La Arquidiócesis
de México agradece un año más de trabajo Pastoral
El
sábado 11 de enero la Arquidiócesis de México realizó su peregrinación anual a
la Basílica de Guadalupe, encabezada por el Arzobispo Primado de México, el
Cardenal Norberto Rivera Carrera.
Se
dieron cita en la ex glorita de Peralvillo, obispos, sacerdotes, religiosas y
más de 30 mil laicos de las ocho vicarias que conforman esta Arquidiócesis.
Entre cantos, alabanzas, porras y el rezo del Santo Rosario dio inicio la
peregrinación en punto de las 9:30 de la mañana.
Al
llegar a la puerta del Santuario Mariano, el Cardenal fue recibido por el
Cabildo de Guadalupe y el Rector de este Recinto para dar inicio la misa que
fue presidida por el Arzobispo Norberto Rivera, quien en su homilía agradeció
por un año más de trabajo, “Estar reunidos para celebrar la fe nos llena de
esperanza y confirma que el Señor Jesús nos acompaña cada día, según su
promesa, peregrinar juntos a la casa de nuestra Madre del cielo, ha sido signo
que compartimos para dar gracias al Padre y renovar el caminar pastoral
siguiendo el impulso del espíritu”.
También
pidió a los obispos que tengan presente la misión juvenil “con los rasgos que
he insistido y juntos alentemos sus marcha. Como parte de este impulso, no se
dude en involucrar a los jóvenes en la planeación pastoral parroquial, sean
interlocutores o agentes. Ese será un paso estratégico para acortar la
distancia con el sector juvenil y motivar su participación”.
El
Cardenal Rivera Carrera entregó a los sacerdotes “las Orientaciones Pastorales
2014”, donde hace explícita la comunión con el Santo Padre y el Magisterio de
la Iglesia y propone unas líneas programáticas como marco de referencia que se
podrán utilizar a corto y mediano plazo.
El
Cardenal pidió a los laicos renovar su compromiso para que participen
activamente en la tarea misionera, “Todo el esfuerzo y perseverancia que se
tenga en la formación y capacitación para la misión tendrá su recompensa en un
mayor y mejor testimonio”.
De
igual manera invitó a apoyar a las Comunidades de Vida Consagrada Femeninas y
les animó a seguir trabajando en su integración y
compenetración con la pastoral
arquidiocesana. A los Ministros Ordenados los alentó a “renovar su espíritu de
servicio hacia el pueblo de Dios y a estar siempre dispuestos a ir al encuentro
de quienes necesitan de la salvación que nos trae el Señor Jesús”.
Recordó
la actitud de María que guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón
y pidió que aprendamos de Ella a “reconocer las huellas del Espíritu de Dios en
los grandes acontecimientos y en aquellos que parecen imperceptibles”.
Finalmente
solicitó a nuestra Madre, María de Guadalupe, que nos ayude a decir nuestro
“sí” ante la urgencia de hacer resonar la Buena Noticia de Jesús, “A recibir
del Espíritu la audacia de buscar nuevos caminos para que llegue a todos el don
de la belleza que no se apaga”.