viernes, 10 de junio de 2011

"Todos los gobiernos se deben comprometer a proteger la naturaleza”, asegura Papa Benedicto XVI

En su discurso a seis nuevos embajadores ante la Santa Sede, quienes se presentaron la mañana del jueves 9 de junio, el Papa Benedicto XVI recordó que "la ecología humana es un imperativo" urgente, respetando la dimensión religiosa de todo ser humano.

Durante el encuentro, el Pontífice pronunció un discurso común para todos los nuevos diplomáticos y después entregó a cada uno un discurso específico para la nación que representaban.

Al referirse a las "innumerables tragedias que han afectado a la naturaleza, la tecnología y los pueblos" en los primeros seis meses del 2011, el Sucesor de Pedro destacó que "los Estados deberían reflexionar juntos sobre el futuro a corto plazo del planeta, sus responsabilidades con respecto a nuestra vida y a las tecnologías".

Luego exhortó a "adoptar un estilo de vida que respete el medio ambiente y apoye la investigación y la explotación de energías limpias que preserven el patrimonio de la creación y sean inofensivas para los seres humanos, deben ser prioridades políticas y económicas". Por otra parte, subrayó que es necesario "un cambio de mentalidad" para "llegar rápidamente a un estilo de vida global que respete la alianza entre el hombre y la naturaleza, sin la cual la familia humana puede desaparecer".

"Todos los gobiernos se deben comprometer a proteger la naturaleza para que pueda desempeñar su papel esencial en la supervivencia de la humanidad. Las Naciones Unidas parecen ser el marco natural para una reflexión de este tipo, que no sea oscurecida por motivos políticos y económicos ciegamente partidistas, privilegiando la solidaridad por encima de intereses particulares", agregó el Santo Padre.

Benedicto XVI señaló luego que "también conviene interrogarse sobre el papel apropiado de la tecnología", porque "creer que es el agente exclusivo de progreso o de la felicidad, lleva a una mercantilización del hombre que conduce a la ceguera y a la miseria". Después puntualizó que "la técnica que domina al ser humano le priva de su humanidad. El orgullo que engendra ha creado en nuestras sociedades un economicismo empecinado y un hedonismo que determina subjetiva y egoístamente los comportamientos. El debilitamiento de la primacía del hombre provoca una pérdida del sentido de la vida".

El Pontífice resaltó además que "es urgente llegar a conjugar la tecnología con una fuerte dimensión ética. (…) La técnica debe ayudar a la naturaleza a desarrollarse en la línea prevista por el Creador. Al trabajar juntos, el investigador y el científico se adhieren al plan de Dios, que ha querido que el hombre sea la cumbre y el administrador de la creación. Las soluciones basadas en este fundamento protegerán la vida humana y su vulnerabilidad, así como los derechos de las generaciones presentes y futuras".

"Los gobiernos deben promover un humanismo que respete la dimensión espiritual y religiosa del hombre, porque la dignidad de la persona humana no varía con la fluctuación de las opiniones. Respetar sus aspiraciones a la justicia y a la paz permite la construcción de una sociedad que se promueve por sí misma, cuando sostiene a la familia o cuando rechaza, por ejemplo, la primacía exclusiva del dinero", comentó el Vicario de Cristo.

Para concluir su mensaje, el Papa manifestó que "la vida social se debe considerar sobre todo como una realidad de orden espiritual, los responsables políticos tienen la misión de guiar a los pueblos a la armonía humana y a la sabiduría tan deseadas, que deben culminar en la libertad religiosa, rostro auténtico de la paz".

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