Este
viernes 15 de junio en la Iglesia Católica celebraremos la fiesta del Sagrado
Corazón de Jesús, que nos recuerda el amor generoso y fiel de Cristo, entregado
a toda la humanidad. Esta es la tercera y última de las fiestas que han seguido
al Tiempo Pascual, luego de vivir la solemnidad de la Santísima Trinidad y el
Corpus Christi.
El
origen de esta fiesta se remonta a 1675, cuando el Hijo de Dios se apareció a
Santa Margarita María de Alacoque el 16 de junio de ese año, para mostrar su Corazón
rodeado de llamas de amor, coronado de espinas, con una herida abierta de la
cual brotaba sangre y de cuyo interior salía una cruz. El Señor Jesús le dijo a
la religiosa: "he aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres, y en
cambio, de la mayor parte de los hombres recibo ingratitud, irreverencia y
desprecio".
El
Papa Benedicto XVI nos ha exhortado: “al ver el corazón de Señor, debemos de
mirar el costado traspasado por la lanza, donde resplandece la inagotable
voluntad de salvación por parte de Dios, no puede considerarse culto pasajero o
de devoción: la adoración del amor de Dios, que ha encontrado en el símbolo del
‘corazón traspasado’ su expresión histórico-devocional, la cual sigue siendo
imprescindible para una relación viva con Dios".
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