miércoles, 26 de octubre de 2011

Meditación del 26 de Octubre del 2011

11-10-26. Miércoles 30ª
Lc 13, 22-30.

Anticipar el Cielo en mi corazón.

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 13, 22-30: En aquel tiempo, Jesús iba enseñando por ciudades y pueblos, mientras se encaminaba a Jerusalén. Alguien le preguntó: «Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?» Jesús le respondió: «Esfuércense por entrar por la puerta, que es angosta, pues yo les aseguro que muchos tratarán de entrar y no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante de la mesa y cierre la puerta, ustedes se quedarán afuera y se pondrán a tocar la puerta, diciendo: Señor, ábrenos. Pero él les responderá: No sé quiénes son ustedes. Entonces le dirán con insistencia: Hemos comido y bebido contigo y tú has enseñado en nuestras plazas. Pero él replicará: Yo les aseguro que no sé quiénes son ustedes; apártense de mí todos ustedes los que hacen el mal. Entonces llorarán ustedes y se desesperarán, cuando vean a Abrahán, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes se vean echados fuera. Vendrán muchos del oriente y del poniente, del norte y del sur, y participarán en el banquete del Reino de Dios. Pues los que ahora son los últimos, serán los primeros; y los que ahora son los primeros, serán los últimos».

I.- ENSEÑANZA BREVE: El primer astronauta ruso que viajó alrededor de la tierra dijo: “estuve en el espacio sideral y no vi a Dios”. El que no lo haya visto, no lleva a la conclusión de que Dios no exista. Si “dios se pudiera ver y meter bajo un microscopio” significaría que no es Dios. El cielo lleno de estrellas y galaxias nos habla de Dios, pero no es Dios. La creación nos habla de Dios, pero no es Dios. No podemos confundir la creatura con el Creador, pero ciertamente la belleza de lo creado nos habla de la infinita belleza de nuestro Padre Dios.

II.- VER - JUZGAR  -ACTUAR

VER
Jesús nos invita a dejar de hacer el mal y ganar el Cielo. Hay quienes en su miopía son incapaces de reconocer la importancia de procurar el bien común para ser feliz y hacer este mundo mejor. Su mente y su corazón están cerrados al amor, a la justicia y a la paz. Cerrados a la Verdad, están ciegos para reconocer y valorar realidades más sublimes como son la Vida Eterna y el Cielo (con mayúscula).
JUZGAR
La fe en Jesucristo es un don pero también una responsabilidad. Es un regalo que se recibe y que no todos los bautizados aceptan ni valoran. Ser cristiano significa dejarse amar por Dios y amarlo a Él y en Jesús amar a los demás. Es reconocer que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre, Quien al tomar nuestra naturaleza humana nos enseña a vivir en el amor y a trabajar por el bien común y es Quien muriendo en la Cruz nos abre la posibilidad de alcanzar la Vida Eterna, el Cielo.
El hombre y la mujer que viven la experiencia del amor de Dios, adelantan el Cielo en sus corazones y lo hacen presente en el mundo. Tal es el caso de los santos, entre otros y por ser contemporáneos mencionamos a Madre Teresa de Calcuta, a Juan Pablo II y a Madre María Inés Teresa, que será beatificada el 21 de abril del próximo año.
ACTUAR
Los santos, son hombres y mujeres que con su vida nos dan testimonio de la presencia de Dios en sus vidas. Yo también estoy llamado a hacer presente el “Cielo” en los ambientes donde realizo mi vida y esto, es una invitación de parte de Dios que espera mi consentimiento. Hoy le diré, Señor no sólo quiero apartarme del mal, sino sobre todo quiero dejarte vivir en mí, para así anticipar el Cielo en mi corazón y en el mundo entero.

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx

“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. M. María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

Meditación del 25 de Octubre del 2011

11-10-25. Martes 30ª
Lc 13, 18-21.

SOY MUCHO MÁS QUE UN FACTOR ECONÓMICO.

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 13, 18-21: En aquel tiempo, Jesús dijo: «¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podré compararlo? Se parece a la semilla de mostaza que un hombre sembró en su huerto; creció y se convirtió en un arbusto grande y los pájaros anidaron en sus ramas». Y dijo de nuevo: «¿Con qué podré comparar el Reino de Dios? Con la levadura que una mujer mezcla con tres medidas de harina y que hace fermentar toda la masa».

I.- ENSEÑANZA BREVE: Hasta la más grande de las creaciones vivas comenzó con una semilla. Hace algunos años empezaste a vivir, eras microscópico(a) pero en tu etapa de embrión ya eras maravilloso(a). No sólo eras ya un individuo de la especie humana, eras y eres tú. A diferencia de otros seres vivos, nuestro mayor crecimiento no es el biológico sino el espiritual. Por eso crecemos en relación con “otros tú”, pero en especial con el Tú que nos creó a su imagen y semejanza. Dios es amor. Al final de nuestras vidas seremos juzgados en el amor, por eso ama. Ámate a ti mismo, ama a tu familia y a tus amigos, ama lo que haces, pero sobre todo AMA A DIOS. Él te ama y te creó por amor.

II.- VER - JUZGAR  -ACTUAR

VER
Hay quienes piensan que el ser humano, al igual que cualquier ser vivo: nace, crece, se reproduce y muere, y de hecho, piensan, que somos ya muchos en este planeta. Algunos ven al ser humano como un medio de hacer dinero, por lo que hay que hay que generarle necesidades ficticias y hacer de él un comprador compulsivo. ¿Así pienso yo? ¿Me doy cuenta que quienes así actúan, que muchas veces, condicionan mi forma de pensar y de actuar?
JUZGAR
Yo soy mucho más que un factor económico. En medio de la creación material sólo el ser humano es capaz de tener conciencia de que existe. Cada persona es única e irrepetible. El ser humano ha sido creado a imagen y semejanza de Dios. Todo ser humano es valioso por “sí mismo”, y en relación con el “otro” yo debo ser consciente de mi propio valor como persona. En la medida en que amo al “otro” yo me amo, y para poder darle amor al “otro”, debo “amarme a mí”. Nadie da lo que no tiene y el “otro” me da la oportunidad de poseerme a mí. Cuando el “Otro” es “Dios mismo”, el potencial de ser “yo mismo”, se plenifica y mi existencia adquiere la dimensión de hacer presente el Reino de Dios en mi vida, en mi familia, en mi entorno social, en el mundo entero.
ACTUAR
Hoy me valoraré y con una sonrisa les mostraré a todos que son valiosos para mí. De esa manera haré presente el amor del Reino de Dios en mi vida y en el mundo entero. Dice una canción “las cosas son importantes, pero la gente lo es más”.


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“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. M. María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)