ESTE VIERNES SANTO
Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz
La muerte de cualquier persona impacta nuestra vida y más si muere a causa de la maldad humana. El dolor es mayor si la persona muerta es un conocido o familiar y la pena se incrementa si quien muere era bueno e inocente y dio su vida por mí.
Mientras más contacto hubo, mientras más recuerdos de vivencias, caricias y gestos de amor se tuvo con la persona crucificada por la maldad del mundo, se comprende mejor su sacrificio y quedan en el corazón el deseo de recordarla y de hacerla presente meditando sus palabras, compartiendo sus enseñanzas, imitando sus actitudes.
Mientras más contacto hubo, mientras más recuerdos de vivencias, caricias y gestos de amor se tuvo con la persona crucificada por la maldad del mundo, se comprende mejor su sacrificio y quedan en el corazón el deseo de recordarla y de hacerla presente meditando sus palabras, compartiendo sus enseñanzas, imitando sus actitudes.
Esto es lo que sucedió con la Virgen María, con los apóstoles y los discipulos y seguidores de Jesús.
Esto es lo que ha sucedido con los santos y los bautizados que en la conmemoración de la muerte de Jesús y de su sacrificio redentor, nos reunimos no solo el Jueves, el Viernes y el Sabado Santos, sino todos los días y en particular en la Misa Dominical, para conmemorar la entrega de Quien no solo es persona humana, sino el Hijo de Dios, el Unigenito, JESUCRISTO, Verdadero Dios y Verdadero Hombre.
Esto es lo que ha sucedido con los santos y los bautizados que en la conmemoración de la muerte de Jesús y de su sacrificio redentor, nos reunimos no solo el Jueves, el Viernes y el Sabado Santos, sino todos los días y en particular en la Misa Dominical, para conmemorar la entrega de Quien no solo es persona humana, sino el Hijo de Dios, el Unigenito, JESUCRISTO, Verdadero Dios y Verdadero Hombre.
Ciertamente, estos no fueron ni son los sentimientos de todos los que tuvieron o han tenido noticia de la muerte de JESÚS, para algunos es motivo de gozo, para otros de odio o indiferencia, algunos ni enterados están, pero para aquellos, que hemos recibido el don de la Fe y la hemos aceptado en nuestro corazón, como san Pablo, tenemos la experiencia que nos lleva a un cambio profundo de actitudes y nos hace exclamar: ME AMÓ Y SE ENTREGÓ POR MI.
La diferencia entre unas y otras actitudes, reside en la experiencia de Fe, que se transforna en Esperanza y se expresa en Caridad.
Mientras no se tiene la experiencia del Amor Redentor de Jesucristo, más dificil es comprender su significado e importancia de su muerte, pues JESÚS da su vida en Sacrificio y nos salva, perdona nuestros pecados, nos da vida nueva y nos obtiene la Vida Eterna.
Mientras no se tiene la experiencia del Amor Redentor de Jesucristo, más dificil es comprender su significado e importancia de su muerte, pues JESÚS da su vida en Sacrificio y nos salva, perdona nuestros pecados, nos da vida nueva y nos obtiene la Vida Eterna.
Este Viernes Santo pidamos la gracia de comprender el contenido del amor de Cristo en su pasión y muerte para experimentar el gozo de morur y resucitar con Él a una vida nueva y a la Vida Eterna.
