LA
PARTICIPACIÓN EN LA MISA, NECESARIA PARA SUPERAR TODA TENTACIÓN
Mons.
Pedro Agustín Rivera Díaz
LECTIO DIVINA. Domingo 9 de marzo del
2014
Evangelio: Mateo 4,1-11: En aquel
tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el
diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin
sintió hambre. El tentador se le acercó y le dijo: "Si eres Hijo de Dios,
di que estas piedras se conviertan en panes." Pero él le contestó,
diciendo: "Está escrito: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios.""Entonces el diablo lo lleva a
la ciudad santa, lo pone en el alero del templo y le dice: "Si eres Hijo
de Dios, tírate abajo, porque está escrito: "Encargará a los ángeles que
cuiden de ti, y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las
piedras."" Jesús le dijo: "También está escrito: "No
tentarás al Señor, tu Dios.""Después el diablo lo lleva a una montaña
altísima y, mostrándole los reinos del mundo y su gloria, le dijo: "Todo
esto te daré, si te postras y me adoras." Entonces le dijo Jesús:
"Vete, Satanás, porque está escrito: "Al Señor, tu Dios, adorarás y a
él solo darás culto.""Entonces lo dejó el diablo, y se acercaron los
ángeles y le servían.
Muchas tentaciones rodean a las personas
de hoy. Algunas son presas de ellas y quedan atrapadas en las redes del pecado
y de sus consecuencias.
Toda tentación se disfraza de verdad,
pero es engañosa, pues su origen está en la mentira. Así hay quien mata por un
pedazo de pan (justifica que tenía hambre), pero también existe quien no quiere
compartir (Justifica diciendo que es solo suyo). Hay quien busca solo el placer
y en el hedonismo se olvida de la importancia de dominar el propio cuerpo y sus
apetencias, para evitar el desorden (droga, sexo pornografía, etc.)
Hay quien vive de la apariencia y del
qué dirán (modas, carros, chismes) , pero también quien se engaña pensando que
a través de sus pensamientos pueden dominar a los demás (reiki, esotéricos,
etc.).
Hay quienes se quieren poner en lugar de
Dios e inventas sus “religiones”, sus horóscopos, su control mental,
engañándose al pensar que las estrellas o las piedras y los magnetismos dominan
su vida.
San Mateo expone tres tentaciones de
Jesús en el desierto. El diablo, el padre de la mentira, es el tentador. Jesús
responde a la tentación y la supera con la Palabra de Dios, Él sabe que solo la
Verdad nos hace libre y Él es la Verdad. Por eso, ante la tentación, la
mentira, el engaño, el responde con la Verdad, que está contenida en el la
Palabra de Dios. Jesús es el Verbo, la Palabra de Dios.
Las tentaciones van en relación a lo
físico del hombre, el hambre; a su relación con lo externo, la soberbia y a su
dimensión espiritual en relación con Dios.
Jesús responde y con sus palabras y
ejemplo nos enseña que para vencer la tentación, es necesario tener siempre en
cuenta la centralidad de la Verdad en relación con Dios, a Quien se escucha, a
Quien se respeta en sus leyes y a Quien se adora.
El Papa Francisco, en su mensaje de
Cuaresma, señaló tres tipos de pobreza: física, moral y espiritual. La carencia
de bienes materiales, el pecado y la lejanía de Dios.
Jesús y la Iglesia nos proponen para el
tiempo de Cuaresma y para toda la vida, la limosna, la penitencia y la oración.
Guiados por el Espíritu, al igual que el
Señor Jesús, mantengámonos en unión con Dios, atentos a su Palabra a Jesús y
compartamos nuestros bienes, especialmente con los más necesitados.
Tengamos plena confianza en nuestro
Padre Dios y seamos sencillos con todos, conservando un corazón limpio de
orgullo y de soberbia, lleno de humildad y compasión.
A través de la oración mantengamos
unidos a Dios, Uno y Trino, participando activamente y obteniendo los mayores
frutos espirituales en la oración más perfecta que es la Misa, donde además de
alimentarnos con la Palabra de Dios, comulgamos del Cuerpo y de la Sangre de
Cristo, Verdad y Vida, alimento y anticipo de la Vida Eterna.
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