miércoles, 30 de noviembre de 2011

Meditación del 30 de noviembre del 2011

11-11-30. Miércoles. San Andrés.

    CON MI VOZ Y TESTIMONIO          

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Mateo 4, 18-22: Un día que Jesús caminaba por la ribera del lago de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban echando las redes al lago, porque eran pescadores. Jesús les dijo: «Síganme y los haré pescadores de hombres». Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre, lo siguieron.

I.- ENSEÑANZA BREVE: San Pablo es el gran predicador de Cristo en el mundo antiguo, de los primeros años del Cristianismo. El Beato Juan Pablo II lo es en los tiempos modernos. Ambos pusieron todos los medios a su alcance para anunciar el Evangelio de Jesús, y de esa manera, a través de la Buena Nueva, compartiendo el mensaje de Verdad, de Justicia y de Amor transformaron al mundo. El mundo, que hoy cada vez más, promoviendo el relativismo y conceptos ideológicos, basados en intereses particulares, a través de la mentira, rechaza la Verdad y el Bien común y con ello genera injusticias y la división.
El beato Juan Pablo II, para evangelizar puso todos los medios a su alcance, se trasladó de un lado a otro, usó los medios de comunicación como la prensa, la radio, la televisión y la internet (entre otros). Uno de sus principales recursos fue su voz, pero sobre todo, su testimonio de vida. Lo mismo hizo san Pablo, con sus grandes recorridos a pie, utilizando el caballo y las carretas, trasladándose en barco de un continente a otro (Europa y Asia), elaborando y mandando a copiar cartas que fueron distribuidas y leídas en diversas comunidades y que hoy se conservan y forman parte del Nuevo Testamento.

Ambos hicieron vida, entre otras frases: “¡Ay de mí! si no evangelizara” (1 Cor 9, 16) y “Hay que evangelizar a tiempo y a destiempo” (cf. Tim 4,2). Tú y yo podemos imitarlos, por ejemplo difundiendo estas meditaciones entre conocidos y amigos, compartiendo este tipo de mensajes o elaborando material que difundamos entre ellos y en los ambientes donde desarrollamos nuestras actividades y que es nuestra área de influencia, pero sobre todo con nuestra voz y testimonio de vida.

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
Utilizando diversos medios de comunicación social y con grandes aportaciones de dinero, hoy se transmiten conceptos erróneos sobre el ser humano, su dignidad y destino final. Así, en particular en las nuevas generaciones, no sólo en México sino a nivel mundial, en “el pensamiento colectivo de personas ingenuas o no pensantes” se van introduciendo ideas falsas alejadas de la verdad y de la justicia, pero que se ven como buenas y deseables de vivir. Así, se pretende desvirtuar la dignidad del matrimonio, como unión entre un hombre y una mujer, para amarse y formar una relación estable y duradera, como lo es la familia que recibe a los hijos con amor y los acompaña en su desarrollo integral. En lugar de estos principios y valores se promueven estilos de vida donde el matrimonio y la familia no tienen sentido y han de evitarse, lo mismo que “la molestia” de los hijos a los cuales hay que evitar y si se engendran, habrá que abortar.

JUZGAR
Los principios y valores cristianos que la Navidad conlleva, a través de Jesús, la Virgen María y san José, “la Familia de Nazaret”, nos hablan de la dignidad de la persona, hombre y mujer, de la maternidad y la paternidad responsables, de la solidaridad y corresponsabilidad familiar, del amor con que han de ser recibidos los hijos, del apoyo que hay que darles y de la respuesta agradecida y amorosa de parte de ellos.
La familia cristiana no es una idea romántica, es todo un estilo de vida que brota del Evangelio, de la Encarnación del Hijo de Dios. Ante el desorden que se va instaurando, los católicos cada vez más debemos valorar nuestra vivencia familiar como “el ambiente donde Dios es amado y su amor es compartido entre los integrantes del núcleo familiar y los amigos”. El Adviento es una excelente oportunidad para hacer presente el amor de Dios en medio de nuestras familias. El Adviento es también una invitación a compartir la alegría de la vivencia familiar con nuestra voz y testimonio de vida.
El texto evangélico que hoy meditamos, nos muestra como Jesús, entre sus primeros discípulos, cuenta con hermanos de sangre.  Juan y Santiago, Pedro y Andrés, son hermanos. Santiago conoció a Jesús por su hermano Andrés. El Evangelio, a través de Andrés, llegó a la casa de Pedro, donde incluso su suegra quedó involucrada. Podemos constatar como a través de “uno” el Evangelio llegó a toda su familia.
Los cuatro serán grandes evangelizadores, los cuatro recorrerán “el mundo a su alcance” para anunciar a Cristo, los cuatro formarán discípulos. A Juan y a sus seguidores se le atribuyen la narración del Evangelio que lleva su nombre, el Apocalipsis y tres cartas. San Pedro tuvo como colaborar a san Marcos, autor de otra de las versiones del Evangelio. Ellos, los apóstoles, pusieron los medios a su alcance para transmitir la Buena Nueva e instaurar el Reino de Verdad, Justicia y Amor, pero sobre todo contaron con su voz y su testimonio de vida para evangelizar.
En su tiempo y con sus posibilidades, ellos fueron difusores y constructores del Reino de Dios. Ahora que en esta Navidad, te preparas a recibir a Cristo en tu corazón, ¿cómo vas a compartir y a vivir su mensaje de Verdad, Justicia y Amor, en tu familia y con tus amigos?
ORAR
Señor, gracias por mi familia y por el don de la fe. Gracias por san Pablo y Juan Pablo II que además de  procurar evangelizar con todos los medios a su alcance, con su voz y testimonio de vida, te hicieron presente en el mundo. Yo quiero ser como ellos, yo también quiero evangelizar con mi voz y con mi vida. Derrama tu Espíritu Santo en mi corazón y en mi familia, para que juntos construyamos tu Reino de Verdad, Justicia y Amor.
ACTUAR
A la hora de tomar alimentos encenderé un vela de la Corona de Adviento y diré “Ven Señor Jesús a mi corazón y a mi familia, para que te adoremos como lo hicieron los pastores y los magos. Concédenos que en estos alimentos reconozcamos tu providencia y en nuestra convivencia familiar te hagamos presente con nuestra alegría.
Ven Jesús y permite que con mi voz y testimonio de vida evangelice en mi familia     

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx
“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)


NOTA: La ideología (y los conceptos ideológicos) es una herramienta de control social para despojar al ser humano de su libertad, transformándolo en parte de una masa manipulable. Es también el conjunto de ideas cuya relación con la realidad es menos importante que su objetivo, por lo mismo no se fundamenta en la verdad, sino en intereses particulares. Al rechazar la verdad, es mentirosa y transmite falsedades que sin embargo para “el pensamiento colectivo” de personas ingenuas o no pensantes, “son verdades” que generan una cosmovisión que se manifiesta en patrones de conductas erróneos que se ven como buenos y pueden llegar a sustentar y justificar sistemas totalitarios como el nazismo (cf. http://definicion.de/ideologia/ y otras páginas de internet que se pueden encontrar en la búsqueda de “concepto ideológico definición”).


martes, 29 de noviembre de 2011

Meditación del 29 de noviembre del 2011

11-11-29. martes 1º de Adviento

QUE CRISTO NAZCA EN MI CORAZÓN

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 10, 21-24: En aquel tiempo, el Espíritu Santo llenó de alegría a Jesús, que dijo: «Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y se las ha dado a conocer a los sencillos. Sí, Padre, así te ha parecido bien. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo sino el Padre; y quién es el Padre, sino el Hijo y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar». Dirigiéndose después a los discípulos, les dijo en privado: «Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven. Porque les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen pero no lo oyeron».

I.- ENSEÑANZA BREVE: dice una canción: “Si Dios es alegre y joven, si Dios sabe sonreír, por qué rezar tan tristes por qué vivir sin reír ni cantar”. También dice san Pablo. “Estén a alegres, se lo repito, estén alegres. El Señor está cerca” (Flp 4,4-5).
El Adviento, la Navidad, toda época del año, cada día, es tiempo de estar alegres porque el Señor está cerca.
Un corazón que lleva a Cristo no puede estar triste. El Adviento nos invita a estar siempre preparados para recibir a Cristo, que ya viene y que ya ha llegado, al corazón y a la familia que se ha abierto a Él.
La Navidad está cerca, ¿sientes la alegría de recibir a Cristo en tu corazón?
Para algunos la Navidad es triste y molesta, así le pasaba al gruñón y avaro de “Scrooge”, del “Cuento de Navidad” de Charles Dickens, pues sólo le interesaban los negocios. Tampoco para el “Grinch”, la Navidad era tiempo de felicidad pues no se sentía amado. Ambos personajes, no entendían ni vivían el sentido de la Navidad, cuyo centro es el Nacimiento de un Niño, que viene y alegra la vida de su familia, de los pastores de la comarca, de los magos venidos de lejos y de la humanidad entera, pues, Quien nace es Jesús, el Hijo de Dios.

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
La Navidad no es motivo de alegría auténtica para todos, para algunos sólo es tiempo de endeudarse, comer de más o de emborracharse. Para otros es tiempo de negocios; por eso tantos comerciales que invitan a gastar y gastar. Para otros, es tiempo de tristeza porque se sienten o están solos. ¡No hay Navidad sin Cristo!

JUZGAR
Para descubrir el auténtico sentido del Adviento hay que prepararnos para recibir a Cristo en nuestro interior. El boato exterior tiene sentido, si verdaderamente dejamos que Cristo nazca en nuestros corazones, de otra manera, la vorágine exterior se convierte sólo en ruido y distractor de lo esencial de la Navidad, que es: “Que Cristo nazca en mi corazón”.
El Adviento, nos recuerda que el Señor nació (pasado) y por eso nos alegramos, celebramos su cumpleaños.
El Adviento nos anuncia que Jesús vendrá al final de los tiempos (futuro) en la Parusía
El Adviento nos invita a celebrar su nacimiento número 2011 (presente).
Nuestro pasado y nuestro futuro están iluminados por la presencia de Jesús, con mayor razón, lo ha de estar nuestro presente. Hoy seamos felices, hoy dejemos que CRISTO NAZCA EN NUESTRO CORAZÓN. Hoy dejaré que CRISTO NAZCA EN MI CORAZÓN.
“Jesús al venir por vez primera en la humildad de nuestra carne, realizó el plan de redención trazado dese antiguo y nos abrió el camino de la salvación para que cuando venga de nuevo, en la majestad de su Gloria, revelando así la plenitud de su obra, podamos recibir los bienes prometidos que ahora, en vigilante espera, confiamos alcanzar”. (Prefacio 1 de Adviento)
ORAR
Señor, gracias porque vienes a mi vida, para llenarme con la alegría de tu presencia. En tus manos pongo mi vida y para recibirte dignamente quiero quitar de mi corazón no sólo todo odio o rencor, sino también todo miedo o angustia, tristeza o pesar. Dame tu paz, Señor, para que mi gozo y alegría sean siempre en Ti Señor.
ACTUAR
A la hora de tomar alimentos encenderé una vela de la Corona de Adviento y diré “Ven Señor Jesús a mi corazón y a mi familia, para que te adoremos como lo hicieron los pastores y los magos. Concédenos que en estos alimentos reconozcamos tu providencia y en nuestra convivencia familiar te hagamos presente con nuestra alegría.
Ven Jesús y nace en mi corazón”.                        


Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx
“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)


lunes, 28 de noviembre de 2011

Meditación del 28 de noviembre del 2011

11-11-28. lunes 1º de Adviento

EL ADVIENTO ES PARA FORTALECER LA FE

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Mateo 8, 5-11. En aquel tiempo, al entrar en Cafarnaún, se le acercó un oficial romano suplicándole: “Señor tengo en casa un criado paralítico que sufre terriblemente”. Jesús le contestó: “Yo iré a curarlo”. El oficial romano replicó: “Señor, yo no soy digno de que entre en mi casa, pero basta que digas una sola palabra y mi criado quedará sano. Porque yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y si digo a uno de ellos: “¡Ve!”, él va: al otro “¡Ven!”, y viene, a mi criado “¡Haz esto!”, y lo hace”. Al oírlo, Jesús se quedó admirado y dijo a los que lo seguían: “Les aseguro que jamás he encontrado en Israel una fe tan grande. Por eso les digo que vendrán muchos de oriente y de occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el banquete del Reino de los Cielos”.

I.- ENSEÑANZA BREVE: Inicia el tiempo del Adviento y la Liturgia de la Palabra nos irá presentando diversos encuentros con el Señor Jesús. Hoy se presenta en diálogo con un oficial romano. Este hombre no solo no era judío, sino que era romano (extranjero, pagano) y además oficial (opresor). Triple motivo para que ningún judío quisiera dirigirle la palabra y mucho menos hacerle un favor. Sin embargo Jesús le escucha y Él mismo se ofrece a ir con él y entrar a su casa (¡una gran falta para un judío!). Jesús no se deja llevar por condicionamientos para hacer el bien, para dar la salud al otro. Esta actitud, san Pablo la destacará, al mencionar la muerte en Cruz de Jesús, diciendo “nos rescató aún siendo nosotros sus enemigos (pecadores)” (cf. Rm 5,10). La respuesta del centurión, dará la oportunidad de una enseñanza más, de parte de Jesús, Quien señala la gran fe, de este hombre “pagano”, diciendo que “como él, a nadie ha encontrado en Jerusalén”.
Hay que reconocer que la falta de fe, la podemos encontrar en muchos que se dicen católicos y que ante la primera dificultad o problema, en lugar de acudir a Jesús, van en búsqueda de un mago o esotérico, que les haga “una limpia” (para que sólo les limpie el bolsillo y debilite su fe). Cuántas veces en un hogar, de repente se dan cuenta de que el papá, el hermano, la esposa o la hija, reciben un reconocimiento por las cualidades que tenía y que los de la propia familia no conocían o no habían valorado. En ocasiones, cuando ya es tarde, quizá porque murió, saben, por sus conocidos y amigos, que su familiar era muy querido por lo que había hecho a favor de los demás y que la familia ignoraba.
En relación con Jesús, esto nos puede suceder, a los que decimos tener fe y somos católicos. En nuestra “relación con Dios”, nos acostumbramos a un “trato frecuente con Él” y no lo valoramos. Esto sucede cuando “la costumbre” sustituye “el amor”.
El adviento es un tiempo de conversión, para pedirle al Señor que aumente nuestra fe.

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
Hay quienes buscan a Dios, sólo si tienen necesidad de Él. Hay también quienes acuden a Misa y movidos por la costumbre, cumplen con sus compromisos cristianos. Otros por el bautismo son hijos de Dios, pero no conocen ni valoran su relación con Él. Seguramente que algunos incluso no querrán acercarse a Jesús, por haberlo abandonado y temerosos de que no los escuche o rechace.

JUZGAR
El tiempo del Adviento es una invitación para que reflexionemos sobre nuestra relación con Dios y que analicemos qué tan profunda y auténtica es, para mejorarla. El Adviento es para fortalecer la fe.
El centurión confía en Jesús y cree en Él. En cuanto no judío, sabe que Jesús no debe entrar en su casa, por lo que movido por la fe y la confianza en Él, le dirá, “basta que digas una palabra y mi criado quedará sano”.
La Iglesia nos invita a tener una fe firme y una fuerte experiencia de Dios, por eso, en Misa, cuando el sacerdote nos presenta a Jesús, “Cordero de Dios”, decimos: “Señor, yo soy digno de que vengas mí, pero una palabra tuya, bastará para sanar mi alma”.
¿De qué cosas, Jesús me puede sanar? El adviento es tiempo propicio para que hagas tu lista, de tal manera que cuando llegué la Navidad, en tu corazón recibas a Jesús con un corazón limpio y lleno de fe.
También recuerda que aunque hablamos del 24 de diciembre, esa es una fecha simbólica, la presencia de Jesús, es en tu aquí y ahora. Todos los días es Navidad, si dejas que Jesús entre en tu corazón.
ORAR
Al igual que el centurión, yo te digo: Señor no soy digno de que vengas a mí y al igual que él, me asombró el que quieras venir a mi corazón. Gracias Señor, porque no me culpas, sino que me perdonas y quieres hacerme feliz. Gracias porque, con tu amor, me retas a ser mejor y a asemejarme a Ti. Gracias por este tiempo del Adviento, para fortalecer mi fe y para esforzarme en amar y servir en libertad, a Ti y a los demás.
ACTUAR
Haré una lista, de las cosas que considero debo cambiar y las pondré delante del Señor Jesús, pidiéndole que venga y me sane. Confiaré en que Él tomará en cuenta lo que le pido y me sanará.

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx
“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

Meditación del 27 de noviembre del 2011

11-11-27. DOMINGO 1º DE ADVIENTO.

NUESTRA MEJOR MOTIVACIÓN, DIOS MISMO.

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Marcos 13, 33-37: En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos: velen y estén alertas, porque no saben cuándo llegará el momento. Así como un hombre que se va de viaje, deja su casa y encomienda a cada quien lo que debe hacer y encarga al portero que esté velando, así también velen ustedes, pues no saben a qué hora va a regresar el dueño de la casa: si al anochecer, a la medianoche, al canto del gallo o la madrugada. No vaya a suceder que llegue de repente y los halle durmiendo. Lo que les digo a ustedes, lo digo para todos: permanezcan alertas.

I.- ENSEÑANZA BREVE: Permanece alerta pues Dios te ama y tú le interesas. En la vida las motivaciones son importantes porque ellas nos impulsan a seguir adelante. Quien está desmotivado, está triste y deprimido y quizá no tiene “motivos” para vivir. En cambio, aquella persona que tiene un objetivo qué alcanzar, además de mantenerse en una tensión alegre por llegar a su meta, será creativa, pues siempre estará buscando los medios para alcanzar su fin. La fe en Jesucristo nos proporciona la mayor de las motivaciones pues, al Resucitar y redimirnos, nos da a conocer la meta: llegar a estar en la presencia del Padre, en el Cielo. Nuestra mejor motivación, Dios mismo.
El Cielo está al alcance de todos, para ello tenemos que aceptar la redención de Cristo, pues ella nos revela que en nuestro caminar, no estamos solos, sino que DIOS, QUE ES AMOR, nos acompaña. Así, la seguridad de que no estamos solos, que Dios nos acompaña, al tiempo que nos da seguridad y nos fortalece, nos reta para que en el amor le respondamos y perseveremos hasta alcanzar el Cielo.
Hemos escuchado que “las cosas acaban hasta que se acaban”, sin embargo, los católicos sabemos que, en el caso del ser humano, su vida no se acaba con la muerte, sino que continúa hasta la eternidad, en el amor de nuestro Padre Dios.

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
En particular en los países desarrollados, las personas han puesto “su felicidad” y fuente de motivación en la seguridad que les proporcionan las cosas materiales, de tal modo que incluso, para conservarlas y que les duren más tiempo han optado por no tener hijos. Las crisis económicas que en el mundo se van dando de manera recurrente les ponen a temblar porque su bienestar, en el que había puesto su confianza, se pone en riesgo. Por otro lado, ellos van percibiendo como cada vez se van haciendo más viejos y consideran que el prolongar su vida no tiene sentido y algunos van proponiendo la eutanasia como solución, ¿para qué vivir sino he amado y opté por no tener hijos e incluso a alguno(s) los aborté? ¿Para qué vivir si en lugar de tener un cónyuge me quede sólo en relaciones pasajeras? ¿Para qué vivir si en lugar de familia tengo soledad? ¿Para qué vivir si no tengo a Dios en mi vida y siempre que tocó a la puerta de mi corazón, lo rechacé? ¿Para qué vivir si ya anciano estoy en soledad? Estas y otras más interrogantes se hacen aquellos que habiendo rechazado el amor de Dios y su Plan de Salvación, se han quedado sin la “Esperanza que Salva” (Rom 8,24), Jesucristo nuestro Señor.
Lo anterior y otras situaciones más, son expresiones de la “cultura de la muerte”, que se extiende y consolida cuando el hombre aparta a Dios de su vida.

JUZGAR
Primer Domingo de Adviento. Hoy inicia el “Adviento”, tiempo litúrgico que nos invita a prepararnos para el Nacimiento de Cristo, que pone en nuestro corazón infinidad de motivaciones para seguir adelante y ser felices a pesar de las dificultades o problemas que pudiéramos tener.
Más allá del boato, al que la propaganda consumista nos invita y sumerge, está el centro de nuestras celebraciones navideñas: Jesucristo nuestro Señor.
Estemos alertas y velemos, para que la alegría de la Navidad no nos la quiten los infortunios y problemas que se nos pudieran presentar, sino que disfrutemos con gozo, la presencia del “Emmanuel” (Dios con nosotros).
Despertemos y démonos cuenta que lo mejor de nosotros mismos está en nuestro interior y no en el boato exterior, por lo mismo, para estar alertas, aprovechemos el Adviento para profundizar nuestra relación con Dios, con nosotros mismos, con los demás y con el mundo de cosas y situaciones que nos rodean. Así, la Noche de Paz, no será sólo “un instante” o “una obligación molesta” para “gastar dando regalos” y “conviviendo con quien no amo”, sino una excelente oportunidad para compartir mi fe y la mejor de las motivaciones pues “Dios está aquí y me ama” y por eso, con una sonrisa sincera, a todos podré decir “Dios está aquí y nos ama”. En la Navidad, nos reunimos en torno a Él, para que nos dé su paz.
Recuerda, en todo cumpleaños, el centro de la reunión es el festejado, por lo mismo el centro de la Navidad es Jesucristo y no la comida, la bebida ni los regalos. Si en el día de la Navidad, no tienes grandes regalos ni exquisitos manjares, incluso si por alguna razón estás solo o en el cuarto de un hospital, no te preocupes, Jesús es fiel a su Palabra y llega al corazón de todos los hombres de buena voluntad. Cristo quiere nacer en tu corazón.
Mantente en vela y alerta, no adormecido. Recibe en tu corazón y familia, al Señor que viene, al Señor que llega para darte su perdón, su amor, su paz, porque Él se da totalmente a Sí Mismo, para ti, para habitar por siempre en ti, en tu hogar y en el mundo entero.
Es válido que te diga desde ahora, si estás despierto(a), alerta y en vela: ¡FELIZ NAVIDAD!
Quienes han eclipsado la presencia de Dios en sus vidas y han dejado que el consumismo y la cultura de la muerte se enseñoreén en sus corazones, no entienden la alegría profunda de la Navidad y se quedan solo en el bullicio exterior. Tu procura que en tu celebración navideña no falte la auténtica alegría y el amor que brotan de quien se sabe amado(a) por Dios y lo comparte con los demás.
La Navidad es una fuerte llamada de atención para los promotores de la Cultura de la Muerte. En lo que hemos comentado se nota la diferencia de dejar que Dios se eclipse en nuestro corazón a permitir que Jesús con su Nacimiento, ilumine nuestra existencia y nos inserte de lleno en la Cultura de la Vida y la Civilización del Amor.
ORAR
Señor, tú sabes que fácil me distraigo, a veces soy como un niño que yendo tras los dulces, los colores, la música, me olvido del lugar al que me dirijo, en otros momentos, soy como la persona que se queda paralizada ante los problemas. Así, en cosas que se pasan, me voy gastando yo, cuando lo esencial es estar en Ti. Es decir, realizarme reconociéndome amado por Ti y sirviendo a los demás por amor a Ti. Gracias por este tiempo litúrgico del Adviento, tiempo que quiero aprovechar para prepararme para la Navidad. Ayúdame a estar atento a tu presencia y a tu palabra, ayúdame a tener un corazón limpio, abierto para Ti y mis hermanos. Tú lo sabes, Señor, en todo quiero hacer tu voluntad y no quiero desaprovechar esta oportunidad.
ACTUAR
Estemos en vela y no recibamos descuidadamente al “Señor, Jesús, que viene”. Preparemos su celebración. Perdonemos a quienes nos han ofendido, pidamos perdón a los que hemos ofendido. Ayudemos a los más necesitados. Hagamos oración. Acerquémonos a confesar y además de no faltar a nuestra Misa Dominical. Con entusiasmo participemos en la Misa de Navidad.

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx
“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

viernes, 25 de noviembre de 2011

¡Porque los amamos!


Acompáñanos el 3 de diciembre, a la peregrinación que organiza Derechos del Concebido A.C., como parte del festejo por el Día Mundial de los Derechos del Concebido (8 de diciembre). Pediremos a Dios por las mujeres embarazadas y festejaremos el don de la vida.
La cita es a las 9:30 am en la ex-glorieta de Peralvillo.
Te esperamos

Meditación del 26 de noviembre del 2011

11-11-26. Sábado 34ª

MANTENTE ALERTA, NO TE DEJES ADORMECER

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 21, 34-36: «Estén alerta, para que los vicios, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida no entorpezcan su mente, y aquel día los sorprenda desprevenidos: porque caerá de repente como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra. Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer ante el Hijo del hombre».

I.- ENSEÑANZA BREVE:
Hoy el Señor Jesús, nuevamente nos invita a estar alertas, a estar despiertos. El Señor Jesús, lo dijo “mi Reino no es de este mundo”(Jn 18,33.37). También oró por nosotros diciendo “no te pido que los saques del mundo, sino que los protejas” (Jn 17,15).  Él mismo experimentó el rechazo y nos previno; “si esto hacen con el leño verde, qué no harán con el seco” (Lc 21,31).
En el mundo plural en que vivimos, no sólo existen diversas culturas y modos de vivir, sino también diversas religiones. El modo de vivir de los católicos genera también una cultura que vive en relaciones con otras, en las que “incide” y con las que se “contamina”. El ejemplo más claro lo tenemos con el nombre y la imagen del Obispo San Nicolás de Turquía, quien muere en el siglo IV y cuya devoción se extiende por el mundo entero y es traída a América del Norte por migrantes holandeses. Su popular devoción e imagen, a partir de 1930 es utilizada por una empresa refresquera que transforma su nombre en “Santa Claus”, que conserva el color rojo de su vestimenta episcopal, cambia la mitra por el gorro rojo, desaparece el pectoral episcopal y de Turquía, traslada su casa habitación al Polo Norte. Pronto, no solo la empresa refresquera, sino también otras empresas, comercializan su imagen para la venta de infinidad de productos en el tiempo del “Merry Chrismas” o Navidad.

Hoy la misma empresa refresquera, para no utilizar ningún símbolo que recuerde al cristianismo utiliza a unos osos y habla de la “magia”. No de la “magia de la Navidad”, que de por sí no es un término adecuado, si no de la “magia”. Para otras empresas, también de corte internacional, ya no es el “Merry Chrismas”, sino el “Happy Holidays” (felices vacaciones). Ya no es: “celebremos el nacimiento del Hijo de Dios, dando como Dios nos da” sino “gastemos por gastar, pues es tiempo de comprar”. Además, podemos afirmar que estas acciones, en el mundo occidental, son expresión del neopaganismo que rechaza todo símbolo cristiano y que promueve todo tipo de expresión religiosa no cristiana e incluso diversos cultos esotéricos y “astrales”. Cabe también señalar otra incongruencia, pues además estas campañas separan el motivo original de compartir, olvidándose incluso que de la celebración del nacimiento de Jesucristo, surgen “el aguinaldo”, “el dar regalos” y la “cena de Navidad”.
Para el católico la exhortación de estar alertas, no es para el pasado, sino de profunda actualidad, para valorar lo auténtico de la Navidad y del cristianismo y no dejarnos “adormecer” ni “embrutecer” por los condicionamientos del mundo actual.
¡Mantente alerta, no te dejes adormecer!

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
La celebración del Nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios, está ya próxima y para el comercio y los publicistas es la oportunidad de “adormecer” a la población en general con el bombardeo de publicidad de todo tipo, que invita a gastar, y meterse en la vorágine de sensaciones que se pueden experimentar y compartir, a través de la compra de infinidad de productos que han de servir para “lucirse”, “presumir”, endeudarse, emborracharse y excederse en todo tipo de placeres. Comida, bebida, droga, sexo, etc. ¿Es este el verdadero sentido de la Navidad?
Podemos actualizar las palabras de Jesús, diciendo que Él nos exhorta para que nuestra inteligencia, libertad y voluntad, no sean entorpecidas por los vicios del beber, del comer y de gastar, ni por las preocupaciones posteriores de “cómo pagar” o “cómo resolver las relaciones dañadas” por nosotros mismos, a causa de nuestros excesos.

JUZGAR
En la Navidad, celebramos el Nacimiento del Hijo de Dios. El mejor regalo que Dios nos pudo haber hecho, pues ha venido a Salvarnos y en torno a Él, nos unimos las familias y la humanidad entera. Incluso recordemos cómo, en años pasados, en el día de la Navidad, en zonas de conflicto se llegaron a suspender ataques y bombardeos.
Para mantenernos alertas ante el Nacimiento del Salvador la Iglesia nos invita a prepararnos con anticipación a través del Tiempo Litúrgico del Adviento, que inicia cuatro domingos antes del 25 de Diciembre y nos propone diversas acciones para suscitar y fortalecer la fe y la unidad familiar y entre los hombres.
Así contamos con la “corona de Adviento”, ante la que se ora, de preferencia en familia, antes de tomar los alimentos.
También contamos con el “Nacimiento y/o el Arbolito de Navidad”, lo mismo que el “novenario” que inicia el 16 de diciembre y del que surgen “las posadas”. Por cierto, no te preocupes si no vas a muchas de ellas, sin embargo procura que en esos nueve días, no te falte un momento de oración, de preferencia en familia, para que puedas preparar tu corazón al Nacimiento del Niño Jesús.
Si te das cuenta, estas actividades apenas si cuestan algo, pero los beneficios son muchos, pues te invitan a la oración y junto con ella te fortalecen en la fe y te permiten compartirla de una manera muy bella y plástica, a través de las velas, los adornos y las imágenes. Estas acciones, en su conjunto, además alegrarán tu corazón y propiciaran la convivencia e integración familiar.
Por otro lado, la liturgia, tanto en la Misa Dominical como en la Misa Diaria, nos proporciona hermosas y profundas lecturas bíblicas, que nos ayudan a prepararnos mejor y a estar alertas, ante el nacimiento del Hijo de Dios, para recibirlo mejor. ¡Mantente alerta, no te dejes adormecer!
ORAR
Señor, Jesús, cada día debo estar alerta para recibirte. Muchas cosas me distraen y me llenan de angustia. Gracias porque Tú no te olvidas de mí. Concédeme durante el Tiempo Litúrgico del Adviento, ponerme todos los días en los dinteles de mi corazón, para buscarte y encontrarte cada día en mi oración y en el hermano, en particular en el más necesitado a quien en tu nombre ayudaré.
ACTUAR
Tanto en internet como en librerías católicas puedes conseguir material que te ayude a vivir mejor las propuestas espirituales del Tiempo de Aviento y de Navidad.
Para fortalecer la fe y la unidad en la familia, procuraré invitarlos para que además de ir a Misa los domingos, si es posible, tengamos la Corona de Adviento y recemos juntos al bendecir los alimentos. Al poner el Nacimiento y/o el Árbol de Navidad, invitaré a que me ayuden, lo mismo si pongo algún otro adorno o arreglo. Si es posible del 16 al 24 de diciembre haremos alguna oración especial. Etc.
No se trata de gastar, sino de estar unidos a Dios y de convivir. ¡Mantente alerta, no te dejes adormecer!

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx
“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

NOTA: En la Iglesia llevamos, casi en paralelo, el Año Civil y el Litúrgico. El Año Civil inicia el 1 de enero y termina el 31 de diciembre. El Año Litúrgico inicia el Primer Domingo de Adviento y concluye el sábado posterior a la festividad de Cristo Rey.
El Año litúrgico está dividido de la siguiente manera y cada temporada se distingue por un color, que señalo entre paréntesis ( ). Adviento (morado), Navidad (blanco), Ordinario (verde), Cuaresma (morado), Pascua (blanco) Ordinario (verde). Como vemos el Tiempo Ordinario está contemplado en dos etapas, que comprende, por lo regular, 34 semanas. Aunque se llama “Tiempo Ordinario”, no es un tiempo litúrgico menor, pues nos recuerda que “lo ordinario es que el creyente busque la santidad”.

La Navidad inicia el 24 de diciembre por la noche y concluye el domingo del Bautismo del Señor.
Las Lecturas Diarias de la Misa, siguen el esquema de “Años Pares” y “Años Nones” (estamos por iniciar años pares 2011) y las Lecturas de las Misas Dominicales se mueven según el Ciclo “A”, “B” y “C”. Estamos por iniciar el Ciclo B

Meditación del 25 de noviembre del 2011

11-11-25. Viernes 34ª

YO, CONSTRUCTOR DEL REINO DE DIOS

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 21, 29-33: En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos esta comparación: «Fíjense en la higuera y en los demás árboles: cuando ven que empiezan a dar fruto, saben que ya está cerca el verano. Así también, cuando vean que suceden las cosas que les he dicho, sepan que el Reino de Dios está cerca. Yo les aseguro que antes de que esta generación muera, todo esto se cumplirá. Podrán dejar de existir el cielo y la tierra, pero mis palabras no dejarán de cumplirse».

I.- ENSEÑANZA BREVE: ¿Cómo puedo asegurarme que Dios está cerca de mí, si no lo veo? Ciertamente, tampoco veo el oxígeno que está en el aire, que entra en mi interior, a través de los pulmones y me recorre, dando vida a cada célula de mi cuerpo, Sin el oxígeno, yo no podría vivir y aunque no lo veo, claro que existe. Sin él me asfixiaría y moriría. (Por cierto, el cuerpo de un adulto puede tener entre 10 y 50 billones de células. Billón = millón de millones =  1000'000'000'000 = 1 x 1012).
Lo que existe, existe porque Dios lo ha creado. Todo lo creado tiene sustento en Dios, aunque a Él, yo no lo vea. Yo, con los billones de células y millones de funciones químicas que diariamente se realizan en mí, aunque no lo crea, no lo sepa, ni me dé cuenta: SOY UNA MARAVILLA DE DIOS.

II.- VER - JUZGAR  -ACTUAR
VER
Hoy como nunca, se habla de Derechos Humanos y sin embargo, nunca como antes se habían violentado tanto, ya no sólo a través de las guerras, asesinatos, secuestros, trata de personas, explotación humana, etc. sino sobre todo y con una saña mayor y gran perversión, cuando se desvirtúa el sentido de las palabras y a través de conceptos ideológicos, se pretende desconocer la ley natural. Quienes optan por este camino no reconocen la posibilidad de conocer la verdad que la realidad lleva grabada en sí misma. Así, desplazando la Declaración Universal de Derechos Humanos, se pretenden imponer “derechos particulares”, para desconocer el derecho a la vida, desde la concepción, de todo ser humano; negar la dignidad del matrimonio sustentando en la unión de un hombre con una mujer y rechazar la dimensión unitiva y la procreativa de la relación sexual humana, reconociendo y exaltando sólo la dimensión de placer.

JUZGAR
El Reino de Dios es verdad, justicia, amor y paz. No es añoranza ni utopía, sino deseo y derecho, de verdad y de justicia, que son valores que dan sustento al derecho humano y consolidan las relaciones humanas. Es urgente y necesario que por encima del sentido ideológico, se retome el sentido real de las palabras, de tal manera que en lugar de acuñar “nuevas definiciones”, para imponer nuevos patrones de conducta, se respete la verdad que emana de la ley natural y retomemos el camino de la verdad.
Ciertamente, los promotores de los conceptos ideológicos están posicionados en altas esferas de organismos internacionales como la ONU, la UNESCO y la UNICEF y en las esferas gubernamentales de salud y educación, además de los medios de comunicación social; sin embargo, no podemos renunciar a nuestro deber y derecho de proclamar y difundir la verdad. No hacerlo, sería no sólo un error sino caer en complicidades. Una mentira por más que se repita, jamás será verdad, pero genera duda e inseguridad.
El Reino de Dios es verdad, justicia, amor y paz. Este Reino está en el corazón de todos los que hemos recibido a Jesucristo en nuestro corazón y en todo hombre y mujer de buena voluntad que sabe oír la voz de su conciencia y la sigue. Nosotros, en cuanto bautizados y razonables, tenemos un compromiso con la verdad y el desarrollo integral de toda persona. Por eso no podemos quedarnos callados ante la mentira y debemos levantar nuestra voz, aunque parezca que nadie la oiga. Seguramente que si ponemos atención y estamos atentos a lo que oímos, pronto podremos escuchar las voces de otras personas, que como nosotros buscan y defienden la verdad. Este escuchar al otro y buscarlo es importante porque podremos unir nuestras voces y dialogando entre nosotros encontraremos los elementos para que nuestra voz resuene más alto. Si no conseguimos nuestro objetivo hoy, habremos dado ejemplo para que otros, perseverando y continuando lo que ahora sembramos, logren lo que no hubiéramos podido hacer a favor de la verdad.
Para la consolidación del Reino de Dios, contamos con el testimonio de los santos y el “Compendio de Doctrina Social de la Iglesia”.
Nos anima el testimonio de los santos, los cuales, desde su realidad lograron que la fe se expandiera y la humanidad creciera en la verdad, en la construcción del Reino de Dios. Ahí tenemos el ejemplo de san Pablo, de san Agustín, de santa Isabel de Hungría, de santo Tomás de Aquino, de santa Clara, de san Juan Diego, de Marcelino Champagnat, de san Juan Bosco, de san Juan Francisco de la Salle, de Miguel Agustín Pro, del Padre Pío, de Teresa de Calcuta, de Juan Pablo II, de Madre María Inés Teresa y mucho más. Ahí debe estar nuestro nombre y ahí estará, si trabajamos por el Reino de Dios.
Para construir el Reino de Dios es importante saber que: a.- El Bien Común. b.- El Destino Universal de los Bienes. c.- La Subsidiaridad. d.- La Participación. e.- La Solidaridad; son los principios sociales de la Doctrina Social de la Iglesia y que sus valores son: 1. La Verdad, 2.  La Libertad y 3. La Justicia.
ORAR
Tú Señor me has creado por amor y me cuidas. Esperas que yo dé los mejores frutos, con las cualidades que me has dado. Yo no las he desarrollado al máximo ni he sabido ponerlas al servicio de los demás, como los santos, pero aún tengo tiempo de hacer algo, ayúdame a utilizar los medios que Tú me das, a través de la Iglesia con sus instancias sociales y en el estudio del “Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia” .
ACTUAR
Hoy procuraré adquirir el “Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia” para profundizar entre otros temas sobre: El amor de Dios y su designio de amor sobre el hombre, Jesucristo expresión de ese designio de amor, la Persona Humana y su Misión de la Iglesia, la Persona Humana y su dignidad, los derechos humanos, la familia, célula vital de la sociedad, el matrimonio, el trabajo humano, la economía al servicio del hombre, el fundamento y el fin de la comunidad política, el sistema de la democracia, las relaciones Iglesia-Estado, la cooperación internacional para el desarrollo, la responsabilidad común de preservar el medio ambiente, la DSI y la acción eclesial, la cultura y los medios de comunicación social.


Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx
“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)