11-12-18. Domingo 4ª Semana de Adviento.
GRACIAS MAMÁ, PORQUE ME DEJASTE VIVIR
Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz
Evangelio: Lucas 1,26-38: En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo." Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le podrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin." Y María dijo al ángel: "¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible." María contestó: "Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra." Y la dejó el ángel.
I.- ENSEÑANZA BREVE: La Virgen María creyó en Dios y atendió lo que el ángel le pidió. Aceptó ser la Madre del Salvador del Mundo. Las narraciones del Evangelio no dicen que posteriormente hubiera tenido más visitas. Más bien nos presentan a la Virgen María como una mujer que vivió en fe el Misterio de Dios que se revela a la humanidad y al mismo tiempo se oculta. El Hijo de Dios se desarrolló en su vientre y le dio a luz en un pesebre, lo cubrió con pañales, lo cuidó y alimentó como cualquier madre lo hace con su hijo. Lo amamantó, le cambió los pañales, le ayudó para que aprendiera a caminar. Vivió su fe en lo cotidiano de la vida. Junto con José, educó a Jesús, Quien al lado de sus padres, creció “en sabiduría, en edad y en gracia, ante Dios y ante los hombres” (Lc,2 52).
Toda buena madre, tiene en María un modelo a seguir y seguramente que todos los que leen estas páginas, podrán agradecerle a Dios, la fe y el amor de sus mamás, quienes confiando en Dios, se llenaron de alegría cuando se enteraron que estaban embarazadas y en medio de las dificultades que se les presentaron, supieron amarlos y darlos a luz. En estos días bellos cercanos a la Navidad, pienso en el proceso que viví en el vientre de mi madre y no me queda otra cosa que decir: GRACIAS MAMÁ, POR QUE ME DEJASTE VIVIR.
II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER | Para quienes siguen la cultura de la muerte, el anuncio de que un niño(a) es engendrado(a) parecería que es la peor de las noticias que podrían recibir, por lo que con argumentos falsos e infinidad de medios procuran que no sea concebido o si es el caso, que sea abortado. Ciertamente atrás de todos los argumentos que aducen, disfrazados de compasión, existen fuertes intereses económicos, además de la mentira y la total deshumanización, que se ensañan contra el ser humano más indefenso, incapaz de expresar un gemido pidiendo compasión o auxilio para pedir que se le deje vivir. Para alcanzar sus fines aducen la explosión demográfica, la pobreza, la mortalidad materna, los abortos clandestinos, etc. y se infiltran en instancias internacionales y gubernamentales para obtener cambios legislativos y utilizan los medios de comunicación para imponer sus criterios. Aunque lo nieguen, en el éxito de sus campañas, lo que sucede es la muerte de infinidad de niños(as), el daño psicológico de casi un igual número de mujeres, el fomento a la irresponsabilidad masculina y la desintegración de la familia, todo esto y otros males como fruto de la promoción y consolidación de la cultura de la muerte, pues la verdad, la fe, el amor y la esperanza están ausentes. | |
JUZGAR | La Navidad, ya próxima, nos habla del don de la Vida, de la Maternidad, de la Paternidad y de la Familia. Hablan de la alegría de vivir y poder compartir ese don. Hablan de la confianza que Dios tiene en la humanidad y de la colaboración que pide a cada mujer y a cada hombre, a quienes les da el don de la maternidad-paternidad, para que colaboren en su obra creadora. Habla del necesario amor mutuo y de la responsabilidad que ambos deben de tener en la educación del ser humano (imagen de Dios) que en los brazos de sus progenitores ha de ser amado, cuidado y respetado, quien con el tiempo ha de recompensar sus desvelos, al llamarlos con el dulce nombre de mamá o de papá. La Navidad, ya próxima, es la fiesta del Nacimiento del Hijo de Dios, pero ha de ser también la fiesta del respeto y cuidado que debemos de tener ante todo niño engendrado en el vientre materno, de todo bebé, adolescente, joven, adulto, anciano, enfermo o discapacitado, pues cada persona, nos recuerda que Dios ha ocultado su divinidad en la humanidad del niño nacido en Belén. La Navidad es una expresión de la Cultura de la Vida, que en cuanto católico cada uno de nosotros estamos llamados a promover y a construir. Ya varias veces hemos comentado, cómo la Navidad es mucho más que los regalos. Hoy nos centramos en el tema de la vida, pues el texto evangélico nos señala que Jesús fue embrión, por lo que tenemos un importante elemento para reafirmar que desde antes de que naciéramos, Dios nos ama y que DIOS AMA AL EMBRIÓN HUMANO. A favor de toda mujer madre, también podemos decir “¡Qué importante será tener una mamá, que hasta Dios, quiso tener una!” Celebrar la Navidad es participar de la fiesta de la vida, entre otras cosas, porque estamos vivos, porque nuestra mamá y nuestro padre, tuvieron fe y confiaron en Dios, tuvieron esperanza y con ilusión nos esperaron, pero sobre todo tuvieron amor y nos amaron. Así, sin grandes especulaciones, pero con mucho sentido de la verdad y de la justicia y sobre todo de humanidad, nos recibieron en su hogar y juntos formamos una familia. En una próxima meditación, hablaremos sobre la paternidad masculina, pero hoy, dedicada la meditación a la Virgen María y pensando en la mujer que nos dio la vida, digamos: GRACIAS MAMÁ, PORQUE ME DEJASTE VIVIR. | |
ORAR | Posada 3ª 18 dic.- CORAZÓN DE LOS PASTORES. Sencillos y humildes pastores, primicia de todos aquellos que recibiendo el anuncio del Nacimiento de Jesús, le contemplaron en la tierra y ahora lo adoran en el Cielo; intercedan por la humanidad, para que al igual que ustedes, en esta Navidad, sepamos abrirnos al amor de Dios, que se hace hombre. Oren para que tengamos fe. Gracias por su fe, intercedan por mí. Rueguen para que mi corazón sea semejante al suyo. | |
ACTUAR | Hoy reflexionaré sobre el don de la vida que he recibido, le agradeceré a Dios por ella y le pediré que me ilumine para ser cada día mejor, compartir este gozo con mi familia y amigos y ser promotor y defensor del respeto a la vida de todo ser humano, desde su concepción hasta su muerte natural. |
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“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)