EL ADVIENTO
Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz
Así como el Año Civil inicia concluye el 31 de diciembre y comienza el 1 de enero, así el Año Litúrgico concluye el sábado siguiente del Domingo de Cristo Rey (que en el 2013 fue el 24 de noviembre) y comienza con el Primer Domingo de Adviento (1 de diciembre del 2013).
La palabra Adviento viene del latín y significa “venida”, “llegada”. El
color litúrgico que se usa es el morado. El adviento inicia cuatro domingos
antes del 24 de diciembre y prepara el tiempo litúrgico que la Navidad, cuyo
color es blanco.
El Adviento, en cuanto preparación, no es tan festivo como la Navidad, por lo que nos invita a la reflexión, a la penitencia y a la conversión, por eso el color morado. Durante este tiempo no se reza el Gloria. La sobriedad de este tiempo es interrumpida por las festividades del 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción y el 12 de diciembre en que celebramos las apariciones de santa María de Guadalupe.
El Adviento, consta de dos partes, una que concluye el 16 de diciembre
en la que se nos invita a reflexionar sobre la segunda venida de nuestro Señor
Jesucristo al final de los tiempos y la semana que va del 17 al 24, que nos
prepara más directamente a celebrar la Navidad, es decir el nacimiento de nuestro
Redentor.
Los modelos del Adviento son profetas del Antiguo Testamento, Juan
Bautista y la Virgen María, quienes nos ayudan a prepararnos a la Navidad. El
Papa Paulo VI considera este tiempo en sintonía con la espera de la Virgen
María, en espera del nacimiento de su Hijo. Las lecturas bíblicas de este
tiempo de Adviento están tomadas sobre todo del profeta Isaías (primera
lectura), también se recogen los pasajes más proféticos del Antiguo Testamento
señalando la llegada del Mesías.
Isaías, Juan Bautista y María de Nazaret son los modelos de creyentes
que la Iglesia ofrece a los fieles para ayudar a preparar nuestro corazón al
nacimiento de Jesús.
En los tres primeros domingos se recogen las grandes esperanzas de
Israel y en el cuarto, las promesas más directas del nacimiento de Dios. Los
salmos responsoriales cantan la salvación de Dios que viene; son plegarias
pidiendo su venida y su gracia. Las segundas lecturas nos exhortan a vivir en
espera de la venida del Señor.
Tanto el tiempo del Adviento como el de la Navidad, cuentan con
elementos paralitúrgicos muy interesantes que ayudan a la convivencia familiar
y a la oración en familia. Durante este periodo se ponen los nacimientos y se
vive el novenario de oración que da origen a las “posadas”. Es también la temporada
del Árbol de la Navidad y de la Corona de Adviento, además de la consabida
compra de regalos que se intercambian en el día de la Navidad, conmemorando el
mejor regalo que Dios ha dado a la Humanidad, que es su propio Hijo,
Jesucristo, nuestro Señor.
Puedes ampliar información y encontrar temas relacionados con el Adviento en:http://www.aciprensa.com/fiestas/Adviento/tiempo.htm
Puedes ampliar información y encontrar temas relacionados con el Adviento en:http://www.aciprensa.com/fiestas/Adviento/tiempo.htm
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