miércoles, 30 de noviembre de 2011

Meditación del 30 de noviembre del 2011

11-11-30. Miércoles. San Andrés.

    CON MI VOZ Y TESTIMONIO          

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Mateo 4, 18-22: Un día que Jesús caminaba por la ribera del lago de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban echando las redes al lago, porque eran pescadores. Jesús les dijo: «Síganme y los haré pescadores de hombres». Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre, lo siguieron.

I.- ENSEÑANZA BREVE: San Pablo es el gran predicador de Cristo en el mundo antiguo, de los primeros años del Cristianismo. El Beato Juan Pablo II lo es en los tiempos modernos. Ambos pusieron todos los medios a su alcance para anunciar el Evangelio de Jesús, y de esa manera, a través de la Buena Nueva, compartiendo el mensaje de Verdad, de Justicia y de Amor transformaron al mundo. El mundo, que hoy cada vez más, promoviendo el relativismo y conceptos ideológicos, basados en intereses particulares, a través de la mentira, rechaza la Verdad y el Bien común y con ello genera injusticias y la división.
El beato Juan Pablo II, para evangelizar puso todos los medios a su alcance, se trasladó de un lado a otro, usó los medios de comunicación como la prensa, la radio, la televisión y la internet (entre otros). Uno de sus principales recursos fue su voz, pero sobre todo, su testimonio de vida. Lo mismo hizo san Pablo, con sus grandes recorridos a pie, utilizando el caballo y las carretas, trasladándose en barco de un continente a otro (Europa y Asia), elaborando y mandando a copiar cartas que fueron distribuidas y leídas en diversas comunidades y que hoy se conservan y forman parte del Nuevo Testamento.

Ambos hicieron vida, entre otras frases: “¡Ay de mí! si no evangelizara” (1 Cor 9, 16) y “Hay que evangelizar a tiempo y a destiempo” (cf. Tim 4,2). Tú y yo podemos imitarlos, por ejemplo difundiendo estas meditaciones entre conocidos y amigos, compartiendo este tipo de mensajes o elaborando material que difundamos entre ellos y en los ambientes donde desarrollamos nuestras actividades y que es nuestra área de influencia, pero sobre todo con nuestra voz y testimonio de vida.

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
Utilizando diversos medios de comunicación social y con grandes aportaciones de dinero, hoy se transmiten conceptos erróneos sobre el ser humano, su dignidad y destino final. Así, en particular en las nuevas generaciones, no sólo en México sino a nivel mundial, en “el pensamiento colectivo de personas ingenuas o no pensantes” se van introduciendo ideas falsas alejadas de la verdad y de la justicia, pero que se ven como buenas y deseables de vivir. Así, se pretende desvirtuar la dignidad del matrimonio, como unión entre un hombre y una mujer, para amarse y formar una relación estable y duradera, como lo es la familia que recibe a los hijos con amor y los acompaña en su desarrollo integral. En lugar de estos principios y valores se promueven estilos de vida donde el matrimonio y la familia no tienen sentido y han de evitarse, lo mismo que “la molestia” de los hijos a los cuales hay que evitar y si se engendran, habrá que abortar.

JUZGAR
Los principios y valores cristianos que la Navidad conlleva, a través de Jesús, la Virgen María y san José, “la Familia de Nazaret”, nos hablan de la dignidad de la persona, hombre y mujer, de la maternidad y la paternidad responsables, de la solidaridad y corresponsabilidad familiar, del amor con que han de ser recibidos los hijos, del apoyo que hay que darles y de la respuesta agradecida y amorosa de parte de ellos.
La familia cristiana no es una idea romántica, es todo un estilo de vida que brota del Evangelio, de la Encarnación del Hijo de Dios. Ante el desorden que se va instaurando, los católicos cada vez más debemos valorar nuestra vivencia familiar como “el ambiente donde Dios es amado y su amor es compartido entre los integrantes del núcleo familiar y los amigos”. El Adviento es una excelente oportunidad para hacer presente el amor de Dios en medio de nuestras familias. El Adviento es también una invitación a compartir la alegría de la vivencia familiar con nuestra voz y testimonio de vida.
El texto evangélico que hoy meditamos, nos muestra como Jesús, entre sus primeros discípulos, cuenta con hermanos de sangre.  Juan y Santiago, Pedro y Andrés, son hermanos. Santiago conoció a Jesús por su hermano Andrés. El Evangelio, a través de Andrés, llegó a la casa de Pedro, donde incluso su suegra quedó involucrada. Podemos constatar como a través de “uno” el Evangelio llegó a toda su familia.
Los cuatro serán grandes evangelizadores, los cuatro recorrerán “el mundo a su alcance” para anunciar a Cristo, los cuatro formarán discípulos. A Juan y a sus seguidores se le atribuyen la narración del Evangelio que lleva su nombre, el Apocalipsis y tres cartas. San Pedro tuvo como colaborar a san Marcos, autor de otra de las versiones del Evangelio. Ellos, los apóstoles, pusieron los medios a su alcance para transmitir la Buena Nueva e instaurar el Reino de Verdad, Justicia y Amor, pero sobre todo contaron con su voz y su testimonio de vida para evangelizar.
En su tiempo y con sus posibilidades, ellos fueron difusores y constructores del Reino de Dios. Ahora que en esta Navidad, te preparas a recibir a Cristo en tu corazón, ¿cómo vas a compartir y a vivir su mensaje de Verdad, Justicia y Amor, en tu familia y con tus amigos?
ORAR
Señor, gracias por mi familia y por el don de la fe. Gracias por san Pablo y Juan Pablo II que además de  procurar evangelizar con todos los medios a su alcance, con su voz y testimonio de vida, te hicieron presente en el mundo. Yo quiero ser como ellos, yo también quiero evangelizar con mi voz y con mi vida. Derrama tu Espíritu Santo en mi corazón y en mi familia, para que juntos construyamos tu Reino de Verdad, Justicia y Amor.
ACTUAR
A la hora de tomar alimentos encenderé un vela de la Corona de Adviento y diré “Ven Señor Jesús a mi corazón y a mi familia, para que te adoremos como lo hicieron los pastores y los magos. Concédenos que en estos alimentos reconozcamos tu providencia y en nuestra convivencia familiar te hagamos presente con nuestra alegría.
Ven Jesús y permite que con mi voz y testimonio de vida evangelice en mi familia     

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx
“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)


NOTA: La ideología (y los conceptos ideológicos) es una herramienta de control social para despojar al ser humano de su libertad, transformándolo en parte de una masa manipulable. Es también el conjunto de ideas cuya relación con la realidad es menos importante que su objetivo, por lo mismo no se fundamenta en la verdad, sino en intereses particulares. Al rechazar la verdad, es mentirosa y transmite falsedades que sin embargo para “el pensamiento colectivo” de personas ingenuas o no pensantes, “son verdades” que generan una cosmovisión que se manifiesta en patrones de conductas erróneos que se ven como buenos y pueden llegar a sustentar y justificar sistemas totalitarios como el nazismo (cf. http://definicion.de/ideologia/ y otras páginas de internet que se pueden encontrar en la búsqueda de “concepto ideológico definición”).