martes, 29 de noviembre de 2011

Meditación del 29 de noviembre del 2011

11-11-29. martes 1º de Adviento

QUE CRISTO NAZCA EN MI CORAZÓN

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 10, 21-24: En aquel tiempo, el Espíritu Santo llenó de alegría a Jesús, que dijo: «Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y se las ha dado a conocer a los sencillos. Sí, Padre, así te ha parecido bien. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo sino el Padre; y quién es el Padre, sino el Hijo y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar». Dirigiéndose después a los discípulos, les dijo en privado: «Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven. Porque les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen pero no lo oyeron».

I.- ENSEÑANZA BREVE: dice una canción: “Si Dios es alegre y joven, si Dios sabe sonreír, por qué rezar tan tristes por qué vivir sin reír ni cantar”. También dice san Pablo. “Estén a alegres, se lo repito, estén alegres. El Señor está cerca” (Flp 4,4-5).
El Adviento, la Navidad, toda época del año, cada día, es tiempo de estar alegres porque el Señor está cerca.
Un corazón que lleva a Cristo no puede estar triste. El Adviento nos invita a estar siempre preparados para recibir a Cristo, que ya viene y que ya ha llegado, al corazón y a la familia que se ha abierto a Él.
La Navidad está cerca, ¿sientes la alegría de recibir a Cristo en tu corazón?
Para algunos la Navidad es triste y molesta, así le pasaba al gruñón y avaro de “Scrooge”, del “Cuento de Navidad” de Charles Dickens, pues sólo le interesaban los negocios. Tampoco para el “Grinch”, la Navidad era tiempo de felicidad pues no se sentía amado. Ambos personajes, no entendían ni vivían el sentido de la Navidad, cuyo centro es el Nacimiento de un Niño, que viene y alegra la vida de su familia, de los pastores de la comarca, de los magos venidos de lejos y de la humanidad entera, pues, Quien nace es Jesús, el Hijo de Dios.

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
La Navidad no es motivo de alegría auténtica para todos, para algunos sólo es tiempo de endeudarse, comer de más o de emborracharse. Para otros es tiempo de negocios; por eso tantos comerciales que invitan a gastar y gastar. Para otros, es tiempo de tristeza porque se sienten o están solos. ¡No hay Navidad sin Cristo!

JUZGAR
Para descubrir el auténtico sentido del Adviento hay que prepararnos para recibir a Cristo en nuestro interior. El boato exterior tiene sentido, si verdaderamente dejamos que Cristo nazca en nuestros corazones, de otra manera, la vorágine exterior se convierte sólo en ruido y distractor de lo esencial de la Navidad, que es: “Que Cristo nazca en mi corazón”.
El Adviento, nos recuerda que el Señor nació (pasado) y por eso nos alegramos, celebramos su cumpleaños.
El Adviento nos anuncia que Jesús vendrá al final de los tiempos (futuro) en la Parusía
El Adviento nos invita a celebrar su nacimiento número 2011 (presente).
Nuestro pasado y nuestro futuro están iluminados por la presencia de Jesús, con mayor razón, lo ha de estar nuestro presente. Hoy seamos felices, hoy dejemos que CRISTO NAZCA EN NUESTRO CORAZÓN. Hoy dejaré que CRISTO NAZCA EN MI CORAZÓN.
“Jesús al venir por vez primera en la humildad de nuestra carne, realizó el plan de redención trazado dese antiguo y nos abrió el camino de la salvación para que cuando venga de nuevo, en la majestad de su Gloria, revelando así la plenitud de su obra, podamos recibir los bienes prometidos que ahora, en vigilante espera, confiamos alcanzar”. (Prefacio 1 de Adviento)
ORAR
Señor, gracias porque vienes a mi vida, para llenarme con la alegría de tu presencia. En tus manos pongo mi vida y para recibirte dignamente quiero quitar de mi corazón no sólo todo odio o rencor, sino también todo miedo o angustia, tristeza o pesar. Dame tu paz, Señor, para que mi gozo y alegría sean siempre en Ti Señor.
ACTUAR
A la hora de tomar alimentos encenderé una vela de la Corona de Adviento y diré “Ven Señor Jesús a mi corazón y a mi familia, para que te adoremos como lo hicieron los pastores y los magos. Concédenos que en estos alimentos reconozcamos tu providencia y en nuestra convivencia familiar te hagamos presente con nuestra alegría.
Ven Jesús y nace en mi corazón”.                        


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“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)