martes, 15 de noviembre de 2011

Meditación del 15 de Noviembre del 2011

11-11-15. Martes 33ª

MI CONVERSIÓN A DIOS

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 19, 1-10: En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó y al ir atravesando la ciudad, sucedió que un hombre llamado Zaqueo, era de baja estatura. Entonces corrió y subió a un árbol para verlo cuando pasará por ahí. Al llegar a ese lugar, Jesús levantó los ojos y le dijo: “Zaqueo, bájate pronto, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa”. Él bajó enseguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, comenzaron todos a murmurar diciendo: “Ha entrado a hospedarse a la casa de un pecador”. Zaqueo poniéndose de pie, dijo a Jesús, “Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, si he defraudado a alguien le restituiré cuatro veces más”. Jesús le dijo: “Hoy a llegado la salvación de esta casa, porque también es el hijo de Abraham, y el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se les había perdido”.

I.- ENSEÑANZA BREVE: Más hace el que quiere, que el que puede. En una ocasión tuve que salir de madrugada y pedí un taxi. Esperando que sonara el claxon me llamó la atención que, tocaran el timbre. Al abrir la puerta me encontré con el taxista que era bajo de estatura y tenía una pierna más corta, por lo que caminaba cojeando. Para poder manejar, el señor había hecho algunas adaptaciones a su carro. En el camino, el señor Eduardo, así se llamaba el taxista, me comentó que de pequeño había padecido poliomelitis, por lo que quedó lisiado de por vida. Debido a la situación económica de la casa no pudo ser atendido debidamente, pero siempre pensó “primero Dios voy a salir a adelante”. Apoyado por unos familiares, pudo tener una prótesis, luego pensó que “primero Dios”, él tenía que manejar. Luego que “primero Dios” sería taxista y luego que “primero Dios” tendría su auto propio. Algo similar pensó sobre el matrimonio y tener una casa. Para cuando hablamos, Eduardo estaba casado, tenía una casa y dos hijos. Él era bajo de estatura, pero grande en su fe. Su frase: “primero Dios”, no era una expresión más, sino todo un estilo de vida.

II.- VER - JUZGAR  -ACTUAR
VER
Zaqueo, no sólo era bajo de estatura y era despreciado por su comunidad, a la que le cobraba impuesto, sino que tampoco se valoraba mucho. Cuando escuchó que Jesús estaba cerca se subió a un árbol para verlo, pero también para quedar oculto entre las ramas. Como Zaqueo hay muchas personas que no se aman y tienen miedo de ser rechazadas por Jesús. Sin embargo Él está a la búsqueda de toda persona, para expresarle su amor.

JUZGAR
Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, toma nuestra naturaleza humana, para que tengamos conocimiento de que Él nos ama y que nuestra vida se vive en plenitud, no cuando hacemos “lo que nos dé la gana” sino cuando hacemos lo correcto. Una mujer que intenta abortar, querrá justificarse diciendo que es dueña de su cuerpo, sin embargo, una vez que ha abortado, experimentará las consecuencias de su error. Un hombre que se droga, dirá que está en su gusto y sin embargo, en poco tiempo se notarán los estragos de su mal proceder en su cuerpo. Una joven que tiene relaciones fuera del matrimonio, pensará que es muy liberal, pero en su interior sabe que solamente está siendo usada. Un hombre casado que mantiene una relación infiel, se sentirá “muy macho o muy galán” y pronto verá que no puede cumplir con todos sus compromisos.
Destaco que, quien no respeta la voz de su conciencia, además del daño moral que genera para sí y para los demás, ocasiona los daños psicológicos, fisiológicos, físicos y sociales, que también tendrían que ser tomados en cuenta para evitar el mal y que tienen resonancia en el tiempo y en ocasiones son irreparables.
Zaqueo vivía acomplejado, no solo por su pequeña estatura, sino también por el malestar interior que le generaba su mal proceder.
Zaqueo, y esto puede suceder con cualquiera de nosotros, empieza su conversión a Dios, cuando se reconoce limitado y por eso se sube a un árbol. Su conversión se encamina a la plenitud, cuando experimenta que Jesús le ama y no lo rechaza. Su conversión es total, cuando deja sus antivalores y se abre a los valores del Reino de Dios. La conversión de Zaqueo no es flor de un día. A partir de su encuentro con Jesús, ya no le importa el juicio que hagan los demás. El patrón que ahora le rige es su vida nueva en Jesús.
Al igual que Zaqueo, debo reconocer mis limitaciones, faltas y pecados. Debo ponerme en presencia de Dios y pedirle perdón por mis errores y aceptar su ayuda. El encuentro vivo con Jesús y la experiencia de que me conoce como soy, que me acepta como soy y que me ama como soy, ha de llevarme a la conversión de vida para dejar de cometer los errores y pecados del pasado y resarcir el mal hecho. Para que mi conversión no sea flor de un día, he de perseverar y vivir la fe en la comunidad creyente que es la Iglesia, orando, conociendo más la Palabra de Dios y sobre todo aceptando la invitación de Jesús a participar de la Mesa de sus amigos, que es la Misa, y experimentar su presencia y fortaleza al participar “del banquete” de la Eucaristía, por lo menos los domingos.
ORAR
Señor, agradecido porque sé que me amas tal y como soy, haz que me esfuerce en ser tal y como Tú quieres que sea. Hoy, vengo ante Ti, para decirte que ya no quiero ser igual. Que reconozco que mi mal proceder me ha hecho daño y he dañado a los demás. Por eso te pido perdón y te abro las puertas de mi corazón y en él te recibo. Arrepentido(a) de mis pecados, me alejaré de mi pecado y de las ocasiones de caer, y proponiéndome acciones nuevas para mi bien, el de los demás y para Gloria tuya, perseveraré haciendo el bien.
ACTUAR
Revisaré mi vida, procurando analizar las cosas que debo cambiar. Anotaré mis nuevos propósitos y me esforzaré en cumplirlos ayudado(a) por la Gracia de Dios.
Me acercaré a confesarme, recordando los 5 pasos para una buena confesión. 1.- Examen de conciencia. 2.- Arrepentimiento por mis pecados. 3.- Propósito de no repetirlos ni pecar de otra manera. 4.- Confesarlos con un sacerdote católico. 5. Recibir la absolución y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx

“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. M. María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

BREVIARIO CULTURAL: La conciencia es el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que está solo con Dios, cuya voz resuena en lo más íntimo de ella”. “En lo más profundo de su conciencia el hombre descubre una ley que él no se da a sí mismo, sino, a la que debe obedecer y cuya voz resuena, cuando es necesario, en los oídos de su corazón, llamándole siempre a amar y a hacer el bien y a evitar el mal”.
Cada uno ha de prestar mucha atención a sí mismo para oír y seguir la voz de su conciencia. Esto es cada vez más necesario dado que la vida actual nos impulsa con frecuencia a prescindir de toda reflexión, examen o interiorización:
La conciencia moral nos señala, practicar el bien y evitar el mal. El hombre prudente, cuando escucha la conciencia moral, puede oír a Dios que le habla. (Para ahondar sobre este tema conviene leer el CATECECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, en sus números: 1776-79 y siguientes).