martes, 29 de julio de 2014

Primer Festival de Canto Eucarístico, Templo Expiatorio a Cristo Rey.

https://www.youtube.com/watch?v=KBbZs7cSglg
14-07-29 LECTIO DIVINA. “Santa Marta”. Jn 11,19-27. ¿CON MI VIDA, MANIFIESTO MI FE EN JESÚS RESUCITADO? Ha muerto Lázaro y Martha, su hermana, le reclama al Señor Jesús, el que no hubiera estado a su lado para curarlo e impedir que muriera. Su fe en Jesucristo es parcial, dice esperar en “la resurrección del último día” y cree que Jesús es “el Mesías, el Hijo de Dios”, pero está molesta, porque Él no ha actuado como ella quería. Así ocurre con muchas personas que dicen creer en Dios pero cuando tienen algún problema, manifiestan la pobreza de su fe, por su enojo, su desesperación, por la búsqueda de “quien les resuelva” su problema o dicen “perder la fe” o simplemente “cambian de religión”. La paciencia de Jesús es extraordinaria y su atención es amorosa, para con Martha y para con todos. Jesús sabe quién es Él y cuál es su poder y su Misión. Jesucristo sabe que antes de resucitar ha de morir y así dejarnos en la Cruz, la prueba de su gran amor, muriendo por todos, incluidos los que no creen en Él, lo rechazan o incluso lo crucifican. ¿Cómo es mi fe? ¿Se fortalece ante las dificultades de la vida? ¿Soy testigo del amor de Dios, aún en medio de situaciones adversas?
Jesús es la resurrección y la vida y ha venido para que tengamos vida Nueva y Eterna.
Jesús resucitado, antes de subir al Cielo y regresar a la casa de su Padre Dios, prometió que estaría con nosotros hasta el fin de los tiempos y da cumplimiento a su Palabra, de manera sublime en cada Celebración Eucarística y con su presencia real, verdadera y sustancial en cada Hostia Consagrada. Martha y María, hermanas de Lázaro, convivieron con el Hijo de Dios, escucharon sus Palabras, pero no entendieron su significado, sino hasta después de su Resurrección. A partir de ella, aprendieron a vivir en la esperanza de resucitar con Cristo a la Vida Eterna, viviendo cada día, la muerte al pecado para resucitar diariamente a la Vida Nueva que Cristo nos da. ¿Con mi vida manifiesto mi fe en Jesús resucitado?
Nosotros tenemos la experiencia de Cristo resucitado y nos encontramos con Él en cada celebración Eucarística. Reconocemos su presencia amorosa en cada cosa y acontecimiento, en cada persona y en nuestro corazón. Nosotros también esperamos la Vida Eterna, pero ya desde ahora, disfrutamos de la Vida Nueva que Él nos da.



lunes, 28 de julio de 2014

14-07-28. LECTIO DIVINA. Mt 13, 31-35. Con la parábola del grano de mostaza y la de la levadura, el Señor Jesús nos habla del Reino de los Cielos. Así nos invita a fijarnos en nuestras limitaciones o en nuestra pequeñez, sino a confiar en Él. La tarea de la evangelización requiere de cristianos comprometidos, pero sobre todo depende de Dios. Es Él, el que quiere contar con la colaboración del ser humano y respeta nuestra libertad. Él nos invita y nosotros respondemos si queremos. Alguno podría pensar que le hace un favor a Dios si responde a su invitación, pero no es así, pues aquellos que hemos aceptado trabajar por el Reino, encontramos la infinidad de bendiciones que derrama sobre nosotros y la infinidad de bendiciones que derrama a través de nosotros. Todo ello, en su conjunto es paga suficiente, pero lo mejor, no está ni siquiera en que además recibiremos el Cielo como recompensa, sino en que disfrutamos ya, desde ahora, de la presencia y compañía del Señor Jesús. Efectivamente, Él nos acompaña y nos guía, en nuestro camino por el mundo, hacia el Padre y para ello derrama su Espíritu Santo en nuestro corazón. Él nos hace crecer en su amor.
Grandes son las motivaciones de saber que Dios hará que, aún la más pequeña obra de amor y de servicio, crezca y ayude a que muchos se encuentren con Él y tengan su morada en la Iglesia, como las aves en las ramas del arbusto de mostaza. Una motivación más, es que ese arbusto dará flores y semillas que ayudarán a que Jesús sea conocido y amado y a que el mundo sea mejor.
Si la levadura fuera consciente de su existir, seguramente que estaría feliz de saber que el pan que fermentará será un sabroso alimento que saciará el hambre de muchos. Ella no es consciente, pero los que aceptamos a Jesús en nuestro corazón y sentimos el ansia de darlo a conocer. Asemejándonos a Él, queremos ser pan partido para los demás, porque de esta manera los llevamos a Dios.
“Semilla de mostaza” y “levadura”, dos proyectos evangelizadores que podemos asumir para transformar nuestra vida, para ser iglesia misionera, para estar siempre alegres en la presencia de Jesús.


viernes, 25 de julio de 2014

24-07-14 LECTIO DIVINA. Santiago Apóstol."El Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos. Entre los apóstoles hay una discusión, -¡Quién de ellos debe estar al lado de Jesús!- Parece que la discusión es por el mejor lugar y no la persona de Jesús. Cada uno tiene sus razones y justificaciones. Cada quién tiene su grupo y sus aliados. Cada quién cree tener derecho de acusar al otro y criticar su modo de actuar. Incluso, cuando oyen qué, el que quiera ser el mayor, debe hacerse servidor de los demás, se apuntan, quizá aun, sin un total convencimiento, pues quieren mostrar quién es el mejor y el más bueno. Esto sucede entre las naciones, entre los políticos, en los grupos de iglesia e incluso en nuestras familias
Los apóstoles pierden el centro de sus vidas, se quedan en discusiones superficiales y no se dan cuenta que lo más importante es Jesús mismo. Ciertamente Él es el Maestro y les da una fuerte enseñanza de humildad, pero más importante que la misma enseñanza o la humildad es el Señor Jesús. Busquemos a Jesús y lo demás se nos dará por añadidura. Si servimos, sirvamos porque servimos a Jesús en el otro. Si perdonamos, perdonemos en el nombre de Jesús y porque Él nos ha redimido. Si gozamos del bien, hagámoslo porque en ello encontramos a Jesús. Jesús es el centro de todo y le da sentido a nuestro diario vivir. Nunca lo perdamos de vista, jamás lo quitemos del centro de nuestra existencia. JESÚS, ERES MI DIOS Y MI TODO.



jueves, 24 de julio de 2014



Concierto de Órgano, próximo 31 de Julio, entrada libre, mayores informes al 5750-2222





No faltes...!!!! será una fiesta de música, alabanza y adoración con la comunidad de músicos católicos más grande...!!!!





Encuentro de voluntarios de Pastoral Social de Familia Eucarística (PASFE)


https://www.youtube.com/watch?v=mbJLjjDXQ-U&feature=youtu.be
Gracias por los que se han unido para orar por el éxito de los Ejercicios Espirituales en los que participo y que son impartidos por Mons. Juan Esquerda Bifet, santo varón, que nos comparte su sabiduría de 60 años de Ministerio Sacerdotal y más. Les envío un vídeo con un testimonio eucarístico suyo.

https://www.youtube.com/watch?v=Rrzox63txUY&feature=youtu.be
24-jul-14. LECTIO DIVINA.

Mateo 13, 10-17. Los discípulos le preguntan a Jesús, por qué habla en parábolas, y Él les responde que hay quienes miran sin ver y quienes oyen sin escuchar, pero que ellos, sus discípulos, han sido llamados a ver y a escuchar. Esto nos lleva a reflexionar sobre la libertad y la importancia de nuestro Bautismo, por el que nuestra vida y nuestro corazón quedan abiertos a la Gracia de Dios, a la que tenemos que responder, y a los dones del Espíritu Santo que tenemos que acrecentar , dando testimonio de nuestra fe, haciendo este mundo mejor.
El Bautismo nos hace hijos del Padre, hermanos de Jesucristo, templos vivos del Espíritu Santo y miembros de la Iglesia,. Al tomar conciencia de esta realidad, con libertad podemos asumir vivir de acuerdo a esta Gracia o rechazarla. Dios respeta nuestra libertad. Si la aceptamos, dejamos que el Espíritu Santo actué en nosotros y dejándolo actuar experimentamos en nuestra vida, la inteligencia, la sabiduría, la fortaleza y los demás dones que proceden de Él. En consecuencia crecemos en el amor, el servicio, la alegría y la santidad, que implica la paz interior y el pleno desarrollo humano, de una manera superior a lo que el mundo nos puede dar, pues nos configura con Jesucristo y nos hace testigos de Él.. 
VEN SEÑOR JESÚS te abro las puertas de mi corazón y yo en Él te recibo. VEN ESPÍRITU SANTO y lléname de tus sagrados dones. ACEPTA PADRE la total ofrenda de mi ser. Todo es tuyo, todo te lo doy. AMÉN.


martes, 22 de julio de 2014

TÚ PUEDES SER UN SANTO EUCARÍSTICO
Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz



 Cada uno de nosotros por el bautismo somos santos en potencia, ya que quizá en acción no lo somos totalmente, pero la Gracia de Dios está en nosotros, somos templo vivo del Espíritu de Dios.

Él nos da muchos medios para llegar a la santidad, pero lo más importante es Su presencia. Todos sabemos que Dios está en todas partes, pero en especial está presente en cada Hostia Consagrada, en cada celebración eucarística Él se hace presente.

Dios también quiere estar en el corazón de cada uno de nosotros, por eso debemos ver nuestro corazón como el sagrario donde Dios quiere estar.

Algunos de los santos que podemos tomar como ejemplo de vida eucarística son Juan Pablo II, Teresa de Ávila, la beata Madre María Inés, y por supuesto a la Virgen María, Ella fue el primer sagrario donde Jesús se hizo presente con su Cuerpo y Sangre.

Juan Pablo II en el Templo Expiatorio a Cristo Rey y en familia Eucarística lo reconocemos como “Apóstol de la Eucaristía”, porque durante su pontificado nos dio varios documentos eucarísticos como: “Quédate con nosotros Señor”, “Ecclesia de Eucharistia”; al igual que  homilías, cartas, ángelus y catequesis.

La beata María Inés Teresa compartió el gozo de llevar el amor de Jesús en su corazón. Ella decía: “La humanidad vive triste porque no sabe que tiene un Dios que los ama”. Nuestra misión es llevar la alegría que hay en nuestro corazón.

También decía: “Solo el Pan Eucarístico da fuerzas para la lucha en la vida”. ¿Tienes alguna tentación, problema miedo de una enfermedad tuya o de tu familia, tu corazón está lleno de odio o resentimiento? Ora y adora Jesús Eucaristía.

Madre María Inés también señalaba que “Sin la Eucaristía sería imposible la vida. Con Él todas las amarguras son dulces, Él todo lo comprende y suaviza. Las almas que viven de la Eucaristía son felices, las penas no las agobian, las tentaciones no las hacen caer”.

Teresa de Ávila, para avivar en nosotros el deseo de la comunión, cuando no la pudiéramos realizar sacramentalmente, dijo que la podíamos hacer espiritualmente “esto es de gran provecho, esto es lo que imprime el amor de Dios en nuestros corazones”.


Estimados hermanos, para que podamos tener una renovación completa en nuestras vidas con un impulso misionero, debemos centrar nuestra vida en Jesús, de esta manera lo estaremos amando y así será más fácil imitarlo.

Los santos son eucarísticos porque son parte de la iglesia, ellos también viven de la eucaristía y de la contemplación brota su fe.

La Eucaristía es la presencia salvadora de Jesús y también es nuestro Alimento Espiritual,  ya que en Ella Jesús se nos da fiel y totalmente cada vez que participamos en la Misa.

Cuando estamos ante Jesús Eucaristía no solamente estamos rezando, estamos haciendo un acto de adoración que nos lleva a pedir perdón por nuestros pecados y los de la humanidad. Un hombre o mujer eucarístico es una bendición para su hogar pues no sólo transforma su vida, sino la de los demás.

Queridos hermanos, para poder ser santos eucarísticos hay que ponernos ante el Señor y darnos cuenta que nada es importante, que sólo Él basta. Necesitamos el trato frecuente con el Amigo que nos ama. Él verdaderamente está con nosotros y nos acompaña siempre.

LECTIO DIVINA. 22-07-14
Hoy celebramos a Santa Magdalena. UN ALAMA ENAMORADA (Jn 20,1.11-18) "Mujer, ¿Por qué lloras?, ¿A Quién buscas?"



María Magdalena se dedicaba a la prostitución, para los israelitas la prostitución evoca la imagen de la idolatría, por eso podemos ver en Magdalena, la imagen de nuestra l alma, que rescatada del pecado ama a Jesús y lo busca afanosamente, esperando encontrarlo en la Eucaristía y en el hermano y gozar de él en la vida eterna.



María Magdalena fue rescatada de la prostitución por el Señor Jesús. Ella está profundamente agradecida con Él y le ama y le sigue fielmente. Ella valora profundamente la muerte de Jesús en la Cruz - "me amó y se entregó por mí" dirá san Pablo-, por eso , ella, en cuanto pudo, respetando el descanso judío del sábado, fue a buscar su Cuerpo al sepulcro, esperando encontrar un cadáver. Por eso al ver a Cristo resucitado no lo reconoce en el primer instante. En cuanto lo identifica, lo abraza y lo suelta al recibir una misión y adquirir una esperanza. La misión: ir a anunciar a Jesucristo, muerto y resucitado. La promesa: verlo eternamente en la casa del Padre.


María Magdalena es la imagen del alma enamorada de Dios. El hombre o la mujer que han sido rescatados pecado y experimentado el amor de Jesús lo buscan afanosamente, lo encuentran en la Eucaristía -lo tocan, lo besan, se alimentan de Él- y así en esta vida lo anuncia y lo hacen presente con sus palabras y acciones y esperan. un día, disfrutar de su presencia eterna en el Cielo. 




"Señor Jesús, como María Magdalena, yo quiero vivir agradecido contigo por haberme salvado, como ella quiero amarte, como ella buscarte afanosamente y encontrarte, ya no en el sepulcro sino en la Eucaristía y ahí abrazarte, besarte y alimentarme de Ti, para cumplir con la misión de anunciarte y hacerte presente en el mundo, con la esperanza de un día gozar de la Vida Eterna, contemplado tu rostro santo".

LECTIO DIVINA. Mateo 12, 14-21. 

Jesús, el Hijo de Dios, "ni quiebra la caña resquebrajada ni apaga la mecha que aún humea", sino que que fortalece al débil y siembra esperanza. Su mensaje de amor rechaza la crítica e instaura la solidaridad. No espera que el otro venga y pida perdón, sino que Él perdona y busca a quien le ofendió. Jesús con su cruz nos salva. Nosotros también podemos unirnos a Él y participar en la salvación de los demás y a mejorar al mundo, con nuestra testimonio de amor, de servicio, de solidaridad. Todo porque el Amor de Cristo nos lleva a ser sus testigos.


LECTIO DIVINA del 21-jul-2014.Mateo 12, 38-42.
 “Los escribas y fariseos dijeron a Jesús: Maestro, queremos ver un signo tuyo" 

Hay quienes “dicen” que para creer necesitan signos de la existencia de Dios. Con ello manifiestan la soberbia que llevan escondida pero que es evidente en sus palabras y acciones. Probablemente ellos no se dan cuenta de ello, simplemente así son. 

Algunos darán justificantes “intelectuales” de su duda, otros lo manifiestan con sus acciones porque sus estilos de vida son contrarios al bien común. Se centran en su egoísmo buscando sólo el placer, el poder, el poseer, el parecer. Creen que su pensamiento es más libre sin Dios. Sin embargo están equivocados. La fe en Dios no nos quita nada, sino que nos ayuda a ser objetivos y a estar en una auténtica relación de paz y amor con Quien nos ha creado, con Quien nos ha redimido y con Quien vive en nosotros como en su templo. La objetividad proviene de reconocer que somos criaturas y que toda criatura nos habla de Dios. La paz reside en saber que toda nuestra existencia, la terrena y la eterna, está en sus manos. 


El amor lo experimentamos al recibir a Jesucristo, Quien se hace hombre y se queda entre nosotros en la Eucaristía, porque nos ama. La relación con Dios nos permite reconocer que nada es nuestro, que en esta vida vamos de paso y que lo que nos da paz y felicidad es amar y servir a Dios y al prójimo. Sólo así se pueden establecer relaciones auténticas de solidaridad que llevan al desarrollo común y a la paz. La amistad, la fraternidad, la familia, el matrimonio y toda relación social, incluso a nivel mundial, para ser auténticas y duraderas, requieren de la presencia de Dios en el corazón de los seres humanos. Sin Él solo se establecen relaciones interesadas y de conveniencia; frágiles porque se fundan en el interés egoísta y no en Dios. “Bienaventurados los mansos y humildes de corazón, porque ellos verán a Dios”.
LECTIO DIVINA DOMINICAL Mateo 13,24-43
"Dejadlos crecer juntos hasta la siega". SER PARTE DEL MEJOR PAN. 


En este fragmento del Evangelio, Jesús habla a todos del Reino de Dios, con 3 parábolas: El trigo y la cizaña, el grano de mostaza y la levadura. Explica a sus discípulos la del trigo y la cizaña, señalando que crecen juntas y que al final en la cosecha se separan. Sólo el trigo sirve para hacer pan, lo demás se desecha. Muchos católicos se cuestionan por el mal del mundo, por el mal ejemplo de algunos católicos e incluso por su falta de conversión. 

El Señor Jesús nos invita ser pacientes y a perseverar, a pesar del mal, de las situaciones adversas que nos rodean e incluso ante nuestros propios pecados. Dice Madre Teresa, Dios no nos pide el éxito sino la perseverancia. Llegará el tiempo de la cosecha. 

Lo nuestro es confiar y persevera en la fe y en hacer el bien. Lo nuestro es mantener la espereza y seguir sembrando la justicia y la paz. Lo nuestro es ser solidario y ayudar. Lo nuestro es perdonar y compartir la fe. Lo nuestro es avanzar a contracorriente y nunca caer en el juego de la violencia o la desesperación. Lo nuestro es saber que Dios nos ama y amar como Él ama. La cosecha vendrá, seamos el mejor trigo. El pan se hace de infinidad de granos de Trigo. Jesús es Pan de Vida y nos invita a colaborar con Él.


Seamos el mejor Trigo y unidos a Jesucristo, SEAMOS PARTE DEL MEJOR PAN
LECTIO DIVINA. 19 de julio 2014. Mateo 12, 14-21

Jesús, el Hijo de Dios, "ni quiebra la caña resquebrajada ni apaga la mecha que aún humea", sino que que fortalece al débil y siembra esperanza. Su mensaje de amor rechaza la crítica e instaura la solidaridad. No espera que el otro venga y pida perdón, sino que Él perdona y busca a quien le ofendió. Jesús con su cruz nos salva. Nosotros también podemos unirnos a Él y participar en la salvación de los demás y a mejorar al mundo, con nuestra testimonio de amor, de servicio, de solidaridad. Todo porque el Amor de Cristo nos lleva a ser sus testigos.