miércoles, 1 de junio de 2011

Aparente milagro podría canonizar a nueva beata brasileña

Desde el pasado 25 de mayo, en Brasil circuló la noticia de un supuesto segundo milagro atribuido a la intercesión de la Beata Hermana Dulce, el cual fue anunciado por la abogada Ana Lucía Aguiar, quien fue la responsable de presentar ante el Vaticano el milagro que permitió la beatificación de la religiosa conocida como “El ángel bueno del Brasil”.


De comprobarse éste nuevo milagro, la beata podría convertirse en la primera santa brasileña. Al respecto del caso, la abogada Aguiar comentó que éste también ocurrió en Sergipe, lugar en el que trabajó la beata y donde ocurrió el primer milagro.

El proceso de beatificación de la hermana Dulce comenzó en 1999. En enero del 2001, ocurrió el milagro, cuando Claudia Santos de Araújo, devota de la Hermana Dulce, sufrió una grave hemorragia durante un parto y quedó en estado de coma, por lo que la respuesta de los médicos fue que sólo le quedaban unas horas de vida.

Ante esto, un sacerdote amigo que sabía de la fe que la mujer depositaba en la Hermana Dulce, le oró pidiéndole por su salud y en cuestión de horas estaba plenamente recuperada. Dos días después recibió el alta del hospital con su bebé, sin que los médicos lograran explicar lo sucedido.

Para el 2003, diez médicos brasileños y tres italianos certificaron este hecho como un "caso extraordinario de cura", el cual fue reconocido por unanimidad por la Congregación para las Causas de los Santos.

La Hermana Dulce fue declarada venerable por el Vaticano en 2009 y el año pasado, cuando su cuerpo fue exhumado y transferido a la catedral de San Salvador, el cadáver estaba intacto, momificado naturalmente, lo que fue interpretado por la Iglesia como una señal de santidad.

La actual beata nació el 26 de mayo de 1914 en San Salvador, Bahía, (Brasil), fue bautizada como María Rita Lopes Pontes y perteneció a la Congregación de las Hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción de la Madre de Dios. Entregó su vida al servicio de los necesitados y desarrolló una obra social en su natal Bahía, donde fundó varios hospitales de caridad y una red de apoyo social que dirigió hasta su muerte, el 13 de marzo de 1992, a los 77 años de edad.

En 1988 fue candidata al Premio Nobel de la Paz y en octubre de 1991 (cinco meses antes de su muerte), recibió en su lecho de enferma la visita del hoy Beato Juan Pablo II. Las Obras Sociales "Hermana Dulce" incluyen el Complejo Roma, una red de hospitales y centros de salud para los más pobres que atiende en Bahía a cinco millones de personas al año y el Centro Educativo San Antonio. Adicionalmente, la organización gestiona varios centros de salud del Municipio de San Salvador.

La Hermana Dulce fue beatificada el 22 de mayo de éste año, ante unas 70 000 personas en San Salvador, por el Cardenal Geraldo Majella Agnelo, en representación del Papa Benedicto XVI.