lunes, 5 de diciembre de 2011

Meditación del 5 de diciembre del 2011

11-12-05. Lunes 2º de Adviento.

MEJORANDO LA ECOLOGÍA HUMANA

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Lucas 5, 17-26: Un día estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor lo impulsaba a curar. Llegaron unos hombres que traían en una camilla a un paralítico y trataban de introducirlo para colocarlo delante de Él. No encontrando por donde introducirlo, a causa del gentío, subieron a la azotea y, separando las losetas, lo descolgaron con la camilla hasta el centro, delante de Jesús. Él, viendo la fe que tenían, dijo: "Hombre, tus pecados están perdonados." Los escribas y los fariseos se pusieron a pensar: "¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados más que Dios?" Pero Jesús, leyendo sus pensamientos, les replicó: "¿Qué piensan en vuestro interior? ¿Qué es más fácil: decir "tus pecados quedan perdonados", o decir "levántate y anda"? Pues para que vean que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados -dijo al paralítico-: A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa." Él, levantándose al punto, a la vista de ellos, tomó la camilla donde estaba tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios. Todos quedaron asombrados, y daban gloria a Dios, diciendo llenos de temor: "Hoy hemos visto cosas admirables."

I.- ENSEÑANZA BREVE: Dice un adagio: “Dios siempre perdona, el hombre a veces perdona, la naturaleza nunca perdona”. Los efectos de hacer mal uso de los recursos del planeta se notan en el “cambio climático” y algo similar ocurre ante la falta de respeto a lo que podríamos llamar la “ecología humana”. Así, quien se excede en el alcohol, no solo termina borracho, se afecta también el hígado. Quien toma alguna droga tendrá algún daño cerebral. Quien es promiscuo, entre otras cosas adquirirá alguna enfermedad venérea. Quien aborta, en su psicología y en su fisiología, experimentará los efectos de la acción realizada. Estas situaciones que podríamos considerar “personales”, tienen también un “efecto social”, pues siempre se afecta a otras personas, que pueden ser el cónyuge, los hijos, los padres, los hermanos, etc. La naturaleza no perdona. El “cambio climático” es una llamada de atención para evitar acciones que aumenten más el daño a la “ecología de la naturaleza”. El “entramado social dañado” y la “desestructuración de la personalidad” nos advierten sobre las fallas en la “ecología humana”.
(Nota: El término “ecología” proviene del griego, oikos = casa y logos = ciencia. Es por lo tanto, la ciencia que estudia las relaciones de los seres vivos entre sí y con su hábitat).
El hombre no crea, sólo puede transformar la materia. Solo Dios es creador. Si algo anda mal en mí, puedo buscar quien me ayude. Si quiero, cuando se me descompone un reloj, aún a sabiendas que el fabricante, un relojero, lo puede arreglar perfectamente, puedo acudir a otra persona para que lo arregle o yo mismo puedo abrirlo y “desechar” las piezas que sobren, también puedo llamar a un herrero para que a base de “martillazos, lo componga”. El referente innegable para el hombre es Dios, pero no siempre acudimos a Él y muchas veces, en la práctica, lo rechazamos. Ciertamente la “ecología humana”, para ser “eficaz integralmente”, también debe considerar la dimensión espiritual del ser humano.

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
El cambio climático es una señal de que estamos haciendo mal uso del planeta. La descomposición del entramado social y la desestructuración de la persona humana, son señales de que el hombre va perdiendo el sentido de su vida.


JUZGAR
El Adviento nos invita a prepararnos a recibir al Hijo de Dios y esto nos llena de esperanza y a ver la realidad más allá de lo inmediato. La visión sobrenatural que nos da, nos reta a superarnos y a mejorar el mundo actual, a través de la Vida Nueva que Cristo nos da y en relación a la Vida Eterna que esperamos alcanzar.
Los amigos del paralítico, de la narración del Evangelio de hoy, son fundamentales para el cambio de vida de él. Gracias a ellos mejoró no sólo su “ecología humana”. Ellos conocen a Jesús, ellos conocen al paralitico y su situación. Ellos hacen todo lo posible para que se encuentren. Ellos colaboran con su amigo para que recupere la salud y alcance el perdón de sus pecados. Ellos no se manifiestan como “trabajadores sociales”; ellos son misioneros, son evangelizadores, ellos son promotores de la sanación física y espiritual, del paralítico.
Por la intervención del Señor Jesús y gracias a sus amigos, el paralítico dejó de estar tullido y además se levantó, caminó, tomó su camilla y sus pecados fueron perdonados. A partir de entonces fue testigo del Reino de Dios en su vida. 
ORAR
Señor, gracias por las personas que me han acercado a Ti y me ayudan a salir de mi parálisis física y espiritual. Ayúdame a acercar a mis amigos a Ti, especialmente a quienes están tullidos del alma.
ACTUAR
Es tiempo de irme a confesar, para escuchar, al igual que el paralítico, “tus pecados quedan perdonados”. Así, dejaré de estar tullido para amar.
A la hora de tomar alimentos encenderé una vela de la Corona de Adviento y diré “Ven Señor Jesús a mi corazón y a mi familia, para que te adoremos como lo hicieron los pastores y los magos. Concédenos que en estos alimentos reconozcamos tu providencia y en nuestra convivencia familiar te hagamos presente con nuestra alegría”.
Señor Jesús, libéranos de las parálisis que nos impiden amarnos.

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx
“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

Meditación del 4 de diciembre del 2011

11-12-04. domingo 2º de Adviento.

JESÚS, LA JOYA MÁS PRECIOSA DE LA FAMILIA

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Marcos 1, 1-8: Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito en el profeta Isaías: "Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: "Preparen el camino del Señor, emparejen sus senderos”.  Juan bautizaba en el desierto; predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaba sus pecados, y él los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba: "Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo les he bautizado con agua, pero Él les bautizará con el Espíritu Santo."

I.- ENSEÑANZA BREVE: Juan, lo mismo que la Virgen María y los santos, juegan un papel muy importante para la evangelización. Ellos tienen la experiencia del encuentro con Jesús, experimentan una fuerte transformación en su vida y comparten su fe con quienes le rodean. La importancia de la familia, para la tarea evangelizadora, es fundamental, incluso en la vida terrena del Señor Jesús.
El precursor de Jesucristo será su primo Juan Bautista, hijo de santa Isabel, prima de la Virgen María. Isabel es quien al escuchar la voz de su prima María, que le visita, dirá: “Bendita Tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre”. Con estas palabras, Isabel confirma la fe, la Virgen María a quien llama “Madre de mi Señor”; da como prueba el hecho de que “el niño saltó en mi vientre” y bendice a la Niña de Nazaret diciéndole “Dichosa Tú, por haber creído que se cumplirán las promesas del Señor” (cf Lc 1, 42.45). Al paso de los años, algunos de los primos de Jesús le seguirán. La fe se vive y se comparte en el núcleo familiar.
La familia espiritual de Jesús crece y se hace comunidad, se hace Iglesia, así tenemos a los 12 apóstoles y a infinidad de discípulos y amigos personales, como Lázaro y sus hermanas: Martha y María. Al paso de los años y de los siglos, el grupo será mayor, se unirán los seguidores de Jesús y entre ellos destacarán los santos.
Los lazos de la fe, aún entre nosotros, en ocasiones son más fuertes que los de la sangre. Tú y yo, somos también familia de Jesús, Él es nuestro Hermano Mayor y Salvador. Tú y yo estamos llamados a conocerlo y dejarnos transformar por Él, para compartirlo en nuestro núcleo familiar y al mundo.

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
Cada vez es mayor el número de personas solas y abandonadas. Algunos por ser mayores, otros porque tienen alguna deficiencia mental o alguna otra limitación. También hay, quienes por el divorcio o la infidelidad salieron del núcleo familiar y quedaron solos o quienes optaron por no casarse e incluso abortaron a sus hijos. Al final quedan solos.
Los programas de televisión, nos presentan modelos de convivencia de “amigos”, viviendo en departamentos comunes, en ocasiones mixtos, de hombres y mujeres, en otras, siendo vecinos, viviendo los hombres en un departamento y las mujeres en otro. Lo común de estas series televisivas es que presentan como “alegre” y “exitoso” estos estilos de vida, sin una auténtica familia. Sin embargo, y esto no lo presentan, los integrantes de estos grupos, al paso de los años, quedarán irremediablemente solos.

JUZGAR
El Adviento, que nos prepara al Nacimiento de Jesucristo, nos inserta en la familia de la Iglesia, la comunidad de los que creemos en Jesucristo. El Adviento, sobre todo, nos invita a prepararnos en familia a ese acontecimiento, para que los lazos de la sangre, se fortalezcan con los lazos de la fe.
En la medida que cada miembro de la familia fortalece su unión con Jesucristo, fortalece su relación familiar. Dado que el encuentro con Jesucristo es personal, la forma de relacionarnos con Él es diferente de acuerdo a nuestra edad y compromiso familiar. Para el niño, su unión con Jesús se expresa en el deseo de ser amado, como Él fue amado y protegido por sus padres. Para el adolecente, hombre o mujer, en el anhelo de ser escuchado y comprendido. Para el joven, en el reto de ser mejor y tomar decisiones firmes en su vida. Para los adultos, en el perseverar haciendo el mayor bien  a todos. En los casados en el ser fieles y responsables ante su familia. Para el enfermo y los limitados físicamente, el de encontrar fortaleza y salud en Jesús. Y para el anciano, en especial, el de estar unido en oración con Dios, no sólo en la espera de su muerte, sino para pedir por todos sus seres queridos.
Porque Jesús nos invita a ser Uno en Dios, el Adviento, como anticipo de la Navidad, nos invita a la unidad familiar, “emparejando” nuestra situación familiar, esforzándonos en superar cualquier desavenencia, distanciamiento o problema.
Esta recomendación, aún desde el punto de vista de las relaciones humanas, es bueno, pero para el católico es mucho más, es la posibilidad de compartir la fe y de fortalecerla, por el encuentro con el familiar y amigo, pero sobre todo con Jesús, centro de nuestra celebración y Amigo y Hermano, que no falla y siempre nos ama.
ORAR
Señor, al hacerte hombre como nosotros, eres la joya más preciosa de la familia humana, pues con tu presencia iluminas y das sentido a la existencia de todo ser humano, en particular a mi existir y al de mi familia. Permíteme encontrarte en mi corazón, para compartirte con todos. Permítenos encontrarte en el centro de nuestra convivencia familiar, para amarnos y dar testimonio de Ti, ayudando así a mejorar los ambientes en los que vivimos.
ACTUAR
A la hora de tomar alimentos encenderé una vela de la Corona de Adviento y diré “Ven Señor Jesús a mi corazón y a mi familia, para que te adoremos como lo hicieron los pastores y los magos. Concédenos que en estos alimentos reconozcamos tu providencia y en nuestra convivencia familiar te hagamos presente con nuestra alegría”.
Jesús, Tú eres la joya más preciosa de mi vida, con tus destellos ilumina mi caminar.

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx
“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

viernes, 2 de diciembre de 2011

¡Porque los amamos!


Acompáñanos el 3 de diciembre, a la peregrinación que organiza Derechos del Concebido A.C., como parte del festejo por el Día Mundial de los Derechos del Concebido (8 de diciembre). Pediremos a Dios por las mujeres embarazadas y festejaremos el don de la vida.
La cita es a las 9:30 am en la ex-glorieta de Peralvillo.

Te esperamos

Meditación del 3 de diciembre del 2011

11-12-03. sábado 1º de Adviento.

ESTAMOS INVITADOS A SER MEJOR

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Mateo 9,35-10,1.6-8: En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, anunciando el Evangelio del Reino y curando todas las enfermedades y todas las dolencias. Al ver a las gentes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: "La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rueguen, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies." Y llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia. A estos doce los envió con estas instrucciones: "Vayan a las ovejas descarriadas de Israel. Vayan y proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Curen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos, echen demonios. Lo que han recibido gratis, denlo gratis."

I.- ENSEÑANZA BREVE: El católico exorciza el mal y hace presente el Reino de los Cielos, cuando hace el bien. Si ayudas a que un matrimonio se reconcilie, que un joven deje la droga, que una chica no aborte, que un alcohólico deje el vicio, que un hombre se responsabilice de sus hijos, que una mujer deje la prostitución, que un indigente se sienta amado, porque además de la ropa o el alimento que le das, le regalas una sonrisa o tu tiempo, entonces estás exorcizando al mundo, estás siendo trabajador del Reino de los Cielos.
Si además te esfuerzas en ser mejor, en vivir tu fe, ser coherente entre lo que dices y haces, compartes tu tiempo con tu familia, compartes tu fe, –reenvías estas meditaciones-, eres catequista o trabajas en algún grupo apostólico. Cuando haces algo de lo anterior o similar o más, eres un operario de la mies del Señor.
Si hasta el momento no hubieras hecho nada de lo anterior –que lo dudo- recuerda que LA INVITACIÓN A SER MEJOR, llega a tu vida en este Adviento. No la desaproveches, insértate en el grupo de los que Jesús llama, para enviarlos, en su nombre, a trabajar para hacer este mundo mejor. EN EL ADVIENTO, TODOS ESTAMOS INVITADOS A SER MEJOR.

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
Si bien es cierto que el Adviento nos invita a prepararnos a recibir al Hijo de Dios y esto nos lleva a hacer algo por los demás, hay quienes se la viven quejándose de todo o esperando que todo se les dé. También hay, quienes viven maquinando cómo hacer daño al prójimo o cómo quitarle algo o todo a los demás. También hay quienes piensan que no pueden hacer nada porque no tienen con qué, no tienen estudios, o no son famosos, la vida les ha tratado muy mal, las circunstancias le han sido adversas, porque las cosas no van a cambiar, etc. y por eso, para ellos, lo mejor es esperar a que los demás hagan algo y les resuelvan la vida.

JUZGAR
Dicen que cada cabeza es un mundo y ya somos más de 7 mil millones de habitantes en este planeta. Planeta que no es de nadie en particular y en el que viajamos todos por el espacio sideral. Con tantas personas, y lo mismo pasaría si solo fuéramos 7, 10 ó 20, existen diversos modos de pensar y de actuar, pero ciertamente todos tenemos un destino común, que va más allá de la muerte, pues todos estamos llamados a gozar de la presencia de Dios. San Agustín afirma, “de Dios salimos a Dios vamos a volver”.
Las religiones surgen del intento de llegar a Dios, pero Él mismo es Quién se nos ha revelado, asumiendo en todo nuestra naturaleza humana, menos en el pecado. En Jesús, está la auténtica religión y por lo mismo no podemos caer en el error de creer que Jesús es uno más de los hombres buenos o profetas que ha habido en el mundo, pues Él es verdadero Dios y verdadero hombre. Conocer y vivir sus enseñanzas nos sostiene en la esperanza y nos habilita para hacer presente su amor en nuestro aquí y ahora. Ciertamente de su presencia y de su amor, gozaremos en plenitud, después de morir, pero esa presencia y ese amor los anticipamos cuando los recibimos en nuestro corazón. Jesús es la causa de la felicidad de los santos y su presencia es la que hace exclamar a san Pablo “ya no soy yo, quien vive, es Cristo Quien vive en mí” (Gal 2,20).
Hoy, Jesús, también mira a la multitud de personas que vagan “extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor”. Tú y yo podemos ser algunas de ellas. Él viene a nuestro encuentro para rescatarnos, para curarnos, para darnos ánimo. Déjate atrapar por Él y reposa en sus brazos, deja que Él te ponga junto a su corazón y te dé calor y nueva vida.
Jesús, “llamando a sus doce discípulos” les dijo: "Vayan a las ovejas descarriadas”. Tú y yo podemos ser alguno de ellos. Él nos envía para que seamos: su voz, sus brazos, su corazón. Obedeciendo la voz de Jesús, salgamos al encuentro de nuestros hermanos, en particular de los que viven extenuados y vagan “como ovejas que no tienen pastor”.
El Adviento, es búsqueda y encuentro con Jesús, es preparación y esfuerzo para hacer este mundo mejor.
ORAR
Señor, Jesús, te doy gracias porque realmente soy privilegiado(a) por el don de conocerte. Entre tantas personas, por el bautismo puedo reconocerme como hijo(a) de Dios, redimido(a) por Ti, templo vivo del Espíritu Santo. Concédeme la Gracia de valorar el don de la fe, para que en Ti encuentre mi gozo y mi felicidad y dame la fortaleza, para compartir la alegría de la fe con los que me rodean. Todo tiempo es oportuno para ello, pero en especial, el del Adviento. Señor que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero.
ACTUAR
A la hora de tomar alimentos encenderé una vela de la Corona de Adviento y diré “Ven Señor Jesús a mi corazón y a mi familia, para que te adoremos como lo hicieron los pastores y los magos. Concédenos que en estos alimentos reconozcamos tu providencia y en nuestra convivencia familiar te hagamos presente con nuestra alegría”.
Señor Jesús, hoy acepto la invitación que me haces para ser mejor. 

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx
“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

Meditación del 2 de diciembre del 2011

11-12-02. Viernes 1º de Adviento.

PARA VER, ES NECESARIO ORAR

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Mateo 9,27-31: En aquel tiempo, dos ciegos seguían a Jesús, gritando: "Ten compasión de nosotros, hijo de David." Al llegar a la casa se le acercaron los ciegos, y Jesús les dijo: "¿Creen qué puedo hacerlo?" Contestaron: "Sí, Señor." Entonces les tocó los ojos, diciendo: "Que les suceda conforme a su fe." Y se les abrieron los ojos. Jesús les ordenó severamente: "¡Cuidado con que lo sepa alguien!" Pero ellos, al salir, hablaron de Él por toda la comarca.

I.- ENSEÑANZA BREVE: Dicen que lo que se ve, no se niega. El conocimiento que tenemos eminentemente lo adquirimos por nuestros sentidos. La vista, el olfato, el tacto, el gusto, el oído. Cuando una persona está contenta se nota, y lo mismo ocurre si está triste. De esto nos damos cuenta por su cara, por su postura corporal, por su voz y hasta por lo que dice. Esto lo percibimos si estamos atentos a ella, de otra manera no nos daremos cuenta de su estado de ánimo. Si hay alguna situación de bienestar o de peligro, también lo notamos y reaccionamos de acuerdo al estímulo, pero si estamos ensimismados, por alguna buena o mala noticia o por una acción que estamos planeando, una u otra situación, puede pasarnos desapercibida. Fácilmente podemos constatar que aunque tengamos vista, no siempre vemos, que aunque estemos despiertos, en ocasiones estamos dormidos o a lo menos adormilados.
Además de lo exterior, cada uno, a diferencia de las plantas y los animales, tenemos una vida interior, que va más allá de lo que captamos con nuestros sentidos. Vida interior, que muchas personas desconocen e incluso tienen miedo a conocer por la infinidad de recuerdos y sentimientos tristes que han ido acumulando, a los que se tiene miedo de afrontar y a los que se les dan una calidad de realidad que no existe, pues son pura fantasía del pasado, de la cual Dios nos puede liberar con su perdón y su amor. Para ver, para estar atentos y vivir plenamente, necesitamos estar atentos también, a nuestra vida interior.
“Para ver” necesitamos estar, en la medida de lo posible en contacto con la realidad, pero la Realidad no es sólo lo que nos rodea y constantemente cambia o lo que hoy llevamos en nuestro interior, pues todo ello es temporal. “Para ver”, necesitamos estar en contacto con la Realidad Fundante e Inmutable que es Dios. Para ello es importante y necesaria la oración, que además de permitirnos conocer a Dios, nos permite conocernos a nosotros mismos y estar alerta, como nos invita el Adviento, para reconocer a Quien realmente es importante, Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre; apreciar lo que le da sentido a nuestra existencia: su Plan de Amor y a vivir lo que es el motor de nuestra existencia: el Amor a Dios y el Amor al prójimo.
PARA VER, ES NECESARIO ORAR. “Lo esencial, sólo se ve con los ojos del corazón” (ANTOINE DE SAINT-EXUPERY. El principito)

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
Llevados por el relativismo, el consumismo y el activismo, el ser humano actual realiza su vida, sin realmente conocerse. Sobrevive, pero no se puede decir que viva plenamente. Desconociendo que han sido creadas por Amor y para vivir en el Amor, la mayoría de las personas se mueven en la rutina de lo inmediato y no en lo fundamental. No se conocen a sí mismas, no conocen a los demás y mucho menos se relacionan con Dios o apenas lo hacen con una oración dicha a toda prisa.
Muchos realizan su existencia volcados hacia el exterior de sí mismos, no tienen auténtica vida interior, sino la preocupación de cada día, de llegar temprano al trabajo o a la escuela, de evitar o propiciar el conflicto del día, de renovar un rencor o asimilar un nuevo temor, de hacer llamadas telefónicas por el celular, estar conectado en la Internet, escuchar música a través de audífonos para aislarse de los demás y de sí mismo(a)s, de regresar a casa para ver el televisor, para estar al tanto del “crimen” o del “chisme” del día y, al día siguiente, volver a repetir la rutina.

JUZGAR
El Adviento es la invitación para que nos demos un tiempo diario de reflexión y de oración, sobre nosotros mismos, sobre las personas que nos rodean, sobre lo que hacemos y sobre todo para abrir nuestro corazón a Dios, dejarnos amar por Él, recibir su paz y compartir, ese amor con los demás.
El encuentro con Jesucristo es lo que cambió la vida de los ciegos de la narración bíblica. El encuentro con Jesucristo es lo que puede cambiar tu vida. Encontrarnos con Jesús no es difícil pues está en tu corazón. A Él lo encuentras también en los demás, en lo que haces, en la comunidad parroquial, en la Sagrada Escritura, en el sacramento de la Confesión, en la Eucaristía.
Para que escuches su voz, debes saber hacer un alto en tu vida y hacer silencio en tu interior. Necesitas escuchar su voz, pues Él, al igual que a los ciegos del Evangelio, a quienes cambió su vida, te pregunta ¿crees que puedo hacerlo?” Ábrele tu corazón y deja que Él te sane y te de su paz, con la que puedas analizar tu vida, para tomar las riendas de tu vida y ser tú mismo en Dios. Eso en gran medida depende de ti, pues si tú le pides algo a Jesús, para que suceda eso, Él, además de escucharte y decirte que te ama y te perdona, te dirá, como a los ciegos: “que suceda conforme a tu fe”.
Los que fueron ciegos, no hablaron de lo que les ocurrió, no era necesario, su actual capacidad de ver, era su testimonio.
Permite que Jesús actué en tu vida y permite que en tu rostro se note que te has encontrado con Él.
ORAR
Señor, el Adviento es un tiempo de preparar el corazón para recibirte y experimentar tu perdón, tu paz y tu amor. Hoy, yo te invito a que me liberes de mis cegueras, que entres en las tinieblas de mi corazón y con tu presencia luminosa perdones mis pecados, sanes mis heridas y expulses mis temores, para que con un corazón limpio y sereno, ordene mi vida exterior y dé testimonio de lo que Tú estás haciendo en mí. Concédeme experimentar tu amor para compartirlo con los demás, pues quiero como única recompensa que todos te conozcan y te amen.
ACTUAR
A la hora de tomar alimentos encenderé un vela de la Corona de Adviento y diré “Ven Señor Jesús a mi corazón y a mi familia, para que te adoremos como lo hicieron los pastores y los magos. Concédenos que en estos alimentos reconozcamos tu providencia y en nuestra convivencia familiar te hagamos presente con nuestra alegría.
Señor Jesús, quita nuestras cegueras para poder amarnos en Ti.

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx
“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)

jueves, 1 de diciembre de 2011

Paz mundial, niños y jóvenes en intenciones del Papa Benedicto XVI para diciembre

La Oficina de Prensa de la Santa Sede dio a conocer que en las intenciones del Papa Benedicto XVI para el mes de diciembre está la paz mundial y la protección de los niños y jóvenes.

La intención general del Apostolado de la Oración del Papa para el mes de diciembre es: "Para que todos los pueblos de la tierra crezcan en la concordia y la paz por medio del conocimiento y el respeto mutuos".

Su intención misionera es: "Para que los niños y jóvenes sean mensajeros del Evangelio y para que su dignidad sea siempre respetada y preservada de toda violencia y explotación".

Papa Benedicto XVI llama a reflexionar sobre el tiempo que le dedicamos a Dios

En la audiencia general del miércoles 30 de noviembre, el Papa Benedicto XVI alentó a los católicos a "ser testigos de oración, ya que nuestro mundo a menudo se cierra al horizonte divino y a la esperanza que trae el encuentro con Dios".

"En la amistad profunda con Jesús y viviendo en Él y con Él la relación filial con el Padre, a través de nuestra oración fiel y constante, podemos abrir ventanas hacia el Cielo de Dios. Es más, recorriendo la vía de la oración (...) ayudamos a otros a recorrerla", aseguró el Sumo Pontífice.

El Vicario de Cristo llamó a "todos a una relación intensa con Dios, cultivando una oración constante, llena de confianza, capaz de iluminar la vida, para así comunicar a todos la alegría del encuentro con el Señor, luz de la existencia". Luego añadió que la oración atraviesa la vida del católico, “como un canal secreto que riega su existencia, relaciones y gestos, y lo guía con progresiva firmeza a la entrega total de sí mismo, según el proyecto de amor de Dios Padre".

Después destacó que un momento especialmente significativo es la oración que sigue al bautismo de Jesús en el Jordán. Según la predicación de Juan, el bautismo debía sellar el abandono de toda conducta ligada al pecado para iniciar una vida nueva.  Además, el Santo Padre explicó que "descendiendo en el río Jordán, Jesús, sin pecado, hace visible su solidaridad con quienes reconocen sus propios pecados y deciden arrepentirse y cambiar de vida; hace entender que formar parte del pueblo de Dios quiere decir entrar en una óptica (...) de vida conforme a Dios".

También, el Papa indicó que "en la oración Jesús vive un contacto ininterrumpido con el Padre para realizar hasta el final el proyecto de amor por los hombres". La oración de Jesús tiene sus raíces en su familia, fuertemente ligada a la tradición religiosa del pueblo de Israel; pero su origen "profundo y esencial" está en "su ser el Hijo de Dios, en su relación única con Dios Padre".

"La oración de Jesús toca todas las fases de su ministerio y todas sus jornadas. La fatiga no la interrumpe. Por el contrario, los Evangelios dejan ver la costumbre de Jesús de transcurrir parte de la noche en oración. (...) Cuando las decisiones se hacen urgentes y complejas, su oración se hace más prolongada e intensa", dijo el Pontífice.

Por último, el Papa Benedicto XVI pidió que, contemplando el modo de orar de Cristo, debemos interrogarnos sobre nuestra propia oración y el tiempo que dedicamos a la relación con Dios. Así subrayó la importancia de "la lectura orante de la Sagrada Escritura" y explicó que "escuchar, meditar, estar en silencio ante el Señor que habla es un arte, que se aprende practicándolo con constancia. Ciertamente la oración es un don, que pide, sin embargo, ser acogido; es una obra de Dios, pero exige esfuerzo y continuidad de nuestra parte, sobre todo, la continuidad y la constancia son importantes".

¡Porque los amamos!


Acompáñanos el 3 de diciembre, a la peregrinación que organiza Derechos del Concebido A.C., como parte del festejo por el Día Mundial de los Derechos del Concebido (8 de diciembre). Pediremos a Dios por las mujeres embarazadas y festejaremos el don de la vida.
La cita es a las 9:30 am en la ex-glorieta de Peralvillo.

Te esperamos

Meditación del 1 de diciembre del 2011

11-12-01. Jueves 1º de Adviento.

TRABAJANDO POR EL BIEN COMÚN

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Mateo 7,21.24-27: En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "No todo el que me dice "Señor, Señor" entrará en el Reino de los Cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el Cielo. El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca. El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se hundió totalmente."

I.- ENSEÑANZA BREVE: El Reino de los Cielos, más que un lugar es un ambiente donde la verdad, la justicia y el amor son principios fundamentales, que aceptados y vividos, generan armonía, bienestar y desarrollo y se manifiestan en solidaridad y paz, como fruto de la búsqueda, del encuentro y la realización del bien común.
Es por eso que como católicos, en el cumplimiento de la voluntad de Dios, debemos de tener la actitud de contribuir con nuestros conocimientos y responsabilidad a la construcción del bien común y para ello como creyentes, reconociendo que somos mucho más que meros trabajadores sociales, en particular en el Adviento, hemos de pedir al Señor que venga a nosotros e ilumine nuestra mente con su sabiduría y fortalezca nuestra voluntad con su Gracia, para construir el Reino de los Cielos, aquí en la tierra. Así, con la ayuda de Dios y nuestro esfuerzo, no sólo hablaremos del Reino de los Cielos, como si fuera una utopía o una realidad fuera de la tierra, que disfrutaremos hasta que muramos o después de la segunda venida de Cristo (la parusía), sino que viviéndolo y construyéndolo, seremos testigos y constructores de la presencia de ese Reino de Amor, de Verdad, de Justicia y de Paz entre los hombres. Afortunadamente ni somos los únicos, ni seremos los primeros, a lo largo de los siglos, el testimonio de tantos santos nos acompaña y una guía segura para ello es el “Compendio de Doctrina Social de la Iglesia”.
La búsqueda y vivencia del bien común es una manera de hacer la Voluntad de nuestro Padre Dios y de hacer presente su Reino, aquí en la tierra.

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
Una consecuencia grave del relativismo ideológico es que rompe la posibilidad del entendimiento mutuo y del diálogo, pues en lugar de la Verdad se establecen valores y normas de acción de acuerdo a las definiciones que da a los términos que inventa, así: “La ideología de género”, no reconoce el xx y xy de la naturaleza propios de la mujer y del hombre, sino que “justifica todo tipo de conducta sexual”. “El matrimonio” ya no significa unión de un hombre y una mujer, como su propia etimología señala. “La salud sexual y reproductiva”, no tiene que ver nada con la responsabilidad sino con el libertinaje sexual y la posibilidad de asesinar a los hijos en el vientre materno. “La interrupción del embarazo” no es la interrupción de un proceso de vida, que después se puede reiniciar, sino el asesinato de un ser humano en las primeras etapas de su vida, ya sea embrional o fetal.  Como estos términos, hay muchos más.

JUZGAR
Valores universales como la Verdad, el Amor, la Justicia, la Libertad, la bondad, la paz, la honradez, la modestia, la solidaridad, la amistad, la prudencia, la responsabilidad, el deber, la fortaleza, la lealtad, la igualdad, la templanza, la integridad personal y la fidelidad, que son reconocidos incluso por ateos y no católicos, coinciden con los valores del Reino de Dios. La vivencia de estos valores, hacen presente el Reino en medio de la humanidad, aunque sean vividos sin fe y sólo por la búsqueda del bien común.
“La verdad les hará libres” (Jn 8, 31), ha dicho el Señor Jesús, y los católicos reconocemos este valor como fundamental para la construcción del Reino de Dios. El Adviento, como un tiempo de preparación y de estar alerta para la venida del Señor, es una invitación para hacer de la Verdad un criterio de juicio para tomar la licitud de nuestras acciones, pues ella nos lleva a buscar el bien común.
El Adviento es el tiempo para despertar de nuestro “adormilamiento”, “pereza”, “pasividad” o “ignorancia” para ponernos a construir el Reino de Dios. Puede ser que hoy, sólo me despierte yo, pero será importante que también despierte a otros y en poco tiempo a los demás. Vivir el Adviento, dejar que Cristo nazca en mi corazón, trabajar por construir el Reino de Dios en el mundo, es trabajar por el bien común.
Desear el bien común y esforzarse por él es exigencia de justicia y caridad… Se ama al prójimo tanto más eficazmente, cuanto más se trabaja por un bien común que responda también a sus necesidades reales” (n.7). La vocación del cristiano -y particularmente la de los fieles laicos- incluye en sí misma este deseo eficaz de construir el bien común: “Todo cristiano está llamado a esta caridad, según su vocación y sus posibilidades de incidir en la polis (comunidad). (BENEDICTO XVI. Encíclica Caritas in Veritate n.7).
Para que el Reino de los Cielos sea una realidad en el mundo se requiere que cada uno de nosotros hagamos lo que esté de nuestra parte desde el ámbito en el que nos movemos, pero también es urgente que llegue a otros ambientes como lo señala el Papa Benedicto XVI: “El desarrollo es imposible sin hombres rectos, sin operadores económicos y agentes políticos que sientan fuertemente en su conciencia la llamada al bien común. Se necesita tanto la preparación profesional como la coherencia moral” (Ibid n.71). No se trabaja por la instauración del Reino ni se busca el bien común: “Cuando predomina la absolutización de la técnica (en sentido amplio: no sólo tecnología, sino también técnica económica, jurídica, etc.) –pues- se produce una confusión entre los fines y los medios, el empresario considera como único criterio de acción el máximo beneficio en la producción; el político, la consolidación del poder; el científico, el resultado de sus descubrimientos. Así, bajo esa red de relaciones económicas, financieras y políticas persisten frecuentemente incomprensiones, malestar e injusticia” (Ibid n.71) pues, alejados de la verdad y la justicia, no se busca el bien común.
ORAR
Señor, Tú lo puedes todo, yo sin Ti no puedo nada. Por amor me has creado y has dado la vida en este lugar y en este tiempo, para que yo haga presente tu Reino de amor. La tarea que me toca es grande y no soy más que uno, en medio de millones de seres humanos. Pero confiando en tu Palabra y sabiendo que no estoy solo, en medio del desierto levantaré mi voz, seguramente que otros la escucharán y aquellos que la oigan y tengan el mismo sentir, se acercarán y así seremos muchos, quienes reconociendo tu amor y bondad en medio de tantas vicisitudes, nos reuniremos para hacer presente y construir tu Reino de amor a través del bien común. Dame tu sabiduría y fortaleza Señor.
ACTUAR
A la hora de tomar los alimentos encenderé un vela de la Corona de Adviento y diré “Ven Señor Jesús a mi corazón y a mi familia, para que te adoremos como lo hicieron los pastores y los magos. Concédenos que en estos alimentos reconozcamos tu providencia y en nuestra convivencia familiar te hagamos presente con nuestra alegría.
Señor Jesús, que procurando el bien común, sea constructor de tu Reino de amor.

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx
“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)


miércoles, 30 de noviembre de 2011

Meditación del 30 de noviembre del 2011

11-11-30. Miércoles. San Andrés.

    CON MI VOZ Y TESTIMONIO          

Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz

Evangelio: Mateo 4, 18-22: Un día que Jesús caminaba por la ribera del lago de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban echando las redes al lago, porque eran pescadores. Jesús les dijo: «Síganme y los haré pescadores de hombres». Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre, lo siguieron.

I.- ENSEÑANZA BREVE: San Pablo es el gran predicador de Cristo en el mundo antiguo, de los primeros años del Cristianismo. El Beato Juan Pablo II lo es en los tiempos modernos. Ambos pusieron todos los medios a su alcance para anunciar el Evangelio de Jesús, y de esa manera, a través de la Buena Nueva, compartiendo el mensaje de Verdad, de Justicia y de Amor transformaron al mundo. El mundo, que hoy cada vez más, promoviendo el relativismo y conceptos ideológicos, basados en intereses particulares, a través de la mentira, rechaza la Verdad y el Bien común y con ello genera injusticias y la división.
El beato Juan Pablo II, para evangelizar puso todos los medios a su alcance, se trasladó de un lado a otro, usó los medios de comunicación como la prensa, la radio, la televisión y la internet (entre otros). Uno de sus principales recursos fue su voz, pero sobre todo, su testimonio de vida. Lo mismo hizo san Pablo, con sus grandes recorridos a pie, utilizando el caballo y las carretas, trasladándose en barco de un continente a otro (Europa y Asia), elaborando y mandando a copiar cartas que fueron distribuidas y leídas en diversas comunidades y que hoy se conservan y forman parte del Nuevo Testamento.

Ambos hicieron vida, entre otras frases: “¡Ay de mí! si no evangelizara” (1 Cor 9, 16) y “Hay que evangelizar a tiempo y a destiempo” (cf. Tim 4,2). Tú y yo podemos imitarlos, por ejemplo difundiendo estas meditaciones entre conocidos y amigos, compartiendo este tipo de mensajes o elaborando material que difundamos entre ellos y en los ambientes donde desarrollamos nuestras actividades y que es nuestra área de influencia, pero sobre todo con nuestra voz y testimonio de vida.

II.- VER - JUZGAR – ORAR - ACTUAR
VER
Utilizando diversos medios de comunicación social y con grandes aportaciones de dinero, hoy se transmiten conceptos erróneos sobre el ser humano, su dignidad y destino final. Así, en particular en las nuevas generaciones, no sólo en México sino a nivel mundial, en “el pensamiento colectivo de personas ingenuas o no pensantes” se van introduciendo ideas falsas alejadas de la verdad y de la justicia, pero que se ven como buenas y deseables de vivir. Así, se pretende desvirtuar la dignidad del matrimonio, como unión entre un hombre y una mujer, para amarse y formar una relación estable y duradera, como lo es la familia que recibe a los hijos con amor y los acompaña en su desarrollo integral. En lugar de estos principios y valores se promueven estilos de vida donde el matrimonio y la familia no tienen sentido y han de evitarse, lo mismo que “la molestia” de los hijos a los cuales hay que evitar y si se engendran, habrá que abortar.

JUZGAR
Los principios y valores cristianos que la Navidad conlleva, a través de Jesús, la Virgen María y san José, “la Familia de Nazaret”, nos hablan de la dignidad de la persona, hombre y mujer, de la maternidad y la paternidad responsables, de la solidaridad y corresponsabilidad familiar, del amor con que han de ser recibidos los hijos, del apoyo que hay que darles y de la respuesta agradecida y amorosa de parte de ellos.
La familia cristiana no es una idea romántica, es todo un estilo de vida que brota del Evangelio, de la Encarnación del Hijo de Dios. Ante el desorden que se va instaurando, los católicos cada vez más debemos valorar nuestra vivencia familiar como “el ambiente donde Dios es amado y su amor es compartido entre los integrantes del núcleo familiar y los amigos”. El Adviento es una excelente oportunidad para hacer presente el amor de Dios en medio de nuestras familias. El Adviento es también una invitación a compartir la alegría de la vivencia familiar con nuestra voz y testimonio de vida.
El texto evangélico que hoy meditamos, nos muestra como Jesús, entre sus primeros discípulos, cuenta con hermanos de sangre.  Juan y Santiago, Pedro y Andrés, son hermanos. Santiago conoció a Jesús por su hermano Andrés. El Evangelio, a través de Andrés, llegó a la casa de Pedro, donde incluso su suegra quedó involucrada. Podemos constatar como a través de “uno” el Evangelio llegó a toda su familia.
Los cuatro serán grandes evangelizadores, los cuatro recorrerán “el mundo a su alcance” para anunciar a Cristo, los cuatro formarán discípulos. A Juan y a sus seguidores se le atribuyen la narración del Evangelio que lleva su nombre, el Apocalipsis y tres cartas. San Pedro tuvo como colaborar a san Marcos, autor de otra de las versiones del Evangelio. Ellos, los apóstoles, pusieron los medios a su alcance para transmitir la Buena Nueva e instaurar el Reino de Verdad, Justicia y Amor, pero sobre todo contaron con su voz y su testimonio de vida para evangelizar.
En su tiempo y con sus posibilidades, ellos fueron difusores y constructores del Reino de Dios. Ahora que en esta Navidad, te preparas a recibir a Cristo en tu corazón, ¿cómo vas a compartir y a vivir su mensaje de Verdad, Justicia y Amor, en tu familia y con tus amigos?
ORAR
Señor, gracias por mi familia y por el don de la fe. Gracias por san Pablo y Juan Pablo II que además de  procurar evangelizar con todos los medios a su alcance, con su voz y testimonio de vida, te hicieron presente en el mundo. Yo quiero ser como ellos, yo también quiero evangelizar con mi voz y con mi vida. Derrama tu Espíritu Santo en mi corazón y en mi familia, para que juntos construyamos tu Reino de Verdad, Justicia y Amor.
ACTUAR
A la hora de tomar alimentos encenderé un vela de la Corona de Adviento y diré “Ven Señor Jesús a mi corazón y a mi familia, para que te adoremos como lo hicieron los pastores y los magos. Concédenos que en estos alimentos reconozcamos tu providencia y en nuestra convivencia familiar te hagamos presente con nuestra alegría.
Ven Jesús y permite que con mi voz y testimonio de vida evangelice en mi familia     

Para hacer llegar algún comentario, puedes escribir a evangelizarorando@yahoo.com.mx
“Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero”. Madre María Inés Teresa (Beatificación 21-abril-2012)


NOTA: La ideología (y los conceptos ideológicos) es una herramienta de control social para despojar al ser humano de su libertad, transformándolo en parte de una masa manipulable. Es también el conjunto de ideas cuya relación con la realidad es menos importante que su objetivo, por lo mismo no se fundamenta en la verdad, sino en intereses particulares. Al rechazar la verdad, es mentirosa y transmite falsedades que sin embargo para “el pensamiento colectivo” de personas ingenuas o no pensantes, “son verdades” que generan una cosmovisión que se manifiesta en patrones de conductas erróneos que se ven como buenos y pueden llegar a sustentar y justificar sistemas totalitarios como el nazismo (cf. http://definicion.de/ideologia/ y otras páginas de internet que se pueden encontrar en la búsqueda de “concepto ideológico definición”).