lunes, 7 de noviembre de 2011

Meditación del 8 de noviembre del 2011

11-11-08. martes  32ª

LO NUESTRO ES AMAR

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 17, 7-10: En aquel tiempo Jesús dijo a sus apóstoles: «¿Quién de ustedes, si tiene un siervo que labra la tierra o pastorea los rebaños le dice cuando éste regresa del campo: Entra enseguida y ponte a comer? ¿No le dirá más bien: Prepárame de comer, y disponte a servirme para que yo coma y beba; después comerás y beberás tú? ¿Tendrá acaso qué mostrarse agradecido con el siervo, porque éste cumplió con su obligación? Así también ustedes, cuando hayan cumplido todo lo que se les manda, digan: No somos más que siervos, sólo hemos hecho lo que teníamos qué hacer».

I.- ENSEÑANZA BREVE: En una ocasión, una amiga sufría porque había terminado con su novio y encontró una poesía que decía más o menos así; “Hemos terminado y de los dos, quien más ha perdido, eres tú, porque yo podré encontrar a quien amar como te amé a ti, pero tú no encontrarás quien te ame como yo.” Ciertamente cuando amamos, podemos ser traicionados, pero la experiencia del amor queda en quien amó.
Dios es amor (Deus Caritas est) y es la fuente inagotable del amor. Él nos crea por amor y su amor es el que sustenta nuestra vida, por eso san Pablo dice: en Dios nos movemos, existimos y somos. Dado que esto es así, nuestra vocación es amar y en el amar está nuestra felicidad.
Nadie da lo que no tiene, sólo cuando nos reconocemos amados por Dios, podemos amar de manera total y desinteresada a los demás, pues Dios nos llena con su amor y de su abundancia podemos compartir con los demás, como lo han hecho los santos, como lo hicieron: Madre Teresa de Calcuta, santa Faustina, el Padre Pío, san Francisco,  la beata Madre María Inés Teresa, etc.
Solo cuando experimentamos el amor de Dios, podemos perdonar a quien se aleja, nos traiciona o rechaza. Es más, cuando el amor de Dios llena nuestro corazón, nada puede herirnos, pues todo lo llena el amor de Dios. Solo Dios puede llenar nuestras carencias de amor. Si amamos, realmente seremos felices y lo más extraordinario será que realmente nos podremos reconocer siervos, que únicamente hicimos lo que teníamos que hacer.

II.- VER - JUZGAR  -ACTUAR
VER
El drama mayor que infinidad de personas viven, es que no se sienten amadas, sino más bien abandonadas, ignoradas, maltratadas o rechazadas. Necesitadas de amor, son capaces de hacer hasta lo imposible con tal de obtener una migaja de amor o algo que se le parezca, y entonces, como el niño de la calle que para no experimentar hambre se droga y anda con su “mona de thínner”, tratan de suplir el auténtico amor por la caricatura del placer, de la fama, del dinero o del poder. Entre el grupo de personas que delinquen, existe un alto número de personas que provienen de hogares desintegrados y lo mismo sucede en personas que se dedican a la prostitución o a la drogadicción o a otro tipo de conductas que les deshumanizan. Lo que le da sentido a la vida de toda persona es el amor y lo que la plenifica es el amor de Dios. Hay quienes no sintiéndose amados, no aman y llevados a la desesperación por su carencia de amor, se suicidan o simplemente se dejan morir.

JUZGAR
¿Qué es lo que tiene que hacer el ser humano para ser feliz?: AMAR. Nuestra tarea principal no es hacer dinero, ni comprar todo lo que nos ofrecen, ni ser famosos o políticos o artistas. Tampoco es el gozar o el sufrir, ni siquiera es, el ser amado, LO NUESTRO ES AMAR.
Erich Fromm dice que el amar es un arte y por lo mismo, a lo largo de los años aprendemos el arte de amar. La clave de la felicidad no está en ser amados, sino en amar. Los griegos hablaban de por lo menos tres tipos de amor: filía, eros y ágape. El amor de filía, es el de amistad. El término de amor eros denota el deseo de poseer lo que le falta y anhela la unión con el amado, y el ágape indica el amor oblativo de quien busca exclusivamente el bien del otro. EL AMOR DE DIOS ES ÁGAPE. Este último es el amor con que Dios nos ama y cuando amamos como Dios, es entonces cuando aprendemos a ser libres y a amar sin el deseo de poseer al otro, ni esperar nada a cambio. “Ama y haz lo que quieras”, decía san Agustín. “Amo por amar”, decía san Bernardo.
ORAR
Señor, nadie da lo que no tiene, y ya que Tú me das la tarea de amar; yo, necesitado de amar y carente de amor, lastimado por el rechazo de los demás y herido por las veces que de manera equivocada he buscado ser amado por relaciones destructivas o acciones que me han hecho daño, hoy me acerco a Ti, para decirte que necesito de tu amor que me sane, para que yo pueda amar. Dame la conciencia de saber que soy amado por Ti, concédeme experimentar tu amor y permite que en Ti ame a lo largo de mi vida, para que al final de ella pueda decir, todo está consumado y no he sido más que un siervo que ha hecho lo que tenía que hacer: AMAR.
ACTUAR
La mayoría de las personas no experimentan el amor de Dios. Grandes sectores de la población ignoran que Dios es amor y que son amados por Dios. En opinión de la beata, misionera mexicana sin fronteras, Madre María Inés Teresa, cada uno de nosotros “somos un pensamiento de amor de Dios”. Cada persona está llamada a ser el rostro del amor de Dios. Para ello es importante que yo me reconozca y experimente amado por Dios. Por eso hoy, lleno del amor de Dios, procuraré mostrar a todos que los amo, en el nombre de Dios.

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx

“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. M. María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

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