lunes, 10 de marzo de 2014

En esta Cuaresma conoce el rito de la Última Cena de Jesús con sus discípulos y vívelo en un ambiente de oración.



Artistas Misioneros Eucarísticos cantan a Jesús Eucaristía. Asiste a la presentación de su disco y juntos adoremos al Amor de los Amores.

Estupenda producción. Estos artistas presentarán su disco el 5 de abril en el Templo Expaitorio a Cristo Rey, Antigua Basílica de Guadalupe. Tendremos Misa, adoración al Santísimo, concierto y firma de discos. Jesús Eucaristía te espera, nosotros te invitamos.

LA PARTICIPACIÓN EN LA MISA, NECESARIA PARA SUPERAR TODA TENTACIÓN

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

LECTIO DIVINA. Domingo 9 de marzo del 2014

Evangelio: Mateo 4,1-11: En aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre. El tentador se le acercó y le dijo: "Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes." Pero él le contestó, diciendo: "Está escrito: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.""Entonces el diablo lo lleva a la ciudad santa, lo pone en el alero del templo y le dice: "Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: "Encargará a los ángeles que cuiden de ti, y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras."" Jesús le dijo: "También está escrito: "No tentarás al Señor, tu Dios.""Después el diablo lo lleva a una montaña altísima y, mostrándole los reinos del mundo y su gloria, le dijo: "Todo esto te daré, si te postras y me adoras." Entonces le dijo Jesús: "Vete, Satanás, porque está escrito: "Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto.""Entonces lo dejó el diablo, y se acercaron los ángeles y le servían.

Muchas tentaciones rodean a las personas de hoy. Algunas son presas de ellas y quedan atrapadas en las redes del pecado y de sus consecuencias.

Toda tentación se disfraza de verdad, pero es engañosa, pues su origen está en la mentira. Así hay quien mata por un pedazo de pan (justifica que tenía hambre), pero también existe quien no quiere compartir (Justifica diciendo que es solo suyo). Hay quien busca solo el placer y en el hedonismo se olvida de la importancia de dominar el propio cuerpo y sus apetencias, para evitar el desorden (droga, sexo pornografía, etc.)

Hay quien vive de la apariencia y del qué dirán (modas, carros, chismes) , pero también quien se engaña pensando que a través de sus pensamientos pueden dominar a los demás (reiki, esotéricos, etc.).

Hay quienes se quieren poner en lugar de Dios e inventas sus “religiones”, sus horóscopos, su control mental, engañándose al pensar que las estrellas o las piedras y los magnetismos dominan su vida.

San Mateo expone tres tentaciones de Jesús en el desierto. El diablo, el padre de la mentira, es el tentador. Jesús responde a la tentación y la supera con la Palabra de Dios, Él sabe que solo la Verdad nos hace libre y Él es la Verdad. Por eso, ante la tentación, la mentira, el engaño, el responde con la Verdad, que está contenida en el la Palabra de Dios. Jesús es el Verbo, la Palabra de Dios.

Las tentaciones van en relación a lo físico del hombre, el hambre; a su relación con lo externo, la soberbia y a su dimensión espiritual en relación con Dios.
Jesús responde y con sus palabras y ejemplo nos enseña que para vencer la tentación, es necesario tener siempre en cuenta la centralidad de la Verdad en relación con Dios, a Quien se escucha, a Quien se respeta en sus leyes y a Quien se adora.

El Papa Francisco, en su mensaje de Cuaresma, señaló tres tipos de pobreza: física, moral y espiritual. La carencia de bienes materiales, el pecado y la lejanía de Dios.
Jesús y la Iglesia nos proponen para el tiempo de Cuaresma y para toda la vida, la limosna, la penitencia y la oración.

Guiados por el Espíritu, al igual que el Señor Jesús, mantengámonos en unión con Dios, atentos a su Palabra a Jesús y compartamos nuestros bienes, especialmente con los más necesitados.

Tengamos plena confianza en nuestro Padre Dios y seamos sencillos con todos, conservando un corazón limpio de orgullo y de soberbia, lleno de humildad y compasión.


A través de la oración mantengamos unidos a Dios, Uno y Trino, participando activamente y obteniendo los mayores frutos espirituales en la oración más perfecta que es la Misa, donde además de alimentarnos con la Palabra de Dios, comulgamos del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, Verdad y Vida, alimento y anticipo de la Vida Eterna.