1.-
Palabras del Papa Benedicto XVI
Después
del Regina Coeli del domingo 22 de abril del 2012, el Papa Benedicto XVI, dijo:
Dijo:
Queridos hermanos y hermanas: Estoy contento de recordar que ayer (sábado 21 de
abril), en México ha sido proclamada Beata María Inés Teresa del Santísimo
Sacramento, fundadora de las Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento.
Damos gracias a Dios por esta hija ejemplar de la tierra mexicana, que hace
poco he visitado y llevo siempre en mi corazón.
2.-
NOTICIAS:
Beatificada en México
la madre María Inés Teresa del Santísimo Sacramento
En
una ceremonia presidida por el cardenal Ángelo Amato
Lunes
ZENIT. 23-abr 2012
En
una ceremonia llevada a cabo en la Basílica de Guadalupe, la religiosa,
fundadora de las Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento y de los
Misioneros de Cristo para la Iglesia Universal, fue declarada beata, paso
previo para la canonización.
“Eminencia
reverendísima cardenal Ángelo Amato como obispo de la Diócesis de Cuernavaca y
a nombre de la Familia Inesiana, le pido humildemente trasmita al santo padre Benedicto
XVI, nuestra profunda gratitud por haber proclamado beata a la venerable sierva
de Dios madre María Inés Teresa del Santísimo Sacramento”.
Fueron
las palabras del obispo Alfonso Cortés, después de que el enviado del santo
padre diera lectura al texto de la carta apostólica por la que su santidad
anuncia la inscripción en el Libro de los Beatos a la religiosa mexicana.
En
el momento de la proclamación, se descubrió un tapiz gigante de Manuela de
Jesús Arias Espinosa, nombre de nacimiento de la religiosa.
Aplausos
prolongados ante la imagen, mientras una reliquia de la nueva beata era llevada
en procesión hasta colocarla en su lugar en el presbiterio por la madre general
Julia Meijueiro y Francisco Javier Carrillo Guzmán, el niño al que María Inés
Teresa del Santísimo Sacramento salvó de la muerte, y que permitió con su
sanación comprobar el milagro hecho por la hoy beata. Fue el 27 junio de 2011,
cuando el papa Benedicto XVI avaló el milagro atribuido a la monja.
Durante
la homilía, el cardenal Amato dijo que ésta beatificación es otro don que el
santo padre hace a la Iglesia y a todo el pueblo mexicano.
“El
papa ama a su noble patria. A ella ha venido como peregrino para alentarles a
ser firmes en la esperanza (...). Ustedes merecen superar todas las
dificultades para vivir serenamente en la solidaridad y en la concordia. La
visita del santo padre ha sido una inyección de ánimo para un futuro de paz,
concordia y bienestar”, agregó el cardenal Amato ante miles de fieles que
acudieron a la celebración.
En
sus palabras, definió el carisma personal de María Inés Teresa del Santísimo
Sacramento: “Era generosa en el trabajo, ferviente en la oración, humilde,
sacrificada y siempre dispuesta a la ayuda”.
La
ceremonia, que duró aproximadamente tres horas, fue concelebrada por el
cardenal Norberto Rivera Carrera y el nuncio apostólico Christophe Pierre, así
como por unos cuarenta obispos mexicanos de diversas diócesis del país.
Conocida
afectuosamente como “Manuelita”, la monja profesó en el Monasterio del Ave María
el 12 de diciembre de 1930, y a partir de entonces pasó varias etapas de vida
religiosa hasta emitir su profesión perpetua el 14 de diciembre de 1933.
Su
vida enclaustrada duraría hasta 1945. Cuatro años antes sor María Inés Teresa
había recibido la noticia de que en Roma se había firmado la autorización para
fundar las Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento, una nueva congregación
católica con un ideal contemplativo y apostólico que oficialmente nacería el 23
de agosto de 1945 en la ciudad de Cuernavaca. El 22 de junio de 1951, la Santa
Sede avaló la nueva orden religiosa de manera definitiva.
Posteriormente
las religiosas extenderían su acción evangélica por diversos países de Asia y
África, Estados Unidos y varias naciones de Latinoamérica y Europa.
La
congregación de las Misioneras Clarisas se afianzó aún más el 5 de enero de
1953, cuando la Santa Sede autorizó la formación de las Vanguardias Clarisas
(Van-Clar), un movimiento laico que se desarrollaría en paralelo a la orden
religiosa.
Las
misioneras se caracterizan por ser una congregación eucarística, mariana y
misionera, que lleva una vida contemplativa-activa, y que tienen como base la
adhesión a la voluntad divina, fuente de alegría, y como centro, a Jesucristo.
Profesan
los votos de castidad, pobreza y obediencia, y testimonian el amor fraterno
“siempre en un espíritu de comprensión y servicio, vividos en amor y paz,
siendo la caridad lo que la impulsa a vivir ya no para sí, sino para toda alma
necesitada”.
La
labor de esta religiosa permitió dejar creadas 36 casas de misioneras por 14
países del mundo, así como trabajos de misión por sacerdotes en Sierra Leona y
México.
La
nueva beata nació en Ixtlán del Río, Nayarit, el 7 de julio de 1904 y murió el
22 de julio de 1981 en Roma, Italia, pocos meses después de haber sido recibida
por el entonces papa Juan Pablo II, el 9 de diciembre de 1980.
Fue
la quinta de ocho hermanos nacidos en el seno de una familia cristiana. A los
siete años recibió la primera comunión. Su vocación surgió en 1924, y cinco
años después ingresó en el Monasterio del Ave María.
Eran
los años de la persecución religiosa derivada de la Guerra Cristera (1926-1929)
y el monasterio se había trasladado hasta Los Ángeles, Estados Unidos.
Fundadora
de las congregaciones de las Misioneras Clarisas (1945) y de los Misioneros de
Cristo para la Iglesia Universal (1979).
Creada
a mediados del siglo pasado la congregación de las misioneras, que se rige por
el lema Oportet Illum Regnare (Urge que Cristo reine) y con presencia en 14
países, fue el legado principal de esta nueva beata.
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