lunes, 28 de noviembre de 2011

Meditación del 28 de noviembre del 2011

11-11-28. lunes 1º de Adviento

EL ADVIENTO ES PARA FORTALECER LA FE

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Mateo 8, 5-11. En aquel tiempo, al entrar en Cafarnaún, se le acercó un oficial romano suplicándole: “Señor tengo en casa un criado paralítico que sufre terriblemente”. Jesús le contestó: “Yo iré a curarlo”. El oficial romano replicó: “Señor, yo no soy digno de que entre en mi casa, pero basta que digas una sola palabra y mi criado quedará sano. Porque yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y si digo a uno de ellos: “¡Ve!”, él va: al otro “¡Ven!”, y viene, a mi criado “¡Haz esto!”, y lo hace”. Al oírlo, Jesús se quedó admirado y dijo a los que lo seguían: “Les aseguro que jamás he encontrado en Israel una fe tan grande. Por eso les digo que vendrán muchos de oriente y de occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el banquete del Reino de los Cielos”.

I.- ENSEÑANZA BREVE: Inicia el tiempo del Adviento y la Liturgia de la Palabra nos irá presentando diversos encuentros con el Señor Jesús. Hoy se presenta en diálogo con un oficial romano. Este hombre no solo no era judío, sino que era romano (extranjero, pagano) y además oficial (opresor). Triple motivo para que ningún judío quisiera dirigirle la palabra y mucho menos hacerle un favor. Sin embargo Jesús le escucha y Él mismo se ofrece a ir con él y entrar a su casa (¡una gran falta para un judío!). Jesús no se deja llevar por condicionamientos para hacer el bien, para dar la salud al otro. Esta actitud, san Pablo la destacará, al mencionar la muerte en Cruz de Jesús, diciendo “nos rescató aún siendo nosotros sus enemigos (pecadores)” (cf. Rm 5,10). La respuesta del centurión, dará la oportunidad de una enseñanza más, de parte de Jesús, Quien señala la gran fe, de este hombre “pagano”, diciendo que “como él, a nadie ha encontrado en Jerusalén”.
Hay que reconocer que la falta de fe, la podemos encontrar en muchos que se dicen católicos y que ante la primera dificultad o problema, en lugar de acudir a Jesús, van en búsqueda de un mago o esotérico, que les haga “una limpia” (para que sólo les limpie el bolsillo y debilite su fe). Cuántas veces en un hogar, de repente se dan cuenta de que el papá, el hermano, la esposa o la hija, reciben un reconocimiento por las cualidades que tenía y que los de la propia familia no conocían o no habían valorado. En ocasiones, cuando ya es tarde, quizá porque murió, saben, por sus conocidos y amigos, que su familiar era muy querido por lo que había hecho a favor de los demás y que la familia ignoraba.
En relación con Jesús, esto nos puede suceder, a los que decimos tener fe y somos católicos. En nuestra “relación con Dios”, nos acostumbramos a un “trato frecuente con Él” y no lo valoramos. Esto sucede cuando “la costumbre” sustituye “el amor”.
El adviento es un tiempo de conversión, para pedirle al Señor que aumente nuestra fe.

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
Hay quienes buscan a Dios, sólo si tienen necesidad de Él. Hay también quienes acuden a Misa y movidos por la costumbre, cumplen con sus compromisos cristianos. Otros por el bautismo son hijos de Dios, pero no conocen ni valoran su relación con Él. Seguramente que algunos incluso no querrán acercarse a Jesús, por haberlo abandonado y temerosos de que no los escuche o rechace.

JUZGAR
El tiempo del Adviento es una invitación para que reflexionemos sobre nuestra relación con Dios y que analicemos qué tan profunda y auténtica es, para mejorarla. El Adviento es para fortalecer la fe.
El centurión confía en Jesús y cree en Él. En cuanto no judío, sabe que Jesús no debe entrar en su casa, por lo que movido por la fe y la confianza en Él, le dirá, “basta que digas una palabra y mi criado quedará sano”.
La Iglesia nos invita a tener una fe firme y una fuerte experiencia de Dios, por eso, en Misa, cuando el sacerdote nos presenta a Jesús, “Cordero de Dios”, decimos: “Señor, yo soy digno de que vengas mí, pero una palabra tuya, bastará para sanar mi alma”.
¿De qué cosas, Jesús me puede sanar? El adviento es tiempo propicio para que hagas tu lista, de tal manera que cuando llegué la Navidad, en tu corazón recibas a Jesús con un corazón limpio y lleno de fe.
También recuerda que aunque hablamos del 24 de diciembre, esa es una fecha simbólica, la presencia de Jesús, es en tu aquí y ahora. Todos los días es Navidad, si dejas que Jesús entre en tu corazón.
ORAR
Al igual que el centurión, yo te digo: Señor no soy digno de que vengas a mí y al igual que él, me asombró el que quieras venir a mi corazón. Gracias Señor, porque no me culpas, sino que me perdonas y quieres hacerme feliz. Gracias porque, con tu amor, me retas a ser mejor y a asemejarme a Ti. Gracias por este tiempo del Adviento, para fortalecer mi fe y para esforzarme en amar y servir en libertad, a Ti y a los demás.
ACTUAR
Haré una lista, de las cosas que considero debo cambiar y las pondré delante del Señor Jesús, pidiéndole que venga y me sane. Confiaré en que Él tomará en cuenta lo que le pido y me sanará.

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx
“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

1 comentario:

  1. Mons. No me llegó el evangelio de hoy y la verdad es que me hace mucha flata porque lo estoy subiendo a mi página. www.homeschoolingcatólico.org

    También te quiero invitar a participar en la fiesta de enlaces de Nuestra Señora de Guadalupe.

    Te invito a que me visites:

    http://homeschoolingcatolico.blogspot.com/2011/11/fiesta-de-enlaces-nuestra-senora-de.html

    Te espero, la fiesta comienza el 1o de diciembre. Todos tenemos algo que compartir.

    Gracias y que Dios te bendiga!!

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