PADRE
M. María Inés Teresa Arias
Padre… me pongo en tus manos, me entrego a tu amor, a tu bondad, a tu generosidad; haz de mí lo que quieras, pero dame almas, muchas almas, infinitas almas. Dame almas de niños, de pecadores, dame todas las almas de los infieles... y yo te doy mi vida, mi corazón, mi ser todo entero. ¡Haz de mí lo que quieras!, mas déjame vivir y morir en tu amante corazón, para que ahí se caldee el mío y pueda a mi vez calentar a las almas que se acerquen a mí.
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