lunes, 19 de diciembre de 2011

Meditación del 18 de diciembre del 2011

11-12-18. Domingo 4ª Semana de Adviento.

GRACIAS MAMÁ, PORQUE ME DEJASTE VIVIR

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 1,26-38: En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo." Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le podrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin." Y María dijo al ángel: "¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?"  El ángel le contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible." María contestó: "Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra." Y la dejó el ángel.

I.- ENSEÑANZA BREVE: La Virgen María creyó en Dios y atendió lo que el ángel le pidió. Aceptó ser la Madre del Salvador del Mundo. Las narraciones del Evangelio no dicen que posteriormente hubiera tenido más visitas. Más bien nos presentan a la Virgen María como una mujer que vivió en fe el Misterio de Dios que se revela a la humanidad y al mismo tiempo se oculta. El Hijo de Dios se desarrolló en su vientre y le dio a luz en un pesebre, lo cubrió con pañales, lo cuidó y alimentó como cualquier madre lo hace con su hijo. Lo amamantó, le cambió los pañales, le ayudó para que aprendiera a caminar. Vivió su fe en lo cotidiano de la vida. Junto con José, educó a Jesús, Quien al lado de sus padres, creció “en sabiduría, en edad y en gracia, ante Dios y ante los hombres” (Lc,2 52).
Toda buena madre, tiene en María un modelo a seguir y seguramente que todos los que leen estas páginas, podrán agradecerle a Dios, la fe y el amor de sus mamás, quienes confiando en Dios, se llenaron de alegría cuando se enteraron que estaban embarazadas y en medio de las dificultades que se les presentaron, supieron amarlos y darlos a luz. En estos días bellos cercanos a la Navidad, pienso en el proceso que viví en el vientre de mi madre y no me queda otra cosa que decir: GRACIAS MAMÁ, POR QUE ME DEJASTE VIVIR.

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
Para quienes siguen la cultura de la muerte, el anuncio de que un niño(a) es engendrado(a) parecería que es la peor de las noticias que podrían recibir, por lo que con argumentos falsos e infinidad de medios procuran que no sea concebido o si es el caso, que sea abortado.
Ciertamente atrás de todos los argumentos que aducen, disfrazados de compasión, existen fuertes intereses económicos, además de la mentira y la total deshumanización, que se ensañan contra el ser humano más indefenso, incapaz de expresar un gemido pidiendo compasión o auxilio para pedir que se le deje vivir.
Para alcanzar sus fines aducen la explosión demográfica, la pobreza, la mortalidad materna, los abortos clandestinos, etc. y se infiltran en instancias internacionales y gubernamentales para obtener cambios legislativos y utilizan los medios de comunicación para imponer sus criterios.
Aunque lo nieguen, en el éxito de sus campañas, lo que sucede es la muerte de infinidad de niños(as), el daño psicológico de casi un igual número de mujeres, el fomento a la irresponsabilidad masculina y la desintegración de la familia, todo esto y otros males como fruto de la promoción y consolidación de la cultura de la muerte, pues la verdad, la fe, el amor y la esperanza están ausentes.

JUZGAR
La Navidad, ya próxima, nos habla del don de la Vida, de la Maternidad, de la Paternidad y de la Familia. Hablan de la alegría de vivir y poder compartir ese don. Hablan de la confianza que Dios tiene en la humanidad y de la colaboración que pide a cada mujer y a cada hombre, a quienes les da el don de la maternidad-paternidad, para que colaboren en su obra creadora. Habla del necesario amor mutuo y de la responsabilidad que ambos deben de tener en la educación del ser humano (imagen de Dios) que en los brazos de sus progenitores ha de ser amado, cuidado y respetado, quien con el tiempo ha de recompensar sus desvelos, al llamarlos con el dulce nombre de mamá o de papá.
La Navidad, ya próxima, es la fiesta del Nacimiento del Hijo de Dios, pero ha de ser también la fiesta del respeto y cuidado que debemos de tener ante todo niño engendrado en el vientre materno, de todo bebé, adolescente, joven, adulto, anciano, enfermo o discapacitado, pues cada persona, nos recuerda que Dios ha ocultado su divinidad en la humanidad del niño nacido en Belén.
La Navidad es una expresión de la Cultura de la Vida, que en cuanto católico cada uno de nosotros estamos llamados a promover y a construir.
Ya varias veces hemos comentado, cómo la Navidad es mucho más que los regalos. Hoy nos centramos en el tema de la vida, pues el texto evangélico nos señala que Jesús fue embrión, por lo que tenemos un importante elemento para reafirmar que desde antes de que naciéramos, Dios nos ama y que DIOS AMA AL EMBRIÓN HUMANO. A favor de toda mujer madre, también podemos decir “¡Qué importante será tener una mamá, que hasta Dios, quiso tener una!”
Celebrar la Navidad es participar de la fiesta de la vida, entre otras cosas, porque estamos vivos, porque nuestra mamá y nuestro padre, tuvieron fe y confiaron en Dios, tuvieron esperanza y con ilusión nos esperaron, pero sobre todo tuvieron amor y nos amaron. Así, sin grandes especulaciones, pero con mucho sentido de la verdad y de la justicia y sobre todo de humanidad, nos recibieron en su hogar y juntos formamos una familia.
En una próxima meditación, hablaremos sobre la paternidad masculina, pero hoy, dedicada la meditación a la Virgen María y pensando en la mujer que nos dio la vida, digamos: GRACIAS MAMÁ, PORQUE ME DEJASTE VIVIR.
ORAR
Posada  18 dic.- CORAZÓN DE LOS PASTORES. Sencillos y humildes pastores, primicia de todos aquellos que recibiendo el anuncio del Nacimiento de Jesús, le contemplaron en la tierra y ahora lo adoran en el Cielo; intercedan por la humanidad, para que al igual que ustedes, en esta Navidad, sepamos abrirnos al amor de Dios, que se hace hombre. Oren para que tengamos fe. Gracias por su fe, intercedan por mí. Rueguen para que mi corazón sea semejante al suyo.
ACTUAR
Hoy reflexionaré sobre el don de la vida que he recibido, le agradeceré a Dios por ella y le pediré que me ilumine para ser cada día mejor, compartir este gozo con mi familia y amigos y ser promotor y defensor del respeto a la vida de todo ser humano, desde su concepción hasta su muerte natural.                      

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx
“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

Meditación del 17 de diciembre del 2011

11-12-17. sábado  3ª Semana de Adviento.

SER FELIZ, ELEMENTO DE MI IDENTIDAD CRISTIANA

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Mateo 1,1-17: Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán. Abrahán engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos. Judá engendró, de Tamar, a Farés y a Zará, Farés a Esrón, Esrón a Aram, Aram a Aminadab, Aminadab a Naasón, Naasón a Salmón, Salmón engendró, de Rahab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed a Jesé, Jesé engendró a David, el rey.
David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón, Salomón a Roboam, Roboam a Abías, Abías a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat a Joram, Joram a Ozías, Ozías a Joatán, Joatán a Acaz, Acaz a Ezequías, Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amós, Amós a Josías; Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia.
Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquín, Eliaquín a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob; y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
Así, las generaciones desde Abrahán a David fueron en total catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta el Mesías, catorce.

I.- ENSEÑANZA BREVE: Si bien es cierto que Adán era libre y estaba contento en medio de la creación no fue feliz, sino hasta que se encontró con Eva, pues tuvo un referente que le permitió conocerse a sí mismo. La situación cambió cuando cayeron en el pecado. Adán perdió la relación con Dios, se desconoció a sí mismo y a su esposa y la naturaleza se volvió agresiva contra Él. Perdido el rumbo de su vida, el hombre perdió su identidad. Esta situación es común en el hombre de hoy. Hace muchas cosas, pero no sabe para qué vive ni a dónde va.
Revisando la historia de la humanidad, encontramos a personas que han mostrado su destino y han marcado a la humanidad. Entre ellos, la mayoría forma parte de la Iglesia Católica y todos estos hacen referencia a Jesucristo verdadero Dios y verdadero hombre. En Jesús los católicos encontramos nuestra identidad como hijos de Dios, procurando alcanzar la altura de Cristo, ser felices, ser santos, merecer la Vida Eterna.

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
Los psicólogos señalan la importancia de la identidad para tener una personalidad equilibrada, realidad cada vez menos frecuente. Saber cuáles son los propios orígenes, quienes son los padres, de dónde se viene, a dónde se va, cuál es el propio sexo, cuál es el sentido de la vida, quién es Dios, son respuestas que cualquier persona debería de saber contestar de manera inmediata, porque se conoce a sí misma, pero en los tiempos modernos no es así, debido a que poca gente reflexiona, más bien vive “la sensación” y se deja guiar por “las modas del momento” o las oportunidades que se le presentan.
En un mundo donde todo es cada vez más relativizado y donde a través de los medios de comunicación se recibe un gran caudal de información, incluso contradictoria, difícil de asimilar o sintetizar, la identidad fácilmente se pierde o nunca se adquiere, quedando la persona siempre en la incertidumbre y “nadando a media agua” para acomodarse y sobrevivir. Muchas personas, principalmente jóvenes, pero también adultos, se ven orillados a adherirse a ideologías y grupos para sentirse seguros, o escapan a través del aislamiento, de las drogas o del suicidio.
La confusión sobre la propia identidad deriva en estados de vida de ansiedad que se pueden volver en auténticas neurosis y generar personas desadaptadas a su entorno familiar y social, por lo que, para disminuir su ansiedad buscan personas en igual situación, para encontrar una estabilidad, aunque eso no resuelva de raíz su problema.
En la búsqueda de identidad, las personas se agrupan de acuerdo a la problemática que viven, así hay grupos de alcohólicos y de neuróticos anónimos; de darketos, de punks, de homosexuales, de lesbianas, de mujeres que abortan, etc.
La adolescencia y la juventud son etapas naturales de búsqueda de identidad. Por la etapa en la que viven, en búsqueda y construcción de su propia identidad, los adolescentes y los jóvenes son los más susceptibles de ser influenciados por los medios de comunicación y grupos radicales o de personas desviadas en su identidad, quienes los buscan sabiendo que son presa fácil para sus intereses personales o grupales. Los políticos saben de esta situación y son expertos en enviar constantemente una avalancha de información confusa para engañar a los electores. Expertos en esta área son también los promotores de la cultura de la muerte y quienes rechazan a Cristo y a la Iglesia.
“El éxito” de algunas sectas pseudo cristianas, consiste en separar a uno de los miembros de una familia, hacerle un verdadero “lavado de cerebro”, desarraigarlo de su núcleo familia y hacerlo adepto de su “grupo”. Poco tiempo después, a través de esa persona, atraen a otros miembros de la familia, por el chantaje sentimental de no abandonar a su hijo, hermano, padre o madre “que es diferente”.

JUZGAR
El texto bíblico que meditamos y que señala la genealogía de Jesús es importante, no sólo porque lo inserta en la historia de Israel y de la salvación, manifestándolo plenamente humano, sino porque nos habla de la propia conciencia que, en cuanto hombre, Jesús tenía de sí mismo y por lo mismo de su auto aceptación e identidad, desde la cual se relaciona con sus contemporáneos y con su entorno religioso y social.
Jesús es Él mismo, es auténtico y así, en el plano humano se manifiesta libre para liberar. Ciertamente, en cuanto Dios, la liberación que sólo Él puede hacer sobre el pecado, al perdonarlo, tiene consecuencias trascendentes, mucho más importantes, para la Vida Eterna, pero la libertad humana de Jesús, es significativa para nosotros, pues hace relación a la Vida Nueva que nos ofrece. Tanto la Vida Nueva como la Eterna, las adquirimos, por Jesús, si queremos, por la Gracia de Dios.
Jesús nace en una familia, tiene a su Madre y en san José a un padre adoptivo. Si bien es cierto que es hijo único, en las costumbres de las poblaciones antiguas, tiene amigos de su edad, con los que se relaciona, por lo que no es un niño aislado, ni huraño.
Humanamente hablando, un elemento esencial de la identidad de Jesús es la de ser miembro de un pueblo sumamente religioso y de ser parte de una familia practicante que hace oración, cumple con la Ley y lo lleva a Jerusalén, la ciudad santa, en peregrinación.
Hoy por hoy, aquello de lo que acusan a la Iglesia es de que no está acorde a “los tiempos modernos”, que además son volátiles, no es más que un intento de minar su identidad. La fe de la Iglesia Católica no surge de acuerdos humanos, sino de Dios que se revela en la historia y a través de personas concretas, miembros del pueblo Israelita. Al llegar la plenitud de los tiempos, Dios se auto revela en Jesucristo y aprendemos de Él que Dios es Amor, que no es soledad, que es uno y Trino, que es comunidad de Amor. A partir de la vida y enseñanzas de Jesús, se perfila la Iglesia como sacramento de salvación y junto con esta realidad, toda su estructura jerárquica y la acción llevada por el Espíritu Santo a través de los siglos. La Iglesia Católica sabe que la fe es un proceso dinámico que analiza la realidad que la circunda y a la cual enriquece con la fe y con ella misma la trasforma, pues su misión es precisamente instaurar en medio de la sociedad humana el Reino de Dios. Todo ello, sin perder su identidad, la cual comparte.
Tener fe, ser católico, y hacer oración, nos da identidad y nos fortalece, pues la Iglesia además de darnos una estructura rica en sabiduría nos proporciona el testimonio de los santos y nos nutre con los sacramentos y la participación en la Misa, en la que tenemos la oportunidad de alimentarnos con el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Ser cristianos y comportarnos como miembros de la Iglesia Católica nos da identidad y seguridad ante el mundo en nuestra vida personal.
Elementos de mi identidad cristiana es ser feliz, ser santo, alcanzar la Vida Eterna y para ello, contamos con la Palabra de Dios, con su amor, con la oración, los sacramentos y su Gracia para vivir coherentemente con lo que creemos.
La Iglesia nos ofrece además, claridad e identidad en torno a los temas de antropología humana, de la vida, del matrimonio, de la familia, de la sexualidad, del noviazgo, de la ética, de la política, de los medios de comunicación social, de la educación, del trabajo, de la ecología, del uso de los bienes materiales, etc. Por eso no es raro que los santos hayan sido plenamente felices y que cada católico bien formado reconozca que, desde su identidad cristiana, tiene mucho que aportar para la salvación del género humano.
ORAR
Posada  17 dic.- CORAZÓN DE LOS MAGOS. Hombres grandes y entendidos que escudriñando el universo con la ciencia, supieron encontrar a Dios en la creación, rueguen para que con la inteligencia y la razón, encontrando los puntos de unión entre la fe y la ciencia, en la Navidad y siempre, yo también, llegue a descubrir a Jesús en lo cotidiano de la vida. Rueguen para que mi corazón sea semejante al suyo.
ACTUAR
Hecho mi examen de conciencia ME CONFESARÉ CON UN SACERDOTE,  cumpliré la penitencia y me acercaré a confesar.                     

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx
“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

Meditación del 16 de diciembre del 2011

11-12-16. viernes  3ª Semana de Adviento.

TÚ ESTÁS LLAMADO(A) A BRILLAR


Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Juan 5,33-36: En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: "Ustedes enviaron mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio de la Verdad. No es que Yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que ustedes se salven. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y ustedes quisieron gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que Yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar; esas obras que hago dan testimonio de Mí y muestran que el Padre me ha enviado."

I.- ENSEÑANZA BREVE:
Seguimos en el tiempo del Adviento, hoy comienza el novenario de “las posadas”. El Adviento como tiempo de “la vigilancia del corazón” nos invita a prepararnos con alegría al misterio de Navidad, sin dejarnos distraer por los habituales mensajes de tipo comercial, sabiendo dar el justo valor a las cosas, para fijar la mirada interior de nuestro corazón en Jesucristo. El Adviento nos lleva a la espera gozosa y alegre por el nacimiento del Hijo de Dios, que nos introduce en la verdadera alegría, pues no es fruto del “divertirse”, entendido en el sentido etimológico de la palabra “di-vertere”, es decir desentenderse de los empeños de la vida y de sus responsabilidades, sino que invade nuestro ser con la alegría más auténtica, vinculada con el misterio del amor de Dios, que se humana.
Así, en Cristo, que nace en nuestros corazones, con gozo y renovado esfuerzo, poder atender los empeños de la vida y sus responsabilidades, con alegría.

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
“Las posadas” nos recuerdan el peregrinar de la Familia de Nazaret y nos llevan a poner nuestra mirada en los millones de personas que anualmente migran. Prácticamente el fenómeno de la migración afecta a todos los países, en algunos, porque desde su interior se migra a las grandes ciudades; en otros porque de ellos están saliendo coterráneos en búsqueda de mejores condiciones de vida; otros porque los reciben de paso y otros más porque son el lugar de destino.
Las motivaciones para migrar pueden ser diferentes: cuestiones económicas, de salud o en búsqueda de paz, a causa de la persecución política, la violencia o guerra interna. Los medios pueden ser a pie, en vehículo, por tierra, agua o aire, según los motivos y las condiciones de quienes emigran. Algunas migraciones son peligrosas y pueden costar la vida. En ocasiones son permitidas, otras a veces son obstaculizadas.
México es un país de paso que recibe migrantes que desean pasar al país del norte, pero también “exporta” connacionales principalmente a Estados Unidos y Canadá. Pedimos justicia hacia nuestros connacionales, sin embargo, no siempre damos el mismo trato a los que vienen de fuera.
La migración no está lejos de nuestra realidad personal y familiar. Muchos de los que vivimos en el D.F. migramos a la capital del país o nuestros padres lo hicieron. Hoy tenemos amigos y familiares en otras partes del mundo. La migración nos recuerda algo, vamos de paso en este mundo.

JUZGAR
La Navidad está cada vez más cerca y la Iglesia nos invita a ser solidarios con los más pobres y necesitados. Las posadas nos recuerdan que la familia de Nazaret, fue una familia migrante. Su hijo nació en Belén, tuvieron que dejar su ciudad por causas políticas, el Emperador quería saber cuántos súbditos tenía. Otras migraciones que la familia de Jesús experimentó fue la huida a Egipto y posteriormente su regreso a Nazaret. El caminar de la Sagrada Familia nos recuerda que vamos de paso.
En la vida todos vamos de paso, la ya casi finalización del año 2011, también nos lo recuerda. Decimos: “el tiempo pasa volando”. También nuestras palabras se las lleva el viento, lo que permanecen son las obras que realizamos, pues con ellas revelamos nuestra interioridad, de una forma más fidedigna que las buenas intenciones que expresamos. La caricia que di, el empeño que puse en servir a los demás, la ayuda que presté a los más necesitados, etc. Nos dice san Juan de la Cruz que “seremos juzgados en el amor” y “obras son amores y no buenas razones”, dice el refrán.
Juan Bautista dio testimonio de Jesús con sus obras, él era lámpara que ardía y brillaba”. Con su vida dio a conocer a Jesús. Tú también estás llamado a “brillar” para que muchos, a través de ti, se acerquen a nuestro Dios. Sus contemporáneos “quisieron gozar un instante de su luz”, pero él mismo les dijo que a Quién tenían que seguir era a Jesús. Déjate iluminar por Jesús y “brilla” como lo hace la luna que refleja la luz del sol. Deja que los demás vean tu alegría de vivir y servir e indícales siempre el origen de tu paz, para que sigan a Jesús. TÚ ESTÁS LLAMADO(A) A BRILLAR, déjate iluminar por el amor de Jesús.
El Adviento es un tiempo para testificar con nuestras obras que creemos en Jesús. Ojalá que además de la lista de regalos, hagamos una lista de las personas necesitadas a las que vamos ayudar. No es necesario esperarnos al 24 de diciembre, ni es sólo para una temporada, por lo que conviene que le pidamos a Jesús que siempre tengamos la actitud de dar testimonio de Él.
ORAR
A la hora de tomar los alimentos encenderé una vela de la Corona de Adviento y diré “Ven Señor Jesús a mi corazón y a mi familia, para que te hagamos presente con nuestra alegría”.
Posada  16 dic.- CORAZÓN DE LOS SANTOS. Amigos y bienhechores míos, testigos del amor de Dios, rueguen por mí para que, desde esta vida, tenga la dicha de “en todo amar y servir a Dios”, en mis hermanos, y colabore en que este mundo sea mejor. Intercedan por mí, para que yo responda al llamado a la santidad. Rueguen para que mi corazón sea semejante al suyo.
ACTUAR
HARÉ MI EXAMEN DE CONCIENCIA.
                     

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“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)