medio de nosotros. Esta petición, aparentemente no tan importante es sin embargo, como una síntesis del Padre Nuestro, que por otro lado, también nos compromete a poner todo lo que está de nuestra parte para evitar el mal y sobre todo a no ser causante de males para los demás.
Líbranos del mal, es como la expresión del compromiso personal de hacer el mayor bien posible y trabajar en la tarea de evangelizar, es decir de transmitir la Buena Noticia (Evangelio).
Hay quienes procuran ver lo menos posible la televisión, escuchar la radio y leer los periódicos, para evitar “contaminarse” al enterarse de tantas y tan malas noticias. Hay quienes hacen de los medios de comunicación, como el maestro Jorge Santa Cruz o los programas de Comunicación con Criterio, el lugar de la Buena Noticia.

ORAR
Padre al pedirte “no nos dejes caer en la tentación” me reconozco débil y necesitado de Ti, para no caer en el desaliento ni ser parte de los que hacen el mal. Mira Señor que Tú eres mi escudo (Sal 3,4), la roca firme en que me amparo (Sal 18, 1). Si Tú estás conmigo, ¿a quién he de temer? (cf. Rm 8,31). Defiéndeme del enemigo malo y  no permitas, pues, que me separé de Ti.

ACTUAR
Sabiendo que estoy llamado a la Vida Eterna y a ser “buena noticia” para los demás, haré una revisión de mi vida, procurando detectar aquellas actitudes que me llevan a actuar mal y le pediré a mi Padre Dios, que derrame sobre mí su Espíritu Santo y me cubra con la Sangre preciosa de Jesucristo, para que libre del mal, me esfuerce en hacer siempre el mayor bien posible.
Hoy, de manera más consciente rezaré el Padre Nuestro, reflexionando especialmente las palabras “LÍBRANOS DEL MAL. AMÉN.” y procuraré escribir lo que significan para mí. Si es posible compartiré mi reflexión con Mons. Pedro Agustín.

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx

Aparta la fecha para que asistas a la beatificación de la Madre María Inés Teresa del Santísimo Sacramento (21-abril-2012. Basílica de Guadalupe. 11:00 horas).

miércoles, 8 de febrero de 2012

Contigo en la fe (Tema 4)

Tema 4: "La familia creyente"

Meditación del 8 de febrero del 2012


NO NOS DEJES CAER EN TENTACIÓN

12-02-08
Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

VER NOTA al final del texto.

Evangelio (cf. Mateo 6, 9-13 y Lucas 11, 2-4): Padre Nuestro que estás en el Cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el Cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN, y líbranos del mal. Amén.

I.- ENSEÑANZA BREVE:
¿Qué significa “No nos dejes caer en la tentación”?
Pedimos a Dios Padre que no nos deje solos y a merced de la tentación. Pedimos al Espíritu saber discernir, por una parte, entre la prueba, que nos hace crecer en el bien, y la tentación, que conduce al pecado y a la muerte; y, por otra parte, entre ser tentado y consentir en la tentación. Esta petición nos une a Jesús, que ha vencido la tentación con su oración. Pedimos la gracia de la vigilancia y de la perseverancia final (Compendio de la Iglesia Católica. Nos. 596).

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR

VER
El ser humano, cuando renuncia a su capacidad de razonar, para discernir entre el bien y el mal, es presa fácil de todo tipo de tentaciones y dejándose llevar por sus apetencias. Haciendo mal uso de su libertad, puede caer en excesos y cometer muchas tropelías y malas acciones. Hay quienes buscando su propio interés, se olvidan del bien común y en nombre de “su libertad”, que en realidad “es libertinaje”, hacen lo que quieren, sin importarles si se dañan a sí mismos o a otras personas. Su error está en que no se rigen por la verdad sino por la mentira, se dejan guiar por el relativismo que rechaza la justicia, la ley natural, la Ley de Dios, al prójimo, a sí mismo y a Dios.


JUZGAR
La tentación es el preámbulo del pecado, pero en sí misma, no es pecado. Todos somos tentados, el mismo Señor Jesucristo fue tentado, de una manera distinta a la que nosotros somos tentados, pero Él mismo quiso experimentar la tentación, para mostrarnos que es posible vencerla con la Verdad, con la Palabra de Dios, con la Fe.
Debido a nuestra naturaleza, herida por el pecado, somos limitados, carecemos de muchas cosas y apetecemos muchas más de lo que necesitamos y que en ocasiones son inútiles para nosotros o incluso nos pueden hacer daño.
La fractura generada por el pecado nos impide vivir en relación equilibrada y justa con lo que nos rodea, con las demás personas, con nosotros mismos y con Dios. Así, desconociendo el sentido de nuestra vida, del qué y para qué son las cosas, de quiénes somos y Quién es Dios, fácilmente caemos en la tentación de buscar afanosamente el amor, la felicidad, la realización plena en aquello que “nos tienta” y “que nos llama la atención” más allá de la verdad y de la justicia. El ser humano, al dejar de oír la voz de su conciencia o por no haberla formado rectamente, al sobrepasar los límites del bien común, es dominado por el parecer, el poder, el poseer.
Nuestra realidad es que somos limitados y propensos al pecado, necesitamos de Jesús Redentor. No reconocer esto, es en sí mismo una tentación. Nuestra vida, tiene sentido pleno no solo en nuestra realización terrena sino sobre todo en alcanzar la Vida Eterna. Para superar la tentación y alcanzar nuestro destino final, necesitamos ayuda, necesitamos de Dios. Él viene a nosotros, nos ha enviado a su Hijo, para rescatarnos y darnos la felicidad, en esta vida y en la Eternidad. Jesús por su vida y sacrificio redentor, nos ha mostrado cómo realizar nuestra existencia y nos ha abierto las puertas de la Vida Eterna. Él, con su pasión, muerte y resurrección, rompió la cadena del pecado que nos esclaviza y nos otorga su Gracia que nos permite superar cualquier tentación, viviendo en la Verdad, en la Justicia y en el Amor, que engendran la paz y propician el desarrollo integral de cada persona y de la humanidad entera. El Espíritu Santo ilumina nuestro entendimiento y fortalece nuestra voluntad para superar las tentaciones, teniendo los mismos intereses de Jesús, que son la Gloria del Padre, la realización del bien común y la salvación de todos los seres humanos.
La sociedad hedonista en la que vivimos, es fuente de infinidad de tentaciones: consumismo, vanidad, superficialidad, hipocresía, manipulación, autoritarismo, pérdida del sentido de la vida etc.
Podemos decir que en la actualidad, la tentación, ya no está solo en lo que a la persona se le podría ocurrir, sino también en “las apetencias y necesidades” que la publicidad coloca en las calles, trasmite en los medios de comunicación y lleva incluso al hogar, indistintamente de la edad, a través de la internet, la televisión, la radio, el periódico, las revistas, etc. En estos medios, las tentaciones en el terreno de la sexualidad son ampliamente promovidas: pornografía, autoerotismo, promiscuidad, relaciones fuera del matrimonio, infidelidad matrimonial, desorientación ante la propia identidad sexual, la búsqueda de “nuevas experiencias”, etc.
Hay quienes se dejan conducir por las tentaciones de la comida, el alcohol, las drogas, la vanidad, el hablar mal de otros, la pereza, la envidia, los celos, el carácter “enojón” o “conflictivo”. Otros más son tentados en el mentir, el robar e incluso para abortar o matar.
La baja autoestima, el no valorarse ni valorar a los demás, es también una tentación.
La tentación más grave es la de no creer en Dios, rechazar su plan de Amor, rechazar la redención realizada por Jesucristo, cerrarnos a la Gracia del Espíritu Santo, pensar y actuar, como sí Él no existiera.
Llevar una vida cristiana mediocre, tibia, estancada, pensando que sin la oración, sin los sacramentos y sin la Iglesia. Sin el estudio de la Sagrada Escritura o sin la actualización de la fe, se puede ser católico, es una tentación frecuente.
Grave tentación, conducida por la soberbia, es la de quienes viviendo mediocremente su catolicismo, se presenten como modelo de vida.
Las tentaciones se superan cuando tenemos en la mente y en el corazón los criterios de la Verdad y de la Justica, que nos llevan en todo a amar a Dios, a amarnos y respetarnos a nosotros mismos, a buscar el bien común y sobre todo, a procurar siempre la Gloria de Dios y el servirlo a Él en los demás.

ORAR
Señor, Tú eres mi Padre, yo tu creatura. Tú eres Santo, yo pecador y me he alejado de Ti. Sin embargo me amas y me buscas para que vuelva a Ti. Dame la Gracia de tu Espíritu para que superando toda tentación, en la oración y el servicio me configure a tu Hijo Jesús.
Virgen María, Madre de Jesús y Madre mía, Hija predilecta del Padre y templo vivo del Espíritu Santo, a Ti, la llena de Gracia, que también enfrentaste y superaste infinidad de tentaciones, te pido me tengas en tu regazo y abogues por mí, para que superando toda tentación, procure en todo hacer la voluntad de Dios, procurando siempre decir como Tú, “hágase en mí, según tu Palabra”.

ACTUAR
Hoy, revisaré mi vida, para detectar cuales son las tentaciones más frecuentes que se me presentan. Reconociendo especialmente las que me llevan a pecar, procuraré alejarme de estas tentaciones para evitar toda ocasión de pecado o mediocridad en mi vida como católico. También, me acercaré a confesarme para recibir el perdón de mis pecados y la Gracia para superarlos y no volver a caer en la tentación.
Hoy rezaré el Padre Nuestro, reflexionando especialmente las palabras  “NO NOS DEJES CAER EN TENTACIÓN” y procuraré escribir lo que significan para mí. Si es posible compartiré mi reflexión con Mons. Pedro Agustín.

NOTA: Seguimos meditando el Evangelio, según el esquema de la Lectio Divina (Leer, meditar, orar, contemplar y actuar), presentando: un texto bíblico, un ver, un juzgar, un orar y un actuar. En las meditaciones de estos días tomamos como referencia la Oración del Padre Nuestro, desmenuzando las ideas que nos presenta, para una mejor comprensión y vivencia de las enseñanzas de Jesús, para estar en sintonía con Él, tener sus mismos intereses y ser santos en adoración al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, pues la Oración del Padre nuestro es “el resumen de todo el Evangelio” (Tertuliano) y “la más perfecta de todas las oraciones” (Santo Tomás de Aquino).

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx

Aparta la fecha para que asistas a la beatificación de la Madre María Inés Teresa del Santísimo Sacramento (21-abril-2012. Basílica de Guadalupe. 11:00 horas).

viernes, 3 de febrero de 2012

Sitio de Jericó


Aún te quedan algunos días para venir al Templo Expiatorio a Cristo Rey, Antigua Basílica de Guadalupe para unirte al Sitio de Jericó y venir a adorar a Jesús Eucaristía y presentarle tus necesidades, además de pedir por la paz de México, el éxito de la visita del Papa Benedicto XVI y agradecer la próxima beatificación de la madre Ma. Inés Teresa del Santísimo Sacramento.

Concluiremos con la misa de mediodía el 5 de febrero. Acude con tu familia y amigos.

Mons. Pedro Agustín

Te esperamos el 11 de febrero

Te invitamos al aniversario de nuestros programas de radio

 A todos nuestros queridos amigos:

Comunicación con Criterio A. C., les invita a celebrar juntos el aniversario de sus programas de radio: 


“Fe y Mundo”, Jueves, 18:00 hrs. Radio 620

 “Ver con tus Ojos”, Sábados 8:00 hrs. La poderosa del Oriente 540 AM

“Nací Mujer”, Sábados, 17:30 hrs. Romántica 1380 AM


La cita es el sábado 11 de febrero, de las 11:00 a las 14:00 hrs. en la Antigua Basílica de Guadalupe. Tendremos las charlas:

 “Valores en la familia”
Ponente: Lic. Miguel Bustos Shulemburg

“El católico y la evangelización desde los medios de comunicación”.
Ponente: Lic. Conchita Jiménez

Momento Evangelizador Musical
Maurilio Suárez y Gerardo Villegas

Misa de Acción de Gracias
Preside: Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz.


Informes:      comunicacionconcriterio@gmail.com
Facebook/Comunicación con criterio

Papa Benedicto XVI comparte intenciones para febrero



La Oficina de Prensa de la Santa Sede dio a conocer el pasado 31 de enero, que en las intenciones del Papa Benedicto XVI para el mes de febrero están el acceso al agua para todos los pueblos y los trabajadores de la salud en su servicio.

La intención general del Apostolado de la Oración del Papa es: "para que todos los pueblos tengan pleno acceso al agua y a los recursos necesarios para su sustento cotidiano".

Su intención misionera es: "Para que el Señor sostenga el esfuerzo de los trabajadores de la salud en su servicio a los enfermos y los ancianos de las regiones más pobres".

Meditación del 3 de febrero del 2012

COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS
12-02-03
Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz
VER NOTA al final del texto.

Evangelio (cf. Mateo 6, 9-13 y Lucas 11, 2-4): Padre Nuestro que estás en el Cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el Cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

I.- ENSEÑANZA BREVE:
¿Por qué decimos “Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”? …Nuestra petición será atendida a condición de que nosotros, antes, hayamos, por nuestra parte, perdonado. (Compendio de la Iglesia Católica. Nos. 594).

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
Hay quienes guardan en su corazón las ofensas recibidas, envenenando su alma, afectando su forma de ver las cosas y su manera de actuar. Hay un adagio en psicología que señala que “lo que se calla se nota”. La amargura que se guarda, se nota en el carácter, en lo que se dice, en el rostro, en las enfermedades. A la base de traumas, complejos y enfermedades psicológicas, está el no querer perdonar, ni saber cómo hacerlo.


JUZGAR
Sólo Dios puede perdonar los pecados (cf Mc 2,7), pues Él es Quien nos ha creado y es capaz de regenerar lo que el hombre descompone por su mal proceder. Saber perdonar no es sólo cuestión de valor o de conveniencia, es sobre todo capacidad de amar y dejarse amar por Dios, para vivir como hijos suyos, imitando a  Jesucristo, que antes de morir en la Cruz, invoca la misericordia divina sobre aquellos que lo han perseguido, apresado, enjuiciado, maltratado, escarnecido, golpeado y burlándose de Él, lo están asesinando.
Sus Palabras “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” es una súplica al Padre, donde pide perdón para quienes piensan que le quitan todo, al despojarlo de sus vestiduras, pisotear su dignidad  humana y divina, hacerlo padecer clavándolo ignominiosamente en la Cruz, para asesinarlo.
Quienes crucifican a Jesús, piensan que le han arrebatado todo, incluso la vida, sin embargo, no es así. El mismo Señor, había dicho. “A Mí nadie me quita la vida, Yo la doy voluntariamente” (Jn 10,18). La muerte del Hijo de Dios, aceptada por Él, no sólo es expresión de su amor y de su libertad plena, sino que es también el medio a través del cual nos libera del pecado y de la muerte y nos enseña a ser totalmente libres. Jesús nos perdona porque nos ama y ama a su Padre Dios. El sentido de la muerte y del perdón de Jesús, está en el amor, que libremente se ofrece todo, por todos, incluso por los que lo odian, lo rechazan y lo matan.
Jesús es totalmente libre y nos libera del pecado y nos enseña a ser libres: Por su encarnación aceptada libremente. Por su vida realizada en libertad ante las autoridades y los usos y costumbres de su pueblo. Por su amor y perdón sin cortapisas.
La libertad plena de Jesús se manifiesta en su capacidad de amar y de perdonar. “Si aman a los que los aman, eso lo hace cualquiera” (cf. Mt 5, 43-48).
El amor de Dios es incondicional y aunque pudiera parecer que para ser perdonados, se nos impone perdonar, en mi opinión, “la condicional” “perdónanos, como nosotros perdonamos” no es más que nuestra respuesta de “libremente perdonar a los que nos ofenden”, como lo hace Jesús. También, en mi opinión, decir: “como también perdonamos” es “la expresión”, de “mi compromiso”, de que lo que yo: “libremente pongo de mi parte” para perdonar, como respuesta al amor incondicional de Dios que me perdona, aún cuando yo, por mi pecado, le ofendo y me alejo de Él.
Para Dios no hay imposibles, para nosotros sí, pues somos limitados, por lo que no podemos perdonar sin la Gracia de Dios. Sin la ayuda de Dios, no podemos perdonar, por eso, decir “como nosotros perdonamos” es también un reconocimiento humilde de nuestra incapacidad de perdonar y es pedir la ayuda del Espíritu Santo, para perdonar como Jesucristo y amar perfectamente como nos ama nuestro Padre Dios (cf. Mt 5 43-45).
La psicología moderna señala que para ser felices, tenemos que perdonar. Dios nos quiere felices, por eso no nos ha de extrañar que en la oración del Padre Nuestro aparezca la expresión “como nosotros perdonamos”, es decir, como nosotros, tus hijos, Padre, queremos colaborar con la Gracia que Tú nos das para que seamos felices, seamos santos.
En el mundo, hay infinidad de personas que guardan en su corazón, odios y resentimientos, porque no saben perdonar. Decir, “como nosotros perdonamos” es también pedir la Gracia para testimoniar ante los que no creen, que en el amor de nuestro Padre Dios es posible perdonar y así, testimoniar el amor de Dios, darles esperanza ante su dolor por no saber perdonar y para detener la escalada de violencia que engendran el odio y el rencor.

ORAR
Padre, Tú sabes que sin Ti no puedo nada. Tú conoces las profundas heridas que hay en mi vida, por mis errores, por el daño que me han hecho algunas personas o la frustración que diversas situaciones me han producido. Hoy te pido que derrames en mi corazón, la Gracia de tu Espíritu para poder perdonarme, para PERDONAR a los que me han dañado y superar las frustraciones que muchas situaciones han dejado en mi vida. Tú sabes que yo no sé ni puedo perdonar, pero Tú lo puedes todo. Soy tu hijo y quiero amar y ser libre como Jesús. Quiero colaborar con tu Gracia y por eso te abro las puertas de mi corazón para perdonar, poder ser feliz y alcanzar la santidad. Sáname Padre y dame tu paz. Amén.

ACTUAR
Haré una revisión de mi vida y una lista de las situaciones, personas y defectos, errores o pecados personales, que considero que debo perdonar, incluso, aquellas ideas o sentimientos que pudiera tener en contra de Dios. Así, con mi listado en mano, en un ambiente de oración iré diciendo “EN EL NOMBRE DE JESÚS YO PERDONO”. Por ejemplo: Si considero que no me amo, ni me acepto como soy, diré EN EL NOMBRE DE JESÚS YO ME PERDONO. Pensando en la persona que me engañó, maltrato u ofendió, diré: “FULANO(A)” EN EL NOMBRE DE JESÚS YO TE PERDONO. Recordando alguna(s) situación(es) que me hacen daño, podré decir: Al sentimiento que guardo por el abandono que sufrí de parte de mi esposo(a), de mi hijo(a). A la enfermedad que tengo, diré: “ __________ EN EL NOMBRE DE JESÚS, YO TE PERDONO. Por el sentimiento que guardo contra Dios, porque se murió mi hijo, porque pienso que ha sido injusto conmigo, diré: “DIOS, EN EL NOMBRE DE JESÚS YO TE PERDONO”.
Yo sólo he puesto algunos ejemplos, si te pones en oración y abres tu corazón a Dios, Él te iluminará sobre lo que tienes que perdonar.
Seguramente que a algunas personas les parecerá extraño, que haya puesto que “también hay que perdonar a Dios”, sin embargo los sentimientos son irracionales y se quedan ocultos. Ciertamente Dios, nunca será culpable de nada, sin embargo, hay gente que irracionalmente le echa la culpa a Dios de muchos males. Si no me creen, pregúntele a algunos que ahora se dicen ateos o que son presa del alcohol o de la droga.
Hoy, de manera más consciente rezaré el Padre Nuestro, reflexionando especialmente las palabras “COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN” y procuraré escribir lo que significan para mí. Si es posible compartiré mi reflexión con Mons. Pedro Agustín.

NOTA: Seguimos meditando el Evangelio, según el esquema de la Lectio Divina (Leer, meditar, orar, contemplar y actuar), presentando: un texto bíblico, un ver, un juzgar, un orar y un actuar. En las meditaciones de estos días tomamos como referencia la Oración del Padre Nuestro, desmenuzando las ideas que nos presenta, para una mejor comprensión y vivencia de las enseñanzas de Jesús, para estar en sintonía con Él, tener sus mismos intereses y ser santos en adoración al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, pues la Oración del Padre nuestro es “el resumen de todo el Evangelio” (Tertuliano) y “la más perfecta de todas las oraciones” (Santo Tomás de Aquino).


Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx
Aparta la fecha para que asistas a la beatificación de la Madre María Inés Teresa del Santísimo Sacramento (21-abril-2012. Basílica de Guadalupe. 11:00 horas).

jueves, 2 de febrero de 2012

Oración a la Virgen de Guadalupe

 
Papa Benedicto XVI

Virgen María de Guadalupe,
Madre del verdadero Dios por quien se vive.
En San Juan Diego, el más pequeño de tus hijos,
tú dices hoy a los pueblos de América Latina:
“¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?
¿No estás bajo mi sombra?
¿No estás por ventura en mi regazo?”

Por eso nosotros, con profundo agradecimiento,
reconocemos a través de los siglos
todas las muestras de tu amor maternal,
tu constante auxilio, compasión y defensa
de los moradores de nuestras tierras,
de los pobres y sencillos de corazón.

Con esta certeza filial, acudimos a ti, para pedirte que, 
así como ayer, vuelvas a darnos a tu Divino Hijo,
porque sólo en el encuentro con Él
se renueva la existencia personal y se abre el camino
para la edificación de una sociedad justa y fraterna.

A ti, “Misionera celeste del nuevo mundo”,
que eres el rostro mestizo de América Latina
y luminosamente manifiestas 
su identidad, unidad y originalidad,
confiamos el destino de nuestros pueblos.

A ti, Pedagoga del Evangelio de Cristo,
Estrella de la nueva evangelización,
consagramos la labor misionera del pueblo de Dios
peregrino en América Latina.

¡Oh Dulce Señora!,
¡Oh Madre nuestra!,
¡Oh siempre Virgen María!
¡Tu presencia nos hace hermanos!
Acoge con amor esta súplica de tus hijos
y bendice esta amada tierra tuya
con los dones de la reconciliación y la paz.
Amén.

Meditación del 2 de febrero del 2012

PERDONA NUESTRAS OFENSAS (2)
12-02-02
Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz
VER NOTA al final del texto.

Evangelio (cf. Mateo 6, 9-13 y Lucas 11, 2-4): Padre Nuestro que estás en el Cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el Cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; PERDONA NUESTRAS OFENSAS, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

I.- ENSEÑANZA BREVE:
¿Cómo es posible el perdón?: La misericordia penetra en nuestros corazones solamente si también nosotros sabemos perdonar, incluso a nuestros enemigos. Aunque para el hombre parece imposible cumplir con esta exigencia, el corazón que se entrega al Espíritu Santo puede, a ejemplo de Cristo, amar hasta el extremo de la caridad, cambiar la herida en compasión, transformar la ofensa en intercesión. El perdón participa de la misericordia divina, y es una cumbre de la oración cristiana. (Compendio de la Iglesia Católica. Nos. 595).

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
Mucha gente no sabe pedir perdón. Incluso hay quien hace el mal y lo disfruta e incluso procura hacer el mayor mal posible. En su justificación podrían decir que la vida les trató mal, que ellos actúan por venganza, que nadie les ama y por lo mismo no tienen por qué hacer el bien y mucho menos, por qué tener que pedir perdón. Quienes llevan al extremo estas situaciones se les reconoce como sicópatas.


JUZGAR
Quienes aceptamos al Señor Jesús en nuestro corazón sabemos que hemos sido creados por amor y que hemos sido redimidos también por amor. Así, al valorar el sacrificio redentor de Jesucristo, quien muere en la Cruz, nos duele el pecar y no responder más generosamente al amor que Dios nos tiene. La voz de la conciencia nos dice que podemos ser mejores y el anhelo de responder al amor de Dios, nos reta para que actuemos en consecuencia procurando en todo la Gloria de Dios y el mayor bien posible a nuestros hermanos.

ORAR
Pequé Señor, y me duele. Ten misericordia de mí que soy pecador. Pecamos Señor, y nos duele. Ten misericordia de nosotros que somos pecadores.

ACTUAR
Reconociéndome pecador, cada día me esforzaré en ser mejor, empezando hoy.
Hoy, de manera más consciente rezaré el Padre Nuestro, reflexionando especialmente las palabras “PERDONA NUESTRAS OFENSAS” y procuraré escribir lo que significan para mí. Si es posible compartiré mi reflexión con Mons. Pedro Agustín.

NOTA: Seguimos meditando el Evangelio, según el esquema de la Lectio Divina (Leer, meditar, orar, contemplar y actuar), presentando: un texto bíblico, un ver, un juzgar, un orar y un actuar. En las meditaciones de estos días tomamos como referencia la Oración del Padre Nuestro, desmenuzando las ideas que nos presenta, para una mejor comprensión y vivencia de las enseñanzas de Jesús, para estar en sintonía con Él, tener sus mismos intereses y ser santos en adoración al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, pues la Oración del Padre nuestro es “el resumen de todo el Evangelio” (Tertuliano) y “la más perfecta de todas las oraciones” (Santo Tomás de Aquino).

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx

Aparta la fecha para que asistas a la beatificación de la Madre María Inés Teresa del Santísimo Sacramento (21-abril-2012. Basílica de Guadalupe. 11:00 horas).

miércoles, 1 de febrero de 2012

Contigo en la fe (Tema 3)


Les comparto el video de nuestro tercer tema, en el cual tratamos el día de la Candelaria, con el que celebramos la Presentación del Niño Jesús en el Templo.

Mons. Pedro Agustín

Meditación del 2 de febrero del 2012

PERDONA NUESTRAS OFENSAS
12-02-01
Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz
VER NOTA al final del texto.

Evangelio (cf. Mateo 6, 9-13 y Lucas 11, 2-4): Padre Nuestro que estás en el Cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el Cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; PERDONA NUESTRAS OFENSAS, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

I.- ENSEÑANZA BREVE:
¿Por qué decimos “Perdona nuestras ofensas”? Al pedir a Dios Padre que nos perdone, nos reconocemos ante Él pecadores; pero confesamos, al mismo tiempo, su misericordia, porque, en su Hijo y mediante los sacramentos, “obtenemos la redención, la remisión de nuestros pecados” (Col 1, 14) (cf. Compendio de la Iglesia Católica. Nos. 594).

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
Cuando el hombre nubla o rechaza la conciencia de Dios en su vida, pierde la noción de la ofensa, del pecado y empieza a hacer mal uso de su libertad. No solo rechaza el culto de amor y adoración que en justicia le debe a Dios, sino que rompe la relación consigo mismo, con los demás y con la naturaleza.
Con respecto a la naturaleza, se siente dueño y no administrador y así se esclaviza a la naturaleza a la que pretende dominar. En su corazón entra la avaricia, el afán de poseer. Acumula las cosas y no las quiere compartir. Ve con envidia a los que poseen lo que él no tiene y en su afán de poseer lo que el otro tiene, es capaz de matar a su prójimo.
Sobreexplotando la naturaleza quita al pobre y al país menos desarrollado lo que tienen y si le compra algo, lo hace a precios injustos. Lo suyo es poseer y la avaricia es aprovecharse de todos, en busca de su propio beneficio, sin importarle si afecta la ecología y rechaza el bien común.
Por el pecado, la relación con los demás se fractura, por lo que deja de ver a los demás como iguales. Lo suyo no es amar, sino el dividir, el someter y aniquilar. Los demás no son vistos como hermanos, sino como alguien a quien se puede excluir, rechazar, ignorar, engañar o matar. Si “el otro es fuerte” entonces se le puede invitar a aliarse para hacer el mal. El otro no es visto como prójimo, sino como un enemigo en potencia o real. La familia, la amistad, la solidaridad auténtica no existen, solo el interés o el miedo.
Por el pecado, el hombre rompe la relación consigo mismo. No puede verse como persona, sino como producto de circunstancias, del azar o “del karma”. No se experimenta amado, ni es capaz de amar. Incapaz de comunicarse consigo mismo a causa de sus miedos, temores y sentimientos de culpa, se despersonaliza y sus relaciones con los demás son superficiales, interesadas, funcionales, dependientes o dañinas.
Vive en angustia por no encontrar sentido a su vida terrena y poco o nada espera de la Vida Eterna, la cual niega por así convenirle, para justificar ante sí, su incapacidad para ser feliz.
Preso del estrés y la neurosis, es propenso a desarrollar enfermedades mentales y desajustes emocionales: fobias, manías, depresiones y adicciones al sexo, a la pornografía, a la droga, al alcohol. Prácticamente ignora que tiene una vida interior que debe cultivar y acrecentar, vive volcado en lo exterior, en lo inmediato, en lo superficial.
Por el pecado, el hombre se aleja de Dios que es amor y en lugar de amarlo y adorarlo como es justo, busca falsos caminos de saciar su ansia de Dios, se aleja de Él, se esconde y lo niega, como Caín, después de haber matado a su hermano Abel (cf. Gn 4,9).
Alejado del único y “verdaderísimo Dios por que se vive” (Nican Mopohua) deja que en su corazón rija la mentira y se engendre y desarrolle la cultura de la muerte, que se manifiesta en el hombre, como duda, temor, incertidumbre, desesperanza, odios, rechazo a Dios y a sus Mandamientos.
Alejado de Dios, cae en la idolatría y pierde el Camino de la Salvación, es decir de la libertad ante las cosas, los demás, ante sí mismo y ante Dios. Así se hace esclavo, no de Dios, sino de los “ídolos” que él mismo hombre se crea. Ante el temor a la naturaleza tiene sus creencias en “espíritus”, “energías”, cosas, plantas, animales, personas o por eso les rinde culto siendo supersticioso, temeroso y fácil presa del dominio de quienes esclavizan al hombre y a la sociedad, a través de sofismas, ideologías o pseudo religiones.


JUZGAR
Dios es amor, no crea por amor y por eso quiere que seamos felices (santos) en esta vida y alcancemos la santidad (felicidad) plena en la Vida Eterna.
Dios nos crea a su imagen y semejanza en el amor, en la libertad, la bondad y la justicia para ser felices, ser santos.
El pecado es un “no” al amor a Dios, y nos impide amar, ser libres, ser buenos y ser justos, como anticipo del Cielo y de la Vida Eterna que esperamos.
Dios rechaza el pecado, no al pecador. Dios te ama a ti y por muy grandes que pudieran sus tus pecados, Él esta dispuesto a perdonarte, a perdonar tus pecados y a darte nuevas oportunidades  para que corrijas tu vida, para que seas feliz, para que seas santo.
Hay quienes han abierto su corazón a Dios y con su vida nos dan testimonio de la presencia del amor divino de su interior y de la felicidad y realización plena que Dios concede a quienes le buscan y siguen sus mandatos. Estos hombres y mujeres, son los santos, personas alta y plenamente realizadas, felices, que habiendo pecado y reconociendo sus errores y faltas, se arrepienten, se confiesan ante un sacerdote católico y aceptaron la salvación que Dios nos ha dado en su Hijo Jesucristo, por lo que redimidos por Él, arrepentidos de sus pecados, se han convertido a Dios, y se esforzaron en hacer la Voluntad Divina y así amando a Dios, amándose a sí mismos y a los demás se hicieron Uno con Dios, es decir, vivieron reconciliados con las cosas, los demás, consigo mismos y con Dios.
El pecado no es querido por Dios, no porque signifique que no la amamos. ¡NO! Él no necesita de nuestro amor. Él no quiere el pecado porque daña al ser humano, porque te daña a ti, a quien ha creado por amor, para que seas feliz.
Aquellos que reconocen sus pecados, ante Dios Amor, se acercan a pedir y recibir el perdón divino en el sacramento de la reconciliación. Dios les perdona por los méritos de la Sangre derramada por Jesús en la Cruz, para perdonar nuestros pecados (Jn 1,36), redimirnos y restablecer la alianza santa entre el Creador y la creatura.
Redimidos por la pasión de Jesucristo, aquellos que hemos aceptado la redención, somos capaces de relacionarnos con la naturaleza, de la cual nos sentimos responsables y de reconocernos como administradores. No dueños y mucho menos sometidos a ella o a creatura alguna, por lo que entendemos y procuramos respetar y poner en práctica la justa distribución de los bienes para todos los seres humanos y no para unos cuantos o para sí mismo. Por lo tanto, además de no engendrar idolatrías hacia el dinero o alguna cosa, planta, animal o persona, fomentamos una sana ecología. Así, distinguiendo entre el Creador y la creatura, fácilmente reconocemos la mano amorosa de nuestro Padre Dios, Quien crea todo para el bien de todos los seres humanos.
Quien acepta la redención que procede del amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, reconoce también que el prójimo es hermano a quien hay que amar y con quien hay que ser solidario, por lo que se abre a la amistad, a la familia, al trabajo, a la empresa, a la política, a los medios de comunicación social y a cualquier actividad humana, procurando siempre el bien común.
La experiencia única del Unigénito, Jesucristo, el Hijo de Dios, es la que fundamenta la relación con nuestro Padre Dios y nos abre a la Gracia, para que nos experimentemos amados por Él, y así, reconciliados con Dios y redimidos por Él, sentimos alegría y paz en nuestros corazones y nos esforzamos en restablecer con los demás, relaciones fraternas, en justicia y en libertad, las que por su bondad, generan desarrollo para todos. Así testimoniando la presencia de Dios en nuestras vidas, nos experimentamos, plenamente felices.
Dios es quien al reconciliarnos, se hace presente en nuestras vidas y nos da paz y alegría que armonizan todo nuestro ser y nos ayudan a alcanzar la santidad.
Reconociéndonos pecadores, recibimos el perdón y la redención de Dios que nos permite experimentar la grandeza de su amor, Quien nos redime, enviándonos a su Hijo Único, Quien muere en la Cruz, por amor a nosotros, para que tengamos Vida Nueva y Vida Eterna, es decir para que seamos felices (santos) en esta vida y alcancemos la santidad (felicidad plena) en el Cielo.

ORAR
Padre, arrepentido de mis pecados, te pido perdón por ellos y te pido me concedas, nunca más separarme de Ti. Quiero ser feliz, quiero ser santo, no solo por mi bien, sino por el bien de los demás y sobretodo para Gloria tuya. Padre, que todos te conozcan y te amen, esa es la única recompensa que quiero. Jesús, que todos te conozcan y te amen, esa es la única recompensa que quiero. Espíritu Santo, que todos te conozcan y te amen, esa es la única recompensa que quiero. Santísima Trinidad, que todos te conozcan y te amen, esa es la única recompensa que quiero.

ACTUAR
Hoy haré una revisión de mi vida. Reflexionaré Quién es Dios para mí y sobre lo que Él espera de mí. Haré un proyecto de vida para una semana, para un mes, para seis meses y un año y periódicamente lo iré evaluando. PROCURARÉ CONFESARME LO MÁS PRONTO POSIBLE Y DESPUÉS, POR LO MENOS UNA VEZ AL MES. Reforzaré estas actitudes con la oración diaria y, a lo menos, con la Misa y Comunión dominicales.
Hoy, de manera más consciente rezaré el Padre Nuestro, reflexionando especialmente las palabras “PERDONA NUESTRAS OFENSAS” y procuraré escribir lo que significan para mí. Si es posible compartiré mi reflexión con Mons. Pedro Agustín.

Aparta la fecha para que asistas a la beatificación de la Madre María Inés Teresa del Santísimo Sacramento (21-abril-2012. Basílica de Guadalupe. 11:00 horas).