domingo, 3 de agosto de 2014


14-08-03- LECTIO DIVINA DOMINICAL. 
Mt 14,13-21. UNIDOS A JESÚS. 


Juan Bautista ha muerto, lo han asesinado, Jesús ha sido informado. Jesús continúa predicando y haciendo el bien. Cura a enfermos, se compadece de la muchedumbre, le da de comer. Para ello pedirá la colaboración de sus discípulos, ante los pocos peces y pocos panes, hará oración. A todos alcanzará el nuevo alimento. Todos serán saciados, hasta sobrará. El alimento que Jesús da, más que pan material es el pan de Vida, es Él mismo.

La concatenación de hechos que hace Mateo en este fragmento del Evangelio nos revela lo que hemos de hacer ante los infortunios producidos por la naturaleza o la maldad del hombre, como ha sido el asesinato de san Juan Bautista. No tenemos porque perder la calma, tenemos que seguir trabajando por la Gloria de Dios, tenemos que seguir ayudando al prójimo, tenemos que hacer oración, tenemos que encontrarnos con Jesús, tenemos que alimentarnos del Cuerpo y la Sangre del Señor y entonces veremos que en lugar de la tristeza o el desaliento, lo que está es nuestro corazón y en medio de nuestra familia o comunidad es la comunión y la abundancia de la Gracia de Dios que se desparrama y se multiplica y alcanza para incluso para dar a mayor número de personas.

ORACIÓN: Señor, al igual que todos aquellos que te siguen con un corazón sincero, yo quiero, en todos los acontecimientos de mi vida, buscarte y encontrarte, unirme a Ti y perseverar en la oración y en el trabajo a favor de los demás. Quiero buscarte y encontrarte en el sacramento del Altar y comulgar de tu Cuerpo y de tu Sangre, para unirte a Ti y llevarte a los demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario