lunes, 1 de agosto de 2011

Meditación del Evangelio del 1 de agosto del 2011

El Evangelio del día de hoy: Mt 14,13-21, nos habla de la multiplicación de cinco panes y dos pescados, y destaco las palabras: “denles ustedes de comer”.

VER: Siempre ha habido infinidad de carencias de todo tipo, materiales y espirituales. Le damos mayor importancia a la material y descuidamos la espiritual. Ambas son importantes, una nos sitúa en el hoy y ahí queda, la otra también nos sitúa en el hoy pero nos lleva a trascender en la historia y hacia la eternidad.

JUZGAR: ¿El mundo a cual le da mayor primacía para solucionarla? A ninguna, pues nos invita al consumismo y a la indiferencia, generando mayor número de pobres, material y espiritualmente hablando.

Los que conocemos a Cristo tenemos una triple responsabilidad, estar al tanto de nuestra responsabilidad en el recto uso de los bienes con los que contamos y el deber, por amor, de compartir con aquellos que carecen de algo o mucho, a nuestro alrededor.

Por lo que se refiere a lo espiritual, nuestra mayor riqueza es Cristo y nos debemos cuestionar sobre la manera en que podemos acrecentar y mejorar nuestra relación con Él y el modo en que lo podemos compartir con los demás, fortaleciendo nuestra fe y la de aquellos a los que se Lo anunciamos.

ACTUAR: Hoy procuraré, ayudar a lo menos a alguna persona o familia a que mejore su situación material, pero también procuraré compartir mi fe, con todos los que me rodean. Esto es fácil si les invito a hacer una breve oración o si les pregunto qué significan para ellos las palabras de Jesús, “denles ustedes de comer”.

ORACIÓN: Señor, Tú me envías a darles de comer a mis hermanos y mi misión es ayudarles a estar mejores materialmente hablando, pero también me envías a que les anuncie tu Palabra y les ayude a ser mejores. Ilumina mi vida con tu presencia y ayúdame a darte a los demás.

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