lunes, 5 de diciembre de 2011

Peregrinación de la Arquidiócesis 2012

Meditación del 5 de diciembre del 2011

11-12-05. Lunes 2º de Adviento.

MEJORANDO LA ECOLOGÍA HUMANA

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 5, 17-26: Un día estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor lo impulsaba a curar. Llegaron unos hombres que traían en una camilla a un paralítico y trataban de introducirlo para colocarlo delante de Él. No encontrando por donde introducirlo, a causa del gentío, subieron a la azotea y, separando las losetas, lo descolgaron con la camilla hasta el centro, delante de Jesús. Él, viendo la fe que tenían, dijo: "Hombre, tus pecados están perdonados." Los escribas y los fariseos se pusieron a pensar: "¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados más que Dios?" Pero Jesús, leyendo sus pensamientos, les replicó: "¿Qué piensan en vuestro interior? ¿Qué es más fácil: decir "tus pecados quedan perdonados", o decir "levántate y anda"? Pues para que vean que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados -dijo al paralítico-: A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa." Él, levantándose al punto, a la vista de ellos, tomó la camilla donde estaba tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios. Todos quedaron asombrados, y daban gloria a Dios, diciendo llenos de temor: "Hoy hemos visto cosas admirables."

I.- ENSEÑANZA BREVE: Dice un adagio: “Dios siempre perdona, el hombre a veces perdona, la naturaleza nunca perdona”. Los efectos de hacer mal uso de los recursos del planeta se notan en el “cambio climático” y algo similar ocurre ante la falta de respeto a lo que podríamos llamar la “ecología humana”. Así, quien se excede en el alcohol, no solo termina borracho, se afecta también el hígado. Quien toma alguna droga tendrá algún daño cerebral. Quien es promiscuo, entre otras cosas adquirirá alguna enfermedad venérea. Quien aborta, en su psicología y en su fisiología, experimentará los efectos de la acción realizada. Estas situaciones que podríamos considerar “personales”, tienen también un “efecto social”, pues siempre se afecta a otras personas, que pueden ser el cónyuge, los hijos, los padres, los hermanos, etc. La naturaleza no perdona. El “cambio climático” es una llamada de atención para evitar acciones que aumenten más el daño a la “ecología de la naturaleza”. El “entramado social dañado” y la “desestructuración de la personalidad” nos advierten sobre las fallas en la “ecología humana”.
(Nota: El término “ecología” proviene del griego, oikos = casa y logos = ciencia. Es por lo tanto, la ciencia que estudia las relaciones de los seres vivos entre sí y con su hábitat).
El hombre no crea, sólo puede transformar la materia. Solo Dios es creador. Si algo anda mal en mí, puedo buscar quien me ayude. Si quiero, cuando se me descompone un reloj, aún a sabiendas que el fabricante, un relojero, lo puede arreglar perfectamente, puedo acudir a otra persona para que lo arregle o yo mismo puedo abrirlo y “desechar” las piezas que sobren, también puedo llamar a un herrero para que a base de “martillazos, lo componga”. El referente innegable para el hombre es Dios, pero no siempre acudimos a Él y muchas veces, en la práctica, lo rechazamos. Ciertamente la “ecología humana”, para ser “eficaz integralmente”, también debe considerar la dimensión espiritual del ser humano.

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
El cambio climático es una señal de que estamos haciendo mal uso del planeta. La descomposición del entramado social y la desestructuración de la persona humana, son señales de que el hombre va perdiendo el sentido de su vida.


JUZGAR
El Adviento nos invita a prepararnos a recibir al Hijo de Dios y esto nos llena de esperanza y a ver la realidad más allá de lo inmediato. La visión sobrenatural que nos da, nos reta a superarnos y a mejorar el mundo actual, a través de la Vida Nueva que Cristo nos da y en relación a la Vida Eterna que esperamos alcanzar.
Los amigos del paralítico, de la narración del Evangelio de hoy, son fundamentales para el cambio de vida de él. Gracias a ellos mejoró no sólo su “ecología humana”. Ellos conocen a Jesús, ellos conocen al paralitico y su situación. Ellos hacen todo lo posible para que se encuentren. Ellos colaboran con su amigo para que recupere la salud y alcance el perdón de sus pecados. Ellos no se manifiestan como “trabajadores sociales”; ellos son misioneros, son evangelizadores, ellos son promotores de la sanación física y espiritual, del paralítico.
Por la intervención del Señor Jesús y gracias a sus amigos, el paralítico dejó de estar tullido y además se levantó, caminó, tomó su camilla y sus pecados fueron perdonados. A partir de entonces fue testigo del Reino de Dios en su vida. 
ORAR
Señor, gracias por las personas que me han acercado a Ti y me ayudan a salir de mi parálisis física y espiritual. Ayúdame a acercar a mis amigos a Ti, especialmente a quienes están tullidos del alma.
ACTUAR
Es tiempo de irme a confesar, para escuchar, al igual que el paralítico, “tus pecados quedan perdonados”. Así, dejaré de estar tullido para amar.
A la hora de tomar alimentos encenderé una vela de la Corona de Adviento y diré “Ven Señor Jesús a mi corazón y a mi familia, para que te adoremos como lo hicieron los pastores y los magos. Concédenos que en estos alimentos reconozcamos tu providencia y en nuestra convivencia familiar te hagamos presente con nuestra alegría”.
Señor Jesús, libéranos de las parálisis que nos impiden amarnos.

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx
“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

Meditación del 4 de diciembre del 2011

11-12-04. domingo 2º de Adviento.

JESÚS, LA JOYA MÁS PRECIOSA DE LA FAMILIA

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Marcos 1, 1-8: Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito en el profeta Isaías: "Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: "Preparen el camino del Señor, emparejen sus senderos”.  Juan bautizaba en el desierto; predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaba sus pecados, y él los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba: "Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo les he bautizado con agua, pero Él les bautizará con el Espíritu Santo."

I.- ENSEÑANZA BREVE: Juan, lo mismo que la Virgen María y los santos, juegan un papel muy importante para la evangelización. Ellos tienen la experiencia del encuentro con Jesús, experimentan una fuerte transformación en su vida y comparten su fe con quienes le rodean. La importancia de la familia, para la tarea evangelizadora, es fundamental, incluso en la vida terrena del Señor Jesús.
El precursor de Jesucristo será su primo Juan Bautista, hijo de santa Isabel, prima de la Virgen María. Isabel es quien al escuchar la voz de su prima María, que le visita, dirá: “Bendita Tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre”. Con estas palabras, Isabel confirma la fe, la Virgen María a quien llama “Madre de mi Señor”; da como prueba el hecho de que “el niño saltó en mi vientre” y bendice a la Niña de Nazaret diciéndole “Dichosa Tú, por haber creído que se cumplirán las promesas del Señor” (cf Lc 1, 42.45). Al paso de los años, algunos de los primos de Jesús le seguirán. La fe se vive y se comparte en el núcleo familiar.
La familia espiritual de Jesús crece y se hace comunidad, se hace Iglesia, así tenemos a los 12 apóstoles y a infinidad de discípulos y amigos personales, como Lázaro y sus hermanas: Martha y María. Al paso de los años y de los siglos, el grupo será mayor, se unirán los seguidores de Jesús y entre ellos destacarán los santos.
Los lazos de la fe, aún entre nosotros, en ocasiones son más fuertes que los de la sangre. Tú y yo, somos también familia de Jesús, Él es nuestro Hermano Mayor y Salvador. Tú y yo estamos llamados a conocerlo y dejarnos transformar por Él, para compartirlo en nuestro núcleo familiar y al mundo.

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
Cada vez es mayor el número de personas solas y abandonadas. Algunos por ser mayores, otros porque tienen alguna deficiencia mental o alguna otra limitación. También hay, quienes por el divorcio o la infidelidad salieron del núcleo familiar y quedaron solos o quienes optaron por no casarse e incluso abortaron a sus hijos. Al final quedan solos.
Los programas de televisión, nos presentan modelos de convivencia de “amigos”, viviendo en departamentos comunes, en ocasiones mixtos, de hombres y mujeres, en otras, siendo vecinos, viviendo los hombres en un departamento y las mujeres en otro. Lo común de estas series televisivas es que presentan como “alegre” y “exitoso” estos estilos de vida, sin una auténtica familia. Sin embargo, y esto no lo presentan, los integrantes de estos grupos, al paso de los años, quedarán irremediablemente solos.

JUZGAR
El Adviento, que nos prepara al Nacimiento de Jesucristo, nos inserta en la familia de la Iglesia, la comunidad de los que creemos en Jesucristo. El Adviento, sobre todo, nos invita a prepararnos en familia a ese acontecimiento, para que los lazos de la sangre, se fortalezcan con los lazos de la fe.
En la medida que cada miembro de la familia fortalece su unión con Jesucristo, fortalece su relación familiar. Dado que el encuentro con Jesucristo es personal, la forma de relacionarnos con Él es diferente de acuerdo a nuestra edad y compromiso familiar. Para el niño, su unión con Jesús se expresa en el deseo de ser amado, como Él fue amado y protegido por sus padres. Para el adolecente, hombre o mujer, en el anhelo de ser escuchado y comprendido. Para el joven, en el reto de ser mejor y tomar decisiones firmes en su vida. Para los adultos, en el perseverar haciendo el mayor bien  a todos. En los casados en el ser fieles y responsables ante su familia. Para el enfermo y los limitados físicamente, el de encontrar fortaleza y salud en Jesús. Y para el anciano, en especial, el de estar unido en oración con Dios, no sólo en la espera de su muerte, sino para pedir por todos sus seres queridos.
Porque Jesús nos invita a ser Uno en Dios, el Adviento, como anticipo de la Navidad, nos invita a la unidad familiar, “emparejando” nuestra situación familiar, esforzándonos en superar cualquier desavenencia, distanciamiento o problema.
Esta recomendación, aún desde el punto de vista de las relaciones humanas, es bueno, pero para el católico es mucho más, es la posibilidad de compartir la fe y de fortalecerla, por el encuentro con el familiar y amigo, pero sobre todo con Jesús, centro de nuestra celebración y Amigo y Hermano, que no falla y siempre nos ama.
ORAR
Señor, al hacerte hombre como nosotros, eres la joya más preciosa de la familia humana, pues con tu presencia iluminas y das sentido a la existencia de todo ser humano, en particular a mi existir y al de mi familia. Permíteme encontrarte en mi corazón, para compartirte con todos. Permítenos encontrarte en el centro de nuestra convivencia familiar, para amarnos y dar testimonio de Ti, ayudando así a mejorar los ambientes en los que vivimos.
ACTUAR
A la hora de tomar alimentos encenderé una vela de la Corona de Adviento y diré “Ven Señor Jesús a mi corazón y a mi familia, para que te adoremos como lo hicieron los pastores y los magos. Concédenos que en estos alimentos reconozcamos tu providencia y en nuestra convivencia familiar te hagamos presente con nuestra alegría”.
Jesús, Tú eres la joya más preciosa de mi vida, con tus destellos ilumina mi caminar.

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx
“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)