lunes, 12 de septiembre de 2011

Inscríbete al V Congreso Eucarístico Nacional (Tijuana, México)

V CONGRESO EUCARÍSTICO NACIONAL
Tijuana,  del 5 al 9 de octubre del 2011

DATOS DE LA FICHA DE INSCRIPCIÓN

ÉSTA INFORMACIÓN DEBERÁ HACERSE LLEGAR A:
MONS.PEDRO AGUSTÍN RIVERA (VIA INTERNET A TRAVÉS DEL CORREO: temploexpiatorio@yahoo.com.mx)

  • POR CADA ASISTENTE, PUES CADA UNO REQUIERE DE SU FICHA DE INSCRIPCIÓN
  • SU INSCRIPCIÓN AL SIMPOSIUM QUEDA COMPLETADA AL HACER EL PAGO CORRESPONDIENTE EN EL BANCO HSBC (ES MUY IMPORTANTE)
  • CADA QUIEN VERÁ LO DE SU VUELO (se está buscando que nos vayamos juntos)
  • TAMBIÉN CADA QUIEN VERÁ LO REFERENTE A SU HOSPEDAJE (En casa de laicos es gratuito). (Se recomienda el Hotel Sede: “Gran Hotel Tijuana” $750. 00 por noche, si se aparta antes del 18 de septiembre)

FAVOR DE REPORTAR TODO A:
Edén  Barrera en los teléfonos: 5577 9316, 5750 2222, 5750 0014, y en: temploexpiatorio@yahoo.com.mx

(De preferencia enviar datos vía electrónica, sino habrá que acudir al TEMPLO EXPIATORIO A CRISTO REY, Antigua Basílica de Guadalupe. Plaza de las Américas No. 1.)

SE REQUIEREN LOS SIGUIENTES DATOS:
                (Poner los datos que se piden en los rubros numerados y con sangría)
DATOS PERSONALES:
Datos del participante
1. *Apellido Paterno 
2. *Apellido Materno
3. *Nombre(s)
4. *Dirección
5. Delegación                                                                   Colonia                                                                               C.P.
*Estado: Distrito Federal (no añadir nada más)
6. Email:
Tel. curia  (55)5208 3200  Tel. Coordinador Arquidiocesano  (55) 5577 9316 (55) 5750 2222
7. *Teléfono Casa:
8. Teléfono Celular:
9. Nextel:

Datos Ecleciales *Personalidad Eclecial:
10. Por favor elija... Sacerdote ____ Religioso(a) ____ Laico(a) ____ Obispo ____
11. *Diócesis a la que pertenece: Primada de México
12. *Parroquia a la que pertenece
13. *Delegado   No
14. *Sede
15. Seleccione las entradas que correspondan   PARTICIPARÉ EN EL GRUPO DE:
  Grand Hotel Tijuana 
  Laicos                                                 ___
                          Catequistas                                     ___
  Jóvenes                                            ___
  Religiosas                                         ___
  Obispos y Sacerdotes                                 ___

16. Inscrito a Ambos (Simposio y Congreso):

Estamos considerando Simposio y Congreso. En caso de ir solamente a uno de los dos, la cuota disminuye. Al final se dan los costos:
Presbíteros:      Simposio y Congreso: 2,000.00 Pesos
Laicos:                  Simposio y Congreso: 1700.00 Pesos
Sede Jóvenes: 800.00 Pesos (Se ofrecen becas parciales)
Religiosas:         Simposio y Congreso: 1,200.00 Pesos
Nota: Por cada cuatro hermanas de la misma comunidad se becará a una.

NOTA: LOS COSTOS SE ESTÁN CONTEMPLANDO EN CASO DE QUE LA INSCRIPCIÓN SE HICIERA DESPUÉS DEL 15 DE SEPTIEMBRE. Si se paga antes de esa fecha, descontar del pago $ 200.00 (doscientos pesos) a cada inscripción.
Depositar en:
Banco: HSBC
Nombre: Diócesis de Tijuana, A.R.
Número de cuenta: 0402038891
Cuenta en Moneda Nacional

17. TRANSPORTE Desde la Ciudad de México, se sugiere que sea por avión.
Se sugiere que sea del 4 al 9 de octubre. Llegar el 4 de octubre por la mañana o por la tarde y salir el domingo 9 por la tarde.
18. *Día de Arribo  (dd.mm.yyyy)
19. Hora de Arribo
20. *Puerto de Arribo. Aeropuerto
21. Aerolínea (arribo):

Cada quien escoge la aerolínea y hace su contratación: Aeromexico, Interjet, Mexicana, Volaris, Viva Aerobus
22. Número de Vuelo (arribo)
23. Día de regreso    (dd.mm.yyyy)
24. Hora de regreso
25. Puerto de Regreso. Aeropuerto
26. Aerolínea (regreso)
27. Numero de vuelo (regreso)

Hospedaje
28. Detalles acerca del hospedaje del participante:
Los hospedajes en familia son gratuitos, en casa religiosa se pide alguna cooperación.

Elija una de las siguientes opciones. 
 Por favor elija...
Familia                                                                ___
Casa religiosa                                   ___
Personas conocidas                       ___


Detalles del Hospedaje
29. Hotel
NOTA: Si elige hospedarse en Hotel deberá ponerse en contacto directamente y realizar su reservación.
El pago del hospedaje y comida corre por su cuenta. Preguntar a su delegado los costos de los paquetes otorgados para los Hoteles. Su fecha límite en que se respetarán los precios de Hotel, es hasta el 18 de septiembre.
__________________________________________________________________________________________
Gran Hotel Tijuana cinco estrellas. Designado por el Comité Central, como SEDE del Congreso, donde se llevarán a cabo los simposios, de categoría 5 estrellas, ofrece a los congresistas la siguiente cotización:
  • Blvd. Agua Caliente #4500 Col. Aviación, C.P. 22420 Tijuana B. C., México. Tel: 664 681 70 00. http://www.grandhoteltij.com.mx/ (puede consultar ésta página)

Tipo de habitación:
  Estándar Sencilla o doble       Estándar triple             Estándar cuádruple (4 personas)
            1535.00                                1685.00                                1835.00
 Tarifa especial hasta el 18 de sept.        
             750.00                                  850.00                                  1000.00

  • Piso ejecutivo Grand Club
Sencilla o doble, se otorga en cortesía, desayuno continental
 2185.00
 950.00
Tarifa por habitación y por noche.
Tarifa sujetas al 11% del IVA y 2% de impuesto hotelero.
Tarifas válidas dos días antes y dos días después del evento.
No incluye alimentos.
_______________________________________________________________________________


  • Baja Inn Hoteles. Hotel La Mesa Inn. 4 Estrellas, ubicado a 10 minutos del Hotel sede, ofrece las siguientes tarifas y servicios
LIC. DIANA A.FELIX    664    621  0454  ext    23     darien.bajainn@hotmail.com   www.bajain.com
reservaciones@bajainn.com
Tipo de habitación:         
Habitación sencilla                                         500.00
Habitación estándar doble/tiple              563.87
Habitación ejecutiva doble/tiple              676.87
Habitación plus doble/triple                      722.07
Tarifa incluye IVA.
Tarifa incluye desayuno continental.
Transportación gratuita (sujeto a disponibilidad) en horario 6:00 a.m. a 12:00 p.m.
____________________________________________________________________________

  • BAJA INN HOTELES. Hotel Hacienda del Río. 4 estrellas, ubicado a 5 minutos del hotel sede, presenta la siguiente opción:{ margin-bottom: 0.08in; } 
 Tipo de habitación
(Tarifa especial)
Habitación doble                                                            722.07
Habitación triple                                                             846.37
Tarifas incluyen IVA.
LIC. DIANA A.FELIX    664    621  0454  ext    23     darien.bajainn@hotmail.com   www.bajain.com
____________________________________________________________________________________________

  • Hotel Lausana. Cómodamente ubicado a 5 minutos del Aeropuerto Internacional de Tijuana y a 20 minutos del Hotel Sede, ofrece los siguientes beneficios:{ margin-bottom: 0.08in; } 
Tipo de habitación                                                                         Tarifa especial
Estándar (para 4 personas por noche)                                  565.00
Tarifa incluye impuestos, transportación, Aeropuerto-Hotel-Aeropuerto Internacional de Tijuana, previa reservación y disponibilidad, internet inalámbrico y llamadas locales sin costo.
__________________________________________________________________________________

  • Fiesta Inn. Tijuana Otay aeropuerto. 5 Estrellas, ubicado en la zona industrial de la Ciudad en Mesa de Otay, frente a la Universidad Autónoma de Baja California, a 5 minutos del Aeropuerto internacional y a sólo 20 minutos del Hotel Sede, ofrece lo siguiente:{ margin-bottom: 0.08in; } 
Tipo de habitación                          Tarifa especial
Sencilla o doble                                               649.00
Tarifa sujeta a previa reservación y disponibilidad de espacio.
KARLA GARZÓN: ventas4fitio@posadas.com,   Fabian.alvarado@posadas.com,  664 979 1900

30. En caso de emergencia avisar a: ________________________________________
31. Padece alguna enfermedad                               32. Sí ___ No ____
33. ¿Cuáles?                             ____________________________________________________________
34.  Alérgico a:                nada ____  a: ________________________________________________
35. Teléfono emergencia:



INFORMES DIRECTOS EN TIJUANA:
Informes con P. Carlos Franco Candiani en secretaria@congresoeucaristico.mx
o con la Hna. Gabriela Chávez, M. F. P. en (664) 6848411 y 12 (en horarios de oficina). 

Meditación del 13 de septiembre del 2011

11-09-13
Martes XXIV. Lc 7, 11-17.

¡YO TE LO ORDENO, LEVÁNTATE!

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 7, 11-17: En aquel tiempo, se dirigía Jesús a una población llamada Naín, acompañado de sus discípulos y de mucha gente. Al llegar a la entrada de la población, se encontró con que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de una viuda, a la que acompañaba una gran muchedumbre. Cuando el Señor la vio, se compadeció de ella y le dijo: «No llores». Acercándose al ataúd, lo tocó y los que lo llevaban se detuvieron. Entonces dijo Jesús: «Joven, yo te lo mando: levántate».
Inmediatamente el que había muerto se levantó y comenzó a hablar. Jesús se lo entregó a su madre. Al ver esto, todos se llenaron de temor y comenzaron a glorificar a Dios, diciendo: «Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo». La noticia de este hecho se divulgó por toda Judea y por las regiones circunvecinas.

LEER. Naín era un pequeño poblado situado a siete kilómetros del Monte Tabor y también cercano a Nazaret. El relato bíblico nos muestra un pasaje lleno de dolor pues una mujer viuda, lleva a enterrar a su único hijo. En tiempos de Jesús, y en muchas ocasiones, hoy también, el que una mujer quede sola, es dejarla en el desamparo social. El encuentro con Jesús, devolverá a la vida no solo al joven “revivido”, sino también a su madre y suscitará la fe en el poblado y en las regiones circunvecinas.

MEDITAR: El contexto de este fragmento evangélico, fácilmente lo podemos imaginar, porque quizá a todos se nos ha muerto algún familiar o algún amigo y entonces podemos entrar en la propia experiencia del dolor. Las imágenes que vienen a nuestra mente y los sentimientos que se remueven son muchos y todos ellos pueden encontrar sanación cuando los contemplamos en el gesto solidario de Jesús que sale a nuestro encuentro para darnos paz y nueva vida. El pasaje meditado también es como un anticipo de la Pasión de Jesucristo y el dolor de la Virgen María al ir a enterrar a su Hijo. El encuentro con Él, una vez resucitado, clarifica y fortalece, la fe de los apóstoles, haciéndolos testigos alegres de la resurrección.

Ciertamente hay diferencia entre la Resurrección, que es la Vida Eterna y el “reavivamiento” del hijo de la viuda de Naín, que es un anticipo de la Resurrección a la que estamos llamados y al mismo tiempo una expresión de la Vida Nueva que en Cristo todos podemos vivir.

La escena nos deja entrever cuatro tipos de reavivamiento; el del joven, el de su madre, el de la comunidad y el de los discípulos de Jesús, entre los que nos contamos nosotros. La vida para todos los presentes, en ese momento, cambió y también para los que vieron su testimonio de vida; por lo mismo también puede cambiar para ti y para mí. Tanto para el joven como la viuda, su vida, después del encuentro con Jesús cambia radicalmente, reciben la “vida nueva de Jesús”. Para la comunidad es una llamada de atención para acercarse a Jesús y recibir la “vida nueva”. Para los discípulos, es fortalecer la “vida nueva” que ya habían recibido al aceptar a Jesús en su corazón, consolidar su fe y cada vez más introducirse en el camino del amor de Jesús.

¿Eres tú quién se experimenta muerto en algún área de su vida? ¿Sufres porque alguien a quien amabas ya no está a tu lado? ¿El testimonio alegre de alguien te ha motivado a ser mejor? ¿Tú quieres compartir la experiencia de tu encuentro con Jesús que ha cambiado tu tristeza en alegría?

El encuentro de Jesús ¿te dará “vida nueva” como al joven muerto o a su mamá?, ¿te motivará para seguirlo? ¿Es un estímulo para seguirlo con un mayor compromiso?

ORAR: Señor, Tú sabes que en mi corazón, hay partes que se han muerto. Alguien me falló, yo mismo cometí un error o alguna experiencia del pasado o reciente me generó dolor y me llenó de miedo, angustia, amargura, tristeza y desconfianza, hacia mí y hacia los demás. Todo eso Señor, me ata de manera negativa a mi pasado. Sal a mi encuentro Señor y “reaviva en mí lo que yo he dejado que se muriera”, pensando que yo u otros han matado mis ilusiones.

Sal a mi encuentro Señor y sáname las heridas que llevo, pues no sólo quiero experimentar tu presencia sanadora y tener “la vida nueva que Tú me das”, sino que también quiero ser un testigo alegre de tu resurrección para llevarte a tantas personas “muertas en vida” que no se abren a tu amor, ni han experimentado la alegría de la vida nueva que das con tu perdón.

CONTEMPLAR: Meditar la Palabra de Dios, nos lleva a comprender mejor que Dios nos crea por amor para que seamos felices. Por lo que cuando no lo somos, alguna atadura nos lo impide, por lo que te tenemos que dejar que Jesús con su Gracia nos libere, sólo en Él podemos ser libres para ser felices y ayudar a que otros también sean libres. Veamos la cara de quienes nos rodean, veamos nuestra cara en el espejo y seguramente encontraremos rasgos que denotan tristeza e insatisfacción.

Entremos en nuestro corazón y vayamos a la historia de los acontecimientos que nos han quitado la alegría en nuestra vida y reconozcamos que en ocasiones vamos llorando por los sentimientos bellos que hemos dejado que se murieran. Dejemos que Jesús se haga presente en nuestra vida y nos libere de la carga del dolor por las experiencias tristes o amargas que hemos tenido. Puede ser que la persona que nos dañó o a quien dañamos, todavía viva, pero todo eso está fuera de mí. Lo que me hace sufrir es el “recuerdo que me mata”, es el “sentimiento que ha quedado herido o yo he matado” y por lo mismo algo de mí está muerto.

El pasado ya no existe y yo no puedo vivir atado a un sentimiento que me hace daño. Hoy yo puedo tomar el lugar del “hijo de la viuda de Naín” o el de la misma viuda y decirle a Jesús, que quiero oír cómo me dice: “Yo te lo mando: levántate”. Quiero salir de mi tristeza y de mi amargura, quiero llenarme de la Vida Nueva que Jesús me da, quiero ser feliz y hacer felices a quienes me rodean, en mi “aquí y ahora” en lugar “de seguir muerto” en un pasado que ya no existe, en un tiempo que ya no es ni será. Quiero vivir en la alegría de mi hoy y de mi diario encuentro con Jesús que me reviva y me invita a dar un testimonio alegre de su presencia en mi corazón y en la vida nueva que me da.

El pasaje que contemplamos también nos puede ser útil, como ya lo mencionamos arriba, para meditar en la Pasión y muerte de Jesucristo. Jesús muere por nuestros pecados, de alguna manera somos también responsables del dolor que su Madre experimentó. Cuando, a causa del pecado, nosotros vivimos “como muertos en vida”, Ella también se duele y ora por nuestra conversión. Cuando estamos en los últimos momentos de nuestra vida biológica, Ella está a nuestro lado e intercede por nosotros, pues le decimos en el Ave María, “ruega por nosotros, ahora y en la hora de nuestra muerte” y cuando morimos, Ella, en el Cielo sale a recibirnos.

ACTUAR: Estoy llamado a ser feliz y a proyectar y compartir la alegría que la presencia de Jesús y de la Virgen María me generan, por lo que entraré en mi interior y si descubro que hay experiencias del pasado que le quitan plenitud a mi vida, en oración le pediré a Jesús que me libere de ellas y adquiera “vida nueva” en Él, al escuchar cómo me dice: “Yo te lo mando: levántate”.

Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero. M. María Inés Teresa Arias.

Seguimos el esquema de la Lectio Divina: Leer, meditar, orar, contemplar y actuar.
Leer, es escuchar la Palabra de Dios y ponerla en contexto.
Meditar es reflexionar sobre lo que el texto bíblico me dice.
Orar: Es responder a la Palabra, qué le digo a Dios: es petición, intercesión, agradecimiento, alabanza, etc.
Contemplar el reto de llegar a la conversión de la mente, del corazón y de la vida, según el Corazón de Cristo.
Actuar, es mi compromiso por hacer vida la Palabra de Dios.

Meditación del 12 de septiembre del 2011

DICEN QUE: Cuando tú Cargas La Biblia, a Satanás le da dolor de cabeza; tú la Abres, él colapsa. Cuando él ve que la estás leyendo, se desmaya. Cuando él ve que estás viviendo de Acuerdo a lo que lees, desaparece .Y cuando estás a punto de copiar este mensaje y ponerlo en tu muro, el tratará de desanimarte. Yo acabo de vencerlo!... Copia y...pégalo en tu muro (de Facebook o de alguna otra red social), Dios siempre está contigo!! Hermana Yolanda.

11-09-12.
Lunes XXIV. Lc 7, 1-10.

EL ENCUENTRO CON JESÚS Tú vida es nueva en Jesús

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 7, 1-10. En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar a la gente, entró en Cafarnaúm. Había allí un oficial romano, que tenía enfermo y a punto de morir a un criado muy querido. Cuando le dijeron que Jesús estaba en la ciudad, le envió a algunos de los ancianos de los judíos para rogarle que viniera a curar a su criado. Ellos, al acercarse a Jesús, le rogaban encarecidamente, diciendo: «Merece que le concedas ese favor, pues quiere a nuestro pueblo y hasta nos ha construido una sinagoga». Jesús se puso en marcha con ellos. Cuando ya estaba cerca de la casa, el oficial romano envió unos amigos a decirle: "Señor, no te molestes, porque yo no soy digno de que tú entres en mi casa; por eso ni siquiera me atreví a ir personalmente a verte. Basta con que digas una sola palabra y mi criado quedará sano. Porque yo, aunque soy un subalterno, tengo soldados bajo mis órdenes y le digo a uno: “¡Ve!”, y va; a otro: “¡Ven!”, y viene; y a mi criado: “¡Haz esto!”, y lo hace». Al oír esto, Jesús quedó lleno de admiración, y volviéndose hacia la gente que lo seguía, dijo: «Yo les aseguro que ni en Israel he hallado una fe tan grande». Los enviados regresaron a la casa y encontraron al criado perfectamente sano.

LEER. Un hombre enfermo tiene un jefe centurión, que es su amigo. Este centurión tiene a su vez, “unos amigos”, que a su vez son “amigos de Jesús” quienes en atención al centurión piden por el enfermo. Jesús atiende a sus amigos y se pone en camino hacia la casa de “un pagano”. Enterado de esto y quizá sabiendo el riesgo que corría Jesús con esta acción y sintiéndose indigno de que lo visitara en su casa, le envía a decir a Jesús, que basta con que ponga en sus oraciones al enfermo. Jesús señala la fe del centurión y su criado queda curado en el lugar donde estaba. Esto lo constatan los enviados del centurión cuando regresan a su casa.

MEDITAR: El centurión era un oficial romano que tenía a su cargo 100 soldados. Para el israelita, contemporáneo de Jesús, representa al gobierno opresor y enemigo del pueblo de Israel, por eso, el que en su casa entrará Jesús, hacía que la vida del Señor corriera peligro. A Jesús no le importa esa situación, a Él no le detiene el miedo ni el qué dirán para hacer el bien. Además, Jesús, no hace distinción entre buenos o malos, enemigos o amigos, romanos o judíos, criados o patrones. Él vino a servir a todos y llevar a todos hacia Dios, mostrándonos que por encima de las diferencias humanas, todos somos hijos de Dios. Ciertamente este centurión era un hombre de buenos sentimientos, trataba bien a los judíos e incluso les “había construido una sinagoga” (sinagoga= templo donde los judíos se reúnen a orar), y su argumento para señalar que no es necesario que llegue a su casa es que él “no era digno” de que Jesús entrara a su hogar. Así, tenemos el perfil de este hombre que a pesar de tener todo: es humilde, ama y tiene fe. Por eso el Señor Jesús alabará al centurión, porque se mueve por la fe y el amor. Ama a un sirviente y sabiendo que el Señor Jesús está cerca, le pide que basta con que ore por su amigo enfermo. El corazón del centurión está abierto a Jesús y confía en Él, por eso le pide la salud del sirviente.

La relación entre los personajes de este pasaje bíblico nos lleva a reflexionar sobre nuestra fe y nuestra relación con la Iglesia. El amigo del enfermo, que a su vez busca a sus amigos y ellos a Jesús, son expresión de la incipiente Iglesia, que se construye y consolida a través de las relaciones humanas que se establecen y fortalecen en torno a Jesús.

ORAR: Señor gracias por los amigos que me acercaron a Ti y a la Iglesia. Te pido me concedas una fe firme que me permita acercar a muchos hacia Ti, y así participar en la misión apostólica de la Iglesia, siendo siempre fiel a sus enseñanzas y en comunión con el Papa, los obispos, los presbíteros y todos mis hermanos en la Iglesia.

CONTEMPLAR: La fe en Jesús suscita la confianza, anima la esperanza y acrecienta el amor. ¿Tú confías en Jesús, con la fe del centurión? ¿Eres humilde y estas dispuesto a servir a los demás? ¿Acercas a tus amigos a Dios?

Ciertamente cuando se tiene un problema hay quien busca ayuda, aunque no siempre la adecuada y así, procurando sus propios caminos, alejados de Jesucristo y de la Iglesia. Hay quienes recurren a “creencias” con una “embarradita de fe”, y hacen “mandas” o “novenas”, que distorsionan la fe. También hay quienes acuden a objetos o ritos que supuestamente les ayudarán: cuarzos, borregos, amuletos, monedas, etc. Otros acuden a centros espiritualistas, “de sanación” de la mal llamada “santa muerte” o van a la lectura de horóscopos, de cartas, de café, o con curanderos, brujos o esotéricos.

De hecho, el conjunto de “creencias” que hoy agrupa la New Age, ponen, al hombre de hoy, en las situaciones señaladas en Génesis 3,1-5: PANTEISMO, “Serán como dioses”. REENCARNACIÓN, “no morirán nunca”. RELATIVISMO Y SUBJETIVISMO MORAL, “Conocerán el bien y el mal”. ESOTERISMO ILUMINISTA “se les abrirán los ojos”.

¿Cuál es la diferencia entre “creencia” y “fe”?

La creencia es subconsciente y tiene mucha relación con “el pensamiento mágico” que afecta la percepción que se tiene sobre de mí mismo, los demás, las cosas y situaciones que lo rodean a uno.

La fe es racional, es una decisión, es un estilo de vida que se escoge libremente y, en el caso del cristianismo, por el encuentro “de ojos abierto y corazón palpitante” con Jesucristo (Paulo VI). "No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con una Persona: Jesús” (cf. BENEDICTO XVI. Deus caritas est. 1), Quien “da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva” (ibid).

La vivencia del conjunto doctrinal que surge del encuentro con Jesucristo es la expresión de la fe, por lo mismo, el creyente requiere de la Iglesia: que lo recibe en la fe, le instruye en ella y le envía a compartirla. No se puede ser auténticamente cristiano, sin la Iglesia Católica, pues ella como Madre y Maestra nos engendra e instruye, alimentándonos con la Palabra de Dios y los sacramentos, particularmente el de la Eucaristía.

A lo largo de las últimas décadas hay quienes han dicho: “Cristo, sí; Iglesia, no” (década de los 60-70).”Dios, sí; Cristo, no” (década de los 70-80). “Religión, sí; Dios, no” (década de los 90-2000). “Espiritualidad, sí; religión, no” (tiempos actuales. New Age).

Es importante que superemos las creencias y adquiramos una fe adulta, a través del estudio de la Sagrada Escritura, de la doctrina de la Iglesia, la vivencia de los sacramentos; la acción apostólica y decisiva que haga presente la misericordia de Dios entre los más pobres y testimonie la fuerza transformadora del Evangelio en la educación, en la política, en la economía, en los medios de comunicación social.

Sólo si, en Cristo, nos convertimos en hombres nuevos, el mundo se hará nuevo.

ACTUAR: Hoy revisaré si me muevo por “creencias” o por la “FE EN JESUCRISTO”. Procuraré formarme mejor y dar testimonio de que mi vida ha cambiado desde que he aceptado a Cristo en mi corazón.

Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero. M. María Inés Teresa Arias.

Seguimos el esquema de la Lectio Divina: Leer, meditar, orar, contemplar y actuar.
Leer, es escuchar la Palabra de Dios y ponerla en contexto.
Meditar es reflexionar sobre lo que el texto bíblico me dice.
Orar: Es responder a la Palabra, qué le digo a Dios: es petición, intercesión, agradecimiento, alabanza, etc.
Contemplar el reto de llegar a la conversión de la mente, del corazón y de la vida, según el Corazón de Cristo.
Actuar, es mi compromiso por hacer vida la Palabra de Dios.

Meditación del 11 de septiembre del 2011

11-09-11. DOMINGO XXIV.
Eclesiástico 27, 30; 28, 1-7.

NO GUARDES RENCORES

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

El fragmento del Evangelio que corresponde a este domingo, ya lo meditamos en otra ocasión (11-08-11. Mt 18, 21-35.), por lo que pongo la reflexión íntegra al final y hoy aplicamos la Lectio Divina a la primera lectura del día.

Primera Lectura: Eclesiástico 27, 30; 28, 1-7. Cosas abominables son el rencor y la cólera; sin embargo, el pecador se aferra a ellas. El Señor se vengará del vengativo y llevará rigurosa cuenta de sus pecados. Perdona la ofensa a tu prójimo, y así, cuando pidas perdón, se te perdonarán tus pecados. El que le guarda rencor a otro, ¿le puede acaso pedir la salud al Señor? El que no tiene compasión de su semejante, ¿cómo pide perdón de sus pecados? Cuando el hombre que guarda rencor pide a Dios el perdón de sus pecados, ¿hallará quién interceda por él? Piensa en tu fin y deja de odiar, piensa en la corrupción del sepulcro y guarda los mandamientos. Ten presente los mandamientos y no guardes rencor a tu prójimo. Recuerda la alianza del Altísimo y pasa por alto las ofensas.

LEER. El autor del libro del Eclesiástico o Sirácide nos invita al perdón y nos exhorta a otorgarlo aduciendo cuatro argumentos: El rencor es malo y ha de rechazarse, ¿cómo pedir lo que no quiero dar?, ¿Qué será de mí cuando muera? y el amor a Dios.

MEDITAR: En las lecturas dominicales el tema de la primera lectura hace relación al Evangelio. Por lo regular es tomada del Antiguo Testamento, con excepción del tiempo Pascual, que junto con la segunda lectura es tomada del Nuevo. Hoy tanto la lectura del Sirácide, como la del Evangelio hablan del perdón.
Los psicólogos señalan que el rencor es como un veneno o fuerza negativa que obstaculiza la felicidad de quienes lo conservan y por lo mismo conviene rechazarlo. Como podemos constatar, esto coincide con las enseñanzas bíblicas.

El primer argumento del Sirácide, es de reciprocidad y prácticamente de justicia, porque me lleva a reconocer que yo también ofendo, aún sin querer y esto me hace necesitado de tener que pedir perdón. ¿Cómo pedir lo que no quiero dar?

El segundo argumento lo encontramos contenido en el “Padre nuestro”: “perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. Perdonar, reconociéndome necesitado de ser perdonado.

El tercero nos recuerda lo efímero que es la vida, para hacernos conciencia de que todo pasa y que lo mejor es disfrutar de la vida y de las personas “hoy”, en lugar de quedarnos aislados a causa de nuestros odios o resentimientos. Cuando la persona a la que no perdono muera o sea yo el que muera, ya nada se podrá hacer, por eso: perdona “en vida hermano, en vida”.

El cuarto argumento es el fundamental, pues se centra en la Alianza con Dios, es decir, en la presencia de Dios en la vida del creyente. Presencia de la que tenemos que estar muy pendientes, por lo que debemos evitar todo aquello que nos pudiera distraer o separar de la unión con Dios.

ORAR: Señor enséñame a perdonar pues quiero ser feliz, estando continuamente pendiente de Ti. No quiero que nada obstaculice la visión de amor que debo tener hacia mis hermanos, amándolos en tu nombre. También te pido que no permitas que ninguna nube de odio o resentimiento, me impidan experimentar la grandeza de tu amor por mí y por todos.

CONTEMPLAR: La fe y la ciencia se unen en aquello que es verdadero y hace bien al ser humano. En el caso del perdón, además de los argumentos razonables y psicológicos que pudiéramos aducir para vivir sin odios o resentimientos, la fe nos proporciona no sólo el mejor argumento sino la misma fuente del perdón: DIOS QUE ES AMOR.

Lo que podríamos considerar como un elemento necesario en las relaciones humanas: el perdón, la realidad nos dice que con frecuencia no se vive y de ahí la causa de males como la guerra, la violencia, los asesinatos.

Que importante es reconocer que el perdonar es una actitud divina, pues Dios está siempre dispuesto a perdonar al pecador arrepentido e incluso al que no se arrepiente, pues es paciente y rico en misericordia. Sin embargo vale la pena recordar lo que dice san Agustín: “Aquel que te creó sin ti, sin ti no te salvará”.

Dios nos ofrece al Redentor y Jesús se encarna para ofrecerse al Padre, no sólo darnos su perdón y con él rescatarnos, sino que también viene a enseñarnos cómo perdonar: para ser libres, para ser felices, para amar. Jesús otorga el perdón infinidad de veces durante su vida, muchos ejemplos los encontramos en el trato con sus apóstoles y contemporáneos.

Las situaciones de rechazo, de pobreza, de migración, etc., que Jesús vive desde su infancia podrían haber hecho de Él un desadaptado social, resentido contra el mundo, contra las personas y contra Dios, pero no ocurre así. Nos encontramos con que Jesús es alegre, afable, integrador, formador de comunidad; que vive tendiendo puentes de reconciliación con todos y con su Padre Dios. Jesús incluso entra en diálogo con quienes le persiguen.

Porque nos ama, Jesús se hace hombre para otorgarnos su perdón y así redimirnos. Con su vida, Jesús, nos enseña que es posible perdonar y ser feliz. El Señor Jesús, incluso en la Cruz, antes de morir, pide por el perdón de los pecados de la humanidad y de aquellos que en ese momento lo están asesinando.

Jesús es libre y feliz, porque perdona, porque ama, porque siempre está unido a su Padre Dios. Con su palabra y con sus acciones, nos enseña a perdonar.

¿Tú, perdonas o vives esclavizado al odio y al rencor? ¿Tú te dejas perdonar por el amor de Dios o sigues arrastrando odios y resentimientos contra ti mismo? ¿Tú, te reconoces perdonado por Dios o aún dudas de su amor? ¿Tú, guardas algún resentimiento contra Dios?

ACTUAR: Entra en tu corazón y sé sincero contigo mismo. Date cuenta que guardar rencores no te ayuda. Haz un examen profundo de tu vida, anota los pecados, las personas y las situaciones que necesitan de tu perdón y del perdón de Dios. Busca la oportunidad de confesarte pronto. También, en un ambiente de oración, quema la lista que hiciste y al tiempo que le pides a Dios que te perdone, dile que estás dispuesto a perdonar.

NOTA: Ya sé que vas a decir que no tienes tiempo para orar, ni para confesarte, que cuando has ido a buscar al sacerdote no lo encuentras, que está ocupado o la fila es muy grande. Reconoce que esos pretextos no te ayudan a ser feliz. Si en lugar de hacer fila para confesarte, tuvieras que estar en la línea de los que van al estreno de una película, a ver a un artista o a un partido de fútbol, seguramente que pasarías horas. No te detengas, acércate a pedir perdón y hasta experto en el arte de perdonar. Se feliz, déjate amar por Dios.

También sé que podrías decir: “es que me da mucha vergüenza” Claro, como decía un confesor: ¡la vergüenza que se te quitó al pecar, se te acumula cuando te quieres confesar!”. No te detengas, Dios quiere tu felicidad y otorgarte su perdón, ¡para que puedas perdonar!, ¡para que tengas paz en tu corazón!, ¡para que seas feliz!

Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero. M. María Inés Teresa Arias.



LA LECTIO DIVINA SOBRE Mt 18, 21-35.
11-08-11.
JUEVES XIX. Mt 18, 21-35.

Perdonando en el nombre de Jesús

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Mateo 18, 21-35. En aquel tiempo, Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: «Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?» Jesús le contestó: «No sólo hasta siete, sino hasta setenta veces siete». Y les propuso esta parábola: «El Reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que le debía mucho dinero. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, para saldar la deuda. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba, diciendo: “Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo”. El rey tuvo lástima de aquel empleado, lo soltó y hasta le perdonó la deuda. Pero, al salir, aquel servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía poco dinero. Entonces lo agarró por el cuello y casi lo estrangulaba mientras le decía: “Págame lo que me debes”. El compañero se le arrodilló y le rogaba: “Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo”. Pero el otro no quiso escucharlo, sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que le pagara la deuda. Al ver lo ocurrido, sus compañeros se llenaron de indignación y fueron a contar al rey lo sucedido. Entonces el rey lo llamó y le dijo: “Siervo malvado. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también haber tenido compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?”. Y el señor, encolerizado, lo entregó a los verdugos para que no lo soltaran hasta que pagara lo que debía. Pues lo mismo hará mi Padre celestial con ustedes, si cada cual no perdona de corazón a su hermano».

LEER. Recordemos que el pueblo de Israel se regía por la Ley del Talión: “ojo por ojo y diente por diente”, que de alguna manera se asemeja “al que me la hace, la paga”. En el fragmento del Evangelio de hoy, San Pedro le hace una pregunta al Señor Jesús sobre cuántas veces debe perdonar a quien nos ofende. El mismo san Pedro se adelanta a la respuesta, quizá en espera de una felicitación y hace una segunda pregunta “¿hasta siete veces?”. Jesús se pone a la altura de su respuesta y le responderá también numéricamente y le dirá que “setenta veces siete”.

MEDITAR: Dado que el “siete” para los judíos significa plenitud, la respuesta de Pedro parece acertada: Para el cristiano, la respuesta del Señor Jesús, “numéricamente” pone más alto la “cuota” del perdón, sin embargo, el perdonar no se trata sólo de lógica, de conveniencia o de números. Para Jesús, el perdón es una acción que nos debe poner a la altura de Dios y para ello contamos con su Gracia. Jesús se hace hombre para elevarnos a Dios; por eso el perdón cristiano es un aporte a la humanidad, pues en primer lugar el perdón, a cada uno, nos llega de Dios y el perdón que recibimos, lo compartimos con los demás. El ejemplo más claro lo tenemos en el Sacramento de la Reconciliación. Confesamos nuestros pecados. Dios nos perdona y retomamos nuestras actividades y relaciones, renovados en el perdón y en el amor de Dios, dispuestos y capaces de perdonar a quien nos ofendió o hizo daño.

Esta forma de actuar de Dios, no la conoce ni acepta, quien no ha experimentado el amor y el perdón de Dios.

ORAR: Señor Jesús. Tú me conoces y sabes lo que llevo en mi corazón. Desde hace tiempo, me acompaña el recuerdo de las acciones equivocadas que he realizado o en las que he participado. Perdóname y enséñame a perdonar.

Señor Jesús, también algunos odios y resentimientos me acompañan, algunos desde los primeros años de mi vida. En tu nombre quiero perdonar a los que me han ofendido o me siguen agrediendo.

Sabiendo que la gracia plena de tu perdón me lo das en el Sacramento de la Reconciliación, a manera de preparación para ella, en este momento, habiendo hecho el repaso de tu vida, de tus pecados, odios y resentimientos: Sentado(a), pon la mano en tu corazón, cierra los ojos, ponte en la presencia de Dios y dile. Padre en el nombre de Jesús, dame tu perdón y la capacidad de perdonar. Quiero ser libre para amar y perdonar, por eso: En el nombre de Jesús perdono a _____ <(puedes pensar en esa(s) persona(s)>. Deja que tu corazón, se vacíe de odios y resentimientos. Experimenta la paz que hay en tu corazón cuando dejas que Jesús perdone en ti a quienes sientes que te han ofendido.

Habiendo concluido este momento de oración, dale gracias a Dios por la Gracia recibida. Haz conciencia de cómo te sientes y vuelve a tus actividades diarias, con el propósito de pronto confesarte y con el deseo de compartir la paz y el amor que Dios te da.

CONTEMPLAR: La psicología reconoce la importancia del perdón y para ello nos señala una serie de conveniencias, desde la propia salud física y psicológica hasta lo necesario para tener buenas relaciones humanas. La fe nos sitúa en un plano superior. Dios nos perdona de nuestros pecados y ofensas y nos ofrece Vida Nueva y Vida Eterna. Es decir: la felicidad en esta vida y su plenitud, la Vida Eterna. El perdón que podemos otorgar parte de haber experimentado personalmente el perdón liberador de Dios. Tenemos que ser testigos del perdón de Dios. Somos perdonados y debemos perdonar. Reconciliados con Dios y reconciliadores, al estilo de Jesús.

Ciertamente guardar odios o resentimientos me aísla de personas que son significativas para mí. Aunque yo no me dé cuenta o no lo quiera reconocer, el no perdonar me frustra y genera resentimientos e incluso pensamientos de muertos para mí o para la(s) persona(s) que siento me hicieron daño.

Señor quiero amar y perdonar como Tú, para ser feliz. Señor dame tu amor y perdona mis pecados. Jesús, dame tu perdón y enséñame a perdonar como Tú. Yo sin Ti, no puedo nada, yo Contigo lo puedo todo. Quiero vivir convertido a Ti. Dame tu perdón y amor, que eso me basta.

Nuestro perdón siempre será limitado, pero si lo recibimos o lo ofrecemos en el nombre de Jesús, notaremos la diferencia, porque abriremos nuestra vida a la Gracia de Dios. El amor de Jesús estará en nuestro corazón, perdonándonos y enseñándonos a perdonar.

Quién está enfermo de odios y resentimientos, está como Lázaro en el sepulcro, atado e imposibilitado para vivir, amar y caminar. La presencia de Jesús le devolvió la vida, el amor y el caminar. Así también el pecado, el odio y los resentimientos me tienen imposibilitado(a) para vivir, amar y caminar. Señor Jesús, manifiéstate en mi vida y sácame del sepulcro del pecado y del resentimiento para tener la vida nueva que con tu perdón, Tú me das.

Para vivir en plenitud no necesito de odios o resentimientos, de hechos, ellos me estorban para ser feliz, pues son una barrera que me impide experimentar el amor de Dios. Le pediré a Jesús que me perdone para que yo experimente, que para mi plena felicidad, sólo Dios basta.

ACTUAR: En oración entraré a mi corazón y revisaré las cosas que he hecho y han lastimado a otros y en oración le pediré perdón a Dios. Haré también una lista de los hechos y  personas que considero me han hecho daño y en oración, en el nombre de Jesús les otorgaré el perdón.

Lo anterior es bueno, pero lo mejor es que acudiré con un sacerdote, me confesaré y arrepentido(a), expresaré mi deseo de recibir el perdón de mis faltas, errores y pecados y de perdonar a los que, me han ofendido.