JESUCRISTO nace en nuestro corazón, cada vez que oramos o hacemos una buena acción. Que la alegría de la Navidad esté todos los días en tu vida y alcances la santidad.
Señor, la Navidad es la oportunidad para la humanidad de unirse plenamente a Ti, pero también es mi oportunidad personal. Te haces hombre para salvarnos a todos, pero también para salvarme a mí. Sé que soy indigno pero tu amor me hace confiadamente pedirte que vengas al establo que es mi corazón. Ilumina con tu presencia mi vida y ayúdame a ser cada día mejor, para irradiar la luz a quienes viven tristes por no tener la experiencia de tu amor.
DIOS TE BENDIGA
Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz
No hay comentarios:
Publicar un comentario