viernes, 25 de noviembre de 2011

Meditación del 26 de noviembre del 2011

11-11-26. Sábado 34ª

MANTENTE ALERTA, NO TE DEJES ADORMECER

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 21, 34-36: «Estén alerta, para que los vicios, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida no entorpezcan su mente, y aquel día los sorprenda desprevenidos: porque caerá de repente como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra. Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer ante el Hijo del hombre».

I.- ENSEÑANZA BREVE:
Hoy el Señor Jesús, nuevamente nos invita a estar alertas, a estar despiertos. El Señor Jesús, lo dijo “mi Reino no es de este mundo”(Jn 18,33.37). También oró por nosotros diciendo “no te pido que los saques del mundo, sino que los protejas” (Jn 17,15).  Él mismo experimentó el rechazo y nos previno; “si esto hacen con el leño verde, qué no harán con el seco” (Lc 21,31).
En el mundo plural en que vivimos, no sólo existen diversas culturas y modos de vivir, sino también diversas religiones. El modo de vivir de los católicos genera también una cultura que vive en relaciones con otras, en las que “incide” y con las que se “contamina”. El ejemplo más claro lo tenemos con el nombre y la imagen del Obispo San Nicolás de Turquía, quien muere en el siglo IV y cuya devoción se extiende por el mundo entero y es traída a América del Norte por migrantes holandeses. Su popular devoción e imagen, a partir de 1930 es utilizada por una empresa refresquera que transforma su nombre en “Santa Claus”, que conserva el color rojo de su vestimenta episcopal, cambia la mitra por el gorro rojo, desaparece el pectoral episcopal y de Turquía, traslada su casa habitación al Polo Norte. Pronto, no solo la empresa refresquera, sino también otras empresas, comercializan su imagen para la venta de infinidad de productos en el tiempo del “Merry Chrismas” o Navidad.

Hoy la misma empresa refresquera, para no utilizar ningún símbolo que recuerde al cristianismo utiliza a unos osos y habla de la “magia”. No de la “magia de la Navidad”, que de por sí no es un término adecuado, si no de la “magia”. Para otras empresas, también de corte internacional, ya no es el “Merry Chrismas”, sino el “Happy Holidays” (felices vacaciones). Ya no es: “celebremos el nacimiento del Hijo de Dios, dando como Dios nos da” sino “gastemos por gastar, pues es tiempo de comprar”. Además, podemos afirmar que estas acciones, en el mundo occidental, son expresión del neopaganismo que rechaza todo símbolo cristiano y que promueve todo tipo de expresión religiosa no cristiana e incluso diversos cultos esotéricos y “astrales”. Cabe también señalar otra incongruencia, pues además estas campañas separan el motivo original de compartir, olvidándose incluso que de la celebración del nacimiento de Jesucristo, surgen “el aguinaldo”, “el dar regalos” y la “cena de Navidad”.
Para el católico la exhortación de estar alertas, no es para el pasado, sino de profunda actualidad, para valorar lo auténtico de la Navidad y del cristianismo y no dejarnos “adormecer” ni “embrutecer” por los condicionamientos del mundo actual.
¡Mantente alerta, no te dejes adormecer!

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
La celebración del Nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios, está ya próxima y para el comercio y los publicistas es la oportunidad de “adormecer” a la población en general con el bombardeo de publicidad de todo tipo, que invita a gastar, y meterse en la vorágine de sensaciones que se pueden experimentar y compartir, a través de la compra de infinidad de productos que han de servir para “lucirse”, “presumir”, endeudarse, emborracharse y excederse en todo tipo de placeres. Comida, bebida, droga, sexo, etc. ¿Es este el verdadero sentido de la Navidad?
Podemos actualizar las palabras de Jesús, diciendo que Él nos exhorta para que nuestra inteligencia, libertad y voluntad, no sean entorpecidas por los vicios del beber, del comer y de gastar, ni por las preocupaciones posteriores de “cómo pagar” o “cómo resolver las relaciones dañadas” por nosotros mismos, a causa de nuestros excesos.

JUZGAR
En la Navidad, celebramos el Nacimiento del Hijo de Dios. El mejor regalo que Dios nos pudo haber hecho, pues ha venido a Salvarnos y en torno a Él, nos unimos las familias y la humanidad entera. Incluso recordemos cómo, en años pasados, en el día de la Navidad, en zonas de conflicto se llegaron a suspender ataques y bombardeos.
Para mantenernos alertas ante el Nacimiento del Salvador la Iglesia nos invita a prepararnos con anticipación a través del Tiempo Litúrgico del Adviento, que inicia cuatro domingos antes del 25 de Diciembre y nos propone diversas acciones para suscitar y fortalecer la fe y la unidad familiar y entre los hombres.
Así contamos con la “corona de Adviento”, ante la que se ora, de preferencia en familia, antes de tomar los alimentos.
También contamos con el “Nacimiento y/o el Arbolito de Navidad”, lo mismo que el “novenario” que inicia el 16 de diciembre y del que surgen “las posadas”. Por cierto, no te preocupes si no vas a muchas de ellas, sin embargo procura que en esos nueve días, no te falte un momento de oración, de preferencia en familia, para que puedas preparar tu corazón al Nacimiento del Niño Jesús.
Si te das cuenta, estas actividades apenas si cuestan algo, pero los beneficios son muchos, pues te invitan a la oración y junto con ella te fortalecen en la fe y te permiten compartirla de una manera muy bella y plástica, a través de las velas, los adornos y las imágenes. Estas acciones, en su conjunto, además alegrarán tu corazón y propiciaran la convivencia e integración familiar.
Por otro lado, la liturgia, tanto en la Misa Dominical como en la Misa Diaria, nos proporciona hermosas y profundas lecturas bíblicas, que nos ayudan a prepararnos mejor y a estar alertas, ante el nacimiento del Hijo de Dios, para recibirlo mejor. ¡Mantente alerta, no te dejes adormecer!
ORAR
Señor, Jesús, cada día debo estar alerta para recibirte. Muchas cosas me distraen y me llenan de angustia. Gracias porque Tú no te olvidas de mí. Concédeme durante el Tiempo Litúrgico del Adviento, ponerme todos los días en los dinteles de mi corazón, para buscarte y encontrarte cada día en mi oración y en el hermano, en particular en el más necesitado a quien en tu nombre ayudaré.
ACTUAR
Tanto en internet como en librerías católicas puedes conseguir material que te ayude a vivir mejor las propuestas espirituales del Tiempo de Aviento y de Navidad.
Para fortalecer la fe y la unidad en la familia, procuraré invitarlos para que además de ir a Misa los domingos, si es posible, tengamos la Corona de Adviento y recemos juntos al bendecir los alimentos. Al poner el Nacimiento y/o el Árbol de Navidad, invitaré a que me ayuden, lo mismo si pongo algún otro adorno o arreglo. Si es posible del 16 al 24 de diciembre haremos alguna oración especial. Etc.
No se trata de gastar, sino de estar unidos a Dios y de convivir. ¡Mantente alerta, no te dejes adormecer!

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx
“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

NOTA: En la Iglesia llevamos, casi en paralelo, el Año Civil y el Litúrgico. El Año Civil inicia el 1 de enero y termina el 31 de diciembre. El Año Litúrgico inicia el Primer Domingo de Adviento y concluye el sábado posterior a la festividad de Cristo Rey.
El Año litúrgico está dividido de la siguiente manera y cada temporada se distingue por un color, que señalo entre paréntesis ( ). Adviento (morado), Navidad (blanco), Ordinario (verde), Cuaresma (morado), Pascua (blanco) Ordinario (verde). Como vemos el Tiempo Ordinario está contemplado en dos etapas, que comprende, por lo regular, 34 semanas. Aunque se llama “Tiempo Ordinario”, no es un tiempo litúrgico menor, pues nos recuerda que “lo ordinario es que el creyente busque la santidad”.

La Navidad inicia el 24 de diciembre por la noche y concluye el domingo del Bautismo del Señor.
Las Lecturas Diarias de la Misa, siguen el esquema de “Años Pares” y “Años Nones” (estamos por iniciar años pares 2011) y las Lecturas de las Misas Dominicales se mueven según el Ciclo “A”, “B” y “C”. Estamos por iniciar el Ciclo B

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